Spin-off

Spin-off

jueves, 30 de marzo de 2017

Bastión


Seattle, Estados Unidos
Faye
   La idea de Lucrecia sacrificándose por Enrique no me cuadraba para nada, pero su triste mirada de hace rato y la que ahora veía en sus ojos la reconocí, a veces yo misma la encontraba en el espejo. Además el Ángel no tenía por qué mentir; de todas formas no sentía la mínima compasión por ella, ha sido despiadada como el resto de su estirpe y sus compañeros de alianza, satánicos todos. 
   En el fondo podía sentir remordimiento por haber herido a Enrique en el camino a su ascensión como matriarca, pero lo peor es que sus actos fueron de ella no de un alma transferida a su cuerpo por medio del macabro ritual de urushdaur, lo mismo que quieren llevar a cabo con Amanda transfiriendo el alma de Asherah a su cuerpo; Lucrecia no es ninguna santa.

-Sacrificarte por Enrique-dije, ella se puso de pie frente a mí-. Perdona si no me lo creo.

-Me da lo mismo lo que creas o no.

-Amshel-llamé. El hombre, que estaba entretenido hablando con Velkam, se giró-. ¿Por qué evitar el ritual de transferencia y no salvarla del todo? Pudo ser una buena persona libre de las ataduras de su familia.

-Tuve mis razones para evitar el ritual, era una niña tan sólo. Pero aunque quise, no podía quitársela a su familia, lamentablemente-respondió Amshel. Dio un sorbo a su bebida mirando a Lucrecia.
   Era enigmático, proteger a Lucrecia de un ritual de transferencia ¿pero no arrebatarla de las garras de su monstruosa familia?

-Bueno, igual terminaste siendo la mierda que eres como el resto de tus amiguitos-le dije a la chica.
-¿Quieres pelear, Faye?-replicó Lucrecia-. Porque me siento más fuerte ahora como para vengarme de lo que me hiciste.
    Mostró sus colmillos y sus ojos inyectados en sangre buscaron atemorizarme, por un momento hice todo el teatrito y grité. Sin que se diera cuenta cogí una jeringuilla que llevaba en el bolsillo de mi jersey, terminé clavándosela en el cuello, devolviéndola a la normalidad. Cayó de rodillas por la debilidad que provocaba en ella el líquido preparado con la verbena que le inyecté.

-No me amenaces, Lucrecia-sonreí. Ella balbuceaba. 

  Los dos hombres no hicieron nada cuando la llevé hasta el sofá y la tiré allí sin ningún cuidado.

-¿Dónde conseguiste esos aretes?-le pregunté, sentándome en la mesilla de centro. 

-Fueron un regalo, putita....-susurró con voz pastosa por el envenenamiento. Le había inyectado una pequeña dosis-. ¿Te piensas que saldría a la luz del sol así nada más?

-¿Quién les dijo que esa piedra protegía a los Blood Drynka de los efectos de la luz del día?-seguí interrogando.

-Uno de los que tomamos para experimentar cantó todo.

-¿Y quién, además de ti y Matthew Carlysle, fue convertido?

-Matt no lo compartió con muchos, sólo conmigo y luego se deshizo de algunos miembros importantes. Prácticamente quedamos él y yo....

-No te duermas-la abofeteé-. ¿Qué hay de su esposa?

-Esa mujer murió hace dos años para ceder su cuerpo a un demonio.

   Volví a abofetearla porque se estaba quedando dormida.

-¿Dorian sabe que su verdadera madre está muerta y que alguien más ocupa su cuerpo?
 
-Sí, él estuvo presente el día en que pasó.

-Eres muy habladora, Lucrecia-comenté, inclinándome y sonriendo.

-Porque esto acabará contigo muert...¡¡¡¡aaaaahhhh!!!!!-exclamó cuando le clavé en el estomágo un cuchillo que también llevaba guardado.

   Amshel y Velkam se acercaron, el primero cruzó los brazos mirándome con una ceja arqueada.

-Recuérdame no hacerte enfadar, rubita-dijo-. Pareces un engendro del demonio.

   Hice una mueca de burla, levantándome de la mesita al tiempo que le sacaba el cuchillo a Lucrecia, ésta se había desmayado.
   Y entonces noté que Velkam ni siquiera parpadeaba, moví la mano delante de él.

-¿Qué le pasa?-le pregunté a Amshel.

   Él lo examinó, definitivamente no se movía, estaba como estático.

-El tiempo se ha ralentizado-respondió el Elohim, caminando hacia el balcón. Lo seguí.

   Afuera las gotas de lluvia no caían, estaban suspendidas en el aire. Toqué una con el dedo índice donde se deshizo.

-¿Por qué ha pasado esto? ¿A qué se debe?-inquirí, volviendo al interior del apartamento.

-Sólo los Elohim podemos hacerlo, pero la pregunta aquí es cómo es que tú sigues moviéndote, ¿en serio eres humana?-Bajó la mirada a mi pecho-. Interesante anillo, ¿de dónde lo sacaste?

    No me había dado cuenta que estaba jugando con mi colgante, el dorado anillo de Salomón.

-Fue un obsequio de mi amada, ¿por qué?

-Khatim Sulaymani-susurró, mirando el anillo con el que seguí jugando-. Creí que había sido destruido hace años, es un objeto maldito, quien lo posee termina siendo corrompido, ¿a ti nunca.....?

-No, me fue entregado para mi protección y Sahar me dijo que su oscuridad nunca me tocaría. Confié en su palabra, nunca me he visto corrompida, yo controlo el anillo no él a mí; pero ¿qué tiene qué ver?

-Por eso no te afectó la manipulación del tiempo como a Lucrecia o a Velkam, por eso sigues moviéndote, es la magia del anillo.-Observé el anillo-. Si dices que no te ha corrompido es porque tu corazón ha de ser muy puro, tienes una mirada muy limpia, señorita Vesper-dijo las mismas palabras que Sahar pronunció cuando dudé de usarlo, y sonreí por el sólo hecho de pensarla, y de recordar ese momento. Amshel miró hacia afuera-. Me pregunto quién está provocando esto-comentó en un murmullo.

    Pensé en lo dicho por él: su padre es el nuevo Eloah y ha sido el artífice de la mayoría de los sucesos en Assiah.

-¿Y si es tu padre?-pregunté.

    Él frunció el ceño.



















Londres, Reino Unido
Sahar    
      
  Sorcxoj Breaker: Rompedor de Encantamientos, así se había presentado el Príncipe Grigori hacía un par de horas.

<<-¿Hacerme qué cosa?-pregunté, después de la intervención de Erza.

-No lo recuerda-susurró, dando un paso hacia mí-. Quería probar algo que la involucraba, escuchó una conversación entre vuestro Padre y vuestro hermano Mikhael, quienes la protegían con tanto celo y ninguno entendíamos por qué pero a Azazel le daba mucha más curiosidad que a cualquier otro; incluso Luzbel, la Estrella del Atardecer, la guardaba como un tesoro.

-¿Qué quería probar Azazel que me involucrara?-interrogué.

-Es de lo que no estoy seguro-respondió, bajando la cabeza desilusionado por no poder ser de utilidad para mí en ese sentido.

-Más importante que eso, Euzma, acaba de decir "Vuestro hermano Mikhael" y "Vuestro Padre", ¿quién sino Eloah: Dios?-intervino Erza en un susurro para que la gente que nos rodeaba no escucharan.

-¿Fui hija de Dios?-le pregunté al Príncipe, él asintió. 

-Santo Cielo-musitó Nina.

    El Grigori volvió a hincarse en una rodilla.

-Perdóneme, m'Lady, por haberle fallado a usted y al Padre. Perdóneme por fallarle ahora al no saber qué quería Azazel con usted-dijo.

    Yo me hacía una idea.
    Le tendí mi mano al hombre, él la cogió y se levantó. Era mucho más alto que yo.
    Posé mi mano en su mejilla por instinto, él se inclinó un poco y besé ambas mejillas, un suave roce de mis labios sobre su cálida piel.

-Te perdono-dije-, aunque en ésta vida no sea quién para hacerlo, si así tu alma está tranquila, tienes mi perdón.

    Tras mis palabras comenzó a caer una fuerte lluvia que nos obligó a resguardarnos en alguno de los edificios que aún estaban en pie, y ayudar a la gente a que hiciera lo mismo.>>

    Ahora no se apartaba de mi lado.
    Hija de Eloah. Dios. 
   ¿Qué hago en Assiah? ¿Cómo llegué aquí? Aunque la verdad no era de importancia ahora, no más importante que lo que se había desatado. 
   Azazel, ha sido él todo este tiempo. Freyja y Seth en su momento actuaron bajo sus órdenes sin saber de quién se trataba, las hizo atacar a Velkam para llegar a mí; me separó de mi hija, puso en peligro a Faye..... ¡Faye!

-¿Tienes idea de cómo te liberaste de tu prisión?-le pregunté al Príncipe.

-Sé que sólo Mikhael tenía la llave del abismo, sólo él podía liberarnos a los Grigori. Su muerte era nuestra libertad, si yo estoy aquí.....

-Es porque él murió-dije, asintiendo tras entender el significado de su violento silencio.

    Nos encontrábamos en un estacionamiento techado, Nina y Erza se dedicaron a ayudar a los heridos por el terremoto que indicó la caída del Rompedor de Encantamientos. A mí no me apetecía acercarme a nadie, acababa de recibir dos noticias que ponían a prueba mi nivel de estabilidad; ya no guiaría a esta gente, mi mente estaba perdida preocupada por Faye. Mientras por otro lado deseaba tener a Azazel al frente.
   Que no se atreva a tocarla, pensé. Que no vaya a por ella, siempre me atacaban por allí, mi única debilidad.
   Escuché un grito que me sacó de mis cavilaciones, miré a Armârôs. Corrí hacia el lugar de donde provino el grito, detrás de una camioneta negra encontré a un hombre rubio de traje intentando cubrirle la boca a una nena, se hallaba encima de ella; lo cogí del saco y lo lancé contra la pared, me acerqué poniéndome a horcajadas sobre él y empecé a golpearle la cara. 
   La inmundicia en el hombre era tal que no dudé en dejar mi instinto salir sin importarme quién o cuánta gente estuviera mirando.  
-¡¡¡Madre!!!-exclamó Nina, haciéndome volver en sí y mirarla.

    Mi hija movió la cabeza de lado a lado, detrás de ella habían algunas personas, y se acercaban más; volví la mirada hacia lo que ahora era un cadáver, me levanté, vi mi reflejo en el cristal oscuro de la ventana de la camioneta. Tenía los ojos brillando en rojo y sangre en la boca que me limpié con la manga de mi abrigo.
   Nina y Erza empezaron a dispersar a la gente, pude oír cuando preguntaban qué clase de monstruo era yo, algún otro comentó que era un experimento fallido del gobierno y que me había vuelto contra mis creadores, por eso los insté a ir por sus gobiernos. Una mujer se persignó mirándome con temor.

-Este es el apocalipsis-susurró alguien-. Las bestias están saliendo....

-¿Viste que el tipo que se le arrodilló llevaba alas que desaparecieron?-preguntó su acompañante-. La chica debe ser el diablo.... 

-Más diablo y monstruo es ese maldito y nadie dice nada al respecto-dije, viendo a la niña que había sido atacada marcharse con la que parecía ser su madre, ésta agradeció en un susurro antes de reunirse con el resto lejos de mí.

-Estás de a toque, Euzma-comentó Erza-. Ahora nos tienen miedo, pero creo que hiciste lo que tenías que hacer-sonrió-. No me creo que en estos tiempos finales alguien haya sido capaz de actuar de ese modo.

-Le tenía el ojo puesto encima a la tot desde horas antes de que empezara todo, pude verlo en sus recuerdos, las estaba siguiendo a ella y a su madre-le dije-. Era un ex presidiario, cayó preso por lo mismo que quiso hacer hoy. Pensó que ya no tenía nada qué perder, si es el fin del mundo se daría un último "gusto".

-Que desagradable-susurró Nina, mirando con asco el cuerpo del rubio trajeado.

 Armârôs permanecía callado, observándome. Percibí una sensación de sorpresa y temor a partes iguales manando de él.  
-No es lo que esperabas ver de la hija de Eloah-dije, bajando la mirada.
 
-La recuerdo diferente a decir verdad, m'Lady-respondió él.

-Tal vez mostraba lo que yo quería que vieras-dije.

    No recordaba mi vida como hija de Eloah Yahveh, pero mis palabras eran mi sentir, lo que fui en ese pasado es lo que soy en el presente. Nada había cambiado, así lo sentía.
    Fruncí el ceño extrañada por el repentino silencio, no sólo dentro del estacionamiento sino fuera del mismo. Los truenos, la lluvia, no había ruido alguno; miré a Erza y luego a Nina, ambas estaban paralizadas.

-¿Nina?-llamé. Acaricié su mejilla.

-El tiempo ha sido manipulado-dijo el Príncipe.

-Yo no fui-repliqué.

-No he dicho eso, Eminencia-sonrió él-. Yo tampoco he sido, de lo que estoy seguro es de que se inició en otro lugar.

   Faye, por favor, mantente a salvo. Espérame. Tuve miedo de que estuviera en peligro.


























Portland, Oregón. Estados Unidos
Amanda

     Azazel apretó la empuñadura de su daga, me cogió del cuello y me vi forzada a soltar la muñeca de Luna. Forcejeé con él quitándole la daga en el acto y reí al tenerlo de rodillas, le solté una bofetada y me alejé caminando de espaldas hacia la cama, protegiendo a mi hermana en todo momento.

-Hay un detalle en el que no reparaste-dije, él se incorporó sonriendo-, he escapado de situaciones peores. Ninguna bala ha llegado a tocarme o rozarme siquiera; tengo tan mala suerte para morir que ahora mismo podría intentar cortarme las venas y fallaría, pero tampoco voy a tentar esa suerte, no te haré ningún favor. De llegar a convertirme estoy segura que no caería en el vínculo vasalla/amo-reí-. No, no te haré ningún favor.

-Tarde lo que tarde voy a tener a Sahar, sino puedo hacerme con su inmortalidad la pondré de mi lado....

-Sí, sí, es mucho mejor eso a tenerla en tu contra, como a mí-dije, lanzándole la daga al pecho. Di en el blanco y él hizo una mueca de dolor que, despacio, fue transformándose en una odiosa sonrisa.

-Un arma como esta no le hace daño a quienes son como yo-dijo, sacándose la daga. Ni siquiera sangró-. Siempre encuentro formas de salirme con la mía, Amelia, por algo estoy donde estoy ahora mismo. Gané una partida que ni siquiera jugué, miraron a Luzbel y a sus vasallos, siguieron sus movimientos todo el tiempo a través de sus manipulaciones sobre la biblia, esa agendita que llevaba mi hermano por medio de esos aliados humanos que lo adoran. Es de vuestro conocimiento que se colaron algunos códigos para avisar a la humanidad de lo que se vendría sobre ellos, estaban ocupados queriendo retrasar esa agenda, queriendo detenerlos, por lo que nunca me vieron venir.

   Sonreía triunfante.

-Tengo la victoria en el bolsillo-añadió. Y a su lado apareció Azana sosteniendo el cuerpo inerte de Luna, miré hacia la cama sorprendida.
-Creí que estabas de mi lado-le dije. Ivel apareció a la diestra de su padre-. Me pediste ayuda ¿y ahora tú también me traicionas?
-Está hecho padre-le dijo la más pequeña a Azazel, ignorándome.

    Azazel pasó su brazo por encima de los hombros de su hija menor y depositó un beso en su sien. En su mano sostenía la daga.

-Tienen tres días para rendirse ante mí, Amelia, para que veas que soy benevolente-habló entonces. 
-No hay una versión de la historia donde ustedes obtienen el triunfo-repliqué.

-Esta es esa versión, yo ya gané. Sé que tú y tu padre lo entienden, que sólo quiero lo mejor para todos, siempre ha sido así, ustedes saben que mi padre y mi hermano hicieron las cosas mal desde que le dieron poder sobre Assiah a estas criaturas, no se merecen este mundo, lo sabes, Amelia, sé que sí; Caín se lo dijo a Mikhael: reinicia la historia, purga el mundo de la inmundicia de la que está lleno, los humanos no pueden gobernarse solos, deben ser sometidos y enseñarles con mano dura. Seré mejor de lo que ellos fueron.

    Lo único que quería era quedarse con Assiah, sé de lo especial que es este mundo y de su conexión con Sahar.

-Devuélveme a mi hermana, será la única prueba que acepte de ese "Seré mejor", y deja a Sahar en paz y te creeré-le dije. Azazel dejó caer la daga en las manos de Ivel.

-Verás, no puedo hacer eso hasta conseguir la única cosa que me haría Todopoderoso de verdad, somos inmortales, Amelia. Pero no de una forma tan perfecta como lo es Sahar, tenemos una debilidad, una sola y para vencerla y poder mantener la paz por más de mil años necesito corroborar que Sahar puede traspasar su inmortalidad por la sangre. Y a falta de Sahar.....

    Ivel le clavó la daga a Luna en el pecho.

-No.....-musité.

-Sé que entiendes lo que significa hacer lo necesario por la supervivencia-argumentó Azazel-. Tres días y con vuestra rendición tendrás de regreso el cuerpo de tu hermana o puedo devolvértela viva dependiendo de cómo se porten.

    Se desvanecieron llevándose a Luna con ellos.
    Caí de rodillas abandonándome al llanto, los truenos retumbaron, el tiempo había vuelto a correr.


















Seattle, Estados Unidos
Faye

     Amshel entró con la ropa algo empapada, había estado asomado al balcón todo el rato. 
    Velkam se aclaró la garganta y miró anonadado a su amigo.

-¿Qué demonios te ha dado para que salieras a mojarte?-preguntó.

-El tiempo se restableció-dijo Amshel.

-¿Qué has dicho?-preguntó Velkam, sin entender.

  Amshel le explicó lo que había pasado. Yo tenía un mal presentimiento, en mi pecho sentía un fuerte dolor, y empecé a ver una sucesión de imágenes.

-Algo cambió-susurré.

-¿Faye, qué pasa?-Se acercó Velkam, preocupado.

-Es Luna, se supone que moriría tras la explosión de una bomba en Nueva York, antes...antes podía ver su cuerpo y los de los demás bajo escombros y cenizas.....-dije con rapidez-. Y ahora.... Cambió.... Luna está muerta.... La apuñalaron...-Comencé a temer lo peor sobre Amanda, y sobre Sahar.

    Y entonces le oí, pude oír su grito, y no fui la única porque Velkam y Amshel miraron alrededor, nerviosos por lo desgarrador que sonó.
    Las lámparas estallaron y todo se revolvió en el apartamento como si ella estuviera presente. El piso entero empezó a moverse, un terremoto, la lluvia sonaba más fuerte lo mismo pasaba con los truenos así que era imposible diferenciar entre el terremoto y los movimientos provocados por los aterradores truenos.
-¿Qué ha sido eso?-preguntó Amshel, cruzando los brazos-. No me digan que es.....

-Sahar-dijimos Velkam y yo al unísono.

-A este paso destruirá todo-dijo Amshel, evitando que me cayera.

   Lo empujé e intenté con todas mis fuerzas concentrarme en ella, tenía que calmarse, tenía que llegar a donde estaba.
   Y en mi mente la vi arrodillada llorando lágrimas de sangre, la sentí cerca, estiré mi mano pudiendo tocarla. Acaricié su cabello, me arrodillé, ella levantó su rostro.

-Está muerta....-sollozó-. Luna está muerta..... Volví a fallarle, yo....

-No ha sido tu culpa, Sahar-intenté que lo entendiera-. ¿Cómo podías saberlo? Te dije que no pasaste el suficiente tiempo con ella para crear un vínculo fuerte que te permitiera percibirla, así sean gemelas....

-Es que tú no entiendes lo que yo ahora sé.... Era yo, ella era yo, yo la hice para protegerme del dolor que me provocaba perderte, yo la hice para no tener que sentir....

-¿Y funcionó?-pregunté, no entendí muy bien de qué hablaba pero después me explicaría.

-No, a veces tu alma y tu corazón los tiene alguien más en sus manos, y los míos estuvieron contigo todo el tiempo, haciéndola a ella más real. Volviéndola humana..... Mi hermana....-susurró.

  La abracé fuerte, agradecí haber mejorado en esto de la proyección astral, podía sentirme con ella.

-Necesitas calmarte y volver a mí, vuelve a mí, Vida, cálmate o nos matarás a todos..... Vuelve a mí..... 

4 comentarios:

  1. Faye puede divertirse todo lo que quiera con Lucrecia. Incluso podría entregarla a unos de esos humanos, como el que fue golpeado por Sahar.
    Este Azazel se están haciendo el todopoderoso, pero no está teniendo en cuenta que su antecesor murió a pesar de todo su poder.
    Y que enojar a Sahar es peligroso.

    Que revelación. Sahar es realmente como la Sofía de los gnósticos. Que curioso que hayas escrito esta historia, sin conocer el mito que te mencioné.

    Un especial abrazo.

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    1. Jjajaja Faye torturando a Lucrecia me da la vida xDD

      Azazel tiene conocimiento del arma utilizada para matar a su antecesor, está en su poder y sabe que cómo esa pueden hacerse otras por eso su desesperación para ser como Sahar. Así no tendrá ninguna debilidad, será en realidad Todopoderoso.

      Cuando me pasaste ese enlace sobre Sofía quedé sorprendida por la similitud con Sahar, porque yo sólo tenía conocimiento del mito de Asherah Reina del Cielo y de otros mitos con los que juego dentro de esta historia.
      De repente Asherah sea otro nombre con el que se conoce a Sofía, pero la historia de ésta así como me la pasaste tú ni idea, no la conocía. Gracias a ti que me la hiciste llegar he podido conocer otro mito :)

      Otro especial abrazo, Demiurgo :****

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  2. Jope! como está Faye ahora, no le den un látigo por favor :D Y sí, los gobiernos siempre tienen la culpa :) Más allá de las bromas, nos muestras tres frentes que convergen en Sahar, finalmente es el centro de todo, más que cualquier personaje.

    Besos dulces y dulce fin de semana Ivel.

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  3. Sabes Ivel... el amor, el amor es lo que mueve todo, ya sea por la pareja o por la familia... nos volvemos otros, fuertes, vengativos... lo que sea que salve la distancia o la vida del ser amado...
    Lo has plasmado perfecto, con todo el sentimiento que llevamos... y eso en tus personajes... hace que se vean más humanos.

    Te felicito, preciosa.

    Mil besitos.

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