Spin-off

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martes, 21 de marzo de 2017

Anarquía: Lo Ínvisible se Hará Visible

 "Cada cosa visible en el mundo
está puesta a cargo de un Ángel.."

-San Agustín.



Londres, Reino Unido
Sahar

    En un acto reflejo, después de recibir mi espada de manos de Erza cogí a Nina de la muñeca porque vi de reojo que hizo amago de meterse entre la multitud.

-¿Adónde tienes pensado ir?-le pregunté.

-¿No vamos a intervenir?

-No te alejes de mi lado, quiero que estés cerca mío todo el tiempo-le dije, y al salir esas palabras de mi boca recordé a Faye, y una situación en particular donde le había dicho algo similar. 

-Sahar....

-Nina, por favor-susurré, cogiéndola del mentón, fijando mi mirada en la suya. Me acerqué a ella y besé su frente-. No te muevas de mi lado, a saber qué enviarán para detener esto y prefiero tener a mi hija a salvo cerca mío.

-¡Ja! ¡Lo sabía!-exclamó Ivel, llamando nuestra atención-. ¿Pero por qué tu hija parece de tu edad?

-No es asunto tuyo-le respondí.

   Ivel golpeó a un hombre que se acercó con actitud agresiva, e insistió:

-Un momento, ¿eres Nina Alyosha? La hija de Velkam-afirmó, despacio.

-Ahora no, tenemos un asunto más importante qué tratar-dije, aunque sorprendida porque conociera a Velkam.

   Se escucharon nuevos disparos, desenvainé mi espada, pero Ivel fue más rápida y ya dentro del violento enfrentamiento la vi enterrar su propia espada en el asfaltado haciendo que todos salieran disparados por los aires menos Nina, la pelirroja que seguía a Ivel a todas partes, y yo.
     Sobre nuestras cabezas los helicópteros perdieron el control y terminaron estrellándose unos contra otros cayendo los escombros sobre la ciudad, incendiando edificios, hiriendo personas. 
   Ivel hizo un gesto con su mano invitándome a acercarme a ella, como no lo hice dijo:

-Tienes toda la atención de estos seres, convéncelos de que luchen a nuestro lado y no en nuestra contra como lo quieren Los Otros.

    Subí al techo de un coche, viendo cómo las personas se incorporaban del golpe que Ivel había dado con su arma. Nina y la pelirroja se acercaron, la gente nos miraba asombrada por lo que había pasado, algunos no quitaban los ojos de Ivel, quien simplemente les devolvió una mirada de aversión. 
  Alguien accionó una pistola en mi contra, cogí la bala con los dedos y se la regresé al tirador ante la mirada dubitativa de la multitud.
-Como alguien se atreva a imitarle nos quedaremos de brazos cruzados mientras vuestro gobierno los masacra-dijo Ivel, apuntando con su espada a quienes nos rodeaban-. Presten cuidadosa atención porque lo que se dirá debería importarles.

-Eres un pan de Dios, Ivel-comenté.

-Literalmente-sonrió-. No tienes de qué quejarte, nos parecemos.

    Puse los ojos en blanco, dirigiéndome a la gente:

-Sé que esta revuelta fue posible porque muchos de ustedes creyeron en las palabras de Amanda Carlysle, y que siempre han creído en lo que ella sin temor alguno reveló pero no tenían las agallas de gritarlo al mundo, y aquellos que lo gritaron y se oponían fueron llamados "locos".-Se miraron los unos a los otros preguntándose si habían visto lo que Ivel hizo con su espada, preguntándose los unos a los otros qué clase de truco había sido ese. Algún oficial intentó disparar al aire pero entre varios civiles lo maniataron-. También sé que, aunque creyeron en las palabras de mi hermana, es muy difícil aceptar esta realidad que están viviendo. Les es difícil aceptar que los han estado esclavizando, manipulando, víctimas de un sistema oscuro, sé que es difícil aceptar que vuestros gobiernos manipulan fuerzas superiores, sé que es difícil aceptar que han vivido una mentira, y es el miedo y la ira lo que los hace reaccionar de este modo.-La pelirroja miró a Ivel, vi el asentimiento de cabeza de ésta-. Una vez le dije a una persona a la que amo que el miedo la llevaría a recorrer lugares oscuros, no es malo sentirlo pero no podemos dejar que nos controle porque a partir del miedo nos tienen en sus manos. Por eso crearon y financiaron fuerzas terroristas: vuestro miedo, vuestra ira, vuestro sufrimiento son alimentos para ellos.

-¡¡¡Son demonios, ¿cierto?!!!-exclamó un joven-. ¡¡Vivimos el Infierno en la tierra, siempre lo he sabido!!

-Pero porque ustedes y sus ancestros han ayudado a crearlo, en parte ustedes lo han propiciado-respondí-. Se les obsequió un Paraíso y ustedes han ayudado a convertirlo en esto.

-Si vienes con una mierda de religión mejor vete por donde vinis...-comenzó a decir una mujer.

-La religión es un invento, idiota-soltó la pelirroja-. Uno de los tantos métodos con los que les tienen controlados.

-Nunca se les ha abandonado, sólo les han metido en la cabeza que sí, no tiene sentido la idea de un Dios vengativo como se los han pintado cuando no ha hecho más que protegerlos de tantas formas como le ha sido posible, pero la mayoría no se da cuenta o elige el camino erróneo.

-¡¡¡¿Y dónde está?!!! ¿Dónde estuvo cuando perdimos familiares y amigos en las guerras o por enfermedades? ¿Dónde estuvo cuando....?

-En todas partes-interrumpí a la mujer que insistía en desahogarse, porque no era otra cosa más que un desahogo-. Él no ha dejado que esto pase, ustedes sí, el libre albedrío existe y no ha sido él quien ha intentado quitárselos. Vuestros gobiernos lo han hecho y ustedes los han ido dejando, y han sido partícipes de cosas horrorosas al verse insensibilizados. ¿O es que me dirán que no son cada vez menos las personas que empatizan e intentan ayudar al prójimo cuando éste está en problemas?-Ivel miró el cielo, comenzaron a verse relámpagos y a escucharse truenos-. No he venido a darles una clase, vine a pedirles apoyo para recuperar y defender el Paraíso que se les dio como hogar, hagamos caer este sistema, necesito vuestra ayuda porque esto les pertenece, ustedes y sólo ustedes son dueños de este mundo, hubieron entes que envidiaron el amor que Eloah les profesaba y por dicha razón les corrompieron. ¡¡¡¡Demuestren que las cosas pueden cambiar para bien!!!!-grité-. ¡¡¡¡Demuestren que ustedes pueden cambiar para bien!!!! ¡¡¡Ayúdenme a devolver Edén a ser lo que era!!!!

    Las voces fueron levantándose una a una, en apoyo a lo que les había dicho. Unos pocos dudaban e Ivel los observó como queriendo atravesarlos con la espada que aún llevaba en la mano.

-¿Qué son ustedes?-me preguntó un chico, cuando bajé del techo del coche, y nos cerró el paso a Nina y a mí.

    Miré a Nina, y antes de poder responder un relámpago atravesó el cielo iluminándolo todo y cayó en forma de rayo a unas calles de donde nos encontrábamos ocasionando un fuerte terremoto que derrumbó edificios, la gente buscaba refugio.
   Vi a Erza junto a algunos de nuestros hombres tratando de ayudar a las personas; Ivel hablaba con su amiga, yo cogí a Nina de la mano y mientras nos acercábamos a ellas el terremoto fue cesando. Vi a lo lejos a un hombre caminando entre la gente que paraba asombrada por lo que sus ojos veían.
    El hombre tenía unas alas negras extendidas que fueron desapareciendo. Vestía una armadura en color vinotinto con el emblema de un dragón en el pecho, miré la empuñadura de mi espada, y luego de nuevo a aquél ser extraño.
    Ivel y su amiga se volvieron al ver mi expresión.

-¿Armaros?-musitó la primera-. Es un Grigori, Sahar-me dijo-. Pero no entiendo, no debería estar aquí, estaba encadenado al abismo.-Miró al cielo como hace rato había hecho.

-Es de mañana y sigue oscuro, las estrellas empiezan a caer-susurré, observando como los relámpagos atravesaban el cielo. Bajé la mirada hacia Ivel-. ¿Qué les está pasando a ustedes dos?-les pregunté a ella y a la pelirroja. Estaban empezando a desvanecerse.

-No, no, no, ahora no...-decía Ivel-. Sahar no te enfrentes a él, vete, ¡váyanse!-me advirtió antes de desaparecer por completo.

   El Grigori se detuvo a una distancia prudente, empujé a Nina detrás de mí para protegerla de cualquier acción agresiva por parte del hombre.













 Ivel

    Sahar no iba a hacerme caso, tenía que encontrar la forma de volver.
   Dante soltó una maldición cuando nos vimos de regreso en casa, tan distinta de Assiah sólo se respiraba paz, hasta que la imagen que vi a nuestro alrededor me dejó pasmada. El patio de Palacio estaba hecho un campo de batalla con cuerpos de Elohim heridos por todos lados, y los pilares caídos, ventanas rotas, el blanco marfil de Palacio fue manchado con la sangre de los hijos de Eloah, Ángeles que defendieron el lugar dando su vida a cambio de resguardarlo.
   Con Dante siguiéndome los pasos cruzamos el patio, muchos Elohim en pie intentaban brindar ayuda a los heridos, y cargaban con los cuerpos de los muertos.

-¿Cómo pudieron cruzar las fronteras si fueron cerradas? ¿Dónde estaban las Potestades y las Dominaciones?-preguntaba Dante.

-No es momento de buscar culpables, Dante, ellos hacen su trabajo-dije, caminando por el puente rumbo al interior de Palacio.

-No muy bien por lo visto-gruñó.

   Me di la vuelta, caminando de espalda la fulminé con la mirada y cuando volví a girarme para caminar de frente me di de bruces con un hombre. Al subir la mirada vi el burlón rostro de mi hermano.

-Amshel, ¿qué haces aquí?-Lo abracé y él a mí.

-Hice una excepción en mis labores como General de facción al enterarme de lo ocurrido-respondió, apartándome para verme mejor. Sus ojos azules estaban tristes-. Padre debió hacer que vinieras también, Azana y Gaspard están dentro.

-Vi el patio y los cuerpos de los Elohim que combatieron. ¿Sabes con exactitud quién hizo esto?

-Por lo que nos contaron no fueron demonios, Iv-susurró-. Mikhael reunió a un grupo de Elohim en el patio con la intención de liderar una expedición a Assiah para ayudar y poner fin a esto, pero.....-Amshel calló.

-¿Pero?-repetí.

-Fue un golpe-dijo, bajando su triste mirada-. Se volvieron contra Mikhael, lo mataron, Iv.

    Aquello me cayó como un balde de agua fría. Mikhael no podía estar muerto, no podía.....
    Sentí la mano de Dante entrelazarse con la mía y apretarla un poco.
   Avancé rodeando a mi hermano para entrar en Palacio pero él me cogió de la otra mano para detenerme. Me giré interrogándolo con la mirada.

-Antes de que entres allí necesito que veas algo-dijo, sacando del bolsillo interno de su saco un papel cuidadosamente doblado-. Esto lo llevaba Mikhael consigo.-Me lo entregó tras desdoblarlo-. Creo que nadie sabía que lo tenía guardado, lo saqué de su bolsillo sin que se dieran cuenta.

    Miré la hoja de papel, era como que me asaltara una sorpresa tras otra. En ella los elegantes trazos de un dibujo exponían el hermoso rostro de una joven, la conmoción no me la causó lo perfecto del dibujo sino la joven que posó para dicho retrato.
   Era idéntica a Sahar.

-La hija de Caín-susurré, incrédula.

-He llegado a verla de lejos y quedé como tú ahora, cuando vi el dibujo-dijo mi hermano-. Gíralo, mira el reverso.

   Lo hice, encontrando un texto con la bonita caligrafía de Mikhael que rezaba: "Estrella de la mañana, tu luz asciende de entre las sombras nocturnas como esperanza de renacimiento, de paz y bienestar, nunca maldad. No hagas caso a las palabras de Azazel."

-¿Estrella de la mañana?-susurré-. ¿Que ese nombre no hace referencia a Luzbel?

-Le he estado dando vueltas a eso mismo.

-¿No le habrás enseñado esto a papá o sí?-pregunté, doblando la hoja de nuevo y entregándosela.

-Azana y Gaspard aconsejaron que siempre no, por ahora. Pero papá no ha dado muestras de interés por la hija de Caín, nunca lo oí mencionarla.

-Yo lo digo por Sýbill, es ella la que no me cae bien-dije, entrando a Palacio-. Y creo que la hija de Caín ha vivido muchas vidas-añadí en un susurro.

    Azana y Gaspard nos esperaban en la sala de tronos, Dussollier vino a mi encuentro cuando me vio. Azana miró a Amshel, éste asintió con sutileza; los gemelos siempre habían tenido esa complicidad entre ellos, y aunque no me dejaban por fuera en ninguno de sus planes o ideas, desde que éramos niños, me parecía de admirar dicha complicidad. Era muy bonita.      
    Mis dos hermanos me rodearon con sus brazos, no pude evitar llorar por la noticia que recién recibí. Azana limpió mis lágrimas cuando ella misma estaba llorando también, sonrió.     
 -No podemos bajar la guardia ahora-dije-. Esto es muy fuerte, pero tienen que saber que hay un Grigori en Assiah ahora mismo, no sé cómo pudo ser liberado.

-La sangre de Mikhael-escuché decir a mi padre que entró con una expresión afligida en el rostro, tal y cómo nos encontrábamos todos-. La muerte de mi hermano tuvo un fin, y fue el de romper las cadenas que ataban a los Grigori y sus sirvientes al abismo. Tenemos un traidor en nuestra casa.
     Amshel hizo una expresión muy graciosa con su rostro. Sonreí, bajando la cara.

-Hijo mío, ¿hay algo que quieras agregar?-preguntó mi padre, no le había pasado inadvertida la expresión de mi hermano.
-Seré honesto contigo, padre-dijo Amshel-, la muerte de Mikhael sólo les conviene a dos personas: Luzbel y tú. Y conociendo vuestro pasado rebelde en común, pues....-Amshel se encogió de hombros-. Rellena el espacio.

    Mi padre tan sólo sonrió.


   




 Continuará....

4 comentarios:

  1. Ahora no vengo a leerte, aun tengo los ojos medio cerrados, vengo a dejarte un beso enorme, mi niña, y desearte un feliz día.

    Muackkssss!!!

    TQ preciosa mía.

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  2. Sahar demuestra ser una gran líder, está claro que es una influencia de Faye, también de Circe.
    Aunque eso de echarle tanto la culpa a los humanos no me convence.

    Interesante conocer el punto de vista de Ivel. Aunque no recuerdo de quien es hija.

    Que compleja e interesante es esta historia. Me gusta.

    Un abrazo

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  3. Yo vengo a leerte y con los ojos bien abiertos :P Masas que se rebelan ante los grandes poderes, creo que es algo que en la realidad llegará a suceder. Y veo que todavía quedan misterios rondando a Sahar.

    Besos dulces Señorita Escritora.

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  4. Los mensajes postmorte pueden abrir una puerta... Desencadenar algo que está a punto de empezar.

    Te felicito una vez más, Ivel.

    Mil besitos preciosa

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