Spin-off

Spin-off

martes, 31 de mayo de 2016

De las Cenizas



Nueva York, Estados Unidos
Amanda


  Si yo no soportaba su presencia, cómo pude pensar que Luna sí, y más con los comentarios que él estaba haciendo. No niego que hasta yo he llegado a pensar que Luna se enredó en esta dura vida por mi culpa, pero ella tenía razón y yo he estado equivocada: estamos juntas desde el principio. Desde que papá abandonó a nuestra familia, desde que fueron por nosotras asesinando a nuestra madre y al hombre que nos cuidó como un verdadero padre, en el acto. 
   Hemos estado juntas. 
  
  Caín me miró y no rechacé su silencioso reto, sonreí orgullosa de las palabras de mi hermana.


  Él no se lo tomó bien, se levantó de un salto logrando que la silla donde estaba sentado se cayera. Y en cuestión de segundos lo encontré cogiendo a Luna del cuello, me paré de la silla al tiempo que Sahar, Azana y su marido intentaban separarlo de mi hermana, cargué a Vit y la dejé en el suelo detrás de mí. Gaspard empujó a Caín y se interpuso entre él y Luna.

-Otro movimiento como ese y olvidaré que sólo vinimos a por Amara-dijo el marido de Azana.

-Sahar, llévate a Vit y a Luna de aquí-pedí. Noté el nerviosismo de Caín, caminaba como un animal enjaulado, tenso; mis hermanas se marcharon con mi sobrina, y me volví hacia mi padre-. ¡No te quiero cerca de ella!-exclamé-. ¡¿Qué demonios pasa contigo?!

-¡Fuiste tú!-gritó, señalándome con el dedo-. ¡Siempre lo haces... te metes en mi cabeza! ¡Eres...eres como Él! ¡Sacas lo peor de mí! ¡Sacas esa parte que detesto!

    Azana se adelantó unos pasos delante de mí y lo contuvo porque ya se me venía encima también. 
   Yo no entendía nada, no le veía sentido a lo que decía. ¿De qué me culpaba? ¿De su proceder? ¿De haber atacado a Luna?

-Intenta serenarte, Caín-le dijo Azana. Luego se dirigió a mí-. Tú deberías ir a descansar, fue suficiente por hoy.

-Hay seis habitaciones de huéspedes, una está acondicionada para ti desde que nos vimos por última vez-dijo Caín sin mirarme.

    Me tomó por sorpresa, no se me ocurrió decir nada. Además no quería moverme de allí hasta que Caín me explicara de dónde salió su arrebato en contra de Luna, y por qué me culpaba a mí de dicho arrebato. Sin embargo, Azana estaba en lo cierto, hoy pasaron demasiadas cosas y era suficiente; me encaminé a la habitación de la que habló Caín, en silencio, abrí unas tres puertas antes de dar con el dormitorio correcto. Dejé que Sahar y Luna se quedaran juntas con Faye. Yo necesitaba ser un poco egoísta esta noche, ansiaba algo de soledad.
    Al ver aquella habitación me impresionó más que las palabras de mi padre al decirme que había preparado una especialmente para mí hace nueve años, y que aún seguía allí, no la había desmantelado. Caín no escatimó en gastos con respecto a ella, parecía una casa más. Posiblemente era una de las más grandes del ático; me impresionó ver la blanca decoración, de niña era mi color favorito, tan puro, fresco. Él lo recordaba.
   Las lágrimas humedecieron mis ojos pero no me permití soltarlas, me las enjugué inmediatamente. Abrí las puertas que separaban la salita de la habitación, me quité los zapatos y anduve descalza por el lugar. Cuando volví a la sala encontré a Declan recargado en uno de los sillones.

-Hola, Lluvia mía-saludó como si nada hubiese pasado en todo el día. Como si Sahar no hubiese estado a punto de matarlo. 


-Creí que estabas haciendo el trabajo que Caín te pidió-dije. Le di la espalda, con él tenía un cabreo especial, y lo sabe. 

   En el transcurso de mis idas y venidas por diversas ciudades, investigando los movimientos de la Triada. Siguiendo los pasos de los que se dedicaron a encerrarnos en laboratorios y orfanatos a Luna y a mí, nos encontramos. Y en esos encuentros nunca mencionó que conocía a mi padre biológico, que de hecho trabajaba para él.  
   Declan respetó mi silencio, entendía mi enfado.

-¿Quieres que hablemos de eso ahora?-dijo al fin.

-Estamos sólos, así que sí. 

-No te lo dije porque eso fue lo que se me ordenó, sólo vigilarte. Ni siquiera debí acercarme a ti pero lo hice, Amanda, no pude soportar la idea de estar tan cerca y tan lejos.

-Tenía derecho a saberlo, Declan, ¿y qué es eso de "Alquimista"? ¿Por qué te llaman así?

-Algunos años antes de llegar a estar al cuidado de tu padre, ellos me alcanzaron-dijo-. Hombres de la Tríada especializados en estudiar alquimia, siempre buscaron otros métodos sin abandonar la búsqueda del Immortal. Aprendí cosas, no estoy orgulloso de haberlas aprendido de ellos pero han sido beneficiosas. Me han salvado la vida.

-Aquella vez cuando huíamos de esos hombres en Hamburgo, cuando saltaste por la ventana conmigo....


-Sigo siendo humano, sólo que muy bien entrenado y con un talento poco usual-sonrió-. Tan poco usual que los alquimistas de la Tríada me consideran un prodigio. Hago cosas que ellos no han podido, por eso Viktor Strauss me conoce; logré escapar de las garras de esos alquimistas cuando tenía catorce, me topé con tu padre y me llevó a su hogar. Me entrenó en persona, le enseñé lo que podía hacer y vio en mí a alguien especial. Su mujer, Circe, le dijo que yo te conocía y que nuestros destinos estaban enlazados.

    Sonreí, se me escapó algo de ironía, yo no tenía tiempo para esas ideas.

-Búrlate, pero creo que es verdad-dijo sin mostrarse enfadado-. Tu padre tenía una idea distinta respecto a eso, y prefirió comprometerme con Sahar.

-¿Sahar y tú están comprometidos?

-Ya no, Sahar ama a Faye. Rompimos el compromiso, tu padre se enfadó, pero tuvo que dejar que las cosas siguieran su curso con la esperanza de que tu hermana se aburriera de la rubia. Y como no ha pasado, y no creo que pase, le ha tocado tomar medidas desesperadas; se vieron venir la una a la otra, como yo te vi venir a ti, Amy.

-¿Cómo es que volviste a las filas de Viktor?-le interrogué, cambiando el tema. Lo quiero, pero es que yo....

-Lo hice por ti, para ayudarte en tu vendetta. Tú no podías seguir un camino en solitario, no puedes porque no conseguirás nada así.


-He conseguido mucho-le respondí de mal talante.

    Declan suspiró, y me rodeó con sus brazos.

-Eres terca-susurró-. Tu padre ignoraba que yo te ayudaba, creía que sólo hacía el trabajo que me encomendó, observarte de lejos. Seguir tus pasos, cuidarte de ti.

-Mi padre me odia.

   Él soltó una risita.

-No, en realidad él no quiere que seas como él. Su historia está bañada de sangre.

-Creo que es tarde, la mía lleva el mismo camino.

-Te corrompiste, pero estás a tiempo de enmendarte, Lluvia. Él tiene sus razones para mantenerte lejos, razones por las que no te llevó consigo cuando se marchó.-Me aparté de él y lo interrogué con la mirada-. No me ha dicho cuáles son esas razones.

-Egoístas, es lo más seguro. Razones egoístas.

   Volví a guardar silencio. 
  Era un juego de amor-odio el que mi padre tenía conmigo; no quería que me acercara a Sahar porque no era merecedora de estar cerca de ella ni de entrar a Providencia. Pero siempre sí intentó persuadirme de abandonar mi batalla contra Viktor Strauss y la gente para la que trabajaba. No quería que me hundiera más en el fango, pero me alejaba. ¿Por qué?
   Cuando era una niña me trataba bien, me amaba. Y de un momento a otro decidió marcharse con los hijos que mi madre dio a luz esa noche, dejándonos. ¿Por qué?
   Sacudí la cabeza y volví a observar a Declan. Cuando me miraba con esa ternura en sus ojos sentía que no lo merecía.

-Sobre esos talentos de los que hablaste....

   Me interrumpió con un beso, y pese a que me tomó desprevenida terminé correspondiéndole; sus manos se aferraron a mis caderas atrayéndome. 
   Sólo Declan conseguía erizarme la piel, me hacía bajar mis defensas con una mirada y romper el candado de mi corazón con un beso. Me entregué a su boca, a su lengua que acariciaba la mía mientras sus manos subían por mi espalda bajo mi blusa.   



-Espera....-susurré contra sus labios-. Dec, viene alguien...-Sonrió, y depositó un beso en mi frente.


-Te quiero, Lluvia.-Se desvaneció ante mis ojos tras decir esas palabras.

   La puerta se abrió, Luna entró con Vit dormida en los brazos. Creo que llegó a verlo porque se detuvo en seco por un instante antes de continuar, y decir:

-Creo que interrumpí algo, lo siento.

-No te apures por eso.

-¿Podemos dormir contigo? Sahar no se va a despegar de Faye, le dije que debía descansar y no me hizo caso. 

   Le rodeé los hombros con un brazo, y caminamos al dormitorio. Luna hizo un comentario sobre la sala de estar y el color blanco, le dije que Caín se había esforzado mucho.

-Es un tirano.-Acostó a Vit con cuidado en la cama. Yo me acomodé por el lado derecho.

-¿Estás bien? ¿No te hizo mucho daño?

-No, estoy bien. Pero se volvió loco, ¿a qué sí? Sí creí que se enfadaría pero no al punto de querer matarme.

-Está loco-coincidí.

    Luna acarició la carita de la nena. Luego me quedó viendo a mí.

-Vit sabe que ella es un clon tuyo-dijo.

-Sabe que somos la misma, pero no sabe el modo en que fue creada. No se lo he explicado y creo que no deberíamos decirle, ella tiene su propia personalidad....-Las palabras de Caín sobre Luna y Sahar acudieron a mi mente. Luna también era un ser independiente de Sahar. Sólo que no era un clon sino algo más místico-. ¿Estás de acuerdo conmigo?

   Luna asintió.

-Hoy en la tarde la encontré armando un rompecabezas-comentó. Fruncí el ceño, desviando la mirada hacia la niña-. Tiene recuerdos sobre ti y Caín.

    Por supuesto que los tiene.

-Era una de las actividades que más disfrutaba hacer con él antes de que todo cambiara.-Me vi atrapada por la melancolía-. No lo reconozco, Luna, por momentos vuelve a ser papá y luego la ilusión se rompe.-Y luego, como si algo me hubiese hecho recapacitar añadí-. Yo no lo quiero más en mi vida, he hecho todo sin necesitarlo.     

   Luna pasó una mano por encima de Vit y cogió una de las mías. Le sonreí, así nos quedamos dormidas; y soñé, soñé con el blanco, con una carcajada, con una espalda a través de una ventana bajo una noche de lluvia.

    Vit me despertó con un beso en la mejilla, Luna entró vestida de negro y con ropa y una toalla dobladas en el brazo.

-Es para ti-dijo-, supuse que querrías ir hoy en la mañana al hospital donde tienen recluido a Matthew Carlysle.

-Me adivinaste el pensamiento.-Me pasó la toalla mientras Vit se le lanzaba encima-. ¿Y la ropa dónde la encontraste?

-¿No hurgaste en este dormitorio? Tienes un armario enorme a dos puertas de esta habitación, y todo es de tu exquisito gusto, hermanita.

   Resoplé. Caín exageró.... luego le echaría un vistazo a ese armario. 
    Mi equipaje lo envié a mi apartamento el día anterior cuando vine al ático de mi padre, de no ser así no me habría vestido con la ropa que él me compró. 
   Me desvestí mientras Luna y Vit hablaban, mi hermana se dirigió a mí cuando me enrollé en la toalla.

-Vamos a ver cómo amaneció Faye-dijo. Me dio un beso en la mejilla con una hermosa sonrisa dibujada en los labios, era lindo verla así a pesar de lo que pasó el día antes, y el desastre de la cena.




    Se giró, Vit salió delante de ella.
    Tuve la necesidad de detenerla y abrazarla, la he metido en cada problema. No tiene idea de que irán tras ella para matarla, no requieren nada más de nosotras, les somos inservibles ahora; sí, he hecho muchas cosas sola, pero al final de nada ha servido. Ella sigue estando en peligro.



   Me metí a la ducha y tan pronto el agua cayó sobre mi piel, me vi envuelta por el recuerdo de Luzbel. Un hijo, quiere que yo le dé un hijo y lo hizo una realidad cuando abusó de mí; no.... no, está jugando conmigo. Él no me hizo nada, seguro intentaba distraerme, pensar en si me hizo algo o no conseguiría mantenerme fuera del juego, me haría fallar y ahora menos que nunca puedo fallar.
   Cogí la ropa y me vestí. Salí del apartamento sin encontrarme a Caín en el camino pero sí a Azana y Gaspard.

-Voy a ver a Matty-le dije a la mujer-. Le preguntaré por la chica a la que buscan, así podrán llevársela y será un problema menos del que preocuparse.

-Te acompañaremos.

-Tendrán que esperarme fuera.

   Ambos estuvieron de acuerdo.
  Bajamos en el elevador en medio de una multitud de periodistas y fotógrafos que se dedicaron a invadir mi espacio personal, no esperaban verme salir de uno de los edificios de Vládimir Bélikov. Era a él a quien querían ver, hoy se llevaría a cabo una rueda de prensa. Todos sabían que estaba en la ciudad y había convocado a la prensa; Gaspard me ayudó a salir airosa de entre tanta gente, paramos un taxi y nos dirigimos al hospital. 
  Los sucesos del día anterior eran narrados en la radio, el chofer hizo algunos comentarios, sólo Gaspard le dirigió la palabra. Azana estaba lejos de aquí sumida en sus pensamientos; y yo me distraje observando la ciudad por la ventanilla, pude ver algunas caras tristes, personas que caminaban rápido, aquellas que les tocaba pasar por el Waldorf Astoria de camino a su trabajo. Los muertos son incontables, la explosión se llevó muchas vidas. El edificio entero se vino abajo dejando consigo recuerdos del 11-S del 2001.
   Aquella sombra seguía presente, puesta allí, sombra de miedo lanzada por los mismos que lo han hecho ahora. Y culpando a terceros, siempre la misma maniobra.
   
  El chofer paró, nos bajamos, y ellos esperaron en recepción. Yo me dirigí al ascensor encontrándome de nuevo a mi hermano adoptivo dentro.

    
   Sonrió, su soberbia me revolvía el estomágo. ¿No le bastó con la paliza que le di el día antes?

-¿Quiénes son tus acompañantes?-preguntó.

-A lo tuyo, pedazo de estiércol.-Soltó una carcajada-. ¿Cómo salió Matty de su proyectito?

-Murió-respondió, saliendo al pasillo al abrirse las puertas. Quedé anonadada-. No te asustes, tenía que ser así, se dio la noticia a la prensa.-En la radio no mencionaron nada, y los periodistas que aguardaban a las afueras del edificio de mi padre no me... Vale, ahora que lo pienso no presté atención a sus preguntas-. Ya lo vas a ver. Sigue aquí para guardar las apariencias.-Lo seguí-. ¿Además de la sangre, Luna y tú vuelven a compartir amante? Eso de pasar la noche en el mismo edificio sí que dará de qué hablar.

-Los chismes no me dan de comer. La prensa puede especular cuanto quiera.

   Dorian se detuvo a la puerta de la habitación de Matty.

-Siempre me pareció extraño que tuvieras tal cercanía con Vládimir Bélikov. Pero claro, siendo la hija mayor de su Señor.- Sonreí con ironía, pobre ignorante.

    Abrió la puerta, dejándome entrar la primera. Matthew no estaba allí, Dorian lo llamó y escuché su voz salir del cuarto de aseo; me senté a esperar.
    
-Supe que está en la ciudad, Vládimir Bélikov digo.

-Dorian, cierra la boca tu voz es un fastidio.

-¿Hablaste con él? ¿Fue con él con quien pasaste la noche?

-No sabes lo que dices, imbécil.

   Matty entró a la habitación anudándose la corbata, no me podía creer lo que mis ojos veían. Las canas habían desaparecido de su negro cabello, apenas y se vislumbraban algunas arrugas; vi a Dorian cruzar los brazos con una sonrisa victoriosa en la boca, no había mentido, la sangre, la sangre de Luna que usaron no sólo lo devolvió a la vida, sino que le quitó algunos años.
     
-Hola, cielo-me saludó Matty.

-Tú....

-Me veo bien, ¿no crees?-Giró despacio-. Creo que con esto me verán como una especie de mesías que los llevará a una nueva era.



lunes, 30 de mayo de 2016

Irrompible(s)





 Nueva York, Estados Unidos

 Luna


    La mujer que respondía al nombre de Azana me incomodaba incluso sin hablarme. Ella y el guapo hombre que la acompañaba estaban como cuando los encontré, Azana sentada, y él de pie detrás de ella; me ponía nerviosa eso de que fueran ángeles, aún cuando Drako me había hablado al respecto y me había demostrado que deambulaban por ahí, no me podía creer que tuviera a dos aquí frente a mí, observándome como si yo fuese un espécimen raro.
   Me levanté y fui a la habitación donde Declan había llevado a Vit. Me hartó el estudio detallado que me hacían.
    Pasé por el cuarto donde yacía Faye. Seguía igual.
   Continué mi camino, sé que Declan subió con ella, tal vez la dejó en uno de los cuartos de huéspedes. Abrí dos puertas más después de la habitación de Drako, la encontré en la habitación de la segunda puerta que abrí. Era un cuarto de juegos con todos los juguetes infantiles que se pueda imaginar, ¿qué hace un cuarto de juegos en este apartamento?
    Vit estaba sentada en el suelo armando un rompecabezas. De todos los juguetes en aquella habitación, ella eligió aquél. Me senté a su lado, las cosas alrededor estaban en perfecto orden, salvo las piezas dispersas del rompecabezas. La niña tenía gran parte armado, era un paisaje invernal.

-Una vez le dije a tu tío que no me gustaban los rompecabezas-comenté. Fue la vez en que me enteré que el Viktor que yo conocí en mi niñez, era su padre-. Eres buena en esto.

-Yo armaba muchos con mi papá, mi papá me enseñó-dijo Vit-. Mi papá de pelo negro, y ojos café.

-¿Cómo?-Nick era rubio y de ojos azules, ¿a qué papá se refería?

-Mi otro papá-insistió Vit-. Tengo recuerdos-añadió, cogiendo otra pieza y poniéndola en su lugar-. Recuerdos de la tita Amanda.

   Contuve la respiración por un minuto, busqué en mis memorias la imagen de mi papá Gaspard, el hombre que se casó con mi madre y se encargó de mí y mi hermana. Él no solía armar rompecabezas con Amanda, y no tenía ojos café, sí el pelo negro.
  "Recuerdos de la tita Amanda..."
  Vit es su clon, ¿es posible que los recuerdos de la original se transmitan a la copia? Si es así, Vit está recordando a mi padre biológico.

-Caín-susurré.

   Vit sonrió.
  Preferí no hablarle de clonación humana, de lo que estaba experimentando. No lo hice porque ella parecía ser consciente de lo que le pasaba y se lo estaba tomando con calma, típico de mi hermana.
   Por lo que dijo sobre esos recuerdos de Amanda, ésta y nuestro padre biológico tenían una relación muy bonita.

-Tienes una hermana gemela, Luna-dijo, acaricié su rubio cabello-. Es muy bonita. ¿Puedo verla otra vez?

-Ven.-Me iba a poner de pie pero Vit me cogió de la mano-. ¿Qué pasa?

-Tengo que terminarlo, papá dijo que cuando empiece algo debo terminarlo.

   Me quedé allí, impresionada por sus palabras. 
  Amanda iría hasta las últimas consecuencias con lo que había iniciado. Me rodeé las piernas, y observé a Vit continuar su trabajo; cuando Bastian murió la ira y el odio me invadieron, debido a eso terminé pidiéndole a mi hermana que torturara a Viktor, y sé que de igual forma lo habría hecho, sin yo solicitárselo. Pero ahora que lo pienso en frío, hice mal, lo único que quería era salvarla de sí misma y en cambio la lancé más al fondo del abismo.

-Ya, ahora sí-dijo Vit. Se levantó y me tendió la mano.

   Es posible que la reunión con reprimenda incluida, finalizara. Sahar iría directo con Faye, y allí llevé a Vit; entramos a la habitación, Sahar entró desde el balcón y Vit corrió para abrazarla, algo que mi hermana no se esperaba. Lo gracioso de la escena fue ver cómo Sahar intentaba quitarse los brazos de Vit que le rodeaban la cintura. Su expresión era como de asco, como si Vit fuese un bicho raro.

-¿Esta cosa está entrenada?-preguntó.

-No es una cosa, Sahar, es una niña-le corregí, Vit se separó y Sahar dio un paso atrás-. Tú también lo fuiste alguna vez.

-No así.-Se sentó al borde de la cama donde Faye descansaba. 

   Vit fue con ella, miraba a Sahar y luego a la rubia que estaba en la cama. Sahar acarició el rostro de Faye, partía el alma verle así.
   Hace un momento se encontraba furiosa al punto de casi matar a Dec, y yo canalicé esa ira, tuve que contenerme. Me recorrió algo caliente bajo la piel, a punto estuve de lanzarme a ayudarla a golpear al hombre.
   
-¿Quién es ella?-preguntó la nena.

   Sahar me miró y luego a ella.

-Es mi....

-Espera-susurré, interrumpiéndola. Me agaché frente a Vit-. Cariño, ¿recuerdas que yo quería mucho, mucho a tu tío?

-Mucho, mucho-asintió, sonriendo.

-Mira, ella es Faye-señalé a la rubia-. Y es una persona muy especial para Sahar, como tu tío lo fue para mí.

   Vit se quedó en silencio, noté que fijó la mirada en la mano de Sahar que tenía sujeta la de Faye.
    
-Entiendo.-Le extendió la mano a Sahar, ésta frunció el ceño, le extrañó el gesto de Vit. Al final la cogió-. Es muy bonita-le dijo la niña-. En mi colegio hay una niña que tiene dos papás-comentó, dirigiéndose a mí después de que Sahar la soltara-. ¿Es amor, Luna?

-Sí cariño, es amor-sonreí por lo tierna que me resultaba. 

   Me abrazó, correspondí con fuerza. Era un pedacito de Amanda, y un pedacito de Bastian considerando que es su sobrina, que hay una mezcla de adn en ella. 
   Nos quedamos un rato más con Sahar, había sido un día muy largo. Ella había venido a verme y todo terminó en un caos a causa de la locura en la que Matthew Carlysle había sumido a Nueva York, las sirenas de las ambulancias y patrullas aún podían escucharse, además del sonido de helicópteros sobrevolando la ciudad.
   Ya había anochecido cuando Amanda se unió a nosotras para decirnos que la cena estaba servida.

-¿Te piensas quedar esta noche?-le pregunté.

-Sí, de hecho me quedaré en la ciudad, cambié de opinión.-Me guiñó un ojo.

-¿Por qué?-dijo Sahar, entrecerrando los ojos
     

     Amanda leyó la misma pregunta en mi rostro, y resopló.

-Papá está aquí-confesó.

-¡¿Ah, sí?!-saltó Sahar, encaminándose a la puerta.

-Tienes que tranquilizarte-le dijo Amanda, alcanzándola antes de que lograra salir-. Sé que quieres hacerle pagar lo que intentó hacerle a Faye con ésta maldita misión, pero debes actuar con calma, tal y como eres tú, cielo. Estás enfadada, pero en caliente sólo lograrás herirte, piensa primero, actúa después. Por ahora, necesitamos estar de su lado y no en contra.

   Sahar cruzó los brazos.

-Vayamos al comedor, nos están esperando-continuó Amanda-. Admito que no quería que lo vieras-dijo en mi dirección-, pero es mejor hacer esto y no retrasar lo inevitable.

    Eso me puso nerviosa, sentí la mano de Vit apretando la mía. Y Amanda dio unos pasos hacia mí, me abrazó.



-Ha sido un día muy duro-susurró-. Días en realidad, pero intentemos que esto salga bien, ¿vale?-Besó mi frente-. Fuera el mundo es un caos, de estas cosas quería cuidarte, hagamos un intento de llevar la fiesta en paz con él.

-Tú eres la primera en no querer mantener una relación con él, ¿qué cambió?-Sahar nos estudiaba con la mirada, desde la puerta. La vi bajar la mirada con algo de amargura; el trato de Amanda para conmigo no era diferente del que tenía con ella, pero sí había más cercanía entre nosotras. Amanda y yo pasamos por mucho juntas.

-Hay cosas que terminan uniendo hasta a los peores enemigos. Vamos.

   Sahar refunfuñó algo como que no quería salir de allí, y fingir llevarse bien con nuestro padre. Amanda la cogió del brazo y la llevó a rastras, siempre podía regresar con Faye cuando terminara la cena. También dijo que Azana y su acompañante se quedarían, así que seguro será interesante comer todos juntos.
   En el comedor nos esperaban ya todos sentados, paseé la mirada desde Azana, pasando por su marido, y situándome en el hombre que estaba a la cabecera. Drako y Declan no se encontraban allí, sólo seríamos nosotros.
   Volviendo a aquél hombre, su fino rostro tenía rasgos duros, unos oscuros y amables ojos se iluminaron al verme. Sonrió, e hizo un ademán para que tomara asiento a su diestra, Amanda se apresuró a decirle que yo me sentaría a su lado. La dejó salirse con la suya.

  No sé explicar lo que sentí al verle, era la primera vez. Él era mi padre biológico, el hombre al que Amanda maldecía por dejarnos solas, por abandonar a nuestra madre, por no protegernos. Miré a Vit sentada a mi izquierda. También era el hombre al que mi hermana amaba, su padre, el que le enseñó a armar rompecabezas, el que jugaba con ella, el que le enseñó que debía llevar las cosas que había empezado, hasta el final.
   
-Toda la familia reunida-dijo Caín, una gran sonrisa acompañó el comentario. Era muy joven, podía pasar por la edad de Amanda-. Mis hijas, mi prima y su marido, y....-Se fijó en Vit, ésta levantó la mano y lo saludó-. Vaya criaturita, no me digas que es la aberración de Viktor Strauss. 

-No la llames así-dijimos Amanda, Sahar y yo al unísono. Fue raro.

-Vale. Sí que le salió bien, para ser una copia tuya se parece a ti, con algunos rasgos que la hacen diferente. Pero consigo verte, mi arima.

   Amanda puso los ojos en blanco, era evidente que no soportaba la idea de estar allí compartiendo con él. Reprimí una carcajada, el gesto en ella, era divertido.


-Volviendo a lo de "prima"....-dije, cambiando el tema.

-Azana es mi prima, su padre es hermano del mío....

-Hace falta Vadhir, entonces tu comentario sobre toda la familia reunida tendría sentido-terció Sahar.

-¿Cómo estás, Luna?-preguntó él, ignorando a Sahar.

   Recorrí con los ojos a los asistentes a aquella velada, nadie había probado bocado, excepto Caín.

-Preocupada, pero intentando estar alerta al mismo tiempo-respondí.

-No esperaba otra cosa, con eso de que Amanda te ha arrastrado a su torbellino....

-Te prohíbo que digas esas cosas, el único que ha faltado has sido tú-solté, tras el golpe de Sahar a la mesa. 

   Y la tensión llenó el salón comedor, hasta las luces parpadearon.

-Tú no sabes del camino que Ame y yo hemos recorrido....

-No caigas en provocaciones, Luna-dijo Amanda, apretando mi mano. Cogió su copa de vino, y dio un sorbo-. Sólo quiere ver que tan frágil es nuestra relación, te está probando.

-Pues que lo haga, tú y yo hemos estado unidas por mucho tiempo, él no puede venir de buenas a primeras a decir que tú me arrastraste a todo esto, cuando hemos estado en este maldito torbellino juntas y él no estiró su mano para alcanzar las nuestras y salvarnos. Podías hacerlo, y no lo hiciste.

-Hay prioridades, Luna....

-Tus hijas son prioridad, primero que todo lo demás. Así debería ser.

-No conoces a tu hermana como la conozco yo, pienso que te ha traído problemas.

-¡¿Qué estás haciendo?!-exclamó Amanda-. ¿Me estás emboscando acaso? Se supone que venías en paz.

-Es un tema de conversación, sólo eso.

  Claro, echarle tierra a Amanda era un excelente tema de conversación.
    Azana y su marido se sintieron incómodos, intentaron levantarse pero Caín les dijo que no era necesario. A mí no me parecía correcto que ellos presenciaran la discusión, por mucha familia que sean.

-Tienes razón-dije-. No conozco a mi hermana como tú, sino mejor.
A ti sí que no te conozco.-Vi sus ojos cambiar de color, como le había pasado a Sahar antes cuando estaba debatiéndose entre sanar a Faye o no, y se enfadó con Drako. Esta vez no retrocedí, no sentí miedo-. Has vivido siglos bajo tantos nombres, eres conocido de distintas formas, y de ninguna en particular porque nadie conoce quién eres en verdad. Pero yo no te conocí de la única forma en la que en realidad importaba, papá.-Me levanté de la mesa sin comer nada-. No vas a conseguir enemistarnos si es lo que intentas, Amanda y yo estamos muy unidas como para caer en tus manipulaciones. Esto que tenemos es irrompible, si no han podido con nosotras los que llevan los hilos del mundo, ¿qué te hace pensar que tú sí nos romperás?






jueves, 26 de mayo de 2016

Padre






  Nueva York, Estados Unidos
 
   Amanda

   Nunca había sido testigo del descontrol de Sahar, sí la había visto enfadada pero no a este nivel. Y cuando creí que se quedaría tranquila, sólo escasos segundos después de lanzar a Declan por el ventanal, salió corriendo y saltó tras él; Luna y yo  nos acercamos al balcón, pero no los vimos por ninguna parte.

-¿Adónde han ido?-preguntó Luna.

   Escuchamos un fuerte golpe dentro, al regresar vimos a Declan estampado contra las puertas del elevador. Cayó al suelo, y con esfuerzo se hincó en una de sus rodillas con la vista fija en Sahar.

-¡Le diste esta misión a propósito, no porque se tratara de la mejor para este trabajo!-dijo Sahar, fuera de sí. Aunque es posible que ésta sea la verdadera ella-. Te creí mi amigo, acudí a ti cuando empecé a sentir distinto, cuando empecé a sentir. Y me traicionas de ésta manera tan perversa, Alquimista.

    Declan no se defendió, bajó la mirada, avergonzado.

-¿A qué se debe el escándalo que han armado?-preguntó Drako, había abandonado su estudio a causa de la pelea que Sahar se había montado con Declan. El misterioso hombre se lanzó sobre Sahar y la cogió de la cintura antes de que ésta llegara de nuevo con Dec para rematarlo-. Cálmate, pequeña. Tienes que serenarte-le susurraba al oído.

    Vi a Azana y a Gaspard, ambos de pie muy quietos observando la escena como si de algo normal se tratara. No se escandalizaron, no intentaron detenerla cuando atacó a Declan la primera vez. Me resultó raro; Luna en cambio tenía los brazos cruzados y seguía intentando contener algo, sus manos seguían cerradas en puños.

-¿Te sientes bien?-le pregunté en un murmullo.

    Ella asintió, pero no me convenció. Algo le estaba pasando, y la actitud de Sahar tenía mucho qué ver.
     Drako soltó a Sahar, ésta se encontraba más calmada. Fui a ayudar a Declan.

-Acómpañenme, ambos-dijo Drako, dirigiéndose a Dec y a Sahar.

   Declan se puso en pie con mi asistencia, y caminó detrás de Drako y al lado de mi hermana. 

-Ya regreso-le dije a Luna y a la pareja-. Y por favor, Azana, no incomodes a mi hermana. 

    Azana se encogió de hombros. Le di un beso en la frente a Luna y seguí los pasos de los demás; cuando abrí las puertas del estudio era Sahar quien hablaba, la gélida mirada de Drako se posó en mí y luego volvió a Sahar. Estaba sentada ante el escritorio, y Dec de pie a un lado del otro sillón.

-....Faye casi muere por su culpa, ¿crees que podía quedarme de brazos cruzados? 

-Tu reacción es un peligro hasta para ti misma, Sahar-dijo Drako. No entendí, y creo que él lo notó-. Suele lastimarse a sí misma cuando se deja manejar por su ira, es complicado.

-Van a tener que explicármelo, Drako. Por ahora prosigue con la reprimenda-lo insté.

    Sahar me fulminó con su carmesí mirada que volvió a tomar su natural color café cuando sonrió con malicia.

-Eres mala, Amanda-dijo.

-Faye sabía a lo que iba, Sahar-continuó Drako-. Si tú y ella pasaron la noche juntas he de suponer que te mostró los documentos que yo mismo he recolectado por mi cuenta.-Desde donde yo estaba pude ver la sorpresa reflejada en el rostro de Declan-. Sí, a veces nuestro Señor parece confiar más en ti que en mí para ciertas cosas, Alquimista. Es la razón por la que he investigado por mis propios medios.-Drako se sentó en la silla de detrás de la mesa-. Entendí por qué tu padre ha trabajado con lentitud en el reinicio de este mundo, por qué hemos estado trabajando de manera sutil. Entre las sombras tal y como ellos lo hacen.

-Por Luzbel-dijo Sahar.

    Drako asintió.

-Sí, y nosotros hemos ido en contra de los planes de tu padre todo porque quieren ayudar a ésta mujer.-Me miró, y entendí lo que intentaba. Sahar y Dec tenían algo en común: Yo. Y estaban prestándome su ayuda pese a que no lo pedí-. Ustedes tienen un motivo muy fuerte, un motivo en común, ¿conoces, Sahar, el motivo de Faye para tomar la misión sin saber que se enfrentaría al mismo Diablo?-Su padre, pensé. Y era seguro que lo mismo pasaba por la cabeza de Sahar-. Tú, primero tú, porque quieres ayudar a tu hermana ella quería complacerte.-Eso fue sorpresivo-. Y porque quería echar abajo lo que su padre ayudó a levantar.

   Sahar volvió la cara a un lado, ella ya sabía eso.

-Declan sólo siguió una orden, la de enviarla a cumplir dicha misión.

-Conociendo las intenciones de mi padre para tal orden-refunfuñó Sahar.

-Faye siempre pudo declinar, pero decidió que no.-Sahar resopló-. La decisión que tomó Faye, ¿es culpa de Declan?-Mi hermana no respondió. Lo que Drako planteaba me hizo reconocer la razón detrás de sus palabras, ya sabía lo que iba a decir a continuación porque soy de la misma opinión-. Si algo debemos aprender, es que las consecuencias tras las decisiones que tomamos es culpa nuestra y solo nuestras, no por los actos que llevaron a cabo otros en el pasado. La humanidad no está marcada con un pecado, la humanidad está marcada por las decisiones que toman.

   Desde que conocí a Drako siempre me pareció que en la jerarquía de los Hassasins, Declan era superior a él. Ahora veo mi error, Drako no sólo es superior a Declan, sino que guarda un oscuro secreto inmortal y lo vi en sus ojos que brillaron momentáneamente como los de Sahar.

-Entiendo lo que quieres decir-dijo, entonces, Sahar. Se levantó-. Aún así quiero que lo mantengas lejos de mí, y lejos de Faye. Desde hoy renuncio a tenerlo como escolta, y como amigo.

   Se dio media vuelta, pasó por mi lado sin mirarme y salió del estudio.

-No debí hacerlo, no debí poner a Faye en riesgo.-Declan se sentó.

-Cumplías ordenes, déjalo así.

   Me senté en el sillón que, hasta hace unos minutos, Sahar ocupó.

-No pienso meterme en vuestros asuntos de asesinos y sus reglas. Sólo quiero saber por qué se puso de esa manera, lo que hizo creo que de algún modo afectó a Luna.

-Lo que el cuerpo acciona el alma lo resiente.

   Esa voz.
  Drako se puso en pie al igual que Declan, yo me volví en mi asiento.

-Papá-susurré, levantándome.

    Caín esbozó una sonrisa. 


    Yo no es que estuviera feliz de verlo de nuevo, habían pasado nueve años desde que lo vi por última vez y las cosas no terminaron bien entre nosotros. Pero la hija, esa que amó alguna vez a su padre, esa pequeñina que jugaba y reía con él, salió de su escondite y me hizo sacar esa palabra y una emoción interna que me negaba a exteriorizar.

-Amelia, mi hermosa arima.-Me rodeó con sus brazos. No correspondí-. Tener a mis tres hijas reunidas en un mismo lugar me llena de felicidad.

-¿Por qué el cambio?-pregunté, alejándome-. Se supone que odias la idea de que Luna y yo establezcamos una conexión con Sahar. Ahora resulta que "estás feliz" de que estemos juntas, creí que enterarte de esto te caería como un dolor de muela.

-Lo bueno es que no sé qué es un dolor de muela-dijo, burlón-. El tiempo que pasé en Aleinayat al'iilhia, medité sobre mi forma de tratarte. He cometido muchos errores, quisiera enmendarlos, empezar de cero.

-Cosa imposible, a estas alturas-susurré-. Evita que Luna te vea, por favor.


   Me dispuse a marcharme pero me cerró el paso.

-No quiero hacerles daño-dijo-. Y no pienso obligarte a nada, la última vez fui muy duro contigo. Por favor, toma asiento.

-No dijiste que volvías hoy, ¿qué te trajo aquí?-preguntó Drako, mientras yo decidía si sentarme o no.

-Algunos templarios llegaron cerca de nuestro hogar, Drako, tomaron fotografías. Ya sabes que detesto que se metan en mi territorio. 

   Se sentó.
   Con templarios supuse que se refería al escuadrón de espionaje de la élite.

-Iba a informarte sobre eso-dijo Drako-. Luna y yo encontramos algunas fotografías en la casa de Viktor Strauss.-Puso una carpeta sobre el escritorio-. Hicieron más que sobrevolar, llegaron muy cerca.

-Eso me enfada-sonrió mi padre, dirigiéndose a mí.



    Me senté en el sofá que se encontraba en el estudio, Declan vino a mi lado. Papá revisó las fotografías en silencio, pasaba una por una, observaba a detalle.


-No te preocupes por Luna y Sahar, Amanda-dijo de pronto. Puso la carpeta con las fotografías sobre el escritorio de nuevo-. Las emociones fuertes de una pueden manifestarse en la otra, se supone que Luna no debió nacer siquiera. Ella no existía en un principio, fue como si al final Sahar hubiese decidido separar su lado oscuro de su luz, de manera inconsciente claro, era una bebé.


-¿Luna no existe? ¿Perdiste la cabeza?


-Dije que no debió existir.-Caminó hacia la ventana-. Todos somos luces y sombras, sólo que Sahar es oscuridad y Luna su luz en estado sólido. De alguna manera esa luz tomó forma física, tangible, es algo único.-No me esperaba una cosa así-. Ahora son seres independientes la una de la otra, excepto en momentos en que las emociones son demasiado fuertes para cargarlas una sola, sólo entonces, como pasó hace un momento, se manifiesta en la otra.

-¿No saldrán heridas?-pregunté.

-Ya habría pasado, 24 años es mucho tiempo, ¿no crees?

  Bien, eso era algo de lo que ya no tenía por qué preocuparme. 

-Luna ha tenido sus momentos oscuros, ¿cómo es eso posible si es la luz de Sahar?

-Las sombras nacen en la luz, y en la oscuridad la luz sólo nace si alguien más la enciende. Sahar es una mala persona, Amanda, y eso no va a cambiar; por eso es tan fría, y mata sin sentir remordimientos.

    Sahar no era mala, puede que sí, mate sin sentir remordimientos, pero no es mala. Las cosas malas que pueda llegar a hacer no son con intención, hay cosas que ella no logra entender; además está Faye, y Sahar siente por Faye, se quebró por ella. 
   
-¿Piensas en Faye?-preguntó mi padre. Su mirada me escaneó-. Tiene un extraño efecto en Sahar, sí, no soy imbécil. Lo he notado, y no me complace ese efecto; alteró la calma de mi hija.

-¿Acaso quieres que Sahar sea tu arma toda su vida?-Declan se aclaró la garganta, Drako miró hacia otro lado cruzando los brazos-. ¿Es eso? ¿Amas que asesine sin piedad a quien te estorbe, tal y como lo hacen todos tus hassassins? No la ves como tu hija, nunca ha sido así, desde que sabes lo que puede hacer la has preferido así, y llega Faye, la luz externa que Sahar necesitaba para espantar la oscuridad en la que vive, y entonces tu perfecta arma ya no lo es más, porque tiene su atención puesta en alguien más. 

    No me había dado cuenta que me había levantado del sofá y había caminado hacia él.

-La felicidad de tu hija debería ser tu prioridad-susurré, mirándolo a los ojos.

    Ladeó la cabeza, sus serenos ojos cafés me hicieron revivir por un instante mi niñez a su lado. Ese corto tiempo juntos.  



-Me preocupo por su felicidad, y Faye no la hará feliz, Sahar es incapaz de ser feliz....

-Abre los ojos, padre. Sahar sufrió porque ordenaste darle una misión peligrosa a Faye con la sola intención de que muriera, pero te salió mal la jugada porque ella sigue viva, luchando por regresar al lado de tu hija

    De camino a la puerta volvió a detenerme.

-Debes escuchar lo que tengo que decir, es de tu interés-agregó, al ver mi fulminante mirada.

-En lo que a mí respecta esta conversación se acabó-le dije.

-No es sobre tu hermana, es sobre lo que está haciendo la élite. Usarán muestras de sangre de Luna para crear bebedores de sangre.

-Lo afirmas con tal convicción que me hace pensar que esos monstruos ya son un hecho-dije. Y recordé las palabras de Dorian, ellos iban a buscar a aquellos que sobrevivieron a los experimentos que hicieron con nuestra sangre-. El hijo de Matthew Carlysle me aseguró hoy que las personas que murieron con nuestra sangre en su sistema, puede que estén vivos. ¿Es eso posible?

   Miró a Drako, y eso fue suficiente para mí.

-Debes apartarte del camino, Amanda. Ya has hecho suficiente, es el momento de que al fin haga algo por ti y por Luna, porque estoy seguro de que ahora querrán asesinar a tu hermana, y posiblemente a quien les ha venido echando al suelo algunos de sus planes. Tú.-Me quedé clavada al suelo, ¿desde cuando le interesamos Luna y yo? ¿Desde cuando le interesa mi bienestar? No ha hecho más que rechazarme-. Declan, prepara un escuadrón de búsqueda, encontraremos a estos individuos antes de que lo haga la élite.-Declan salió, y mi padre se dirigió a Drako mientras se sentaba y cruzaba las piernas-. Llama a la prensa, avisa que Vládimir Bélikov está en la ciudad. Ya han ensuciado bastante mi reputación, es hora de que el mundo sepa la cábala que están jugando sus líderes políticos y religiosos con ellos como víctimas-sonrió.