Spin-off

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viernes, 30 de junio de 2017

Capítulo 5: Desde el Imperio

Ciudad Palacio, Londýum

Dussollier

    Mientras Ivel salía de la ducha me asomé al balcón para saber qué pasaba afuera, se escuchaba un alboroto. Ya había anochecido y por lo que podía vislumbrar, el emperador tendría un baile.
    Volví a la habitación, Ivel se había colocado un albornoz negro de seda y se sentó al borde de la cama.

-Tu padre tendrá una fiesta, los invitados están llegando-le dije, ella se echó en la cama, me senté a horcajadas sobre su vientre-. ¿Quieres volver a casa?-pregunté, cerró los ojos y asintió-. Tomemos el dirigible y volvamos.

-No, quiero ver a Illya y pasar un rato con ella-dijo mirando el techo, me acosté a su lado-. Yo puedo morir en cualquier momento, ella no sufrirá mi destino, ni ella, ni Misty, ni su padre.

-Has estado pensando todo el rato en eso, se agota nuestra inmortalidad....

-No me malinterpretes, no veo nada de malo en perder mi inmortalidad, acepto todo lo que viene con la mortalidad porque merezco vivir en carne viva lo que los Espíritu al ser traídos aquí sin pedirlo. Pero me sienta mal por mis hijas, ¿entiendes?

-Quieres verlas crecer, sobre todo a Illya-sonreí.

-Murdock dijo que Misty tenía dones como los tiene Illya, sin embargo hay algo que las diferencia y es que Illya va creciendo despacio mientras que Misty tiene la edad que debería tener. Cuando Illya cumplió siete aparentaba dos-dijo sonriendo con el recuerdo que cruzó su mente.

   Me levanté para abrir la puerta a la que habían llamado dos veces. Era un chico del servicio que me hizo entrega de una tarjeta y un vestido que llevaba cuidadosamente doblado en el brazo, cerré la puerta al tiempo que leía la tarjeta.

-Es de tu padre, dice que estás invitada al baile de esta noche, es de suma importancia que asistas porque es en honor a un invitado especial.-Ivel arrugó la frente al ver el vestido-. Y te envió este vestido hecho a medida por lo que veo-comenté poniéndolo en la cama.

     Era un vestido rojo y corto, Ivel lo vio con hastío.

-¿Invitado especial?-repitió.

    Volvieron a tocar la puerta, fui a abrir, al verlo no dudé en soltarle una bofetada que le voló la máscara. Murdock maldijo, Ivel se asomó y no resistió las ganas de reír.

-Eso es por drogarla-le dije al hombre.

-Dussollier, discúlpate-sonrió ella.

-No hace falta, lo merezco-aceptó Murdock-. Siempre me deja tranquilo que te tenga cerca, Dussollier.

-Vuelves a hacerle algo así de desagradable y te las verás conmigo, tienes suerte de que se haya cerrado a mí cuando lo hiciste y no pude sentir nada porque sino no te hubiese permitido acercarte a ella de nuevo.

-Basta Dussollier, ya te conté sus razones.

     Lo había hecho después de que Azana nos dejó a solas, había cambiado de opinión sobre decirle a su hermana esa misma tarde que Murdock estaba vivo y el resto de la historia porque le daba vueltas a lo dicho por Amelia a Azana y a la relación que unía a la rubia con el Señor de Ibidem.
    A mí me disgustó lo que le hicieron pero entendía que era por el bien de Misty, la niña estuvo mejor viviendo con su padre que encerrada y vigilada por Azazel como lo estaba Illya.
    Me excusé con Ivel y Murdock diciendo que iría a mi dormitorio a cambiarme para el baile de esa noche, quise darles privacidad, en el salón tendrían que actuar como que se odiaban. Era mejor que hablaran un poco más antes de distanciarse.   






















Ivel

-Recuérdame no enfadarla de nuevo-dijo Murdock recogiendo la máscara del suelo.

-Procura no enfadarla de nuevo, cariño-le dije yendo a la maleta y sacando una blusa y un pantalón. Me vestí ante su atenta mirada-. Cuidado adonde miras, Murdock.

  Él sonrió y al verme vestida del todo me cogió de la cintura y me pegó a su cuerpo.

-Te vistes delante de mí conociendo muy bien las reacciones que provocas, Pequeño Ángel-me susurró al oído.

-Me encantan esas reacciones-sonreí en un susurro provocativo y bajando mi mano por su pecho, su abdomen, y volviendo a subir aunque ya había sentido muy bien su erección en mi bajo vientre.

-¿Tienes pensado ir al baile de esta noche?-preguntó mirando el vestido.

-Azazel fue claro: es de suma importancia que asistas, blablabla.-Murdock rió por mi pobre imitación de mi padre-. ¿Sabes quién es ese invitado especial?

-Sí-respondió-. Es un enviado de Rafaella Montmorency.

-¿Qué?-solté incrédula-. ¿Cómo y cuando entablaron contacto con esa mujer? Hace días estuve aquí, papá no tenía cómo relacionarse con el Imperio Austriaco, ni quería hacer negocios con una persona a la que no le ha visto el rostro. 
-Todo lo que necesitó fue enviarnos a Uriel y a mí a Roma donde se encontraba este hombre, se reunió con Augusta Vládika Fortuna, hija de Ezio Fortuna y Nina Alyosha. Y con los padres de ésta niña.

-No sabía que Nina y Ezio tenían relaciones diplomáticas con el Imperio Austriaco.-Más razón para pensar que Rafaella Montmorency era una falsa identidad de Sahar-. Y padre tampoco lo sabía, ¿no?-Murdock hizo un gesto negativo con la cabeza-. ¿Cómo se enteró mi padre? ¿Y por qué quiere dar una fiesta en honor a este hombre?

-Le llegó un anónimo, Uriel y yo fuimos a verificar, resultó cierto. Ezio se sorprendió de vernos allí.

-¿Papá lo castigará?

-No, prefiere pasar por alto sus secretas reuniones con el Imperio.

-Eso es raro.

-Lo mismo pensé, creo que su interés en Rafaella Montmorency ocupa todo su tiempo ahora.

-Yo sé que puede repartirlo muy bien entre darle un castigo a Ezio y ocuparse de desenmascarar a Rafaella. Pídele al Blood Drynka que vigile muy bien a su hija y a su esposa, considerando que Nina es hija de Sahar y Augusta es nieta de la Gadot no vaya mi padre a tomar esto como excusa para "estudiarlas" mejor. Y a todas éstas, ¿por qué ese enviado de Rafaella fue a ver a Augusta Vládika?

-No tengo idea, pero me dio la impresión de que era más una visita familiar que diplomática.

     Tenía que ser Sahar, envió al caballero a Roma en su nombre. Pero y éste por qué aceptaría venir a Ciudad Palacio, a la Casa de Azazel enemigo de todo lo que Sahar representaba.

-Murdock-comencé recordando de pronto que ya había estado en mi habitación en la tarde, una segunda vez era tentar a la suerte-, me parece estupendo verte de nuevo pero si papá se da cuenta.....

-Ya no me importa mucho, Circe traerá a Illya y antes de que bajemos a esa dichosa fiesta estaremos un ratito con ella. Los dos junto a nuestra niña, como antes.

    Sonreí, en eso tocaron la puerta. Decidí ir yo por si era alguien más, pero casi que sentía a mi Illya y al abrir se abrazó a mi cintura; Circe cerró la puerta detrás de sí esbozando una inmensa sonrisa cuando Murdock cargó a Illya y la llenó de besos como yo solía hacerlo.

-Estuvo en el dormitorio de la niña hace unos minutos y míralo-comentó.

-A veces siento que me estoy aprovechando de ti, eres como su niñera en lugar de su tía-le dije a la Maga.
-Ahora somos una familia, Ivel, eres parte de mi familia no te estás aprovechando de mí, aunque podría montar un servicio de niñeras-sonrió-. ¿0800-Circe? Suena mejor eso a la línea 0800Bruja, las madres no me contratarían.

    Reí observando la hermosa toga de bordados dorados que vestía. Giré el rostro para ver a mi pequeña que hablaba con su padre, ella también llevaba puesto un vestido azul zafiro como sus ojos.

-¿Van a estar en la fiesta?-inquirí.

-El abuelo me dio permiso, mami-respondió Illya-. Estuvo en mi habitación y dijo que pasaría la noche contigo en la fiesta.

     Miré a Circe.

-¿Desde cuando tanta indulgencia?-le pregunté en un susurro.

-Tenemos visita, quiere presentar a toda su familia al enviado de Rafaella Montmorency, o al menos eso me dijo.

-Apariencias-susurré mirando a Illya-. Cariño, te he traído algo.

   Busqué en mi equipaje una cajita roja que había arreglado con mucho cuidado para que no se rompiera lo que tenía dentro.
     Illya cogió la caja, la abrió y sacó la esfera de nieve, su rostro se iluminó de felicidad al ver las figurillas que estaban dentro y se movían hermosamente caminando bajo los copos de nieve que cayeron cuando la agitó con suavidad.

-¿Es Aria?-preguntó ilusionada.

-Sí, me pediste una donde la incluyeran como parte de nuestra familia y aquí está.

-¡Los cuatro! ¡Me gusta mucho, gracias mami!

     Murdock me guiñó un ojo y cogió la esfera de nieve que Illya le estaba enseñando, Circe me rodeó los hombros.

-Esa fascinación suya por las esferas de nieve me recuerda que estamos dentro de una fabricada por Eloah-susurré-. No es mala señal, ¿no? Se lo he consentido todo, y esto....

-Tranquila, que le gusten no significa que se convertirá en una dictadora como lo es Él, Illya tiene unos padres excepcionales y el poco tiempo que has pasado con ella le has enseñado mucho, cariño.

   Circe me transmitió mucha paz cuando dijo eso, solía pasar que me recordaba a mi madre cada vez que teníamos una conversación. 

-Murdock me dijo que ya estabas enterada de la existencia de Misty-dijo en un murmullo, Illya estaba muy entretenida con su padre-. Quiero que sepas, Ivel, que yo....

-No hace falta que digas nada-la interrumpí-. Sahar confió en ti, yo también lo hago y es cierto que papá hubiese indagado en mi mente por medio de Uriel. Hiciste lo correcto, Murdock y tú la escondieron de Azazel, y debo agradecerte por eso.-Circe asintió-. A veces no entiendo-continué-, te preocupas por todos, cuidas de todos como estoy segura que hacía Sahar donde quiera que esté. Pero ¿quién cuida de ti? ¿Quién cuidó de ella?

    A Circe se le humedecieron los ojos.

-He compartido toda mi vida con Caín, yo era fuerte antes de él, y después de conocerlo me sentí invencible. Nos cuidamos mutuamente, y sin importar que esté en otro lugar él sigue conmigo, y yo estoy con él. Nos cuidamos mutuamente-repitió secando sus lágrimas-. Y Sahar, he aprendido mucho de ella. Se sacrificó-dijo mirándome-. Está dormida y gracias a ese sueño ha logrado contener a Eloah, y controlar las leyes de Assiah, controlar Assiah, sin poner a quienes quiere en riesgo.

-¿Está dormida?-pregunté dubitativa.

    Circe movió la cabeza de arriba a abajo despacio.

-¿Faye no terminó su vida a su lado?-pregunté de nuevo aunque pensando en lo que Dussollier me dejó ver en su mente esa mañana. Miré a Illya y a Murdock-. Yo no podría.....

-Creo que ha sido lo más difícil que ha tenido que hacer, hasta el final Eloah estuvo atormentándola y seguro cuando despierte se lo hará pasar mal de nuevo, pero Sahar no se dejará, la conozco.

   Cruzó los brazos sonriendo con la mirada puesta en mi hija y en mi marido.

-¿Por qué me dices esto?-inquirí-. Sabía que estaba viva pero no que estuviese en un sueño perpetuo.

-Debías saber lo justo, no podía hablar demás sobre el tema. Estamos a tres años de su despertar-me susurró al oído, la vi de soslayo dirigirse hacia la puerta-. Iré a cambiarme.

-Illya y yo bajaremos juntas-dije enarcando una ceja-. ¿Cómo que tres años?-pregunté acercándome a ella antes de que saliera.

-Estoy segura de que tu familia lo sentirá como sintieron su sacrificio por nosotros-contestó-. La esfera de nieve se va a romper-añadió guiñándome un ojo mientras cerraba la puerta al marcharse.















Circe
   
  La oscuridad dentro de esta familia era cosa de temer y en Ivel era muy palpable. No era para sorprenderme si mi padre fue un Grigori como Azazel, creado a partir de las sombras de Eloah. 
  Sí, eso me hacía parte de la aberración, una Nephilim, Diosa entre humanos. 
   Esta vida mía dejó de pertenecerme cuando Sahar llegó a mis brazos, desde entonces volqué mi amor en ella porque era fácil y complicada al mismo tiempo; me purifiqué y dejé de ser la hija de un Grigori para pasar a ser la madre de la Diosa Primordial, la madre de todo lo que es, lo que fue y lo que será. 
    Escuchar a Ivel decirme que cuidaba de todos, y luego preguntar quién cuidaba de mí me hizo retroceder en el tiempo hasta la época en que vivía en el palacio de mi padre desde donde vigilaba la creación. Cuando me aburría creyendo que era una pérdida total o cuestionaba lo que eramos, la autoridad de Eloah sobre nosotros, y la Creación.
    Admito que encontraba algo extraño en la historia de Assiah, era como si nuestra memoria fuera modificada cada tanto, Eloah y sus Agentes controlaron el pasado, fueron meticulosos para que no nos diéramos cuenta del engaño, pero de entre todos los que vivíamos para servirles, había una cosa que Él no conseguía hacer, pero yo sí: podía ver las cosas que aún no pasaban. 
   Fue una maldición más que un don y lo que me tocó vivir debido a eso, cada castigo y tortura por parte de mi padre y de Él me convirtió en la poderosa bruja que Eloah desprecia pero que no pudo destruir ni someter del todo.
   Pudo modificar mi memoria, pudo sumirme en el sueño como al resto, pudo encontrar formas de controlar mis visiones, pero gracias a mi hija, gracias a la llegada de Sahar a mi vida empecé a cuestionarlo de nuevo, a recordar poco a poco todo lo que fui sin que Él lo notara, empecé a dudar de todo. Qué fue verdad y que fue mentira en mi historia.   
    El ataque a Providencia fue la gota que colmó el vaso, y Caín, mi amado Caín me explicó lo que estaba pasando y la farsa que nos hicieron vivir.
    Mis sombras. Las que heredé de mi padre por ser un Elohim Grigori. Un Dios Vigilante. Ya no existen, la influencia de Caín, la influencia de mi hija fueron suficientes para redimirme, son mi talón de Aquiles y mi Luz, mi fortaleza; a ellos me aferré cuando me dejé capturar por los Elohim que me trajeron ante Azazel, tener que aguantar sus lujuriosas miradas, y que llegara a más conmigo me asqueó pero llegaría el momento en que se lo haría pagar.   
     Y Sahar sabía que al Rey Grigori lo quería para mí, por mucho que ella, Amelia y Murdock quisieran tomar venganza por lo que me hizo sería yo quien le volara la cabeza a su debido tiempo.
    En cuanto entré al salón de fiestas de Palacio acaparé la atención de los invitados, hombres y mujeres, hice contacto visual con él ignorando a los demás.
    Azazel podía tener a cualquier mujer, y la que le gustaba la hacía suya sin reparos, siempre me le resistí porque mi corazón tenía dueño y estaba atada a él; por mi vida y cuerpo pasaron varios hombres con mi consentimiento, y pocos contra mi voluntad, Azazel era uno de estos últimos porque nunca caí en sus redes como otras lo hicieron en su día. 
   Después de liberarme por pedido de Ivel empezó a tratarme diferente, con galantería, cediendo a lo que yo le pedía, escuchando mis consejos. Como si así fuese a conseguir algo de mí. Lo divertido del coqueteo que en ocasiones le seguía, era la cara de su mujer, Sýbill estaba que reventaba. 
-Circe-sonrió al acercarme a él, Sýbill charlaba con una mujer al otro lado del salón-. Tan hermosa como siempre, querida mía. Deslumbraste a nuestros invitados.

-Quería agradecerte que dejaras a Ivel pasar la noche con Illya-dije retirando la mano que el besó.

-Tienes razón en que he sido muy duro con ella, su comportamiento de hoy no me gustó para nada y es muestra de que estoy perdiendo el control sobre ella. Darle el juguete por un rato para que se distraiga quitará su atención de sus intentos por defender a Vládimir Szentes.

   Juguete, llamó a Illya Juguete. No le di un golpe por no echar a perder mi fachada de bruja servil, y porque un hombre me observaba; tenía el pelo castaño, y como el resto, vestía de etiqueta. Sostenía una copa en la mano, su mirada estaba fija en mí.

-No me parece apropiado que llames Juguete a tu nieta-dije mirando al extraño-. ¿Quién es ese? 

-El enviado de Rafaella Montmorency, Isaak Pendragón-respondió. Hizo un gesto con la mano y el hombre se acercó-. Lord Pendragón le presento a Circe, mi Consejera, una de las personas a la que mayor confianza le tengo.

    El Lord besó el dorso de mi mano desvistiéndome con la mirada.

-Tiene usted mujeres muy hermosas a su alrededor, Excelencia-comentó después de dar un sorbo a su bebida-. Sus hijas acaban de entrar y han robado miradas tal y como hizo esta bella mujer. Lo envidio, sanamente claro.

-Su Excelencia Rafaella debe ser igual de hermosa-habló Azazel.

-Lo es, se lo aseguro, además de ser mi esposa-puntualizó Lord Pendragón.

    Azazel enarcó las cejas, yo seguía conectada por la mirada con el Lord, tenía algo....

-Disculpe la pregunta, mi Lord, pero ¿es usted Blood Drynka?-dije.

    El hombre sonrió, y el Rey Grigori esperó también su respuesta.

-Lo soy, sí-respondió.

-Lo esconde usted muy bien-dije-. Si me disculpan, tengo que ir a saludar a Ivel y a Azana. Que tengan una bonita velada. 
    Sentí la mirada de ambos sobre mí cuando emprendí el camino hacia donde estaban las hermanas e Illya; Murdock entró minutos después, lo vi reunirse con Azazel y su invitado.
    Me disculpé con Ivel y Azana escasos segundos después de llegar con ellas y me encaminé a la salida, Azazel subió a una tarima que habían dispuesto en el salón de baile, tenía la intención de dirigirse a todos. Lord Isaak Pendragón esperó abajo.
     Hice un gesto con la cabeza llamando a mi Adalid, el joven se ponía nervioso en mi presencia pero lo encontraba adorable.

-Lýgham, tengo una misión para ti.....
     Miré al Lord y a Azazel, di la vuelta para abandonar el salón después de darle la orden a mi Adalid.



















Ivel

  Tres años para su despertar. Sahar despertaría de su sueño perpetuo al cumplirse un siglo de aquél incidente en los Cielos provocado por ella.
    Era una buena noticia dependiendo de quién la recibiera.

    Murdock nos dejó a Illya y a mí para ir a cambiarse, pasamos un rato ameno los tres aunque tuviera en la cabeza esa noticia sobre Sahar. Y con Illya bajamos las dos siendo alcanzadas por Azana, Dussollier y Gaspard en las escaleras.

    Illya le contó a sus tíos sobre la esfera de nieve que le regalé, Azana la cargó entrando al salón haciéndola reír en el acto; Circe estaba con mi padre y el hombre al que Azana llamó Lord Lujurioso por la forma en que nos miró, mi hermana comentó que iba más por mí que por ella o Dussollier y me miró de la cabeza a los pies sonriendo maliciosa. Y es que no usé el vestido que mi padre envió a mi habitación sino uno negro de encaje que dejaba poco a la imaginación, debajo rojo sí llevaba.
  Sobre el Lord ambas sabíamos era el enviado de Rafaella Montmorency.
    Cara nueva, hombre raro.
    Recorrí el salón con la mirada y me trajo recuerdos, el último baile de mis padres fue en un lugar como este, la forma en que estaba arreglado era idéntica como si Azazel quisiera jugar con nuestras mentes porque Azana también se dio cuenta y disimuló cuando se limpió una lágrima traicionera; fueron tan nítidas las imágenes, casi podía verlos bailando en medio del salón.

-Mami, ¿estás bien?-preguntó Illya, la cogí de la mano y me puse de cuclillas porque ella lo pidió. Me besó la frente-. Todo está bien, mami, yo te cuido-dijo.

-Y yo a ti, mi Vida-sonreí.

    Circe se nos acercó, estuvo un rato muy corto con nosotras y después se marchó, instante en que mi padre se paró en la tarima que mandó a armar, saldría con algún discurso.
-Mis queridos hermanos y hermanas, bienvenidos, espero que estén disfrutando de la velada-comenzó. Me di cuenta de que la Maga estaba hablando con su Adalid y miraba a mi padre de vez en cuando-. Esta noche nos acompaña un invitado especial venido de tierras desconocidas para muchos de nosotros. Todos hemos oído hablar del misterioso Imperio al que nadie puede acceder, donde Blood Drynka's y humanos tienen una convivencia envidiable, Imperio cuya Regente gobierna desde las sombras, nadie ha visto su rostro....-Circe había desaparecido-.... Pero hoy, en esta noche inicia un intercambio entre nuestras respectivas naciones. Por medio del señor Isaak Pendragón, enviado de Rafaella Montmorency, firmaremos un acuerdo de cooperación.....

-¿Qué?-susurré-. ¿Alguno de ustedes sabía de esto?-les pregunté a Azana y a Gaspard.

-No-respondió Gaspard-. Nos sorprende tanto como a ti el repentino entusiasmo de tu padre por este tratado entre ambos Imperios.

    Miré a los demás invitados entre los que se hallaban Mariscales Elohim y humanos, hasta Uriel parecía sorprendido.
    Quieres entrar, pensé observando a Azazel, pero Sahar no es la razón de tu interés en ese lugar, ¿entonces qué buscas con exactitud, padre? 
     Me sostuvo la mirada mientras bajaba de la tarima, y sonrió.  




 

De Aventura con María Perlada... Muaaaaaksssss!!!

 María Perlada nos extendió una invitación 
para Lanzarnos a una aventura en su blog,
nadaremos, nadaremos, en su piscicicicina xD
Mi pequeña contribución, Mi María Bonita ;)

.....y vibras al tacto de mis manos,
 cuando van descubriendo los misterios de tu piel
mientras confiesas ser dueño de mis noches y días,
mi sueño, mi ilusión, fantasía
Sucumbo a la caricia de tu verso
aquel que viaja a través de espacio y tiempo
  Inmortalizándose 
en mis piernas en la oscuridad que nos arropa 
en besos de tierna pasión...








martes, 27 de junio de 2017

Capítulo 4: En la Cuerda Floja

Dussollier

      Reprimí una sonrisa, en otro momento Ivel hubiese dejado a su padre hacer su voluntad. A ella ni siquiera le habría importado asistir a una dichosa reunión, y de asistir sólo hubiese opinado con el consentimiento de Azazel, del resto permanecía en silencio.

-Lo entiendo, hija mía, las retiraré tan pronto aquél hombre lo haga porque no me arriesgaré a que intente algo en tu contra de nuev....

-No-terció Ivel-, quiero que des la orden lo más pronto posible. Mañana a más tardar.

    Esta vez no me preocupé por contenerme, sonreí orgullosa como vi que lo hacía Azana y hasta el mismo Gaspard.

-Lo haremos a tu modo entonces-aceptó Azazel no muy contento con la actitud de su hija menor.

     Con esas últimas palabras dio por terminado el consejo. Ivel y yo salimos cuando los Elohim y humanos convocados bajaron de sus asientos y deambularon por el salón hablando entre ellos sobre la osadía de mi dahir.
     Azazel abordó a Azana cuando Ivel y yo cruzamos las puertas hacia la salida.

-Tu padre debe estar furioso-reí. Ivel no habló, siguió caminando-. Yo también creo que todo el problema con Ibidem fue fabricado como excusa para ir tras Vládimir y te usa a ti porque eres un estorbo.

-Gracias, dahir-sonrió irónica.

-De nada.

    Entramos al dormitorio que siempre usó desde que palacio fue construido, cerró las cortinas, cogió la única maleta que llevó para tomar alguna prenda y cambiarse.

-No puedes ir por ahí haciendo ese tipo de comentarios, si mi padre te escuchara....

-Tú no dejarías que me hiciera daño-aseguré viéndola quitarse el vestido y poniéndose un suéter holgado de color negro y un pantalón de chándal a juego. Se sentó al borde de la cama y sonrió-. Y yo no dejaré que te hiera, descubriremos qué quiere, por qué tanta hostilidad contra Vládimir. No me parece que sólo sea por no querer adherirse al Imperio, hay varias naciones así y él está concentrando su atención en Ibidem.

-No quiero más de lo mismo, sangre derramada, violencia. Era lo que Sahar intentaba evitar, sé que en este mundo es una tontería pensar que se puede resolver con palabras o con un mínimo de sangre derramada un problema de la magnitud de éste, porque la verdad es que Assiah es el Infierno del Arquetipo, y nosotros, todos, contribuimos a que así fuera, pero hay que trabajar para transformar eso, Sahar hizo algo que volteó el juego y todo empezó cuando la guerra nuclear hizo estragos este mundo.

-Y tú quieres redención-susurré.

-Para mis hermanos, para mí, para ti, para Murdock. No quiero ver a la cara de Aria, Illya y Misty-sonrió al pronunciar el nombre de sus hijas, más por saber a Misty parte de ella-, sabiendo que puedo darles un lugar mejor. Que puedo hacerlo mejor por ellas.

     Si Aria la escuchara la abrazaría, pero a falta de su hija adoptiva lo hice yo. 
   Aria era una luchadora como lo fueron sus padres biológicos, y que la mujer que la adoptó estuviese yendo en contra de los ideales de su tiránico padre, hombre que mandó a ejecutar a la familia de Aria, la enorgullecería porque significaba que Ivel no dejaría que la lucha y posterior muerte de sus padres biológicos fueran en vano.
    
-¿Irías por Murdock?-preguntó levantándose-. Que no se den cuenta, pero necesito que venga porque tenemos que hablar.

    Asentí y fui a cumplir con su pedido, su peligroso pedido.       
















Ivel

    Era agradable saber que estaba bajo el mismo techo que Illya, quería verla pero esperaría hasta terminar de hablar con su padre y aclarar el asunto de Misty.
  Seguía sin creer que mi sangre corriera por sus venas, y ella lo sabía. La pequeña sabía que yo era su madre, pero fingió todo el tiempo. Su padre tuvo que mencionarle, entre todo, el nombre de Illya y Aria. Misty actuó sorprendida cuando me preguntó si tenía hijas; Ryden estaba cuidando que yo no me diera cuenta pero sí noté cómo se interpuso cuando miré a la niña esa madrugada cuando llegaron a mi casa. Imagino que siguiendo las órdenes que él le dejó antes de "morir".
   Hablar de algo tan delicado para él y para mí en la casa de mi padre no era muy apropiado, alguien podía escuchar demás e ir a contarle al Rey Grigori, pero si no era en ese momento no sabía cuando volvería a encontrarme con mi marido. Azazel podía enviarlo en una misión a otro lugar.
   Abrí la puerta tan pronto escuché unos pasos aproximándose, eran él y Dussollier. Murdock entró y ella se quedó en la puerta custodiándola.
     Se bajó la capucha y quitó la máscara que cubría su rostro. Puso la capa de viaje en el espaldar de un sillón.

-Siéntate-le dije.

    Él suspiró tomando asiento en el mismo lugar donde había dejado su capa.

-Puedo explicarlo-dijo mientras yo me sentaba en el sofá enfrente de él.

-Me alegra que sepas por qué envié a Dussollier a buscarte.

-Ivel, no es un buen lugar para hablar de esto-susurró.

-Cualquier lugar lo es si se trata de aclarar las cosas, si no es aquí y ahora, ¿cuando, Murdock?-Asintió reconociendo que tenía razón, mi padre ya debió darle una nueva orden-. Habla-pedí con un tono dulce, estaba enojada pero no lo suficiente porque yo misma sentía la culpa que sus ojos exhibían.

  Resopló frotándose las manos, conocía tan bien sus manías. Estaba muy nervioso.

-Sabía que te darías cuenta de quién era ella apenas me dijiste que estaba en tu casa con Ryden y los demás, por eso te pedí que confiaras en mí.

-Ryden intentó que no la viera cuando llegaron.

-Le pedí que, si algo me pasaba o a Laurel, la mantuviera oculta. Nadie podía saber que se trataba de nuestra hija, y eso te incluía-la voz se le quebró-. Tú y quien nos conociera encontraría las semejanzas físicas, por eso Misty nunca estuvo a la vista de nadie que no fuera de la familia Grier o sirviera a ellos y a mí.

    Se levantó, lo dejé continuar sin interrumpirlo porque necesitaba cada detalle de su historia. Necesitaba respuestas. 
-Supe por medio de Illya que te habían enviado lejos.-No me sorprendió, sabía que algo así pudo haber pasado, ella buscaría a su padre después de saber que viajaría, e Illya era muy lista, sabía que la culpa de mi viaje la tenía su abuelo-. Estaba muy asustada cuando se proyectó ante mí, en ese entonces sus proyecciones eran de corto tiempo así que me visitó varias veces ese día. Le dije que se calmara y que le dijera a Circe que me contactara, ella sabía exactamente el lugar adonde te había enviado Azazel, pero no sabía la razón ésta llegó a mi por otros medios; hablé con Laurel, estábamos en medio de una batalla contra el ejército de tu padre y yo sólo pensaba en ir a por ustedes, Laurel me instó a hacerlo y me lancé a Prévesa. En el viaje Illya volvió a buscarme diciendo que su mamá tendría un hermano o hermana para ella, estaba feliz-sonrió y no dejé de imitarlo imaginando y recordando a Illya cuando me vio con el vientre abultado.

   >>Hablé con Circe y le dije que te llevaría conmigo a Bassan, y volvería por Illya. Pero aconsejó que no, esa acción desencadenaría la ira de Azazel, contigo cerca había dejado de intentar oscuras maniobras contra nuestra hija, ni siquiera se le acercaba demasiado; entonces tomé una de las decisiones más duras que he tomado, me persigue cada día.-Recargó las manos en el espaldar del sillón.
   >>Circe me envió un brebaje con una de sus aprendices, es difícil drogar a un Elohim pero siendo mitad humana alguna cosa serviría.-Murdock evitaba mirarme pero yo no le quitaba la vista de encima-. Le diste entrada al castillo donde residías a la aprendiz de mi tía, ella se ocupó del resto hasta que entraste en labor de parto, vi nacer a nuestra Misty.-Miró sus manos como si la estuviese cargando y viendo en ese momento-. Lo que no pude hacer con Illya, todo lo que no pude hacer con Illya podía hacerlo con ella, podía quitársela a Azazel antes de que la viera. Por eso te hicimos creer que era un niño, y que había fallecido, debía parecer convincente y para ello debía hacer tal monstruosidad. Engañarte, hacerte sufrir por una pérdida que no fue tal.

    Me levanté, lo veía borroso por las lágrimas acumuladas.
-¿Al menos la tuve en brazos de verdad? ¿Me dejaste tenerla antes de llevártela?-le pregunté.

-Sí, sí, te estaba quitando la posibilidad de verla crecer no podía quitarte también el derecho a conocerla.

-No puedo recordarla, sólo recuerdo a un niño.-Di unos pasos atrás cuando intentó acercarse, no era mi intención rechazarlo pero estaba muy afectada-. ¿Quién era? El niño, ¿quién era?

-Hubo un altercado en una colonia lejos del castillo por esos días, fui a ayudar. La masacre fue grande, hombres, mujeres y niños, fue una pesadilla; encontré el cuerpo de ese pequeño y lo llevé conmigo, no merecía ser consumido por el fuego sin tener al menos a alguien que lo amara y honrara en una ceremonia digna. Nadie sobrevivió de aquella intrusión, salvo yo y algunos de los bastardos que se encargaron de iniciarla, lograron huir. Supongo que encontraron un peor final en el camino.

     Me senté, Murdock se acercó y se arrodilló. Lo abracé a mí porque sabía que sufrió lo mismo que yo cuando creí que había perdido a nuestro hijo, él sufría por haber tenido que recurrir a un engaño.

-No quería para Misty lo que Illya vivía al tenernos cerca cuando a Azazel le diera la gana, y no lo quería a él cerca de Misty, no quería su influencia cerca de ella. Tú sufres demasiado por Illya, al menos pensando que el bebé que tuviste no tendría que vivir lo mismo que su hermana mayor te tendría algo tranquila.

-La pérdida de un hijo siempre queda marcada, Murdock.

-Lo sé, tu dolor fue mío. Actué pensando en la seguridad de Misty que no consideré toda la agonía que recaería en ti.....

-Deja de pensar en mí por un momento-dije. Pegué mi frente de la suya, cerré los ojos y puse mi mano en su pecho, pude sentir el latido de su corazón golpeando fuerte contra el pecho como si hubiese reconocido a su dueña-. Lo que te tocó hacer tampoco fue fácil, en el pasado me pediste muchas veces que tomáramos a Illya y nos marcháramos, y siempre te dije que sin conocer el paradero de Eloah no podíamos abandonar la seguridad que teníamos al lado de Azazel. Con él disponíamos de Legiones que protegerían a Illya, como sé que también vivíamos cerca del peligro, pero al menos estaríamos informados si Eloah llegaba a aparecer, podíamos cuidar a Illya, las visitas agendadas eran lo de menos cuando había alguien más allí afuera que la quería. Con Azazel teníamos al enemigo cerca.

    Murdock se incorporó y dio la vuelta, metió las manos en los bolsillos de su pantalón.

-Tú hiciste algo-continué-, enfrentaste a mi padre.

-Provocándolo lo único que gané fue alejarme de ustedes-dijo volviéndose-. Si no hubiese hecho lo que hice no habría tenido que......

-No lo digas-repliqué caminando hacia él-. No te atrevas a arrepentirte porque entonces me sentiré ofendida y pensaré que lo hecho fue por gusto y ya.-Fruncí el ceño, él rozó mi entrecejo con su dedo índice para que lo relajara. Sonreí-. Por ti Azazel cree que nuestro bebé murió y Misty está a salvo, le diste la libertad que no pudimos darle a Illya. Yo he sido quien les ha fallado a ti y a nuestras hijas, Murdock, no he tenido la valentía de enfrentarme a mi padre, no he sido una verdadera madre para Illya, una madre hace lo que sea. Cosa con la que tú sí cumpliste, pensaste en la seguridad de Misty primero.

-Han sido formas distintas, pero tú también lo has hecho con Illya.-Tomó mis manos entre las suyas-. Perder frente a Azazel y sus Legiones era algo que ya sabía que podía pasar, aunque contara con la ayuda de Amelia y las flechas de Vajra que ella posee, teníamos las de perder. "Morir" frente a todos fue una egoísta oportunidad que tomé, el resto lo sabes, le vendí mi alma a Azazel. Volví a ser parte de sus Legiones con tal de estar cerca tuyo y de Illya, y sabotearlo e intentar sacarlas de acá para reunirnos con Misty. 

-Es un difícil trabajo el que tenemos por delante. Eres su escolta personal, su sicario.

-Sabes que no he matado a nadie que no se lo mereciera, sé quiénes son culpables y quiénes inocentes, y nunca he blandido mi espada contra éstos últimos.

   Nos sentamos en el sofá, besó mi frente y me observó recorriendo mi mejilla en una suave caricia con el dorso de su mano.

-No lo hice por mal, Ivel-dijo-. Yo no lo....

-Shhhh-Puse mi dedo índice en sus labios-. Hay padres que hacen cualquier cosa por proteger a sus hijos. Nadie puede cuestionar lo que hiciste sin ponerse en tu posición y en lo que estamos viviendo; yo iba a marcharme para reunirme contigo después de enterarme que estaba esperando un bebé, pero no te busqué y te lo oculté. Cuando quise hacerlo de nuevo, totalmente decidida, papá me amenazó.-Entrelazó su mano con la mía-. Yo en principio actué por orgullo, tú lo hiciste porque pensaste primero en nuestra hija, yo le estaba impidiendo sentir y conocer a su padre. Tú la dejaste verme antes de llevártela.

     Yo era Azazel, pensé. 

-Soy más parecida a mi padre de lo que me gustaría admitir-susurré.

-Has demostrado muchas veces que no es así-me contradijo-. Hoy fue una de esas veces, lo enfrentaste. Es un inicio, pero me siento un poquito celoso por la forma en que hablaste del Señor de Ibidem. ¿Debo preocuparme de vuestra sociedad?-Sonreí, Murdock besó la comisura de mis labios-. Sonríe más, Pequeño Ángel, ahora mucho más.

-No quiero verla marchar, Murdock, no puedo-dije-. Paseé con ella por los jardines de casa, hablamos, la escuché y disfruté cada segundo.-La mirada llena de ilusión que me regaló era hermosa-. Ella sabe quién soy, ¿verdad?

-El tiempo que pasaba con ella le hablaba de ti y de sus hermanas-explicó-. Y de todo.-Enarqué una ceja-. Es como Illya, tiene dones hermosos, te veía en sueños, era feliz cuando soñaba contigo. Entendió cada cosa que le explicaba, a veces la manteníamos al margen pero no duraba mucho porque siempre preguntaba.

-Quisiera tener ese grado de confianza con Illya y contarle todo sobre mí, y la historia detrás. Pero soy miedosa.

-Subestimas a nuestra niña, Aria no te odia y eso que fuiste tú quien llevó hasta sus padres a los Traficantes de Muerte.

-No me lo recuerdes.

-Amas a Aria con todo tu corazón, y sé que no es por culpa.

    Dussollier estaba hablando con alguien afuera, Murdock y yo nos levantamos de un salto.

-Es mi hermana-dije.

    Mi marido cogió su capa y su máscara.      

-Murdock-lo llamé cuando lo vi dirigirse hacia el balcón-. Antes me equivoqué al no apoyarte lo suficiente, es un error que no pienso volver a cometer. Tienes mi lealtad .
    Acaricié la comisura de sus labios después de besarlo allí. 

-Tienes mi lealtad-repitió sonriendo-. Quiero que sepas que no podía arriesgarme a que tu padre le ordenara a Uriel ver en tu mente para asegurarse de que el bebé había muerto, Circe se encargó de decirle que perderías a este hijo pero conociéndolo buscaría asegurarse de que fuese verdad.

-Lo tenían todo pensado-susurré-. No hablemos más de esto, y tomemos precauciones en nuestros movimientos contra mi padre. Sin secretos entre nosotros.

-Hablamos luego, tu hermana va a matar a Dussollier-rió.

   Cubrió su rostro con la máscara, vistió su capa y saltó tras asegurarse desde el balcón que no había gente cerca que lo viera salir de mi dormitorio. 
     Abrí la puerta, Azana empujó a Dussollier a un lado y entró revisando cada parte de mi habitación.

-¿A quién tenías aquí? ¿Con quién hablabas, golfa?-preguntó cuando no encontró a nadie en el cuarto de baño.
    Miré a Dussollier, mi querida dahir estaba al borde de un colapso de la risa que estaba conteniendo. 

-¿Qué está pasando?-preguntó mi hermana, nos miró a una y a otra-. ¿Tenías a uno de los hombres de nuestro padre aquí?

-No sé por qué piensas eso de mí-respondí.

-Digamos que tu reputación te precede, cariño. 

    La invité a sentarse, Dussollier arqueó las cejas conociendo mis intenciones. Ya no quería esconderle este asunto a Azana.

-La forma en que te dirigiste a papá hoy fue excelente, te plantaste dando a respetar tu opinión y tu decisión. Estoy orgullosa de ti-dijo sonriendo-. Ahora dime con quién estabas. ¿Era Félix? ¿Al fin estás superando a Murdock?
   Me eché hacia atrás sin mirarla a la cara. ¡Qué difícil será contarle esto!, pensé.

-Jamás lo superaré, todos tenemos un gran amor y él es el mío-contesté sinceramente-. Azana, Murdock est.....

-Espera, antes de que sigas tienes que saber que me encontré con Amelia en Bassan hace días-me interrumpió-. Dijo que intentáramos controlar a papá, y que dejemos de querer perjudicar a Vládimir Szentes o será ella quien ejecute un acto terrorista lo suficientemente grande para volar Ciudad Palacio con todo y Elohim. Dijo que en Assiah, la inmortalidad, que es lo único que nos queda de nuestra vida celestial, no durará para siempre.

-¿Por qué Amelia tomaría el riesgo de aparecer para amenazarnos, y todo por el Señor de Ibidem? ¿Por qué él  vale el riesgo?-pregunté parándome delante de Azana y Dussollier. 

-Es la segunda vez que se deja ver en lo que va de año-dijo Dussollier-. La primera fue el mes pasado, en la fotografía no se ve su rostro, está con él y sólo la llamaron "rubia misteriosa" en algunos diarios de circulación internacional, pero la reconocí por un brazalete que llevaba en la muñeca.

-¿Y cómo es que no leí esa noticia?-pregunté.

-Porque dices que son la misma porquería mass mierda de años pasados, dahir.

      Azana rió.

-A mí me preocupa más ese asuntito de que la inmortalidad no nos durará para siempre-dijo más seria.

-Hemos excedido el tiempo límite que nos impusimos para pasar en Assiah, en el pasado cuando veníamos nos quedábamos por poco tiempo. Assiah tiene sus reglas, es mundo de mortales y si un inmortal pasa mucho tiempo aquí Assiah lo envuelve en sus reglas, es decir va convirtiendo a ese inmortal en mortal. Envejeceremos con más lentitud y luego moriremos, incluso podemos llegar a enfermar, y las flechas de Amelia ya no serán lo único que nos haga daño-le recordé.

-Mierda, es cierto-bufó Azana-. Y no podemos regresar al Cielo, estamos atrapados aquí.

-La regla no aplica a Eloah, ni a Circe porque está ligada a Caín y éste es Espíritu, su inmortalidad es verdadera. La nuestra es una copia.-Y claro, mucho menos aplicaba a Sahar. Azana se levantó visiblemente preocupada-. No podemos olvidar que Sahar hizo algo que cambió Assiah-proseguí-, de ahí que Amelia esté segura de que si Azazel continúa actuando en contra de Vládimir Szentes una bomba en Ciudad Palacio nos volará a todos. Es probable que esa regla de Assiah se aplique más rápido sobre nosotros. Los próximos diez años, y estoy siendo caritativa, podrían significar mortalidad para todos los Elohim, sin excepción-dije mirando a mi hermana.