Me vi incapaz de dejarla sola el resto del día. Las pocas veces que se quedaba dormida me aseguraba de vigilar su sueño y modificarlo para hacerlo ameno; no quería que volviera a caer en lo mismo que en la mañana, me asustaba por ella.
¿Quién diría que llegaría a sentir miedo por algo?
Eran las seis de la tarde del Sábado, en dos horas tenía que estar lista para acompañar a mi padre a la reunión con el Consejo. Iba a negarme pero Faye, en uno de sus momentos de lucidez, me dijo que asistiera porque ya había hecho suficiente para enfadar a mi padre; no quería que otra acción por ella me hiciera descuidar mis obligaciones, y tenía una con los Griffin que gústeme o no eran familia por ser Blood Drynka's, hijos de mi padre.
Suspiré viéndola sonreír en sueños, aparté algunos mechones que caían sobre su rostro.
La puerta fue abierta por Nina que entró en silencio y se detuvo al pie de la cama del lado donde yo estaba acostada.
-¿Qué se te ofrece?-le pregunté.
-Quería saber cómo seguía-respondió, mirando a Faye.
-No le ha dado más fiebre, se despertó varias veces, almorzó un poco a las tres y volvió a dormir.-Nina cruzó los brazos, le dediqué una mirada a Faye mientras acariciaba su frente con el dedo pulgar-. Espero que pase bien la noche-susurré.
-Faye es de admirar-dijo ella. Asentí, y besé la frente de mi amada-. ¿Puedo volver a ser su amiga?-preguntó Nina, nerviosa.
-¿Cuando dejaste de ser su amiga, Nina?
-La odié porque te llevó de mi lado, hasta que después no las recordé a ninguna debido a que mi memoria fue borrada.-Faye habló en sueños, captando toda mi atención. Dijo mi nombre, sonreí y le susurré al oído que estaba allí a su lado.
-Eres su amiga, Nina-dije, no giré la cara para mirarla, seguía atenta a Faye-. Ella no te odia, su cariño por ti sigue intacto. Y ella nunca me llevó de tu lado.
Cogí un poemario que se encontraba en la mesita de noche, le había estado leyendo a Faye estando despierta y después de quedarse dormida. El libro lo trajo Circe consigo para entregármelo, fue un obsequio de ella, de los tantos que me había dado era algo así como mi favorito; mi madre fue a Providencia y volvió con él, entre otras cosas. Pensó que sería buena idea leerle a Faye, que escuchara mi voz todo el tiempo para que las pesadillas no acudieran a ella.
-¿Intentarás hacer que absuelvan a Regina y a Arath?-preguntó Nina, sentándose al borde de la cama. La miré por un segundo y volví a mi elección de poemas-. Papá también es bueno, sabes que él no tiene la culpa de lo que ha hecho, es inocente.
-¿Qué esperas de mí, Nina? Lo que sea no lo haré-hablé sin mirarla-. Salvaremos a Velkam de las garras de Seth, pero un paso a la vez.
-Tú lo amabas, lo dejaste por.....
-Cuida lo que vas a decir-repliqué, lanzándole una fría mirada-. Nunca lo dejé por ella, ni siquiera por su evidente cambio de actitud aunque no creí ni me atreví a pensar que estuviese siendo poseído por alguien.-Nina me sostuvo la mirada por unos minutos, luego bajó la cara, tal vez por eso que llamaban vergüenza-. Que te quede clara una cosa, las circunstancias en las que Faye y yo nos conocimos no fueron las mejores y cualquiera pensaría eso que tú has pensado, que dejé a Velkam por Faye porque él empezó a comportarse como un imbécil sádico. Pero no fue así, tu padre y yo teníamos un acuerdo: si alguno de los dos llegaba a dejar de sentir amor por el otro, el tipo de amor que te concibió, lo hablaríamos, nos lo diríamos. Queríamos evitarnos sufrimientos, y que terceros sufrieran; cuando Faye llegó a mi vida, intenté seguir adelante con tu padre-hablando los recuerdos me abordaron-. El sentimiento por ella fue más fuerte y se lo confesé a Velkam, me gané una bofetada y la amenaza de alejarte de mí si llegaba a consumar ese amor. Debí darme cuenta que no estaba siendo él, pero perder lo que más quería por encima de todo me cegó, olvidé al verdadero Velkam y sólo veía al monstruo. No quería perderte, Nina.
Todo se lo conté sin exaltarme, manteniendo una voz serena. Ella empezó a llorar.
-Hablé con Faye-proseguí-, le conté lo que ocurría después de encontrar a Velkam desangrando a parte de nuestra gente de servicio, incluso llegó a acostarse con otras personas. Ese no era el gran hombre con el que me casé, pero no entendía que no era su culpa, sin embargo no influyó en lo que sentía por Faye, nunca fueron motivos para estar con ella. La elegí por amor, Nina, no porque él ya no fuese el mismo.-Nina empezó a asentir con la cabeza, y posó sus húmedos y verdes ojos en Faye-. Tu padre habría aceptado, respetado e incluso defendido ante el que dirán mi relación con Faye, ¿sabes por qué estoy segura de ello?-No esperé su respuesta-. Porque después de que Drako te llevó consigo, Velkam, tu padre, recobró el control de su cuerpo por un momento y me dijo que iban a por Faye, que la usarían para llegar a lo que quieren de mí. Sabe y no teme aceptar que ya no lo amo; por un momento vi en sus ojos que, por mi felicidad, la protegería a ella.
Lo que es raro.
-Lo siento-susurró Nina.
Abrí la boca para responder pero fue Faye quien habló.
-No lo sientas, Nina.-La ayudé a incorporarse-. Tu madre en la actualidad no sabe cómo tener tacto.
-No he dicho nada malo, Mi Amor-repliqué.
-Tienes que reconfortarla, la pobre está llorando-respondió Faye, algo más animada, lo suficiente como para intentar discutir.
-Porque quiere-solté.
Faye me miró a los ojos frunciendo el ceño, pero el gesto se le fue ablandando-no supe la razón-y contuvo una sonrisa. Nina se puso a reír.
-Ojalá que cuando esto acabe podamos pasar tiempo juntas como cuando era niña-dijo-. La vida que tuve después de, fue una farsa, una porquería.
-No estoy familiarizada con ese término-busqué ayuda en Faye.
-Que su vida fue una basura, una mierda-explicó ella.
-Vale.
-A veces tu madre puede ser adorable-le dijo a Nina, cubriéndose un poco la boca con la mano como si así pudiera impedir que yo la escuchara.
-Ambas lo son-rió Nina-. Y lo que dije, Faye.....
-Eres su hija, entiendo que quieras a tus padres de nuevo juntos, pero Nina, amo a Sahar. Si tu padre en algún momento se ve dispuesto a recuperarla, no se lo pondré fácil.
-No hará nada-intervine-. Y te vas acostumbrando-le dije a Nina.
-Acabas de hacerle una grosería a tu hija-me informó Faye.
-Las quiero a las dos-dijo Nina-, si recuperamos a mi padre....
-Cuando lo recuperemos-habló Faye, extendiendo su mano para que Nina la cogiera.
-Cuando recuperemos a mi padre, seré la persona más feliz del mundo porque tendré de vuelta a quienes más amo.
Estaba mintiendo, no respecto a que nos amaba, pero sí en que sería feliz; se fue con el pretexto de ayudar a Circe con la cena para Faye. Ésta no estaba recuperada del todo, volvió a acostarse y yo junto a ella, giré en la cama para quedar cara a cara.
-Ella no aceptará lo nuestro, ¿cierto?-susurró Faye.
-No necesito su permiso-dije, acariciando su hermoso rostro-. Pero ¿cómo te diste cuenta de que mentía?
-Entristeció cuando dijo que sería feliz-respondió-. Sé que me quiere, fuimos cercanas aunque haya sido corto el tiempo que pasamos juntas.
-Un año y medio es suficiente, Faye.
-Aún así ustedes son sus padres, y un hijo o una hija nunca se acostumbrará del todo a ver a sus padres separados y con otras personas. Menos si quien está con su madre fue su amiga.
Era horrible verla triste, me dolía.
-No hiciste nada malo, y Nina terminará por entender y aceptar. Si preguntó si podía volver a ser tu amiga es porque te necesita en su vida, pero con su padre no puedo estar porque no siento nada por él, ella es lo único en común de una vida previa; en ésta somos tú y yo, Vesper.-Besé muy quedo sus labios-. Le conté la verdad, tiene tiempo de procesar y hacer con esa verdad lo que le plazca. Su decisión será respetada, no necesito su bendición ni la de nadie para estar contigo.
-Eres muy dura, Mi Amor.-Acercó más su rostro hasta que nuestras frentes se rozaron-. Es tu hija.
Si no le aceptaba restricciones a mi padre con respecto a Faye, ¿se las iba a aceptar a ella? Pero no discutí, Vesper necesitaba quietud y pensando en ella empecé a tararear una canción que en nuestro pasado en común ella tocaba al piano; la abracé mientras se quedaba dormida.
A las ocho de la noche ya me encontraba lista y en la estancia con mi padre, Drako y Arath quienes nos acompañarían; Arath acudiría por pedido del Consejo para dar la cara en nombre de sí mismo y de su esposa a quien dejó con Erza y Jay en la casa del lago. Regina se había empeñado en asistir pero él la convenció de que si las cosas salían mal y decidían apresarlo esa misma noche ella estaría a salvo.
Circe y Medea estaban con Faye, y Nina se encontraba en algún lugar del apartamento. No la vi desde que estuvo hablando conmigo y con Faye.
Padre llamó mi atención, nos dirigimos al elevador, decidimos ir en coche para actuar lo más normal posible en lo que a mí se refiere. Orbitar no era un tema desconocido para los Blood Drynka, y sabían muy bien que un humano no podía hacerlo tantas veces porque era dañino rayando en lo peligroso, y a mi alrededor ya se había creado el mito de que era una "humana especial" cuando la verdad que ellos ignoraban era que ni a humana llegaba. Pero debíamos mantener la fachada, debía actuar como humana frente al Consejo. Una corriente humana a la que habían educado en el arte de la guerra y la estrategia, sin ningún otro vestigio que pudiera endiosarme. Sólo una humana.
¿Dónde más tendría lugar la reunión con el Consejo que no fuese el hogar de uno de sus miembros? Cuando el auto aparcó frente al hotel de Velkam, miré a Drako y luego a mi padre.
-Tienen que estar bromeando-dije.
-Ni un poquito, hija mía-sonrió mi padre, saliendo de la limusina.
Drako y Arath salieron antes que yo, y con el chófer me rodearon para que ningún paparazzi de esos a los que les gustaba seguir a mi padre, obtuviera una fotografía mía. Se supone que "Vládimir Bélikov" seguía en Japón, pero papá siempre se las arreglaba para regresar a norteamerica sin que la prensa se enterara sólo que los fastidiosos fotógrafos parecían tener un radar para descubrir esos regresos.
Seguí los pasos de mi padre hacia el elevador, de uno de ellos, al abrirse las puertas, salió Ezio con un joven que parecía ser su sirviente. Éste cargaba dos maletas.
Ezio vestía de traje y corbata, se detuvo al verme.
-Buenas noches, Bisha-sonrió.
-Buenas noches-saludé-. Te hacía lejos.
-Tenía que dar al Consejo una explicación con tintes de mentira del por qué debía volver con urgencia a mi amada Italia-dijo, mirando de reojo a mi padre, y paseando la mirada por los otros tres caballeros-. Ezio Fortuna-se presentó ante mi padre. Quien le estrechó la mano-. No había tenido el honor de conocerlo, Patro-añadió.
-Es un placer, señor Fortuna. ¿De dónde se conocen ustedes dos que hablan con tal familiaridad?-preguntó Caín.
-Eramos amigos de la infancia en una vida previa, de la época en la que conoció a Velkam Alyosha-respondió Ezio-. Su hija es como una hermana para mí.
Sus palabras me trajeron un recuerdo de todos, mi familia de ese tiempo, sentados a una mesa, y él con su vestimenta de época sonriendo en mi dirección.
<<-Eres la luz de mis ojos, como al señorito Alyosha se le ocurra hacerte sufrir se las verá conmigo-dijo. Velkam me guiñó un ojo.
-No la haría sufrir ni pasados mil años, Ezio-replicó quien para ese momento era mi prometido.>>
Mi padre sonrió.
-Cuántos más sean los leales Caballeros que tenga mi hija alrededor, más seguridad guardará mi corazón, son necesarios los amigos de confianza-dijo.
-Cuentas conmigo siempre, Sahar-me susurró Ezio al oído-. Haré lo que sea por su hija, Patro-dijo, volviendo a estrechar la mano de mi padre-. Un Caballero más para sus filas.
Se despidió y marchó hacia la salida, le pedí a mi padre que esperara. Alcancé a Ezio cancelando su estadía en el hotel, y entregando su tarjeta de acceso.
-Cara mia, ¿pasa algo?-sonrió.
-¿Velkam no te hizo nada?-inquirí.
-No, esta vez lo que sea que esté en su cuerpo ha tardado en tomar el control y me ha pedido, como tú, que me fuera.-Me volví para regresar con mi padre, él me cogió de la muñeca-. Lo que seas, sé que no es humano ni Blood Drynka-dijo-. Siempre he sabido que eras diferente, especial, y si es un secreto que debe mantenerse, por mi parte seguirá siendo secreto.
-Gracias-susurré.
-¿Para qué están los hermanos sino?-Guiñó un ojo-. He estado en la ignorancia todo este tiempo, si sirvo de algo ahora que he vuelto a verte, que sea para defenderte y cuidarte como lo he hecho desde que eramos niños.
-Por ahora con que estés al otro lado del mundo me basta, Ezio, nos pondremos al día en otro momento.
Depositó un suave beso en mi frente, y asintió.
Volví con mi padre, entramos al elevador y lo oí aclararse la garganta, pero no dijo nada.
Estuve por cortar el contacto con Ezio, la parte de mí que lo conoce me obligó a quedarme plantada ante su beso en mi frente. La misma parte que hizo que me preocupara por él.
Las puertas del elevador se abrieron.
Salí después de Drako y Arath, nuestro chófer se había quedado en el vestíbulo esperándonos.
El pasillo de luz tenue que se extendía ante mis ojos, me era conocido, tenía lámparas de aceite colgando de las paredes de lado y lado. Se parecía mucho a un pasillo en un castillo en el que viví con Velkam después de que Nina cumpliera su primer año.
Paré en seco al verlo salir del atrio adonde nos dirigíamos, venía con las manos en los bolsillos. Ezio dijo que era Velkam quien tenía el control de su propio cuerpo, Seth no lo ha recuperado todavía.
Drako y Arath no tardaron en ponerse delante de mí, mi padre estaba al frente y en medio; Velkam levantó ambas manos, y luego lanzó una dura mirada en dirección a mi padre, era Seth. Estaba como intermitente en él porque después cerró los ojos, recuperando un semblante menos hostil.
-Acabo de hablar con el Consejo-dijo.
-¿Te aseguraste de coaccionar a cada uno de que me ejecutaran esta noche?-preguntó Arath.
-Me aseguré de que escucharan vuestras declaraciones-respondió Velkam en calma-. Y que hicieran caso a las palabras de Euzma Sahar quien es la persona más sensata que he conocido jamás.-Me miró, removiendo en mis recuerdos escenas que, aunque no causaron una reacción en mi piel, en mi cuerpo, sí lo hizo a un nivel más profundo-. Les dije que son inocentes-habló, mirándome, ignorando a los demás-. Les dije que Arath obró por amor, bajo amenaza.
Caminé hacia él al ver sus ojos inyectarse en sangre, su mirada oscurecida me mostraba dolor y era lo que sentía emanar de él, así como la oscuridad de Seth. Toqué su faz.
-Perdóname, Bishamon-susurró-. Lo hice por Nina y por ti, por la seguridad de mi familia, por proteger eso con lo que tanto amor creamos. No me di cuenta de que estaba cayendo en un abismo sin salida, que era un recluta más, un peón más en esta guerra que te tiene en el centro como objetivo principal; no tenía idea de que la amenaza que me hicieron sería yo quien la ejecutaría. Ni pasados mil años y te he quitado tanto.
-No has sido tú, Velkam.-Bajó la mirada-. Pero hablas como Arath-dije-, lo amenazaste para que hiciera lo que le pedías, ¿quién te amenazó a ti?
-Freyja-respondió-, es la maga de la que Ezio tanto te habló, ella trajo a Seth a mí. Necesitaban a alguien cerca tuyo, hacerte reaccionar de ciertas formas a partir de diversos traumas, era necesario. Eres como un experimento, y de los tantos que se llevan a cabo en Assiah eres el único de mayor interés.
-¿Para quién?-inquirió mi padre.
Los ojos y el rostro de Velkam fueron normalizandose.
-No lo sé, pero tiene relación con usted, Patro. Puedo llegar a decir sin temor a equivocarme que fue quien instó a Luzbel, no digo que éste sea un santo, pero tuvo a su propio instigador como él lo es para otros.
Crucé los brazos, y el sonido de un móvil rompió la tensión que se instaló tras lo dicho por Velkam. Mi padre respondió, frunció el ceño y me extendió el teléfono móvil.
-Es tu madre-dijo
Tomé el aparato y me lo puse al oído.
-Dime.
-Iba decirle sólo a tu padre, pero creo que es mejor que lo sepas directamente.
-¿Podrías dejar de dar tantos rodeos? ¿Le pasó algo a Faye?
-No está, Sahar, no está en el apartamento. No puedo encontrarla.
-Circe no me hagas esto-le dije, angustiada-. ¿Adónde pudo ir estando débil y con tres personas en casa?
-No sé cómo o quién lo hizo, pero las dos nos vimos noqueadas por una especie de pulso psíquic.....
-¿Las dos?-repetí, volviéndome para mirar a Velkam-. ¿Dónde está Nina?
<<Lazos XI
¿Quién diría que llegaría a sentir miedo por algo?
Eran las seis de la tarde del Sábado, en dos horas tenía que estar lista para acompañar a mi padre a la reunión con el Consejo. Iba a negarme pero Faye, en uno de sus momentos de lucidez, me dijo que asistiera porque ya había hecho suficiente para enfadar a mi padre; no quería que otra acción por ella me hiciera descuidar mis obligaciones, y tenía una con los Griffin que gústeme o no eran familia por ser Blood Drynka's, hijos de mi padre.
Suspiré viéndola sonreír en sueños, aparté algunos mechones que caían sobre su rostro.
La puerta fue abierta por Nina que entró en silencio y se detuvo al pie de la cama del lado donde yo estaba acostada.
-¿Qué se te ofrece?-le pregunté.
-Quería saber cómo seguía-respondió, mirando a Faye.
-No le ha dado más fiebre, se despertó varias veces, almorzó un poco a las tres y volvió a dormir.-Nina cruzó los brazos, le dediqué una mirada a Faye mientras acariciaba su frente con el dedo pulgar-. Espero que pase bien la noche-susurré.
-Faye es de admirar-dijo ella. Asentí, y besé la frente de mi amada-. ¿Puedo volver a ser su amiga?-preguntó Nina, nerviosa.
-¿Cuando dejaste de ser su amiga, Nina?
-La odié porque te llevó de mi lado, hasta que después no las recordé a ninguna debido a que mi memoria fue borrada.-Faye habló en sueños, captando toda mi atención. Dijo mi nombre, sonreí y le susurré al oído que estaba allí a su lado.
-Eres su amiga, Nina-dije, no giré la cara para mirarla, seguía atenta a Faye-. Ella no te odia, su cariño por ti sigue intacto. Y ella nunca me llevó de tu lado.
Cogí un poemario que se encontraba en la mesita de noche, le había estado leyendo a Faye estando despierta y después de quedarse dormida. El libro lo trajo Circe consigo para entregármelo, fue un obsequio de ella, de los tantos que me había dado era algo así como mi favorito; mi madre fue a Providencia y volvió con él, entre otras cosas. Pensó que sería buena idea leerle a Faye, que escuchara mi voz todo el tiempo para que las pesadillas no acudieran a ella.
-¿Intentarás hacer que absuelvan a Regina y a Arath?-preguntó Nina, sentándose al borde de la cama. La miré por un segundo y volví a mi elección de poemas-. Papá también es bueno, sabes que él no tiene la culpa de lo que ha hecho, es inocente.
-¿Qué esperas de mí, Nina? Lo que sea no lo haré-hablé sin mirarla-. Salvaremos a Velkam de las garras de Seth, pero un paso a la vez.
-Tú lo amabas, lo dejaste por.....
-Cuida lo que vas a decir-repliqué, lanzándole una fría mirada-. Nunca lo dejé por ella, ni siquiera por su evidente cambio de actitud aunque no creí ni me atreví a pensar que estuviese siendo poseído por alguien.-Nina me sostuvo la mirada por unos minutos, luego bajó la cara, tal vez por eso que llamaban vergüenza-. Que te quede clara una cosa, las circunstancias en las que Faye y yo nos conocimos no fueron las mejores y cualquiera pensaría eso que tú has pensado, que dejé a Velkam por Faye porque él empezó a comportarse como un imbécil sádico. Pero no fue así, tu padre y yo teníamos un acuerdo: si alguno de los dos llegaba a dejar de sentir amor por el otro, el tipo de amor que te concibió, lo hablaríamos, nos lo diríamos. Queríamos evitarnos sufrimientos, y que terceros sufrieran; cuando Faye llegó a mi vida, intenté seguir adelante con tu padre-hablando los recuerdos me abordaron-. El sentimiento por ella fue más fuerte y se lo confesé a Velkam, me gané una bofetada y la amenaza de alejarte de mí si llegaba a consumar ese amor. Debí darme cuenta que no estaba siendo él, pero perder lo que más quería por encima de todo me cegó, olvidé al verdadero Velkam y sólo veía al monstruo. No quería perderte, Nina.
Todo se lo conté sin exaltarme, manteniendo una voz serena. Ella empezó a llorar.
-Hablé con Faye-proseguí-, le conté lo que ocurría después de encontrar a Velkam desangrando a parte de nuestra gente de servicio, incluso llegó a acostarse con otras personas. Ese no era el gran hombre con el que me casé, pero no entendía que no era su culpa, sin embargo no influyó en lo que sentía por Faye, nunca fueron motivos para estar con ella. La elegí por amor, Nina, no porque él ya no fuese el mismo.-Nina empezó a asentir con la cabeza, y posó sus húmedos y verdes ojos en Faye-. Tu padre habría aceptado, respetado e incluso defendido ante el que dirán mi relación con Faye, ¿sabes por qué estoy segura de ello?-No esperé su respuesta-. Porque después de que Drako te llevó consigo, Velkam, tu padre, recobró el control de su cuerpo por un momento y me dijo que iban a por Faye, que la usarían para llegar a lo que quieren de mí. Sabe y no teme aceptar que ya no lo amo; por un momento vi en sus ojos que, por mi felicidad, la protegería a ella.
Lo que es raro.
-Lo siento-susurró Nina.
Abrí la boca para responder pero fue Faye quien habló.
-No lo sientas, Nina.-La ayudé a incorporarse-. Tu madre en la actualidad no sabe cómo tener tacto.
-No he dicho nada malo, Mi Amor-repliqué.
-Tienes que reconfortarla, la pobre está llorando-respondió Faye, algo más animada, lo suficiente como para intentar discutir.
-Porque quiere-solté.
Faye me miró a los ojos frunciendo el ceño, pero el gesto se le fue ablandando-no supe la razón-y contuvo una sonrisa. Nina se puso a reír.
-Ojalá que cuando esto acabe podamos pasar tiempo juntas como cuando era niña-dijo-. La vida que tuve después de, fue una farsa, una porquería.
-No estoy familiarizada con ese término-busqué ayuda en Faye.
-Que su vida fue una basura, una mierda-explicó ella.
-Vale.
-A veces tu madre puede ser adorable-le dijo a Nina, cubriéndose un poco la boca con la mano como si así pudiera impedir que yo la escuchara.
-Ambas lo son-rió Nina-. Y lo que dije, Faye.....
-Eres su hija, entiendo que quieras a tus padres de nuevo juntos, pero Nina, amo a Sahar. Si tu padre en algún momento se ve dispuesto a recuperarla, no se lo pondré fácil.
-No hará nada-intervine-. Y te vas acostumbrando-le dije a Nina.
-Acabas de hacerle una grosería a tu hija-me informó Faye.
-Las quiero a las dos-dijo Nina-, si recuperamos a mi padre....
-Cuando lo recuperemos-habló Faye, extendiendo su mano para que Nina la cogiera.
-Cuando recuperemos a mi padre, seré la persona más feliz del mundo porque tendré de vuelta a quienes más amo.
Estaba mintiendo, no respecto a que nos amaba, pero sí en que sería feliz; se fue con el pretexto de ayudar a Circe con la cena para Faye. Ésta no estaba recuperada del todo, volvió a acostarse y yo junto a ella, giré en la cama para quedar cara a cara.
-Ella no aceptará lo nuestro, ¿cierto?-susurró Faye.
-No necesito su permiso-dije, acariciando su hermoso rostro-. Pero ¿cómo te diste cuenta de que mentía?
-Entristeció cuando dijo que sería feliz-respondió-. Sé que me quiere, fuimos cercanas aunque haya sido corto el tiempo que pasamos juntas.
-Un año y medio es suficiente, Faye.
-Aún así ustedes son sus padres, y un hijo o una hija nunca se acostumbrará del todo a ver a sus padres separados y con otras personas. Menos si quien está con su madre fue su amiga.
Era horrible verla triste, me dolía.
-No hiciste nada malo, y Nina terminará por entender y aceptar. Si preguntó si podía volver a ser tu amiga es porque te necesita en su vida, pero con su padre no puedo estar porque no siento nada por él, ella es lo único en común de una vida previa; en ésta somos tú y yo, Vesper.-Besé muy quedo sus labios-. Le conté la verdad, tiene tiempo de procesar y hacer con esa verdad lo que le plazca. Su decisión será respetada, no necesito su bendición ni la de nadie para estar contigo.
-Eres muy dura, Mi Amor.-Acercó más su rostro hasta que nuestras frentes se rozaron-. Es tu hija.
Si no le aceptaba restricciones a mi padre con respecto a Faye, ¿se las iba a aceptar a ella? Pero no discutí, Vesper necesitaba quietud y pensando en ella empecé a tararear una canción que en nuestro pasado en común ella tocaba al piano; la abracé mientras se quedaba dormida.
A las ocho de la noche ya me encontraba lista y en la estancia con mi padre, Drako y Arath quienes nos acompañarían; Arath acudiría por pedido del Consejo para dar la cara en nombre de sí mismo y de su esposa a quien dejó con Erza y Jay en la casa del lago. Regina se había empeñado en asistir pero él la convenció de que si las cosas salían mal y decidían apresarlo esa misma noche ella estaría a salvo.
Circe y Medea estaban con Faye, y Nina se encontraba en algún lugar del apartamento. No la vi desde que estuvo hablando conmigo y con Faye.
Padre llamó mi atención, nos dirigimos al elevador, decidimos ir en coche para actuar lo más normal posible en lo que a mí se refiere. Orbitar no era un tema desconocido para los Blood Drynka, y sabían muy bien que un humano no podía hacerlo tantas veces porque era dañino rayando en lo peligroso, y a mi alrededor ya se había creado el mito de que era una "humana especial" cuando la verdad que ellos ignoraban era que ni a humana llegaba. Pero debíamos mantener la fachada, debía actuar como humana frente al Consejo. Una corriente humana a la que habían educado en el arte de la guerra y la estrategia, sin ningún otro vestigio que pudiera endiosarme. Sólo una humana.
¿Dónde más tendría lugar la reunión con el Consejo que no fuese el hogar de uno de sus miembros? Cuando el auto aparcó frente al hotel de Velkam, miré a Drako y luego a mi padre.
-Tienen que estar bromeando-dije.
-Ni un poquito, hija mía-sonrió mi padre, saliendo de la limusina.
Drako y Arath salieron antes que yo, y con el chófer me rodearon para que ningún paparazzi de esos a los que les gustaba seguir a mi padre, obtuviera una fotografía mía. Se supone que "Vládimir Bélikov" seguía en Japón, pero papá siempre se las arreglaba para regresar a norteamerica sin que la prensa se enterara sólo que los fastidiosos fotógrafos parecían tener un radar para descubrir esos regresos.
Seguí los pasos de mi padre hacia el elevador, de uno de ellos, al abrirse las puertas, salió Ezio con un joven que parecía ser su sirviente. Éste cargaba dos maletas.
Ezio vestía de traje y corbata, se detuvo al verme.
-Buenas noches, Bisha-sonrió.
-Buenas noches-saludé-. Te hacía lejos.
-Tenía que dar al Consejo una explicación con tintes de mentira del por qué debía volver con urgencia a mi amada Italia-dijo, mirando de reojo a mi padre, y paseando la mirada por los otros tres caballeros-. Ezio Fortuna-se presentó ante mi padre. Quien le estrechó la mano-. No había tenido el honor de conocerlo, Patro-añadió.
-Es un placer, señor Fortuna. ¿De dónde se conocen ustedes dos que hablan con tal familiaridad?-preguntó Caín.
-Eramos amigos de la infancia en una vida previa, de la época en la que conoció a Velkam Alyosha-respondió Ezio-. Su hija es como una hermana para mí.
Sus palabras me trajeron un recuerdo de todos, mi familia de ese tiempo, sentados a una mesa, y él con su vestimenta de época sonriendo en mi dirección.
<<-Eres la luz de mis ojos, como al señorito Alyosha se le ocurra hacerte sufrir se las verá conmigo-dijo. Velkam me guiñó un ojo.
-No la haría sufrir ni pasados mil años, Ezio-replicó quien para ese momento era mi prometido.>>
Mi padre sonrió.
-Cuántos más sean los leales Caballeros que tenga mi hija alrededor, más seguridad guardará mi corazón, son necesarios los amigos de confianza-dijo.
-Cuentas conmigo siempre, Sahar-me susurró Ezio al oído-. Haré lo que sea por su hija, Patro-dijo, volviendo a estrechar la mano de mi padre-. Un Caballero más para sus filas.
Se despidió y marchó hacia la salida, le pedí a mi padre que esperara. Alcancé a Ezio cancelando su estadía en el hotel, y entregando su tarjeta de acceso.
-Cara mia, ¿pasa algo?-sonrió.
-¿Velkam no te hizo nada?-inquirí.
-No, esta vez lo que sea que esté en su cuerpo ha tardado en tomar el control y me ha pedido, como tú, que me fuera.-Me volví para regresar con mi padre, él me cogió de la muñeca-. Lo que seas, sé que no es humano ni Blood Drynka-dijo-. Siempre he sabido que eras diferente, especial, y si es un secreto que debe mantenerse, por mi parte seguirá siendo secreto.
-Gracias-susurré.
-¿Para qué están los hermanos sino?-Guiñó un ojo-. He estado en la ignorancia todo este tiempo, si sirvo de algo ahora que he vuelto a verte, que sea para defenderte y cuidarte como lo he hecho desde que eramos niños.
-Por ahora con que estés al otro lado del mundo me basta, Ezio, nos pondremos al día en otro momento.
Depositó un suave beso en mi frente, y asintió.
Volví con mi padre, entramos al elevador y lo oí aclararse la garganta, pero no dijo nada.
Estuve por cortar el contacto con Ezio, la parte de mí que lo conoce me obligó a quedarme plantada ante su beso en mi frente. La misma parte que hizo que me preocupara por él.
Las puertas del elevador se abrieron.
Salí después de Drako y Arath, nuestro chófer se había quedado en el vestíbulo esperándonos.
El pasillo de luz tenue que se extendía ante mis ojos, me era conocido, tenía lámparas de aceite colgando de las paredes de lado y lado. Se parecía mucho a un pasillo en un castillo en el que viví con Velkam después de que Nina cumpliera su primer año.
Paré en seco al verlo salir del atrio adonde nos dirigíamos, venía con las manos en los bolsillos. Ezio dijo que era Velkam quien tenía el control de su propio cuerpo, Seth no lo ha recuperado todavía.
Drako y Arath no tardaron en ponerse delante de mí, mi padre estaba al frente y en medio; Velkam levantó ambas manos, y luego lanzó una dura mirada en dirección a mi padre, era Seth. Estaba como intermitente en él porque después cerró los ojos, recuperando un semblante menos hostil.
-Acabo de hablar con el Consejo-dijo.
-¿Te aseguraste de coaccionar a cada uno de que me ejecutaran esta noche?-preguntó Arath.
-Me aseguré de que escucharan vuestras declaraciones-respondió Velkam en calma-. Y que hicieran caso a las palabras de Euzma Sahar quien es la persona más sensata que he conocido jamás.-Me miró, removiendo en mis recuerdos escenas que, aunque no causaron una reacción en mi piel, en mi cuerpo, sí lo hizo a un nivel más profundo-. Les dije que son inocentes-habló, mirándome, ignorando a los demás-. Les dije que Arath obró por amor, bajo amenaza.
Caminé hacia él al ver sus ojos inyectarse en sangre, su mirada oscurecida me mostraba dolor y era lo que sentía emanar de él, así como la oscuridad de Seth. Toqué su faz.
-Perdóname, Bishamon-susurró-. Lo hice por Nina y por ti, por la seguridad de mi familia, por proteger eso con lo que tanto amor creamos. No me di cuenta de que estaba cayendo en un abismo sin salida, que era un recluta más, un peón más en esta guerra que te tiene en el centro como objetivo principal; no tenía idea de que la amenaza que me hicieron sería yo quien la ejecutaría. Ni pasados mil años y te he quitado tanto.
-No has sido tú, Velkam.-Bajó la mirada-. Pero hablas como Arath-dije-, lo amenazaste para que hiciera lo que le pedías, ¿quién te amenazó a ti?
-Freyja-respondió-, es la maga de la que Ezio tanto te habló, ella trajo a Seth a mí. Necesitaban a alguien cerca tuyo, hacerte reaccionar de ciertas formas a partir de diversos traumas, era necesario. Eres como un experimento, y de los tantos que se llevan a cabo en Assiah eres el único de mayor interés.
-¿Para quién?-inquirió mi padre.
Los ojos y el rostro de Velkam fueron normalizandose.
-No lo sé, pero tiene relación con usted, Patro. Puedo llegar a decir sin temor a equivocarme que fue quien instó a Luzbel, no digo que éste sea un santo, pero tuvo a su propio instigador como él lo es para otros.
Crucé los brazos, y el sonido de un móvil rompió la tensión que se instaló tras lo dicho por Velkam. Mi padre respondió, frunció el ceño y me extendió el teléfono móvil.
-Es tu madre-dijo
Tomé el aparato y me lo puse al oído.
-Dime.
-Iba decirle sólo a tu padre, pero creo que es mejor que lo sepas directamente.
-¿Podrías dejar de dar tantos rodeos? ¿Le pasó algo a Faye?
-No está, Sahar, no está en el apartamento. No puedo encontrarla.
-Circe no me hagas esto-le dije, angustiada-. ¿Adónde pudo ir estando débil y con tres personas en casa?
-No sé cómo o quién lo hizo, pero las dos nos vimos noqueadas por una especie de pulso psíquic.....
-¿Las dos?-repetí, volviéndome para mirar a Velkam-. ¿Dónde está Nina?
<<Lazos XI
Secuencias que no dejan de impresionar por el grado de interés que roba tus capítulos...
ResponderEliminarTantas preguntas y tan pocas respuestas...
El sufrir de nuevo por la incertidumbre y el no saber del paradero de tu amor... De tu debilidad.
Felicidades Ivel.
Mil besitos preciosa
Gracias, mi Aurora Hermosa, estoy disfrutando mucho escribir esta historia, y conocer vuestras reacciones a cada capítulo es genial y me llena de ganas de compartirles el siguiente cuanto antes jiji ;)
EliminarMuchos besicos para ti, bonica :*****
Me gusta eso de Circe y Medea cuidando a Faye. ¿Podrías contar más de la relación entre esas tía y sobrina tan célebres?
ResponderEliminarFaye es tan especial, reconfortando a Nina, retando a Sahar por ser tan directa. Siendo tan comprensiva.
¿Quien puede noquear a la celebre maga Circe y a su sobrina, para raptar a Faye? Introduciste un episodio inquietante, como para seguir leyendo.
Un especial abrazo.
La relación entre Medea y Circe se irá conociendo poco a poco, lo que pasa es que como el spin off sólo es narrado desde las perspectivas de Sahar y Faye no me he centrado mucho en ellas, pero poco a poco iremos conociéndolas más desde el punto de vista de las protagonistas ;)
EliminarUn especialísimo abrazo para ti, Demiurgo :***
Como dije antes, los puntos débiles de toda persona, los afectos, siempre serán factores atacados por quienes quieren dañar.
ResponderEliminarBesos dulces Ivel.
Exacto, en esta historia en general me enfoco mucho en la relación familiar, en la familia y amigos. En la forma de protegerse los unos a los otros, y el enemigo siempre irá por allí, por arrebatar aquello que más se quiere....
EliminarBesazos, Poeta :*****