Spin-off

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lunes, 6 de marzo de 2017

Lazos IX

    A Circe le empezaba a faltar el aire, sonreí porque se le escapaba la vida.
     El suelo empezó a temblar, los cristales se rompían.....

-Sahar suéltala-dijo Drako.

-¿Y este repentino terremoto?-le escuché preguntar a Arath.

-Me parece que lo está provocando ella-respondió su mujer.

-Madre, por favor, por favor, mamita, le estás haciendo daño-dijo Nina quien estaba más cerca de mí.

-Nina, guarda tu distancia-le aconsejó Drako.

   Truenos retumbaron sobre nosotros, pronto la casa se vio iluminada por relámpagos, claras señales de tormenta; el viento abrió las puertas de golpe.
   Miré sobre mi hombro el rostro de la que fue mi hija, bañado en lágrimas.

-Por favor-susurró-. La estás matando.

    Volví a mirar a mi madre. Los azules ojos de Circe perdían brillo, pero ella sonrió, no supe qué había visto en mí que sonrió, ¿por qué lo hacía?
    El terremoto fue cesando, y de los truenos sólo ecos quedaban.
    Liberé a Circe, y caí de rodillas al suelo, para luego sentarme y cubrirme la cara con las manos. Circe, arrastrándose, llegó a mí y me abrazó, ni siquiera luché por deshacer el contacto.

-Fui a Providencia, acabo de volver-lloriqueó-. Pude haberla defendido, a ella y a Jay.-Con su cara en mis manos limpié las lágrimas que resbalaban por sus mejillas-. Erza está arriba, me dijo que Jay peleó por la señorita Vesper pero no fue suficiente e intentando evitar que se la llevaran, desapareció con ellos.

-Hicimos lo que pudimos, Euzma Sahar-dijo Regina-. La quimera que logró desarrollarse a la perfección los comandaba, seis en total, cinco Blood Drynka y la quimera.

-¿Qué es ese objeto que le hicieron el favor de guardar a Velkam?-inquirí, rechazando la ayuda de Drako para levantarme.

     Regina y su marido intercambiaron miradas, fue ella quien habló.
-Un sarcófago de plata.

    Subí las escaleras pidiendo que me dieran un momento a solas.
   Días atrás Nina había dado aviso del sospechoso movimiento que había en la Casa Griffin, acababan de recibir el sarcófago, y por precaución lo movieron de lugar. O por tener algo con qué amenazar a Velkam quien no contaba con que el cuidador de dicho objeto muriera de mi mano tan pronto; habían escenarios que el Velkam malo no previó. La temprana muerte de Tristán que, además de cuidar el sarcófago, cumplía labores de recordar a Arath y Regina por qué hacían lo que hacían, y recordarle a Arath la amenaza de Velkam, si flaqueaba.
   La muerte de Tristán lo hizo venir a Norteamerica antes de lo planeado y tener que intervenir, poniéndose en evidencia ante nosotros. Su gran error fue enviar sicarios a defender el laboratorio donde guardaba sus quimeras, jamás se esperó que voláramos el edificio, recurriendo a una carta más para librarse de toda culpa ante el Consejo Blood Drynka: delatar a Regina y Arath.
   Y lo más importante, aquello que no se esperó pasados tantos siglos era que el hombre dueño del cuerpo que posee ese ser, el verdadero Velkam que seguía allí en algún lugar, estaba tomando el control sin que se diera cuenta, hasta ahora. Debió ser el verdadero Velkam quien les puso en las manos a los Griffin una forma de liberarse, y era entregando el féretro de plata.

1.-El Ser envía a Tristán y Nina con la intención de que mis recuerdos se activaran.
2.-Velkam envía el féretro sin que el Ser lo sepa.
3.-Tristán al recibir el féretro en la Casa Griffin debió llamar a Velkam, sorprendido por entregar algo tan importante. Tristán en todo momento creyó estar hablando con el Ser.

   El momento en que el Ser empezó a matar inocentes fue cuando se dio cuenta de que Velkam lo había estado haciendo cometer algunos errores. Se enteró de que su amado féretro estaba en poder de los Griffin y eso lo enfureció mucho más.
   Velkam fue quien les dijo a Drako y a Faye que me dieran un mensaje: Que lo buscara porque si no seguiría asesinando inocentes. No fue una amenaza, aunque sonara como tal porque se estaba debatiendo entre la bestia y la persona, fue una súplica, sus manos se mancharían de más sangre y él estaba sufriendo, me necesitaba.
   Por eso esta noche el Ser se sorprendió cuando me vio llegar con Arath, no esperaba que fuera a por él, todo el tiempo vendría a por mí. La quimera andaba cerca para atacarnos y en el acto intentar llevarse a Faye frente a mis ojos, los Blood Drynka que lo acompañaban serían testigos de lo que yo hiciera.
    Lo único que no entiendo es por qué, aún después de verme marchar con Arath, atacó la casa. El plan debió cambiar al yo no estar.

-¿Sahar?-susurró mi madre, dando dos toques a la puerta entreabierta.

-Van a hacerle algo a Faye-susurré, mirando por la ventana el cielo despejado. Había dado con el por qué del cambio de plan-. Me veré obligada a intentar convertirla, y eso es lo que el misterioso Demiurgo Creador de toda esta tensión, quiere. Ver si puedo transmitir mi inmortalidad "perfecta".

   Di la vuelta, Regina estaba recargada en el marco de la puerta.
     Me senté al borde de la cama, iba a volver con Velkam para obligarlo a decirme dónde habían llevado a Faye, para indagar en su mente aunque me lo tuviera prohibido. Esto era urgente, lo requería.
     Circe se sentó a mi lado.

-¿Mataste a Velkam?-preguntó, negué con la cabeza-. ¿Qué pasó allá?

-Perdóname, madre-susurré, era lo correcto. Pagué con ella mi angustia y fue injusto.

-Una importante cualidad en una buena líder es reconocer cuando cometió un error, y pedir perdón por ello, he allí perfección.

-Si fuese perfecta no habría errado-contradije, serena.

    Circe sonrió.

-En el error está el secreto de la perfección, pero no todos lo ven-susurró-. Aprendes de él y no lo repites. Tú nunca tropiezas con la misma piedra, te lo dice quien ha observado tus pasos toda tu vida. Además, no es un error tener emociones, es el saberlas controlar lo que nos vuelve fuertes.

-Tratándose de Faye estando en peligro, no puedo evitar mi inestabilidad.

-Eres fría y calculadora, Sahar, y hay infinidad de cosas que te diferencian del resto de nosotros; más humana, siempre serás más humana aunque no lo creas.

-¿Aunque la única persona que me importe en serio sea Faye y a los demás sólo los defienda porque ante sus ojos es lo correcto?-pregunté.

   Mi madre me observó como si mirara a su pequeña hija de cuatro años.  

-Aunque la única persona que te importe en serio sea Faye y a los demás sólo nos defiendas porque ante sus ojos es lo correcto-recitó entre risas-. Poco a poco-añadió, besó mi frente abrazándome a ella-. Yo debo pedirte perdón por haberme ido a Providencia cuando debí estar aquí para defenderla.

-Es probable que la quimera te hubiese asesinado-susurré. Me aparté-. No lo maté a Velkam-dije, respondiendo a su anterior pregunta-. Un ente se posesionó de su cuerpo, Circe, Velkam sigue allí, no lo maté porque creo que Nina merece tener a su padre. Debe entender que no fue su culpa, que su padre es inocente; él intentó ayudarlos-le hablé a Regina.

-¿Cómo?-preguntó Circe.

-El sarcófago-respondí. Regina, que había estado escuchando todo desde la puerta, se acercó a nosotras-. Velkam por momentos toma el control de su cuerpo y hacía cosas que el ente ignoraba, una de esas cosas fue enviarles el sarcófago para que pudieran usarlo en su contra, devolverle la amenaza, destruirlo en su juego. Así se liberaban de él. Pensando como Velkam lo haría, incluso intentaría llegar a ustedes para que le ayudaran a deshacerse de quien esté en su cuerpo.

-¿Por qué no lo hizo antes?-preguntó Regina.

-Porque no pudo hacerse con el control hasta ahora, es lo que creo.-Me levanté, ansiosa-. Estoy perdiendo el tiempo, tengo que encontrarla, Circe. Iré a ver a Velkam.

-No, ey, no. Lo haremos de otra forma, un hechizo.

-Pensé que la magia no funcionaba alrededor de ella-dijo Regina.

-Puede salir, pero no entrar. Si ella estuviera con Faye no podríamos encontrarlas con magia, Sahar es un punto ciego ambulante al que no le afecta la magia, en cambio desde aquí podemos dar con Faye y más con el vínculo que las une.      
    
-Entonces quiero ayudar.-Circe frunció el ceño-. Mi familia practicaba la hechicería, hace tiempo no lo hago pero puedo ser de mucha ayuda, si me lo permiten.-Mientras ellas hablaban me volví a sentar, era más rápido a mi modo-. La encontraremos, Euzma Sahar, antes de que cualquier cosa le pase, la encontraremos-aseguró.

-A mi manera sería más rápido-dije, mirando a mi madre.

-A tu manera desataría una guerra, ¿u olvidas que es la otra parte de sus intenciones? Podrías matarlo sin llegar a probar que Velkam no era Velkam, debemos liberarlo a él también-respondió con cariño-. Y debemos hacerlo sin derramar más sangre.

-Eso será difícil, madre.

  El sonido de alguien aclarándose la garganta me hizo girar la cabeza. Mi padre, vestido de traje, entró sosteniendo un vaso de licor en la mano; mi madre se acercó a él y lo abrazó, mi padre besó sus labios, después su frente. Un saludo muy íntimo entre ellos; pensé en Faye, en que esa mañana habíamos hablado, y estaba feliz, habíamos estado juntas. Sin embargo antes de marcharme a ver a Velkam quedó enfadada por no dejarla acompañarme, no paraba de repetirme a mí misma que todo habría sido diferente de no haber seguido el consejo de Circe. Pero no, nadie tenía la culpa, a veces las cosas pasan y a veces alguien mueve los hilos para que pasen; el Demiurgo Titiritero, ese que ha orquestado todo desde in principio, porque estoy segura de que es así, no verá llegar el momento en que yo corte los hilos.
    Mi padre se puso de cuclillas ante mí. Puso su mano derecha sobre la mía.

-¿Estás bien?-preguntó.

-No, ¿viniste porque tembló en Japón?-le pregunté de vuelta.

-Vine porque mi hija casi reduce el mundo a escombros y cenizas, con fuego, casi lo barre con el viento y lo sumerge bajo el agua-contestó, ladeó la cabeza, observándome con mucha atención-. La tierra tiembla cuando te enojas. Tu madre dice que por alguna razón tus emociones están ligadas a Assiah, yo digo que Assiah te teme, todo este plano y los siguientes te temen.

-Me gusta que me tengan miedo-sonreí.

-Lo sé, pero estamos para servir y proteger a Assiah, no para destruirla, no puedes dejarte gobernar por tus emociones, debes cuidarte de ellas, y cuidarnos al resto.-Miré a Regina, intentando medir su estado de ánimo tras lo que estaba escuchando. Mi padre no se preocupó por mantener la conversación en nuestro idioma de Providencia, mi padre confiaba en ella. Si él lo hacía, yo también pero con reservas. La percibí muy interesada en mí pero sin malas intenciones, parecía más bien fascinada. Volví a mirar en los ojos de mi padre-. Estás muy unida a Faye, quiero evitar que sigas con esto porque nos llevarás a una destrucción que no debe ser, te lo he dicho. 

-¿Entonces debo dejar que la hieran? Es inocente también, papá. Y la quiero a mi lado.

-Escucha a nuestra hija, Caín-aconsejó Circe.

-Te atacó, Circe-replicó mi padre, no le levantó la voz, nunca lo hacía-. ¿Crees que no lo vi y sentí por el vínculo que me une a ti, mi amor?-Circe apretó los labios y desvió la mirada-. Assiah estuvo en peligro por escasos minutos todo porque alguien secuestró a Faye Vesper.

-No volverá a pasar.

-Por supuesto que no, te dije que si nos ponías en peligro intervendría, y así lo haré. Cuando terminemos con este asunto, sin derramar sangre inocente, volverás a Providencia y Faye se quedará conmigo en el exterior, entrenará con los Novicios de aquí, y permitiré que coincidan por períodos muy cortos, es todo lo que puedo ofrecerte. Tómalo o déjalo.

       Se levantó susurrando un: Piénsalo.
   Podía atacarlo e ir yo misma a por Faye, lo consideré seriamente pero tenía un deber con mi pueblo y era resguardarlo, protegerles. Y en eso iba incluida ella; verla por períodos cortos era mejor que no verla, al menos hasta descubrir más cosas sobre mí misma que me ayudaran a no poner a nadie más en riesgo, y protegerla mejor.
-Te estás equivocando-susurré, lo reté con la mirada-. Pero probemos, de todas formas no conseguirás que esto se rompa. 
  Caín mostró sus respetos hacia mí inclinándose en una reverencia.












    Me dolía la cabeza, habían pasado unos quince minutos desde que nos trajeron, nos cegaron de alguna forma para que no viéramos el lugar que sería nuestra prisión. Empezaba a recuperar la vista; recorrí con la mirada la habitación donde estaba encerrada con Jay a quien distinguí, entre tanta penumbra, cerca de la ventana con barrotes; me froté el brazo donde tenía un golpe que la maldita quimera me hizo al intentar defenderme por mí misma, más porque en Providencia intentó ponerme en contra de Sahar diciendo mentiras sobre ella, en aquella ocasión no pude ver su rostro sólo escuché su voz. Intenté contener las lágrimas al pensar en Sahar, me había cabreado que se empeñara en no dejarme acompañarla cuando habíamos quedado en que sí. Pero entendía, Circe se preocupó de que algo me pasara y lo mucho que sufriría su hija si aquello salía mal, irónico que el lugar más seguro resultó ser el más peligroso.
   Sólo pedía que Sahar estuviera bien, fue entonces cuando toda la habitación empezó a temblar. Oí truenos y la habitación se iluminó con relámpagos, en mi fuero interno supe que era ella, había regresado a casa encontrándolo todo hecho un desastre, pero no a mí.
   Jay se situó a mi lado enseguida, aquél extraño evento de la naturaleza duró unos minutos, se fue apaciguando cuando empecé a susurrar: Cálmate, por favor, eso es, cálmate. Y paró, deseé que en el fondo me hubiese escuchado.

-¿Está bien?-preguntó Jay, respetuoso.

-Sí, con el brazo un poco dolorido, pero bien. Eso fue raro-sonreí, refiriéndome a lo que acababa de pasar. Él asintió-. ¿Dónde estamos?-Me acerqué a la ventana pero no se veía nada hacia afuera, todo estaba oscuro.

-He intentado identificar algo, la oscuridad no lo permite-dijo él.

   La habitación era grande pero aparte de una mesa con dos sillas, no había nada más.
    La única puerta se abrió, una mujer de larga melena rubia entró cerrando tras de sí. Era alta, en su hermosa y redonda faz brillaba una amable mirada, vestía un elegante vestido negro con un abrigo rojo encima y un sombrero a juego también con el rojo carmín de sus labios, unos guantes negros cubrían sus manos, de las cuales levantó una haciendo un saludo.
-Mi Señora Bishamon ya sabe que fuiste tomada de su morada-habló con suave voz-. Que trágico acontecimiento el que acaba de pasar, sabíamos de su posible inmortalidad perfecta pero esto supera todo lo que pensamos, creo que el Demiurgo no nos dijo todo. Es peligroso siquiera provocarla.
-Su nombre es Sahar, y sí, es peligroso hacerlo-solté, no le tuve miedo.

-Yo me lo temía y lo advertí, pero nadie me escuchó, que estaban usándonos, a algunos les gusta ser usados porque creen que se les recompensará-dijo, mirando hacia arriba. Hizo un sutil gesto con la mano que no me pasó inadvertido, fue como el saludo del inicio-. Hay cámaras en esta habitación ahora puedo hablar con libertad-sonrió un poco-. Liberé a Velkam de su encierro entorpeciendo al Ser que habita en su cuerpo, no soy la única Maga que lo acompaña, hay otra.....

-Espera, ¿qué?-dije. Sahar y Nina decían que Velkam no era el mismo de antes, yo misma llegué a decírselo en la cara.

-El cuerpo de Velkam Alyosha fue posesionado por un Comandante del Demiurgo, un familiar de Bishamon en su vida como hija de Caín-respondió.

-¿Por qué la llamas Bishamon?

-Porque así la llama Velkam, y con lo que acaba de pasar empiezo a unir algunos cabos del por qué-respondió, cruzando los brazos-. No tengo mucho tiempo, escucha-hablaba despacio-. Quien tomó posesión del cuerpo de Velkam es Seth, y es hermana de Caín, fue corrompida por lo que el Demiurgo promete si se llega a verificar que Sahar puede pasar su inmortalidad perfecta por conversión como hacen los Blood Drynka's. Velkam puede tomar control de su cuerpo por instantes, recibí una de sus llamadas hace un momento, y me pidió que hiciera lo posible por sacarlos de aquí, esta noche no puedo porque Freyja está atenta a todo lo que hago, pero prometo que mañana lo intentaré, si veo que me resulta imposible mi último recurso será guiar a Bishamon hasta aquí. Sobrevivan hasta entonces.

   Se giró para marcharse.

-¿Quién eres?-le preguntó Jay, robándome las palabras de la boca.

    Ella nos miró una última vez antes de abrir la puerta, sus ojos rayaban en la melancolía.

-Medea es mi nombre-respondió.

      



     
    

<<Lazos VIII     

3 comentarios:

  1. Así que es Sahar y sus enfados lo que provoca los temblores? pues debe tener enfados a menudo porque aquí se mueve la tierra bastante seguido :)

    Besos dulces y dulce semana Ivel.

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  2. Cuando se mencionó a otra maga, además de Circe. Sospeché que era Medea. Y resultó ser así. ¿Cómo será su relación con Circe? Supongo que ser irá revelando.
    Me gusta eso de Velkam no siendo realmente un malvado, sino alguien poseído.
    Y una hermana de Caín, que interesante
    ¿También está metida Freyja? Faye no para de conocer celebridades.

    Bien Sahar pidió perdón. Entiendo que se preocupe por Faye, pero hacer llorar a Circe...

    Ese demiurgo sí que está provocando conflictos.

    Un abrazo.

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  3. En el error está el secreto de la perfección, pero no todos lo ven.

    Me encantó esta frase, Ivel.

    De todas maneras, de tus relatos siempre me llevo algo con lo que calmar mi hambre de canalización emocional.

    Sigues sumando personajes y todos con ese halo que aporta lo único.

    Mil besitos preciosa

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