Spin-off

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domingo, 12 de julio de 2015

La Cenicienta con Guitarra....





   Erase una vez.... 

  No, le gustaban los "Erase una vez" pero no para sí misma, caminaba entre árboles pensando en ello. Y en una letra que daba vueltas en su cabeza; la luz del sol se colaba entre las ramas de los árboles, pero hacía un día frío, sabía que pronto aquel sol se vería interrumpido por la lluvia.... Lluvia que le gustaba ver caer, y sentir.... 
  Había alquilado una casa en la playa, pero de vez en cuando se escapaba hacia el verde bosque porque no quería estar cerca de la gente que frecuentaba el lugar. Necesitaba pensar, huir de todo y de todos..... Levantó muros alrededor, y se quedó dentro. Sentía que su presencia hacía mal a otros, y decidió dar un paso atrás, a veces el mejor regalo es soltar. Dejar ir.... 
   No era la bruja de un cuento, su cuento era muy extraño, como ella.... 
   Era una Cenicienta, sólo que en lugar de zapatillas de cristal tenía tinta, pluma y papel. Y en lugar de un fabuloso vestido, llevaba una guitarra y una cámara a todas partes; no contaba con una temible madrastra y dos fastidiosas hermanastras, pero llevaba sombras que a veces nublaban su mente.... (Empezaba a cerrarse otra vez).... 
   Cenicienta se sentó en soledad a la sombra de un frondoso árbol mientras el sol empezaba a desaparecer. Cerró los ojos, pensó en los sueños, en las ilusiones, en lo mal que se sentía en ese instante..... Confundida... Dispersa.... Pero de pronto una sonrisa se dibujó en sus labios, las primeras gotas de lluvia empezaron a caer. Cogió la guitarra a su lado y empezó a tocar, el sonido junto con la lluvia, ese aroma que le gustaba, la trasladó; no quería sentir nada más por un instante... No quería dolor, no quería ese vacío en su interior, ese agujero negro que se había llevado sus emociones de viaje... No quería miedos.... No quería decepcionar, porque sentía que lo había hecho... Ni ser decepcionada.... No quería sentimientos de culpas....
   (Había perdido la zapatilla)....
  Parecía que la mentada zapatilla de cristal había cambiado de dueña, ya no era su talla.... 
  Era muy poco para llevarla.... 
  Cenicienta estaba frágil, sin embargo fuerte.... 
   Soltó una mano y no se permitió coger ninguna otra....
   
   Se puso de pie, la lluvia había cesado y el sol volvía a resplandecer.... Emprendió el camino de regreso a casa con la guitarra a su espalda. Tenía una cita en un bar, la hora de tocar había llegado, la hora de dejar lo malo atrás y subir a un escenario. 
  Cenicienta dejó su caos en sus letras..... Y levantó su cara, y extendió sus alas....
    Las cenizas en su ropa dejadas por la soledad que solía visitarla e incendiar cada espacio, fueron sacudidas.... Lavó su rostro, borrando los surcos de lágrimas.... Cambió su semblante, caminó entre la gente del recinto, sus compañeros la esperaban en tarima....
   Cenicienta besó unos labios antes de subir, ya no sentía.... Había dejado de ser ella.... Había dejado de querer.... Y que triste.... Triste Cenicienta abandonada a la nada.... Triste Cenicienta apaciguando la tormenta que había iniciado en su interior.... 
   Cenicienta subió a tarima y tras dejar todo ante su publico, corrió lejos de allí.... Cruzó un velo, llevándose consigo el cariño de quienes decían quererla, pero sin dejar rastro de adónde fue.... Sólo una guitarra, tinta, pluma y papel....

    























6 comentarios:

  1. ¿Cómo puede ser la tristeza tan bonita en tantas ocasiones?

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  2. La creatividad no necesariamente aleja a los estados de ánimos sombríos, a veces se alimenta de esas sombras, que a veces nublan la mente. Es que es un desafío el arte basado en la felicidad, es más usual que trate de algo perdido.
    Intrigante e inspirado relato.

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  3. Madre mía pero qué precioso relato, Ivel, una Cenicienta que no llevaba vestido pero sí una guitarra y una cámara, una Cenicienta que dibuja sonrisas entres sus sombras, y lágrimas entre sus mejillas, una Cenicienta que se conforma con muy poco... ¡qué bello tu cuento, mi querida Ivel! me parece de una extrema sensibilidad, te felicito por esta maravilla.

    Un beso muy grande, mi niña.

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  4. Es el karma de las cenicientas, dejar algo al huir, al alejarse, o es que uno no puede desaparecer del todo sin dejar algo?

    Besos dulces y feliz semana Ivel.

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  5. Cenicienta, viviendo en otra dimensión. Siempre princesa soñadora, cambiando señas de identidad, pero misma alma. Siempre ella. Preciosa ternura nos has regalado, Ivel.

    Mil besitos, preciosa y feliz tarde de lunes.

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  6. ¡Me encanta esta cenicienta con guitarra! Las palabras que escribes son más que hermosas... :)

    Besos Carnales.

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