Enero....(IV)..

   Pasado.....

   

      Me senté al borde de la cama, Muller se arrodilló ante mí. Acaricié su rostro, sus labios, y los besé muy quedo; hablar con el Conde lo dejó irritado, su padre era tan despreciable como su madre. No tengo idea cómo Velkan, Muller y Alice resultaron ser tan bondadosos teniendo a unos progenitores sin una pizca de humanidad.

    Mi caballero, mi marido paseó sus manos por mis piernas, besó el interior de mis muslos, sentí una ligera mordida y solté un gemido.... Lo escuché reír.

   Se puso de pie, y comenzó a desvestirse.

-Antes de venir hablé con mi madre.-dijo.-Vuelvo a tener poder sobre nuestras propiedades. Porque son nuestras, Veena; tuyas y mías, puedes volver a ayudar a tu gente, darles alimento, refugio, protección.-Se dio media vuelta, recorrí su cuerpo desnudo con la mirada.-Ahora sólo quiero dedicarme a mi mujer, arder en el infierno con ella, mi bruja.

     Apenas di dos pasos en su dirección, él besó la palma de mi mano; no me molestaba que me llamara "bruja" porque sabía que no lo hacía de forma despectiva, sino con el cariño y amor más puro que me tenía.

   

-Esta noche haremos un viaje.-Besó la comisura de mis labios con ternura.-Ya arreglé todo.

  Dejé caer mi vestido, él se paró detrás de mí, sentí sus labios en mi hombro izquierdo, y su mano derecha subió hasta mi pezón, lo pellizcó arrancándome un gemido....

    Hizo que me volviera, y lo mirara a los ojos. Su sonrisa lasciva, en perfecta combinación con su mirada lobuna erizaron mi piel y sentía el calor abrasador en la sangre, calor abrasador que él provocaba.... El animal había despertado como la noche anterior.

  Sus manos se situaron en mi cuello, y bajaron con delicadeza por mis hombros, por mis brazos.... Y al llegar a mis manos besó el revés de mis muñecas. Adoraba que hiciera eso.... 

    Se aferró a mis glúteos, apretándome a él. La dureza de su miembro en mi vientre me obligó a morder mi labio inferior, lo quería en mí, invadiéndome, pero a él le encantaba torturar. Sus manos pasearon por mi espalda, incendiando cada espacio que sus dedos rozaban, y sus labios se fundieron con los míos; la humedad comenzaba a emanar de mi sexo, dulce humedad que él se deleitaba en saborear, y fue como si nuestras mentes estuviesen en perfecta sincronía. Me acostó en la cama, posó la punta de su sexo en el mío sin llegar a penetrar, intenté empujarme hacia él, Muller se echó atrás y con esa sonrisa lasciva en los labios bajó, depositó un besó en mi pubis; sin previo aviso me cogió del culo y empezó a chupar.... Me estremecí del placer que él provocaba, quería, necesitaba que entrara en mí, y ya no sólo su lengua invadía. Despacio, sin ninguna prisa, me penetró con su dedo... Metió uno más, su mirada me decía que quería oírme suplicarle....

   No me iba a obligar, como pude me senté en la cama sintiéndome a punto de correrme, Muller sacó sus dedos y fui yo quien, sacando fuerzas de flaqueza, lo empujé y me subí en él. Lo tomé por sorpresa dándole pelea, sonrió....

-Mi princesa egipcia...-suspiró....

 Sus manos apretaban, sus dientes mordían, y su lengua lamía cada mordida.... Quería que me marcara entera.... Suya.... Sólo suya....

    Su miembro se adentró en mi sexo con una violencia que yo consentía, pese a eso no me abstuve de gritar maldiciones ante su brusca entrada, que si bien me encantó, dolió un poco..... Pero el dolor pasó muy rápido a convertirse en placer.... Que fina es esa línea, y ambos la conocíamos tan bien....

   Se detuvo dentro de mí por un instante, lamí su cuello.... Me haló el pelo y me obligó a sostenerle la mirada mientras iniciaba su invasión.... Dentro..... fuera.... Dentro....fuera....

   Mi caballero me llevó a la locura....

    

   Empecé a empacar con la ayuda de Colette, no tenía idea de adonde me llevaría mi marido.

    Era tarde en la noche, Muller prefería viajar en medio de la oscuridad. Tenía esa costumbre, yo moría por saber adónde iríamos; no mencionó nada después de nuestro encuentro esta tarde, me dedicó caricias, y hablamos de otras cosas. Luego dijo que debía empacar porque nos marcharíamos de Austria por un tiempo.

   Mis aposentos se vieron inundados por la mala energía de Ilona. La madre de Muller.

   Con una mirada obligó a Colette a salir.

-Debo felicitarte, niña. No sé cómo logras salirte con la tuya, pones a mi hijo en contra mía y de su padre, y luego lo obligas a sacarte del país, eres una maldita....

-Óigame muy bien, señora, ya no le aguantaré ni una sola injuria más. No soy una de sus esclavas, soy su igual, esposa de su hijo; ya va siendo hora de que me acepte, aunque siendo honesta me importa muy poco si tengo su bendición o no. 

   Ilona enarcó las cejas, y me abofeteó. Me quedé unos segundos con la cara girada del bofetón, aguantando las ganas de devolvérselo, pero me contuve por respeto a Muller.

-Egipcia de mierda, hay cosas que aún no entiendes.-La miré con frialdad.-Haré lo que esté a mi alcance para que mi hijo termine odiándote, haré lo que sea para separarlos; mi sangre no puede mezclarse con la de una sucia gitana.

     Con las mismas que entró, se marchó....

 Esta mujer era el diablo encarnado; miré mi reflejo en el espejo, tenía la marca de su mano en mi mejilla. Vi a Muller entrar y fingí que todo estaba bien; pero como siempre él intuyó que algo pasaba.

-Tu madre estuvo aquí.-dije cuando me interrogó.-Vino a despedirse.

-Debió hacerte algo más...

-No te preocupes por eso, eres mi lobo y hoy hace una hermosa luna llena perfecta para viajar de noche. Perfecta para que el animal vuelva a hacerme suya....

     Muller me abrazó, menguando la ira que su madre había provocado. Ilona no me conoce.

     

   

     

*

Presente......

     Entré al dormitorio que me fue asignado en la casa de Salvatore. 

    Me sentía agotada y al mismo tiempo ansiosa por lo que ocurrió recién. Me lancé en la cama, y cerré los ojos pensando en las manos de Gastón... En sus besos.... 

   Abrí los ojos de golpe y entré al cuarto de baño, me metí en la ducha con todo y vestido, encendí la regadera. Dejé que el agua me mojara, me gustaba sentirme así de caliente, y que él fuese el culpable, sin embargo deseo que sea él quien me arranque el orgasmo salvaje, y al mismo tiempo, tiernamente.... 

   Volví al dormitorio, me quité el vestido y me cubrí con el albornoz. Un sonido proveniente de mi móvil me indicó que tenía un correo:

"Espero que no te moleste, 

pero le he robado tu dirección a Fi. 

No se ha dado cuenta, pasa una bonita noche...

G...."

   Gastón, es evidente que es de los que siempre se salen con la suya....

    Sonreí...

"Que seas un ladrón 

ha hecho volar mi imaginación...

No te confíes, Fi se dio cuenta de lo que hiciste, 

estoy segura...

 Gracias, ladrón...

Tú también, pasa una buena noche...

I...."

     Otro mensaje:

"¿Conoces una buena forma de bajar la calentura?... :)"

    Había puesto una carita feliz al final de la frase. Niño.... Sonreí.

"Conozco muchas, Gastón...

Déjame dormir..."

"Me he puesto creativo....

Y no quiero dejarte dormir...."

"Apagaré el móvil...."

      

"Sé que no lo harás....

Te acaricio, morena....

Ve, ve y duerme...."

   Dejé el móvil encendido con ese último correo abierto.... Y volví a cerrar los ojos....

   Quería imaginarlo....

    Quería imaginar(nos).....