Quería verlos muertos....
Los quería muertos a todos antes de que me quitaran el alma...
Antes de que me la quitaran a ella...
Me arreglé la corbata pensando en la persona que me enseñó a hacer el nudo, me sentía al borde del precipicio. Llegamos hace dos horas..... Son las 15.... No he visto a mi padre.... No he visto a mi hermano....
El camino a la iglesia será largo....
Pasé toda la noche despierto con Luna entre mis brazos, en la cama... En la ducha... Y en cada posición en la que ella me permitió explorar su cuerpo.... ¿Quién diría que era tan abierta de mente? Me sorprende cada vez, y cuando llegamos aquí permaneció cerca mío, con su mano en mi mano.... Las horas sin dormir no parecieron afectarla.
Vi su reflejo en el espejo, tan hermosa, tan dueña de mi alma ahora más que nunca. Ladeó la cabeza, sonreí y me volví, cogí el saco del sillón.
-Nos están esperando.-avisó, caminando hacia mí.
Cuando la tuve cerca acaricié su rostro, y en su mirada evoqué momentos de la noche anterior.
La necesitaba.....
-¿Te quedarás conmigo todo el tiempo?
-Todo el tiempo, amor. Tienes mis fuerzas.
Me puse el saco y salimos de la mano.
La limusina que nos esperaba sería conducida por Soren; ya Paloma, Amanda y Vit se habían ido adelante. Y mis padres estaban en la iglesia, imaginé que Piotr también.
Luna y yo habíamos hablado sobre ese particular en el avión, le prometí ser civilizado con mi hermano menor. Había escuchado a Paloma, y le daba la razón, por respeto a Nick debía comportarme como un hermano mayor para Piotr.
En cuanto Soren anunció que habíamos llegado, apreté la mano de Luna.
-Es tiempo de despedir a tu hermano, y no sabes lo mucho que me duele verte así, mi bien. Aunque sólo compartí con él muy poco se notaba que era un buen hombre, y un mejor hermano y padre.
-Lo era.
Deposité un beso en su frente y salí en cuanto Soren abrió la puerta. Había mucha gente, y periodistas pese a las severas medidas de seguridad, creo que era de esperar considerando que mucha gente de poder había venido a acompañarnos en nuestro dolor.
Reconocí a los padres y hermano-adoptivos-de Amanda. Pasando por Lucrecia Zarazúa, hermana menor de Enrique. Inclusive la monarquía se había tomado su tiempo para dar el pésame.... ¡Qué conmovedor!
-¿Te esperabas la asistencia de ésta gente?-preguntó Maura después de darme un abrazo.
-No creo que hayan venido a dar el pésame.-comentó Enrique.-Pillé a mi joven hermana mirando a Luna; Lucrecia y Matthew vinieron por ella. ¿Por qué otra razón se presentarían como si no tuvieran nada qué ver con la muerte de Nick?
-¿Porque el descaro es más grande? ¿Porque son incapaces de sentir culpa?-aventuró Luna, abrazándose a mí.-Presentame a tu hermana, tío.-dijo, dirigiéndose a Enrique.
-No.-solté, ella me observó extrañada.-Es peligroso....
-No será necesario que Luna vaya para allá.-dijo Maura entre dientes.
La rubia Lucrecia venía en nuestra dirección, y tras ella, Amanda. Eso no era bueno.
-Sebastian, lamento mucho tu pérdida. Nick era....
-Lo sé, y por culpa de unos malditos está muerto.-Luna apretó mi mano esta vez.-Lo siento Lucrecia, es que todo esto resulta inconcebible. Ayer nada más me enseñó a atarme la corbata, y hoy lo llevo al sepulcro; no me siento bien.
Sentí el cálido beso de Luna en mis labios, y advertí la mirada de Lucrecia. Estaba interesada en ella, era como si ya no quedaran dudas sobre la identidad de mi niña.
-Hermano, tu sobrina política es un encanto de mujer.-comentó, mirando a Enrique. Luego puso sus ojos en Luna de nuevo.-Lucrecia Zarazúa, cariño.
Vi su reflejo en el espejo, tan hermosa, tan dueña de mi alma ahora más que nunca. Ladeó la cabeza, sonreí y me volví, cogí el saco del sillón.
-Nos están esperando.-avisó, caminando hacia mí.
Cuando la tuve cerca acaricié su rostro, y en su mirada evoqué momentos de la noche anterior.
La necesitaba.....
-¿Te quedarás conmigo todo el tiempo?
-Todo el tiempo, amor. Tienes mis fuerzas.
Me puse el saco y salimos de la mano.
La limusina que nos esperaba sería conducida por Soren; ya Paloma, Amanda y Vit se habían ido adelante. Y mis padres estaban en la iglesia, imaginé que Piotr también.
Luna y yo habíamos hablado sobre ese particular en el avión, le prometí ser civilizado con mi hermano menor. Había escuchado a Paloma, y le daba la razón, por respeto a Nick debía comportarme como un hermano mayor para Piotr.
En cuanto Soren anunció que habíamos llegado, apreté la mano de Luna.
-Es tiempo de despedir a tu hermano, y no sabes lo mucho que me duele verte así, mi bien. Aunque sólo compartí con él muy poco se notaba que era un buen hombre, y un mejor hermano y padre.
-Lo era.
Deposité un beso en su frente y salí en cuanto Soren abrió la puerta. Había mucha gente, y periodistas pese a las severas medidas de seguridad, creo que era de esperar considerando que mucha gente de poder había venido a acompañarnos en nuestro dolor.
Reconocí a los padres y hermano-adoptivos-de Amanda. Pasando por Lucrecia Zarazúa, hermana menor de Enrique. Inclusive la monarquía se había tomado su tiempo para dar el pésame.... ¡Qué conmovedor!
-¿Te esperabas la asistencia de ésta gente?-preguntó Maura después de darme un abrazo.
-No creo que hayan venido a dar el pésame.-comentó Enrique.-Pillé a mi joven hermana mirando a Luna; Lucrecia y Matthew vinieron por ella. ¿Por qué otra razón se presentarían como si no tuvieran nada qué ver con la muerte de Nick?
-¿Porque el descaro es más grande? ¿Porque son incapaces de sentir culpa?-aventuró Luna, abrazándose a mí.-Presentame a tu hermana, tío.-dijo, dirigiéndose a Enrique.
-No.-solté, ella me observó extrañada.-Es peligroso....
-No será necesario que Luna vaya para allá.-dijo Maura entre dientes.
La rubia Lucrecia venía en nuestra dirección, y tras ella, Amanda. Eso no era bueno.
-Sebastian, lamento mucho tu pérdida. Nick era....
-Lo sé, y por culpa de unos malditos está muerto.-Luna apretó mi mano esta vez.-Lo siento Lucrecia, es que todo esto resulta inconcebible. Ayer nada más me enseñó a atarme la corbata, y hoy lo llevo al sepulcro; no me siento bien.
Sentí el cálido beso de Luna en mis labios, y advertí la mirada de Lucrecia. Estaba interesada en ella, era como si ya no quedaran dudas sobre la identidad de mi niña.
-Hermano, tu sobrina política es un encanto de mujer.-comentó, mirando a Enrique. Luego puso sus ojos en Luna de nuevo.-Lucrecia Zarazúa, cariño.
Antes de que Luna pudiera decir: "Salve", intervino Amanda. Ella no iba a dejar que Lucrecia entrara en la vida de su hermana así de sencillo, bien que le ha costado protegerla.
-Lucrecia, vaya el escenario en el que nos hemos reencontrado....
Amanda me hizo una seña que entendí como: Saca a Luna de aquí...
Tomé a Luna de la mano y entramos a la iglesia; ver el féretro hizo que el agujero que tenía en el pecho se abriera más aún. Recuerdos de mi niñez acudieron a mi mente, cada juego, cada travesura en la que Nick se echaba la culpa para que no me castigaran, el día de su boda, el nacimiento de Vit y lo feliz que lo vi a él y a su mujer.... Su apoyo después de separarme de Amanda por lo que ella y Piotr me hicieron... Su apoyo en la relación que apenas estaba iniciando entre Luna y yo...
Su apoyo.... Siempre su apoyo.... Siempre Niklaus....
Luna y yo nos sentamos al frente de la fila de la izquierda, vi a Piotr acercarse a nosotros y gruñí.
-Recuerda lo que hablamos, y lo que Paloma te dijo.-susurró Luna.
Me puse de pie y estreché la mano que Piotr me extendió.
-Sebastian, yo....
-Ahora no, este no es el lugar ni el momento oportuno para hablar al respecto. Lo bueno es que has venido, es difícil.-Piotr asintió, luego miró a Luna. Ésta no le prestó la más mínima atención.-Luna, él es Piotr. Hermano, ella es mi mujer, Luna Giraldo.
Luna le estrechó la mano, y pude atisbar una leve sonrisa cuando me escuchó llamarla "mi mujer", creo que le gusta oírmelo decir.
-Mucho gusto, Luna. Siempre he creído que mi hermano tiene muy buen gusto para las damas.
A Luna no le gustó el comentario, el tono no fue el adecuado, pero ella guardó silencio para no provocar un disgusto mayor en medio del funeral.
Piotr se sentó en la fila de la derecha, y Luna susurró:
-Comienzo a creer que tu hermano pequeño es la oveja negra de la familia, se parece a tu padre.
La gente comenzó a entrar.....
Prácticamente me perdí todo lo que se habló en aquél recinto, cuando oí mi nombre me levanté y subí a dar mi discurso. Lo había escrito en el avión, pero lo que allí decía no era del todo lo que yo sentía en ese momento.
-Niklaus se habría reído de mí al verme vestido de este modo.-Los que entendieron, rieron.-Sabe que odio los trajes, las corbatas, debo parecer un payaso.-Luna me guiñó un ojo.-A principios de mes me dijo que conocería a alguien que me llevaría a la locura, que me amaría sin condiciones, que conocería la eternidad en ella y con ella... Creí que había bebido demasiado, o que se había drogado con alguna porquería.-Hubo risas, mi padre y algunos otros no vieron la gracia.-Pero Nick tenía razón, y al poco tiempo conocí a la mujer que ahora llamo mía, y sólo mía. A la que respeto, amo y venero, con toda el alma; porque soy su alma y ella es la mía... Hermano, te hice caso, y agradezco que hayas podido conocer al ángel que ahora me cuida, y a la que cuido tanto. Por la que daría la vida....-Luna sonrió, y vi una lágrima correr por su mejilla.-Como tú lo habrías hecho por tu Lena, como lo habrías hecho por tu hermosa Vit para la que fuiste un padre estupendo.-Vit recargó su cabeza en el hombro de Paloma.-Fuiste un hijo ejemplar, y un hermano cómplice... ¿Cómo....-Intenté controlarme, pero tenía a mi padre justo en frente, y a Lucrecia y Matthew en el banquillo de atrás.-¡Los culpables de tu muerte pagarán por lo que hicieron, no entiendo cómo pueden mostrar sus caras, cómo tienen el descaro de presentarse siquiera...!
Mi padre y Piotr se levantaron, así como Luna.
No fui capaz de darme cuenta del momento en el que Luna se acercó y me sacó de allí, sólo sé que me encontré bajo un árbol, sentado en un banquillo y a lo lejos vi cómo sacaban el féretro para llevarlo al camposanto.
Luna me abrazó.
-Estás sufriendo tanto y me rompes, Bastian.-dijo en un susurro.
-No sé qué me pasó, ver a todos esos cuervos allí sentados como si no hubiesen hecho nada.... Lo siento, Luna, lo siento.
-Habla, necesitas hablar, mi vida. En este instante importas tú.
-Eres lo único que me detiene, Luna. Si no me hubieses sacado de allí, yo...
Luna se apartó, saqué el arma que llevaba en el interior del saco.
-Bastian....-musitó.
Dos disparos ahogaron mis palabras...
Un momento muy doloroso y muy intenso. Sobrecogedor, Ivel.
ResponderEliminarMil besitos, bella mía.
Uffffffffffff.... no puedo, ni quiero imaginar lo que es perder un hermano, menos en esas circunstancias ...pero vos Ivel, hacés que se entre de lleno en la historia ...siento la angustía, la tristeza, el desánimo ...sos increible niña, con un grandísimo don ...qué suerte tuve de haberte encontrado y poder disfrutar de tus letras...
ResponderEliminar...un abrazo y muchos besotes!!!