Spin-off

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domingo, 22 de febrero de 2015

Tercer Acto: Peligro...




"¡Mira!... ¡Mira!... Mira el monstruo en el que me he convertido..." 
Es la línea de un cuento que Amanda solía contarle a Vit...
Una línea muy poderosa...
Alguna vez le pedí que no volviera a contarle aquello...


-El helado de chocolate ayudará a reponer fuerzas.-comentó, percibí el tono malicioso escondido en el comentario.

   Habíamos bajado hacía media hora, eran las tres y treinta de la madrugada. Estábamos sentados a la barra de la cocina compartiendo un helado de chocolate, por pedido de ella; no puedo negarle nada.

-¿Qué tramas?-pregunté, pero ya sabía muy bien lo que quería.-No te cansas de tentar, ¿verdad?

-No, no me canso.-sonrió.-De hecho me gusta, sólo contigo.

  Se metió la cuchara a la boca, se veía adorable, risueña; verla así después de la sesión que tuvo, me tranquilizaba. Cuando me contó lo que había pasado la abracé muy fuerte; Luna le habló a su psicóloga de las pesadillas que solía tener de niña, y mientras me decía de qué iban esas pesadillas, la vi temblar. Le producía miedo, fue entonces cuando preguntó en un susurro si podíamos comer helado de chocolate.
  
-No tienes una muy buena relación con tu madre, ¿o me equivoco?-Ella dejó la cucharilla sobre una servilleta en la barra.

-No desde el accidente.-Cogí su mano entre las mías.-Maura debió decirte ya que fui yo quien ocasionó ese accidente, ¿o me equivoco?-No respondí porque aún me parecía increíble, ¿qué pasó ésa noche?-Siento culpa, y siento que ella me culpa.... Y siento culpa de estar feliz, siento culpa por sonreír si apenas ha pasado un año....-Ya comenzaba a sacar lo que la mataba por dentro, eso era bueno.- Ya lo he dicho en voz alta.

-Tu madre no te culpa, Luna. Y no creo que el hecho de que sonrías hoy, enfade a tu padre y a tu hermanita donde quiera que estén.

-Ingrid solo tenía ocho años, ¡por Dios!-Sus lágrimas empezaron a caer, me paré delante de ella y la abracé. 

  No debí sacar el tema, ella no necesitaba de esto ahora. No necesitaba ese trágico recuerdo; así que sequé sus lágrimas, me dijo que no quería hablar más de eso. Que no estaba lista para hablar de todo, que aún tenía la imagen de su hermana grabada en la memoria, y ya era bastante y muy doloroso tener que revivir el incidente una y otra vez si se estaba quieta, en silencio... 
    La mente te juega sucio cuando se trata de malos recuerdos.
  
   Hice un comentario estúpido sobre una película que se estrenaría pronto, logré que riera; la guié a mi estudio donde guardo un pequeño santuario de pinturas y fotografías, hechas por mí. Ella se maravilló y observó cada una, decía que las fotografías en blanco y negro eran sus favoritas, tenían tanta elegancia y se encontraba en ellas. Encontraba más color y vida en ésas fotografías.
   Al ver el piano que ocupaba el centro del estudio se sentó en el banquillo.

-¿Tocas?-preguntó.

-Es mi instrumento favorito.

-Y el mío.

   Ambos sonreímos, sé que parezco un idiota... Lo sé.
   Escuché con atención la melodía que tocó a continuación, me senté a su lado.

-Claro de Luna.-dije, y experimenté un déja vu.

-Es mi favorita, desde siempre, y honestamente es lo único que sé tocar al piano.-rió. Quitó los dedos de las teclas.-Digo desde siempre... 

-¿Qué pasa?

   Bajó la mirada.

-Igual te vas enterar.-suspiró.-Soy adoptada.

   "Él me salvó..." dijo, refiriéndose a su padre. 
    "Él me salvó de un infierno..." dijo Amanda, haciendo referencia a su padre también.

-Tuviste una niñez desagradable, una infancia que no recuerdas.

-Es todo tan enrevesado.-dijo, frustrada.-Yo sabía que me faltaban recuerdos, sabía que algo andaba mal conmigo y creo que hubo ocasiones en las que a mis padres e incluso a Maura casi se les escapa la verdad. Cuando Maura fue a llevarme la ropa al hospital, por ejemplo, dijo que traigo un equipaje de sufrimientos pasados, pensé que lo decía por los sueños que me atormentaron de niña.


-Maura debe saber algo de esos años que te faltan.


-No voy a preguntarle, no quiero saber, decidí mirar hacia adelante y dejar todo ese asunto cerrado con llave. No me hace falta sumar más dolor al que ya llevo encima.


   Le rodeé los hombros, y pensando en sus palabras y escuchando la melodía que volvía a tocar, fui yo quien recordó.

   Muchos meses antes de casarme, Amanda y yo viajamos a Italia; éramos amigos, y habíamos planeado ese viaje al año de habernos conocido. Fue muy divertido, sin problemas, ella lo hizo agradable.
   Una noche en la que habíamos quedado para cenar, llegué a buscarla a su habitación y la encontré tocando el piano. Lo hacía con una maestría, las notas bailaban a su alrededor y ella sonreía con los ojos cerrados, se había sumergido en la melodía; recuerdo que me acerqué y le dije:

>>-Claro de Luna.

-Fue lo primero que aprendí a tocar al piano, me trae recuerdos.>>

    Su rostro se mantuvo inexpresivo, daba la impresión que esos recuerdos no provocaban ninguna emoción en ella.

    Ahora que sé que Luna fue adoptada, no dejo de creer que la teoría que barajo es una realidad...


    A las diez del día siguiente nos preparamos para salir directo a la iglesia donde se llevaría a cabo la ceremonia. 

   Luna me esperaba en el salón, arreglé mi corbata.... y pensaba en ella y en la relación que puede o no existir con Amanda. No sé cómo unir los puntos, si Amanda fue adoptada por los Carlysle y antes de que eso pasara vivió en algún orfanato o en algún hogar temporal donde ella y Luna se conocieron... Suena descabellado, además Amanda no ha dicho nada sobre si Luna le es familiar, de ser así se lo habría comentado a Maura. Pero hay cosas que resultan demasiado semejantes como para ser casualidad.
   Bajé las escaleras, Luna vino a mí, la encontré muy afectada. Me entregó su móvil.

-Lee ese mensaje.-dijo.


   Miré la pantalla del aparato y leí en voz alta.


-"Hoy te haré un favor, y si todo sale bien se hará justicia en tu nombre... ¡Todos caerán!... Y aquí será cuando el infierno comience a arder de verdad... No fue un accidente. No fue un accidente. No fue un accidente..". ¿Quién te ha enviado esto?


-El número está bloqueado. 


-No lo borres, ¿vale?-le pedí, devolviéndoselo.-Haré qué investiguen de qué número provino.

-"No fue un accidente..." Se refiere a ésa noche, ¿no? Digo ¿qué otra cosa si no?


-Luna, mírame, mírame.-Tomé su rostro.-Averiguaré quién envió ese mensaje, te lo prometo.


   Mientras nos dirigíamos al coche llamé a Soren, dijo que se encontraba en Madrid y me tenía la información que le había pedido. Le di la dirección de la iglesia a la que íbamos, nos veríamos allí; el mensaje decía: "Hoy te haré un favor, y si todo sale bien se hará justicia en tu nombre....", quién haya escrito el mensaje la conoce muy bien y sabe por lo que está pasando. La pregunta es ¿dónde se hará justicia? 

   No solté la mano de Luna durante el trayecto a la iglesia, y cuando llegamos la abracé antes de reunirnos con los demás invitados.

-No le menciones esto a Maura ¿sí? Yo hablaré con ella luego.-me dijo.


-Lo que tú ordenes, Vida.


-No sé por qué me estoy tomando un mensaje anónimo tan en serio, yo estuve allí, yo hice todo.-aseguró, intentando mantenerse serena. Y calló cuando Maura y Enrique se acercaron nosotros.-Hola tía, tío.-saludó, ambos la abrazaron.


-Se ven tan bien juntos.-comentó Maura, contemplándonos con adoración.


-Mucho cuidado con hacerle daño, eres mi amigo pero sabes que puedo patearte el culo.-soltó Enrique, tenía a Luna asida de la cintura.-Es la niña de mis ojos.-agregó, depositando un beso en su frente.


-No se me ocurriría ni por asomo hacerle daño, es parte de mí.-Le guiñé un ojo a Luna, se había relajado, pero yo sabía que fingía.


-Allí está Amanda.-Maura levantó la mano para saludar a mi ex mujer, quien hizo acto de presencia. 


   Esto de frecuentar los mismo círculos comienza a ser incómodo. A Andrea la conoce por Maura, y a Maura la conoce por mí; Amanda y yo tenemos los mismos amigos, a ninguno puedo decirle que dejen de tratarla porque sería inapropiado, me toca vivir con ello. Sin embargo, pienso que es bueno que esté presente.

   Amanda se aproximó adonde estábamos para saludarnos, creo que Maura no ha leído aún la nota porque de ser así ella no hubiese tratado a Amanda con tanto cariño.
  
-¿Qué te pasó?-inquirió, mirando la herida de Luna.

-Un accidente, nada grave.-contestó la morena, en tono monocorde.


  No sé si fue mi imaginación, pero por un momento vi algo de angustia en el rostro de Amanda. 

   
   Las campanas sonaron, era hora de entrar.
   Le dije a Luna que fuera con sus tíos, yo los alcanzaría en unos minutos, Soren no debía andar muy lejos. 
  Amanda se regresó desde la puerta de la iglesia, cuando la tuve cerca vi que era una oportunidad que no podía desaprovechar.

-¿Sebastian? ¿Por qué no has entrado?-preguntó.


-Estoy esperando a alguien.-respondí. 

    Se cruzó de brazos, y miró hacia la iglesia.

-¿El médico que la atendió dijo que no había ningún problema?-Hablaba de Luna, era definitivo, no me lo había imaginado.-Un golpe en la cabeza...

-Todo está en orden, pero ¿por qué preguntas? Es como si en serio te preocupara.

-Es con quien has elegido estar, ¿no? Les deseo lo mejor.

   Amanda, si no te conociera tan bien diría que mientes. Sin embargo he aprendido que mientes tan bien.

    Me lancé.

-Amy, desde que charlamos ayer no dejo de pensar en lo que dijiste sobre la cicatriz que tienes en la muñeca.-Fue automático, bastó mencionar eso para que se cubriera la muñeca izquierda con su mano derecha.-¿Quién te desgració la vida? ¿Cómo pasó?

-Es cosa del pasado, algo que intento olvidar.-Sus respuestas me eran tan familiares.

-Vale.-Respeté su hermetismo, porque si algo sabía de ella era lo reservada que era en ocasiones.-¿Puedo hacerte una pregunta más?

-Adelante.

-¿El senador Carlysle te adoptó?

   Amanda frunció el ceño, y ladeó la cabeza, le extrañó la interrogante.

-Por supuesto que no, soy su hija biológica ¿de dónde carajos sacas eso?

-No sé, es sólo que la cicatriz y las palabras que usaste sobre tu padre, dijiste que él te salvó de un infierno.

-Ésa cicatriz me la hizo un maldito profesor del internado donde pasé los dos peores años de mi vida.-Se mantuvo tan calmada al hablar, si fue tan malo no debería reaccionar de ese modo.-El muy miserable me violó, y luego, para que no me olvidara de la amenaza que me hizo me pegó una colilla de cigarrillo; pero él tuvo su merecido ¿sabes? Le pedí a mi padre que me sacara de ese colegio, y el día que fueron por mí, el viejete se lanzó del techo. Yo subía al coche en el momento en que él se suicidaba. 

   La tranquilidad en su voz me dio escalofríos, prácticamente era como que dijera que ella misma lo había matado y no se arrepentía de ello.
   Pero la duda seguía acechando...


-Soy hija de Matthew y Helenna Carlysle, hermana mayor de Dorian, y tu ex mujer.-declaró, mirándome a los ojos.-No fui adoptada, nací en la ciudad de Nueva York el 23 de octubre de 1981. Si no me crees ve y habla con mis padres, o investiga por tu cuenta; aunque me gustaría saber la razón, Sebastian. ¿Por qué el interés ahora? Si antes te importé muy poco.

   Sin esperar respuesta dio media vuelta y se encaminó hacia la iglesia. No le interesaba saber la respuesta, vino a mí con la intención de informarse sobre Luna.
    Creo que miente.
    Escuché que me llamaron, era Soren; fui a su encuentro y estreché su mano. Antes de preguntar por lo que le pedí, le entregué el móvil de Luna.

-¿Crees poder averiguar de dónde vino ese mensaje?

-Me pondré a eso enseguida, señor.-Soren no hacía preguntas, cumplía las órdenes al pie de la letra. Era el jefe de seguridad de mi padre, y un amigo de confianza.-En este drive está lo que me pidió, pero le aviso de antemano que no encontrará nada nuevo. 

-Registro de adopción, algo que me diga que Amanda no es hija del senador Carlysle.

-No señor Strauss, toda la información que hay allí es lo que ya sabemos.-¡Joder! No puedo estar equivocado.-Perdona, Sebastian, pero ¿qué está pasando? 

-Es lo que quiero saber....-Paré al oír un disparo.-Luna.-musité.

   Soren y yo corrimos en dirección a la iglesia, se oyeron dos disparos más. 
    La gente empezaba a salir, despavorida. Entré, y vi tres cuerpos en el piso de la iglesia, el piso lleno de sangre; busqué a Luna con la mirada, Maura la tenía abrazada cerca de una esquina.
  "Y aquí será cuando el infierno comience a arder de verdad...", todos caerán... ¿Los muertos de este día estaban involucrados en el "accidente" donde el padre y la hermana de Luna murieron?
    
    Ella me miró, las lágrimas resbalaban por sus mejillas... Los disparos... Como en sus sueños...
     
  


   



8 comentarios:

  1. Ayyyy! ...por un momento temí me dijieras que eran hermanas o algo así, Amanda y Luna! ....pero ahora, llegando al final, ¿¿qué pasó?? ...me haces entrar en ansias Cristo!

    Espero ...pronto, la continuación!!! ...besitos niña!

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    1. Ya pronto publicaré el próximo capítulo, yo también estoy ansiosa por compartirlo con ustedes...

      Un beso fuerte, preciosa Alma!!!!!

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  2. Yo sí creo que Amanda y Luna tienen algo más que Bastian en común... apostaría a que son parientes... hermanas quizá?... pero este final me ha dejado parada... venía de leer el anterior, esa mezcla de nervios, miedo y amor en Luna... y ahora tres disparos y tres personas en el suelo... quienes son? Ay hermana cómo me dejas así? Continúa pronto por favor... que a mi esta historia me tiene en un sin vivir...
    Montones de besinos mi niña... un achuchón Sis...

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    1. Eres muy buena, mi querida Watson, excelente deducción.... ;)

      Besos, Hermana preciosa!!!!!!!!!!!!

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  3. Cuanto misterio y suspenso. Te dije no era bueno para leer relatos largos, pero lo he leído eh. Todo puede pasar al parecer.

    Besos dulces y feliz semana Ivel.

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    1. ¡Oh! Me siento honrada, amigo Dulce.... Gracias por tomarte el tiempo de leer esta historia...

      Feliz semana, besos :****

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  4. Uffff, estoy que no vivo. Cómo puede acabar esto?
    Qué más puede pasar?
    Ivel, me tienes en ascuas.

    Mil besitos, guapísima.

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