Luna me tenía a su merced...
Conocía mis debilidades y mis fortalezas...
Conocía mis imperfecciones, y solía decir que me hacían perfecto...
Pero a veces se mostraba insegura,
y entonces era yo quien le enseñaba lo mucho que ella valía...
Era mi ángel, mi salvación...
Escuché unas risas al despertar, giré en la cama y percibí su aroma en la almohada. Sonreí, había soñado con ella, con la mujer que estuvo a mi lado toda la noche; me había escuchado y consolado. Si no hubiese llegado me habría ahogado en alcohol...
Mi Luna...
Me metí a la ducha, y al salir me vestí con algo sport; estaba ansioso por verla, como un chiquillo el día de navidad.
Bajé las escaleras, y me dirigí al comedor, unas voces venían de allí; me detuve en el umbral y la vi, vestida de negro con el pelo recogido en una coleta, estaba de espaldas a mí. Se dio la vuelta cuando Clarita notó mi presencia. Habían servido el desayuno.
Ladeó la cabeza de ese modo tan adorable que tiene, y una sonrisa se deslizó por sus labios.
-Buen día.-saludé, entrando. Clara respondió al saludo, pero ella esperó a que yo estuviera cerca, la cogí de la cintura y la levanté. Besé sus labios, así deseaba iniciar mis mañanas, con ella...
Clara se aclaró la garganta. Bajé a mi hermosa dama, y vi los platos servidos en la mesa.
-Ayudé a Clarita a prepararte el desayuno....
-No se reste mérito, señorita Giraldo.-dijo Clara.
-Y ésa es la razón por la que me presento sólo de nombre, sin apellidos.-me informó. Recordé que su nombre de pila fue lo único que dijo cuando nos vimos la primera vez.-Luna, sólo Luna.-le pidió a mi ama de llaves.
Clarita asintió y pasó por mi lado susurrando.
-Ni se le ocurra perderle de vista, es un encanto.
Creo que Luna escuchó, aún cuando estaba distraída sentándose la vi sonreír.
Me senté a la cabecera de la mesa, ella estaba a mi derecha.
-Fui a casa esta mañana a cambiarme y regresé, no quise despertarte, fue una noche muy dura para ti.-dijo, mirándome directamente a los ojos como acostumbra.-Clari me dijo que te gustaba el zumo de naranja en lugar de café.-informó mientras los servía.
-¿Te estuvo dando muchos tips? Las escuché riendo.
Comentó que los panqueques le salían fatal, y Clara le enseñó cómo hacerlos. Los míos fueron hechos por ella, los de ellas fueron hechos por Clara.
-Eres una tramposa, ¿quieres que me enferme?-bromeé.
-¿Crees que estoy tan loca como para probar mi propia comida? Eres mi conejillo de indias, Stalker.
-¿Stalker?-repetí.
-¿Me dices Señorita Hielo y tú no vas tener tu propio apodo? Stalker/Acosador, Strauss... Sebastian.-dijo, haciendo gestos con el dedo índice, escribiendo en el aire la letra S.-Funciona ¿ves?
Solté una carcajada, muy ocurrente me ha salido. Me gusta, todo en ella, me gusta...
Probé el primer bocado, y siendo honesto estaba muy bueno para alguien que recién acaba de aprender. Ella creyó que mentía al halagar su buen trabajo, pero conseguí que los probara.
-Quiero que me respondas algo, Luna.-Levantó la mirada, dejé el tenedor en el plato y acerqué mi rostro al de ella. Besé la comisura de sus labios.-¿A qué viniste anoche?-pregunté en un susurro. Yo sabía a qué, pero quería que ella misma me respondiera.-Dímelo.
Su mano en mi mejilla, y esa oscura mirada llegándome hasta el alma.
-Deseaba que me follaras.-contestó, y aquellas palabras en su voz me excitaron. Ella me alejó y volvió a su desayuno.-Pero creo que hubo otra razón que me trajo aquí, además del deseo y la lujuria que despertaste en mí en tu coche.
-¿Cuál será ésa razón?-pregunté, interesado y a la vez con ganas de barrer los platos al piso para follarla en la mesa.
-Te lastimaron, Sebastian.-respondió, la tristeza que vi en sus ojos era el reflejo de la mía, de esa desolación que yo sentía tras enterarme de lo que hizo Amanda.-Hay almas que se conectan a un nivel muy profundo, se crea un lazo tan fuerte que una de las dos termina presintiendo cuando su contraparte está pasando por un duro momento. De allí a que lleguen mensajes, visitas o llamadas "inesperadas" de ésa persona por la que sientes tal cercanía, y de allí que esa persona sienta la necesidad de llamar, escribir o visitar... ¿Es una locura? Tal vez, pero creo en ello. Creo que pasa.
Yo también empezaba a creer....
-Disculpa mis tonterías.-rió.
-No, de hecho me parece coherente. Discúlpame tú a mí por comportarme como un inmduro, un niño....
-¿De qué hablas? Te acababas de enterar de algo muy fuerte, Bastian, estabas alterado. Es normal que lloraras.-Sujetó mi mano.-¿Cómo la conociste a Amanda?-preguntó, acercando su silla de modo que mi rodilla se encontraba entre sus piernas y la de ella entre las mías.
-Teníamos veinticuatro años cuando nos presentaron en una fiesta de cumpleaños de un amigo en común. Yo recién acababa de llegar de un viaje a la India, era un nómada.-reí.-Me gustaba viajar, me gusta viajar. Tomaba fotografías y luego Maura me ayudaba con sus contactos para exhibirlas; me iba bien, aún no teníamos la revista pero estaba en los planes. De eso le hablé cuando empezamos a entablar amistad, y sólo eso.-Me detuve, recordando esos días. Amanda era una buena mujer.-Volví a viajar, y regresé para mi cumpleaños número veintinueve. Amanda me preparó una sorpresa con la ayuda de Maura, yo las había presentado meses después de conocer a Amy. En esa fiesta todo se nos salió de control, desperté al lado de Amanda...-A Luna pareció incomodarle ese detalle.-Hablamos, ella me confesó que estaba enamorada de mí, que me amaba. Y yo le dije que no sentía igual, que el hombre indicado llegaría para ella, yo no quería compromisos, no me veía en una relación seria.
-No eras muy responsable, ¿no?-dijo con picardía.
-No.-sonreí.-No lo era, iba muy a mi bola.-Luna me instó a continuar.-Un mes después, estando en Los Hamptons ella llegó de visita a la casa de mis padres, a ellos les caía de perlas, a mi hermana Paloma no tanto. Y mis hermanos....-La cara de Piotr vino a mi mente. Decidi proseguir.-Me pidió que hablarámos en privado, y estando a solas volví a ponerle las cosas claras. No la quería de ese modo, lo que ocurrió en la fiesta no debió pasar; ella empezó a llorar y sacó un papel de su cartera. Se había hecho unos exámenes que daban como resultado positivo pa... Estaba embarazada.-Golpeé la mesa con el puño cerrado, Luna no se inmutó, puso su mano sobre la mía.-Lo que no sabíamos era que mi padre escuchó la noticia, yo le dije a Amanda que necesitaba tomar aire, no estaba preparado para algo así aunque debí suponer que podía pasar; salí de casa y mientras caminaba por la playa pensé en ese bebé, y terminó haciéndome ilusión tener un hijo o hija. Pero que no sería justo para el bebé si me casaba con su madre, puesto que no la amaba y eso sólo nos traería problemas y el que más sufriría sería él.
>>Regresé a casa al anochecer, decidido a decirle a Amanda que me ocuparía del niño. Que le daría todo lo que necesitara, pero que no podiamos casarnos sólo por eso; sin embargo lo que encontré al llegar fue una legión de periodistas y una fiesta organizada de forma improvisada por mi padre. En cuanto llegué anunció al mundo que su hijo al fin había decidido sentar cabeza, y que no pudo elegir mejor mujer. Ver la cara de Amanda, tan ilusionada, y pensar en el bebé que llevaba en su vientre me hizo cometer el peor error de mi vida. Delante de todos confirmé la noticia. Nos casaríamos en unas semanas. Y así pasó, lo hicimos en Berlín, ya que mi padre nació allá. Tuve la esperanza de que podría terminar enamorándome de Amanda. Durante los dos meses siguientes fuimos juntos a los chequeos, y el médico siempre decía que todo iba bien, a ella se le notaba muy poco la panza por eso mi hermana Paloma no dejaba de insinuar que todo era una farsa.-Entrelacé mis dedos con los de Luna, venía la parte difícil.-Cuando estaba por cumplir los tres meses y medio, una mañana llegué de correr y la encontré en el piso del baño, ensangrentada. La llevé al médico, y la noticia final fue que hubo complicaciones, y que el bebé había muerto.... Yo.... Yo fui quien le dio la noticia... Una noticia que ella ya sabía.
Luna se levantó y se paró entre mis piernas, me abracé a sus caderas. Sentí sus caricias en mi pelo.
-Ella ya se había casado contigo, ¿acaso no podía tenerlo? Si luego no quería cuidar de él porque estaba muy ocupada con su carrera, que no lo hiciera. ¿Por qué provocarse un aborto?
-La enfrentaré, y tendrá que darme una mejor explicación que simplemente: "No quería echar a la mierda mi carrera...".
Amanda había mostrado su verdadera cara cuando la encontré con mi hermano, lo que hizo anoche tan sólo fue una careta más que se le caía.
Y entonces recordé una discusión que habíamos tenido sobre el bebé. Ella hablaba de contratar a alguien para que cuidara de él, así nosotros podíamos tener la luna de miel que no tuvimos; yo le dije que no, que separarnos de él apenas naciera no era una opción, lo demás podía esperar. Él era prioridad, Amanda se enfadó, y dijo que yo no podía elegir a nuestro hijo por encima de ella. Creí que eran cosas de mamás primerizas, no sé, las hormonas... Pero sus celos con un bebé que no había nacido no me parecían normales, hablé con un especialista y explicó que solía pasar. Que le tuviera paciencia...
Debí ser más cuidadoso, pero no quiero imaginar que la verdadera razón de lo que hizo fueron sus celos enfermizos....
Quedé de pasar a buscar a Luna en la noche para el evento en Vesta. Cuando llegué, ella salía de su edificio vestida de negro, siempre ese color, pero me gustaba porque resaltaba más su halo de misterio; su pelo negro ondulado, sus labios rojos... La tentación de no asistir a la fiesta comenzaba a dominarme.
No sé qué hizo, pero cuando me di cuenta ya estábamos ante una cola de vehículos, y muchos periodistas. Bajamos, le di la llave de mi auto al valet, y con los flashes de un lado y de otro, nos dedicamos a posar.
-¿Incómoda?-le susurré al oído.
-Mucho, no me gusta estar ante las cámaras.-respondió.
-Ve acostumbrándote.
Sonrió con ironía, y entramos.
Fuimos a los elevadores, la rodeé de la cintura, yo estaba detrás de ella; besé su cuello, su aroma me enloquecía.
-Contrólate, cielo.-dijo en un susurro, pero sus acciones no iban de la mano con sus palabras, la sentí frotar su culo contra mi polla.
-No te inquietes tú, me estás poniendo malo.
La escuché reír y quitó mis manos de su cintura.
Las puertas se abrieron, y al salir, la primera que nos saltó encima fue Paloma.
-¡Madre mía, Sebas!-exclamó por encima de la música.-¿Es ella?
-Luna, ella es Paloma y estaba ansiosa por conocerte.-recité.
Paloma cogió a Luna de la mano y la apartó de mí. Caminé cerca de ellas.
-Paloma puede ser muy fastidiosa, Luna. Te recomiendo que te vayas preparando.-le advertí a mi bella dama.
Luna enarcó una ceja, ¡joder, cómo adoro que haga eso!
Había mucha gente, las mesas estaban dispuestas, había un escenario especial para el dj que Maura había elegido para amenizar la fiesta. Incluso habría música en vivo pero esa iría ya a las 22:30, Maura pensó en todo. También la oí decir que habría una presentación de baile, miré a Luna y me pregunté si.....
-Mierda.-dijo Paloma, acababa de ver a alguien que no le caía bien.
Luna y yo seguimos su mirada. Y al ver a la recién llegada, nos miramos mutuamente.
Había olvidado que Amanda estaba invitada.
Luna me cogió de la mano, cuando la miré me guiñó un ojo... Buscaba calmarme... Y lo había logrado...
-Te lastimaron, Sebastian.-respondió, la tristeza que vi en sus ojos era el reflejo de la mía, de esa desolación que yo sentía tras enterarme de lo que hizo Amanda.-Hay almas que se conectan a un nivel muy profundo, se crea un lazo tan fuerte que una de las dos termina presintiendo cuando su contraparte está pasando por un duro momento. De allí a que lleguen mensajes, visitas o llamadas "inesperadas" de ésa persona por la que sientes tal cercanía, y de allí que esa persona sienta la necesidad de llamar, escribir o visitar... ¿Es una locura? Tal vez, pero creo en ello. Creo que pasa.
Yo también empezaba a creer....
-Disculpa mis tonterías.-rió.
-No, de hecho me parece coherente. Discúlpame tú a mí por comportarme como un inmduro, un niño....
-¿De qué hablas? Te acababas de enterar de algo muy fuerte, Bastian, estabas alterado. Es normal que lloraras.-Sujetó mi mano.-¿Cómo la conociste a Amanda?-preguntó, acercando su silla de modo que mi rodilla se encontraba entre sus piernas y la de ella entre las mías.
-Teníamos veinticuatro años cuando nos presentaron en una fiesta de cumpleaños de un amigo en común. Yo recién acababa de llegar de un viaje a la India, era un nómada.-reí.-Me gustaba viajar, me gusta viajar. Tomaba fotografías y luego Maura me ayudaba con sus contactos para exhibirlas; me iba bien, aún no teníamos la revista pero estaba en los planes. De eso le hablé cuando empezamos a entablar amistad, y sólo eso.-Me detuve, recordando esos días. Amanda era una buena mujer.-Volví a viajar, y regresé para mi cumpleaños número veintinueve. Amanda me preparó una sorpresa con la ayuda de Maura, yo las había presentado meses después de conocer a Amy. En esa fiesta todo se nos salió de control, desperté al lado de Amanda...-A Luna pareció incomodarle ese detalle.-Hablamos, ella me confesó que estaba enamorada de mí, que me amaba. Y yo le dije que no sentía igual, que el hombre indicado llegaría para ella, yo no quería compromisos, no me veía en una relación seria.
-No eras muy responsable, ¿no?-dijo con picardía.
-No.-sonreí.-No lo era, iba muy a mi bola.-Luna me instó a continuar.-Un mes después, estando en Los Hamptons ella llegó de visita a la casa de mis padres, a ellos les caía de perlas, a mi hermana Paloma no tanto. Y mis hermanos....-La cara de Piotr vino a mi mente. Decidi proseguir.-Me pidió que hablarámos en privado, y estando a solas volví a ponerle las cosas claras. No la quería de ese modo, lo que ocurrió en la fiesta no debió pasar; ella empezó a llorar y sacó un papel de su cartera. Se había hecho unos exámenes que daban como resultado positivo pa... Estaba embarazada.-Golpeé la mesa con el puño cerrado, Luna no se inmutó, puso su mano sobre la mía.-Lo que no sabíamos era que mi padre escuchó la noticia, yo le dije a Amanda que necesitaba tomar aire, no estaba preparado para algo así aunque debí suponer que podía pasar; salí de casa y mientras caminaba por la playa pensé en ese bebé, y terminó haciéndome ilusión tener un hijo o hija. Pero que no sería justo para el bebé si me casaba con su madre, puesto que no la amaba y eso sólo nos traería problemas y el que más sufriría sería él.
>>Regresé a casa al anochecer, decidido a decirle a Amanda que me ocuparía del niño. Que le daría todo lo que necesitara, pero que no podiamos casarnos sólo por eso; sin embargo lo que encontré al llegar fue una legión de periodistas y una fiesta organizada de forma improvisada por mi padre. En cuanto llegué anunció al mundo que su hijo al fin había decidido sentar cabeza, y que no pudo elegir mejor mujer. Ver la cara de Amanda, tan ilusionada, y pensar en el bebé que llevaba en su vientre me hizo cometer el peor error de mi vida. Delante de todos confirmé la noticia. Nos casaríamos en unas semanas. Y así pasó, lo hicimos en Berlín, ya que mi padre nació allá. Tuve la esperanza de que podría terminar enamorándome de Amanda. Durante los dos meses siguientes fuimos juntos a los chequeos, y el médico siempre decía que todo iba bien, a ella se le notaba muy poco la panza por eso mi hermana Paloma no dejaba de insinuar que todo era una farsa.-Entrelacé mis dedos con los de Luna, venía la parte difícil.-Cuando estaba por cumplir los tres meses y medio, una mañana llegué de correr y la encontré en el piso del baño, ensangrentada. La llevé al médico, y la noticia final fue que hubo complicaciones, y que el bebé había muerto.... Yo.... Yo fui quien le dio la noticia... Una noticia que ella ya sabía.
Luna se levantó y se paró entre mis piernas, me abracé a sus caderas. Sentí sus caricias en mi pelo.
-Ella ya se había casado contigo, ¿acaso no podía tenerlo? Si luego no quería cuidar de él porque estaba muy ocupada con su carrera, que no lo hiciera. ¿Por qué provocarse un aborto?
-La enfrentaré, y tendrá que darme una mejor explicación que simplemente: "No quería echar a la mierda mi carrera...".
Amanda había mostrado su verdadera cara cuando la encontré con mi hermano, lo que hizo anoche tan sólo fue una careta más que se le caía.
Y entonces recordé una discusión que habíamos tenido sobre el bebé. Ella hablaba de contratar a alguien para que cuidara de él, así nosotros podíamos tener la luna de miel que no tuvimos; yo le dije que no, que separarnos de él apenas naciera no era una opción, lo demás podía esperar. Él era prioridad, Amanda se enfadó, y dijo que yo no podía elegir a nuestro hijo por encima de ella. Creí que eran cosas de mamás primerizas, no sé, las hormonas... Pero sus celos con un bebé que no había nacido no me parecían normales, hablé con un especialista y explicó que solía pasar. Que le tuviera paciencia...
Debí ser más cuidadoso, pero no quiero imaginar que la verdadera razón de lo que hizo fueron sus celos enfermizos....
Quedé de pasar a buscar a Luna en la noche para el evento en Vesta. Cuando llegué, ella salía de su edificio vestida de negro, siempre ese color, pero me gustaba porque resaltaba más su halo de misterio; su pelo negro ondulado, sus labios rojos... La tentación de no asistir a la fiesta comenzaba a dominarme.
No sé qué hizo, pero cuando me di cuenta ya estábamos ante una cola de vehículos, y muchos periodistas. Bajamos, le di la llave de mi auto al valet, y con los flashes de un lado y de otro, nos dedicamos a posar.
-¿Incómoda?-le susurré al oído.
-Mucho, no me gusta estar ante las cámaras.-respondió.
-Ve acostumbrándote.
Sonrió con ironía, y entramos.
Fuimos a los elevadores, la rodeé de la cintura, yo estaba detrás de ella; besé su cuello, su aroma me enloquecía.
-Contrólate, cielo.-dijo en un susurro, pero sus acciones no iban de la mano con sus palabras, la sentí frotar su culo contra mi polla.
-No te inquietes tú, me estás poniendo malo.
La escuché reír y quitó mis manos de su cintura.
Las puertas se abrieron, y al salir, la primera que nos saltó encima fue Paloma.
-¡Madre mía, Sebas!-exclamó por encima de la música.-¿Es ella?
-Luna, ella es Paloma y estaba ansiosa por conocerte.-recité.
Paloma cogió a Luna de la mano y la apartó de mí. Caminé cerca de ellas.
-Paloma puede ser muy fastidiosa, Luna. Te recomiendo que te vayas preparando.-le advertí a mi bella dama.
Luna enarcó una ceja, ¡joder, cómo adoro que haga eso!
Había mucha gente, las mesas estaban dispuestas, había un escenario especial para el dj que Maura había elegido para amenizar la fiesta. Incluso habría música en vivo pero esa iría ya a las 22:30, Maura pensó en todo. También la oí decir que habría una presentación de baile, miré a Luna y me pregunté si.....
-Mierda.-dijo Paloma, acababa de ver a alguien que no le caía bien.
Luna y yo seguimos su mirada. Y al ver a la recién llegada, nos miramos mutuamente.
Había olvidado que Amanda estaba invitada.
Luna me cogió de la mano, cuando la miré me guiñó un ojo... Buscaba calmarme... Y lo había logrado...
Espero qu el vídeo se vea bien.. :(
ResponderEliminarBesos...
Bueno ...bueno ...bueno ...esta historia me hizo llorar por la mañana pero me hace ir a dormir con una sonrisa!
ResponderEliminar"Hay almas que se conectan a un nivel muy profundo, se crea un lazo tan fuerte que una de las dos termina presintiendo cuando su contraparte está pasando por un duro momento. De allí a que lleguen mensajes, visitas o llamadas "inesperadas" de ésa persona por la que sientes tal cercanía, y de allí que esa persona sienta la necesidad de llamar, escribir o visitar... ¿Es una locura? Tal vez, pero creo en ello..." ...y yo, yo creo en estas cosas, entre dos que se aman, entre amigos, entre madre/padre e hijos ...simplemente dos almas que se (re)conocen, y vuelven a encontrarse una y otra vez, porque ese es su destino, porque así estaba escrito...
Un besote enorme ...y gracias, gracias por esta historia!
Me alegra saber que el trago amargo de la mañana haya pasado, Alma...
EliminarEs algo que tengo muy presente ¿sabes? Y en algún momento pensé en poner ese pensamiento mío en alguna historia, pero dicha historia no llegaba, hasta ahora.
Creo en esa conexión tanto como tú...
Besos para ti, amiga mía... Es un placer escribirla, me divierto y hasta sufro con los personajes... Pero compartirla con ustedes, es más placentero aún ;)
Hola...me ha gustado...y desde luego se disfruta escribiendo, fotografiando..y haciendo mas cosas...un beso desde Murcia...
ResponderEliminarSí, a mi me gusta mucho la fotografía también.... Se trata de eso, hacer lo que nos gusta nos saca sonrisas, nos hace disfrutar más la vida....
EliminarUn besazo, desde Venezuela... Saludos :****
Nada como sentirse protegido por la coraza del amor. Cada vez me gusta más, Ivel.
ResponderEliminarMil besitos.
Ya lo has dicho, querida Auroratris. Nada como eso ;)
EliminarFeliz, inmensamente feliz de saber eso, que guste me anima a continuar....
Mil besitos, bonita :*****