Spin-off

Spin-off

lunes, 16 de febrero de 2015

Segundo Acto: Pasado en el Presente...





No me gusta mirar atrás, 
mi pasado tiene un sabor amargo, un color oscuro...
Y cuando mi presente comenzaba a perder su color, 
color que mis padres habían logrado sacar en medio de sombras....
Apareció Él...


   Él dormía en el sofá que se hallaba en la habitación, alguien lo había cobijado. Yo acababa de despertar de una terrible pesadilla, y verle allí me devolvió la calma que el mal sueño me había quitado.
   Volvía a ser niña, volvían los temores de mi infancia. Los ojos de una quimera, y sangre derramada.... Disparos... 
   Vi la cicatriz en mi muñeca. Después que él la vio y preguntó quedé con eso en la cabeza, hace tiempo que no pensaba en ésa marca, la maquillaba precisamente para no tener que darle explicaciones a nadie porque no tenía una explicación qué dar. Porque no recuerdo qué ocurrió, sólo sé que mis pesadillas comienzan y terminan con ésa cicatriz. 
   Y luego está Paloma, cuando nos sentamos empezamos a hablar de cosas vanas antes de ordenar la comida. Ella reservó en la parte de arriba del restaurante, un lugar precioso al que no había ido; cuando comentó lo que les ocurrió a una mujer y a sus dos hijas me quedé petrificada. Los cuerpos fueron encontrados en un apartamento abandonado, las torturaron.... Yo me levanté, ésa noticia me alteró, y no sabría decir por qué....

-Buen día, guapa.-saludó Maura en voz baja, entrando con un bolso colgándole del hombro.-El médico me ha dicho que hoy te dan el alta. 

-¿Lo que pasó ayer no lo hizo cambiar de opinión?-pregunté, ésa crisis en la que entré me preocupó mucho.

-No, le dije que pasaste por una situación muy traumática y que estás viendo a una psicóloga, mi cielo. Tienes que prometerme que irás a tus sesiones y las terminarás.

-Cómo digas.-No prometía nada.

   Maura puso el bolso encima de la cama, y me pilló viendo a Bastian.

-Pasó aquí toda la noche ¿sabes? Intentamos convencerlo de que fuera a descansar a casa y regresara por la mañana pero se negó. Quería estar aquí para ti, es un amor, Luna; me hace muy feliz que estén juntos.

-No creo que sea justo que cargue con alguien como yo, me quebré frente a él, sabe que estoy loca...

-¡Qué no estás loca!-dijo, después de darme un beso en la frente.-Eres fuerte como ninguna, y eso él lo ha notado. Si se quedó después de verte en crisis, es porque le importas, es porque te ama; Luna, traes un equipaje de sufrimientos pasados que no te han detenido.....

-Porque no recuerdo muchas cosas de mi infancia, y después de lo que pasó con mi padre e Ingrid, descubrí algo que no me habían dicho. Y empecé a preguntarme por qué papá solía decir que yo me parecía a ti si ni siquiera soy su hija biológ....

   Me interrumpí al notar que Bastian estaba despertando.
   Maura se había quedado atónita por la frase que yo no había terminado pero que ella pudo completar solita.

-¿Cuando?-susurró.

-Luego hablamos.-dije, moviendo los labios para que sólo ella pudiera entender.

   Se despidió de Bastian, luego me abrazó y salió.

    Él no parecía alguien que acabara de despertar, se veía tan guapo, fresco, jovial.... ¿O sólo lo veo así porque estoy enamorada hasta más allá de lo humanamente posible? 
   No quería que me viera, me sentía tan mal, y avergonzada por lo que pasó el día antes en su presencia. Lo menos que deseaba era romperme de ese modo delante de Bastian, y que él viera esos fragmentos de mí; aunque verle allí me hacía percibir que había recogido cada uno de mis pedazos.

-¿Cómo amaneces?-preguntó, acercando un sillón.

-Mejor, creo.-Bajé la mirada.-Lo que viste ayer... Yo....

-Escúchame antes de que digas algo que sé que no aceptaré.-Se levantó del sillón y se sentó al borde de la cama.-Discúlpame por ser un maldito egoísta.-Aquello me sorprendió.-Yo sabía que tu padre y tu hermana murieron el año pasado, estuve presente cuando Maura recibió la terrible noticia; sin embargo, olvidé por completo lo sucedido cuando supe que eras sobrina de Maura ésa noche en la galería. Y los días posteriores sólo pensaba en ti y en mí, y no en la tragedia que viviste. ¿Sabes cuando vine a reflexionar sobre ese particular?-Bastian estaba dolido en serio, y veía la culpabilidad en sus ojos, en su alma.-La madrugada de ayer, cuando desperté y te vi a mi lado. Veía a una hermosa, y fuerte mujer, y entonces recordé el día en que Maura recibió la noticia. El día en que salió afectada directo al aeropuerto para ir con su única sobrina y su cuñada porque su hermano mayor y su sobrina la más pequeña habían muerto.... Y me sentí un idiota, Luna, viéndote allí dormida me sentí un maldito idiota, egoísta que sólo pensó en follarte en lugar de ahondar en lo que estabas pasando...-A Bastian casi se le quebró la voz.-Pero es que no pensé, nada más conocerte no pensé en eso porque fue cómo si mi mente quedara en blanco... Tú tampoco hiciste mención del asunto, y tomé la decisión de no interrogarte, de dejar que fueras tú quien hablara. No preguntaría, no haría que te sintieras peor de lo que ya te sentías y prometí enfocarme en hacerte sonreír.

  Yo no sabía qué hacer o qué decir, me dejó con el corazón en un puño; en lo único que pensaba hasta hace unos minutos atrás era en cómo alejarme de él para que no tuviera que ver cómo me consumía en mis sombras, para no traerlo a mi abismo.

-No acepto tus disculpas.-le dije, él se extrañó.-No las acepto porque no tienes que disculparte. En este instante agradezco mil veces y hasta más que no hayas recordado lo del accidente cuando supiste que Maura y yo estábamos emparentadas; ese espacio en blanco del que hablas yo también lo tengo cuando estoy contigo, me quitas el dolor, y no creo que haya alguien en este mundo que pueda curar mis heridas como lo has estado haciendo tú, Bastian. Borras un mal recuerdo, y el espacio en blanco que queda lo llenas de cosas mejores, y bonitas....

   Sentí su abrazo, me dejé arropar por él, por su calidez, por su fuerza...


-Lo que pasaste ayer no es motivo para irme de tu lado, después de eso te quiero mucho más si cabe. No me pidas que me aleje, porque no lo haré, Reina del Hielo, me necesitas y yo a ti.


   El médico llegó justo a tiempo para interrumpir un beso, inoportuno el hombre.

    Tras una breve charla con él, salió con Bastian mientras yo me vestía con la ropa que Maura me había traído. Era hora de volver a la rutina del día a día, con algunas recomendaciones del médico, ¡de lo lindo!
   Bastian me llevó a casa, en el trayecto sopesé la idea de decirle lo que había ocurrido en realidad en ese accidente. Pero aún no me sentía lista para hablar del asunto, en silencio agradecí a mi padre y a mi hermana por poner a este hombre en mi camino, porque no podía ser de otra forma, yo en el borde de un abismo del que él llegó a sacarme. Del que él, intenta sacarme... Porque me miento, no estoy bien del todo, aún tengo cosas que resolver.
  
  Llegamos a mi apartamento, Bastian abrió la puerta y sin entender qué pasaba me vi rodeada por Maura, Paloma, Enrique, Manuel, un hombre rubio al que no reconocí y una niñita de unos siete años como mucho. 

-Sólo estuve recluida en el hospital un día.-reí, sentí los brazos de Bastian rodeándome la cintura. Un beso en mi mejilla.-Gracias a todos, aunque a ti ni te conozco.-dije, observando al rubio.


-Soy Niklaus, hermano del caballero aquí presente.


   ¡Pero que descaro el mío al decir lo que dije! "A ti ni te conozco"...


-Es un placer.


   Estreché la mano que me tendió.


-El placer en realidad, es mío. Paloma me ha puesto un poco al día, y ver ésa sonrisa iluminando el rostro de mi hermano me hace ver que mi pequeña hermana se ha quedado corta.


-Tío Príncipe está tan feliz porque te recuperaste, Reina del Hielo, él dijo que así sería.-La vocecita de la nena me resultó hermosa, miré de reojo a Bastian cuando la niña dijo "Tío Príncipe" y "Reina del Hielo".


-Mucho gusto, nena.-Me agaché.-¿Cómo te llamas?


-Vit.-respondió, era igual de rubia que su padre, se parecía mucho a Niklaus.-¿Mi Tío Príncipe y tú se van a casar?


   Escuché a Maura toser, y casi estoy segura de que se había ahogado con algo que bebió.


-No hemos hablado de eso, cariño.-sonreí. Me puse de pie.-Llevaré el bolso a mi habitación, vuelvo en un minuto.-anuncié.


   Vi que Bastian cargaba a Vit, y a Manuel mirándome con algo de tristeza en sus ojos. No entendí la razón; entré a mi dormitorio, dejé el bolso en el armario, y me dirigí a la portátil que estaba encima de mi cama. La abrí y la encendí.

   Lo primero que hice fue buscar una fotografía de mi padre, necesitaba ver su rostro.

-Es muy tarde para pedirte perdón por ser una mala hija, que sé que a veces hice cosas que terminaron decepcionándote.-susurré, mirando la imagen en la que él, Ingrid y yo aparecíamos. Ingrid era una nena de apenas dos años en la foto.-Cuando supe la verdad pensé que madre y tú me mintieron por hacerme un mal, pero en realidad me hicieron el bien más grande. Aceptaron a una niña con un pasado desconocido, en su familia. Una niña con problemas, porque los tengo, porque llevo un trauma...yo lo sé, ustedes lo sabían y aún cuando me vieron descompuesta, rota, siguieron conmigo. Gracias, porque fuiste el padre que toda hija querría tener... Gracias por cuidarme, y por seguir cuidándome después de haberte ido físicamente... Gracias por adoptar a esta niña temerosa.... A esta niña con problemas... Gracias, gracias... 


    Rompí a llorar, no pude evitarlo... 

-Niña temerosa, y fuerte... Niña Guerrera...


   Levanté la mirada y me encontré a Maura, cerrando la puerta tras de sí.


-Debes aprender a tocar antes de entrar.-sonreí, limpiando mis lágrimas. Ella se sentó a mi lado, en la cama.-Lo extraño.... Los extraño.


-Y yo, mi niña.-dijo Maura, me abrazó.-Nunca pienses que las decisiones que tomaste lo decepcionaron porque te aseguro que no fue así. Te amó más de lo que un padre puede amar a su propia hija, no es el compartir la misma sangre lo que hace a la familia, ¿entiendes? Fuiste adoptada por dos seres maravillosos. 

-Él decía que yo me parezco mucho a ti ¿por qué?

-Tenemos personalidades muy similares, Luna.-Maura me observó con ternura.-¿Cuando te enteraste? ¿Cómo?

-Unas semanas después de...-Aún me costaba decirlo.-Encontré una carta tuya en un cajón, en su oficina. Le decías que debía contarme la verdad, que yo era adoptada, que era momento de saberlo.

-Ya.-suspiró.

-Lo odié, por un instante odié la mentira en la que viví, pero se me pasó pronto porque ellos me dieron todo, me dieron un cariño que seguro en hogares sustitutos no encontré.-Miré la cicatriz de mi muñeca pensando que tal vez en alguno de esos hogares me gané ese castigo.-¿Sabes de dónde soy, Maura?-Antes de que mi tía pudiera responder, la interrumpí.-Déjalo así, tampoco lo veo como algo importante.  

   Maura entendió, y asintió.

-Entonces volvamos a la pequeña convivencia que te preparé, ¿sí?

   Cerré la portátil.
    Todo estaba bien, afuera hacía un día precioso, y dentro estaba acompañada por personas que me apreciaban. 
  Aunque por dentro seguía sintiéndome horrible, era una sensación desagradable, un mal presentimiento. Pero sonreí, porque lo tenía a él muy cerca de mí, observando cada uno de mis gestos, escuchándome, acariciándome de una manera muy sutil. Devorándome con la mirada.... Entrando en mi alma rota...
   
   La tarde la pasamos él y yo juntos... Con una compañía muy especial, Vit, su pequeña sobrina le había pedido permiso a su padre para quedarse con nosotros. Niklaus no quería puesto que creyó que me incomodaría, fui yo quien lo convenció; por mí no había problemas, la nena era adorable. 
   Cenamos, vimos alguna película animada en la tv, y nos pintó a Bastian y a mí. 
   Y Bastian... Dios, se le veía tan cercano a su sobrina, Vit era la niña de sus ojos. Me gustó verle así, y enseguida me vino a la cabeza su imagen dolida al enterarse que Amanda había perdido a su hijo a propósito.
   Mi Bastian...

   Vit durmió en medio de nosotros dos, muy acurrucada a él. Fue ella quien nos contó una historia de príncipes y doncellas, de castillos, de finales felices, en un mundo donde la gente buena abundaba... 
   Me levanté a medianoche después de asegurarme que ambos estaban en la profundidad de sus sueños. Fui al salón, no conseguía dormir, me tenía un poco preocupada el tener pesadillas estando presentes ellos dos; encendí la televisión, y lo primero que apareció en la pantalla fue la imagen de Amanda Carlysle. ¡Ésa mujer está en todas partes!
   Era una entrevista en vivo, le subí un poco de volumen.

>>-Su fundación ayuda a muchos niños que lamentablemente han sido abandonados. ¿Por qué Amanda Carlysle se preocupa por esta situación? 

>>-Porque ellos merecen ser amados, merecen ese cariño que otros les negaron y me hace tanto bien hacerles un bien a ellos. Yo crecí con muchos lujos, y nunca creí ser merecedora de algo así cuando hay chiquillos muriendo de frío, de hambre, e incluso siendo maltratados en orfanatos donde dicen cuidar de ellos y no lo hacen. Y en los hogares sustitutos son tratados igual o peor... Y eso me enferma. Quiero darles lo mismo que se me dio a mí.

   Me sorprendió, quedé con la boca abierta al oír todo eso salir de su boca. ¿Cómo una mujer que mató a su propio hijo no nato, puede sentir compasión por niños huérfanos? ¿Qué gana con tanta falsedad?

>>-Los niños huérfanos son afortunados de ser huérfanos.-comentó el conductor a modo de broma.

   Yo no le encontré el chiste, y por lo que vi, Amanda tampoco. Ni siquiera se preocupó por fingir que le hizo gracia, el conductor reía y luego la miró buscando que ella también riera, Amanda sólo sonrió de una forma muy peculiar. Sentí escalofríos.



-¿Puedo acompañarte?-preguntó Bastian, no lo vi llegar y eso que el pasillo está a un lado del televisor.-¿Qué haces viendo una entrevista de Amanda?-Se sentó, y me atrajo hacia él.

-Estaba allí al encenderlo.-respondí, poniendo el mando en la mesita de enfrente.-¿Tiene una fundación que ayuda a niños huérfanos?

-Sí, de hecho la tiene desde antes de conocerme.-Eso me sorprendió aún más.-¿Ves por qué me enfadó mucho más lo que hizo? No termino de entenderla.

   Yo tampoco, y no es que necesitara hacerlo.

-Estuve pensando en mi padre.-dije, la voz de Amanda seguía de fondo.-Lo que me pasó, ésa crisis que tuve me devolvió a una niñez que no recuerdo muy bien. Y tengo la sensación y la prueba-Cubrí la cicatriz con mi mano derecha.-de que fue una niñez desagradable.

-¿Crees que tu padre te hizo daño?-preguntó Bastian, temeroso.

-No, no él, cielo. Él me salvó...

   Miré la televisión, las palabras de Amanda eran acertadas y puede que tenga algún motivo oculto tras ésa ayuda a los huérfanos pero ella está haciendo algo, les está tendiendo una mano tal y como mi padre me la tendió a mí...







   


4 comentarios:

  1. Ufff... niña... logras transmitir cada emoción, cada sensación, cada dolor... no me averguenzo de decir que se me escapó una lagrimita... esta historia me lleva de las narices... hago mil suposiciones... sigue pronto, please!!!

    Besotes muuuuuchos!

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    1. Siempre lo digo pero es que es así: Saber que he podido transmitir lo que siente cada personaje, el sacarlos de algún modo de la historia y ponerlos allí frente a ustedes con sus miedos, sus sentimientos, sus emociones.... me alegra mucho, se me dibuja una sonrisa en los labios...
      Y pronto seguiré, creo que voy como bólido con esta historia jajaja Pero es que he disfrutado mucho escribiéndola para ustedes.... Y para mí... ;)

      Besos, bonita.... Y un fuerte abrazo a tu Alma....

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  2. Qué bien detallas cada momento, cada escena.
    Eres una gran relatora, escritora... ay, Ivel... eres grande, niña!!!!!

    Mil besitos, guapa.

    La canción es preciosa, me encanta, me encanta. y nos lleva a esa nostalgia.

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    1. Gracias, querida Auroratris. Me sacas los colores, hago lo posible para que cada capítulo sea del agrado de ustedes... Me he metido de lleno en este pequeña historia...

      Mil besitos pa´ti, hermosa :*****

      Es una canción muy importante para mí, y tú lo has dicho es preciosa ;)

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