Ver a Faye siendo comprensiva y cercana a Nina me hizo recordar lo buenas amigas que eran en el pasado, pese a la enorme diferencia de edades.
Antes de siquiera pisar el dormitorio donde ella descansaba dudé de que estuviera haciendo lo correcto al ir y hablarle de mí, y quién fui. Era eso "fui", tiempo pasado, Nina debía estar mejor sin saberme "su madre". Lo que sí mantenía con seguridad era que Velkam no llegaría a ella para herirla, no más; Circe y Faye insistían en que seguía siendo su madre, que sí, pero no sentía como tal. Nina era una extraña. Sólo habían atisbos de instinto maternal cuando corría algún tipo de peligro, y cerca de su padre lo corría, eso me ponía en alerta. Si buscaba acercarme a ella era por mi madre y por Faye, porque ellas así lo querían, no por mí.
Circe abrazaba a Nina cuando entré con Faye al dormitorio. Quise y pedí estar a solas con la chica, en cuanto vi a Faye dirigirse a la salida la detuve, ni loca me iba a abandonar allí. No suelo suplicar y allí me encontraba haciéndolo, pidiéndole que se quedara porque sola no podía hacerlo. ¿Desde cuando no puedo hacer las cosas solas?
No me afectó verla llorar, me incomodó que me abrazara cuando, por sí sola, recordó. Estaba abrumada, ambas lo estábamos. Y confundidas.
Caminando en silencio por el muelle, la sentí mirándome cada tanto; fui yo quien le sugirió que le haría bien el aire fresco, y no podía ni dirigirme a ella como Circe me aconsejó, siendo su amiga. Explicarle qué buscaba Velkam, por qué la puso en peligro, esa era la idea que rondaba por mi cabeza cuando se lo sugerí. Respondería a sus preguntas, si las tenía; mis padres ya la habían aceptado, ¿cómo le hacía para conectar con ella? Algo así no se forzaba. La única persona con la que yo había conectado era Faye, fue inmediato en el pasado, las épocas que siguieron, hasta la actual. Pero antes de ella estuvo Velkam y por los recuerdos me quedaba claro que lo amé, no del modo intenso y profundo en que amé y amo a Faye porque no había punto de comparación, sin embargo era un sentimiento fuerte; ver a Nina, ver su parecido físico con su padre, lo idealista
que era tal y como Velkam en su momento. En definitiva, eramos él y yo en ella.
que era tal y como Velkam en su momento. En definitiva, eramos él y yo en ella.
-Sí era mío-dije.
Nina detuvo sus pasos, miró su anillo.
-Al menos no mintió en eso-comentó, volviendo a caminar pero hacia la baranda, se recargó allí mirando el extenso río-. Fabricó toda una historia, me fabricó una vida donde tú prácticamente no existías, siendo lo único palpable que me unía a ti este anillo.-Lo miró con especial cariño, lo reconocí en sus ojos porque Faye y a veces los demás, sobre todo mi madre, me miraban así-. ¿Alguna vez has tenido problemas con tu padre?-me preguntó.
-Nunca habíamos tenido un desacuerdo hasta hace poco, descubrí que nos omitió, a mi hermano y a mí, información importante sobre nuestra madre biológica, además no le cae bien que Faye y yo estemos juntas porque es una debilidad de la que nuestros enemigos pueden tomar ventaja, pero al parecer tú también lo eres y no vi que se quejara-respondí-. En realidad también se opone a lo mío con Faye porque ya me ha visto inestable al perderla en 1914, y cree que sería peligroso que eso se repitiera, debe estar maquinando formas de separarnos, a la espera de que cometa un desliz por protegerla a ella.
-Debió ser muy fuerte lo que vio para no querer que se repita-comentó Nina-. Mataste a Tristán por ella, ¿no?-Asentí, no di a demostrar el dolor que me invadía al recordar que la puse en riesgo-. ¿Tienes un hermano?
-Dos, de hecho-respondí, pensando en Amanda-. Vadhir es mi mellizo, y está nuestra hermana mayor que mi padre mantuvo en secreto, la escondió de nosotros. Yo me enteré de que ella existía hace unos días, en Nueva York.
Nina mostró cara de asombro que pronto cambió, frunció el ceño meditabunda.
-La rubia que vimos en Los Hamptons-dijo-. ¿Ella es tu hermana mayor?
-Sí.
-¿Qué le pasa a nuestra familia?-rió.
-Conoces nuestro árbol genealógico, y hasta dónde llega nuestro linaje, no deberías estar sorprendida por cómo actúan algunos miembros de nuestra familia-aseveré-. Caín hizo todo a conciencia con la excusa de protegernos, sobre todo a mí, de su mala influencia.
-¿Dijo eso de su propia hija? ¿Una mala influencia?
-Aún me debe explicaciones-dije, más para mí misma que para ella-. Velkam era bueno cuando lo conocí, ¿qué lo hizo cambiar y hacer lo que está haciendo? No sé, pero estoy segura que lo que sea pasó antes de que Vesper llegara a nuestras vidas.
Nina suspiró, con las manos hizo fuerza alzándose en la baranda y sentándose de espaldas al río.
-También lo creo, ¿sabes? Quiero creerlo, de Tristán pienso que siempre fue malo, pero mi padre era alguien distinto, ver esas noticias sobre muertes que fueron provocadas por él. Ver lo que descubrimos en G Labs, las desapariciones y muertes de Blood Drynka's, ¡joder, nada de eso suena al hombre que es mi padre!-Se cubrió la boca al terminar la frase-. Lo siento, no quise expresarme de ese modo.
-¿Qué? ¿Por decir "Joder"? Si escucharas lo grosera que es Erza en ocasiones, tu expresión te sonaría al Padrenuestro-dije y ella se rió. No estaba bromeando, pero ya qué más daba.
Ella dejó de reír y miró su anillo.
-Pensaba en ti todo el tiempo sin llegar a recordar tu rostro, es una costumbre que lo vea mucho cuando me siento perdida-explicó. De sus ojos escaparon algunas lágrimas.
Por unos minutos no le di importancia, me mantuve en silencio hasta que sin saber cómo me vi cerca de ella limpiando sus lágrimas. Una triste sonrisa se vislumbró en sus labios.
-Ya no hay necesidad de que me busques en un objeto-dije, Nina bajó de la baranda y me abrazó, fue muy cálido. La escuché llorar como en la habitación-. Sólo no me digas "Mamá", "Madre", "Mamita", me incómoda.
-No prometo nada-susurró después de reír escuchando mi pedido.
Abandonamos el muelle dirigiéndonos al bosque bajo la incesante vigilancia de los hombres de mi padre. La escuchaba hablar de las cosas que hacíamos antes, reía y corría por entre los árboles, la niña pequeña que fue seguía allí; me detuve al verla cerrarme el paso, sonriendo miró hacia el cielo.
-Estoy feliz de volver a compartir ese azul contigo-dijo.
Como ella, miré el azul entre los árboles.
-Y el verde-murmuré.
-Lo recuerdas.
-Creo que fue el único detalle sobre ti que no perdí del todo, en Providencia solía pasear a solas por el bosque cuando era una niña-le confesé-. Nunca le di importancia al por qué, cuando el por qué resultó ser que buscaba a dos personas.
-La traje a ti en medio de un bosque-dijo en voz baja-. Padre me culpó en contadas ocasiones, no lo decía pero ahora no estoy cegada por la sugestión y puedo recordar sus miradas de reproche.
-Nina, sea gracias a ti o no, nos habríamos encontrado. No fue por ti que tu padre y yo comenzamos a llevarnos mal, ni siquiera fue por Faye; tu padre cambió.
Llevó su mano al bolsillo trasero de sus vaqueros, sacó su móvil.
-Tuve un lapsus de "¿Por qué mierda andas matando inocentes?" hace rato-dijo, sintiéndose culpable. Me entregó el aparato-. Me respondió con esto.
Le había escrito de forma literal la pregunta que mencionó, él le escribió como contestación: "Dile a tu madre que su zorra se ve muy bien, y debe tener mejor sabor", una fotografía de Faye subiendo a una camioneta negra acompañaba el mensaje. Rompí el teléfono en mi mano, Nina retrocedió asustada.
-¿Qué fue eso? ¿Qué les pasa a tus ojos?-preguntó-. Eres humana, nunca se dijo que fueses Blood Drynka.
-No soy una Blood Drynka-dije, dando media vuelta-. Volvamos a la casa.
Nina no volvió a preguntar y me siguió en silencio.
¿Cómo es que Velkam se había hecho con una foto de Faye cuando ella estaba en casa?
Al poner un pie dentro miré a mi madre, Erza y ella seguían al pendiente de las novedades en el telediario; se miraron la una a la otra al ver mi rostro, Erza se removió incómoda volviendo los ojos al televisor.
-¿Dónde está Faye?-pregunté.
-Salió a hacer unas compras con Drako, cariño-respondió Circe sin hacerme esperar, sabía que no me gustaba repetir las preguntas.
-No me molesta que haya ido de compras-dije con serenidad, caminando por la estancia-. Pero sí que haya estado a plena vista con los ojos del sádico de Velkam puestos en ella.-Circe palideció y Erza le bajó volumen al televisor-. Sí, donde quiera que hayan ido Velkam los encontró.
Abrieron la puerta, me volví, Faye entró detrás de Drako y se detuvo en seco al verme.
Nina suspiró, con las manos hizo fuerza alzándose en la baranda y sentándose de espaldas al río.
-También lo creo, ¿sabes? Quiero creerlo, de Tristán pienso que siempre fue malo, pero mi padre era alguien distinto, ver esas noticias sobre muertes que fueron provocadas por él. Ver lo que descubrimos en G Labs, las desapariciones y muertes de Blood Drynka's, ¡joder, nada de eso suena al hombre que es mi padre!-Se cubrió la boca al terminar la frase-. Lo siento, no quise expresarme de ese modo.
-¿Qué? ¿Por decir "Joder"? Si escucharas lo grosera que es Erza en ocasiones, tu expresión te sonaría al Padrenuestro-dije y ella se rió. No estaba bromeando, pero ya qué más daba.
Ella dejó de reír y miró su anillo.
-Pensaba en ti todo el tiempo sin llegar a recordar tu rostro, es una costumbre que lo vea mucho cuando me siento perdida-explicó. De sus ojos escaparon algunas lágrimas.
Por unos minutos no le di importancia, me mantuve en silencio hasta que sin saber cómo me vi cerca de ella limpiando sus lágrimas. Una triste sonrisa se vislumbró en sus labios.
-Ya no hay necesidad de que me busques en un objeto-dije, Nina bajó de la baranda y me abrazó, fue muy cálido. La escuché llorar como en la habitación-. Sólo no me digas "Mamá", "Madre", "Mamita", me incómoda.
-No prometo nada-susurró después de reír escuchando mi pedido.
Abandonamos el muelle dirigiéndonos al bosque bajo la incesante vigilancia de los hombres de mi padre. La escuchaba hablar de las cosas que hacíamos antes, reía y corría por entre los árboles, la niña pequeña que fue seguía allí; me detuve al verla cerrarme el paso, sonriendo miró hacia el cielo.
-Estoy feliz de volver a compartir ese azul contigo-dijo.
Como ella, miré el azul entre los árboles.
-Y el verde-murmuré.
-Lo recuerdas.
-Creo que fue el único detalle sobre ti que no perdí del todo, en Providencia solía pasear a solas por el bosque cuando era una niña-le confesé-. Nunca le di importancia al por qué, cuando el por qué resultó ser que buscaba a dos personas.
-La traje a ti en medio de un bosque-dijo en voz baja-. Padre me culpó en contadas ocasiones, no lo decía pero ahora no estoy cegada por la sugestión y puedo recordar sus miradas de reproche.
-Nina, sea gracias a ti o no, nos habríamos encontrado. No fue por ti que tu padre y yo comenzamos a llevarnos mal, ni siquiera fue por Faye; tu padre cambió.
Llevó su mano al bolsillo trasero de sus vaqueros, sacó su móvil.
-Tuve un lapsus de "¿Por qué mierda andas matando inocentes?" hace rato-dijo, sintiéndose culpable. Me entregó el aparato-. Me respondió con esto.
Le había escrito de forma literal la pregunta que mencionó, él le escribió como contestación: "Dile a tu madre que su zorra se ve muy bien, y debe tener mejor sabor", una fotografía de Faye subiendo a una camioneta negra acompañaba el mensaje. Rompí el teléfono en mi mano, Nina retrocedió asustada.
-¿Qué fue eso? ¿Qué les pasa a tus ojos?-preguntó-. Eres humana, nunca se dijo que fueses Blood Drynka.
-No soy una Blood Drynka-dije, dando media vuelta-. Volvamos a la casa.
Nina no volvió a preguntar y me siguió en silencio.
¿Cómo es que Velkam se había hecho con una foto de Faye cuando ella estaba en casa?
Al poner un pie dentro miré a mi madre, Erza y ella seguían al pendiente de las novedades en el telediario; se miraron la una a la otra al ver mi rostro, Erza se removió incómoda volviendo los ojos al televisor.
-¿Dónde está Faye?-pregunté.
-Salió a hacer unas compras con Drako, cariño-respondió Circe sin hacerme esperar, sabía que no me gustaba repetir las preguntas.
-No me molesta que haya ido de compras-dije con serenidad, caminando por la estancia-. Pero sí que haya estado a plena vista con los ojos del sádico de Velkam puestos en ella.-Circe palideció y Erza le bajó volumen al televisor-. Sí, donde quiera que hayan ido Velkam los encontró.
Abrieron la puerta, me volví, Faye entró detrás de Drako y se detuvo en seco al verme.
La imagen de todas esas personas acuchillándose el estomágo mientras otros se cercenaban el cuello me provocó náuseas. Drako conduciendo como loco no ayudaba, empeoraba la situación y casi termino vomitando en el coche.
Velkam era un malparido, muchas familias no verían llegar a sus seres queridos a casa ese día, Drako hizo una llamada anónima a la policía, cuando llegaran a la escena del crimen serían ellos los que avisarían a los familiares de las víctimas de Velkam Alyosha. Quería que Sahar le hiciera lo mismo que hizo con Tristán, no me opondría si era la acción que tomaría pero Nina estaba en medio. Fui yo quien le dijo a Sahar que Velkam no dejaba de ser su padre, que Nina lo seguiría queriendo hiciera lo que hiciera sólo por el buen recuerdo del hombre que fue, éste hombre en el que se convirtió debía tener una razón.
¿Y si fue mi culpa? ¿Y si las malas decisiones que lo transformaron en ese monstruo que vi son debido a que yo rompí su familia? Nina dijo que no debía sentirme culpable, pero no he podido evitarlo. Me culpo por la muerte de mi familia, me culpo por lo mucho que debe sufrir Sahar en ocasiones cuando tantas emociones, desconocidas en un tiempo para ella, la abordaban, me culpo por algo que pasó hace siglos.
Drako se estacionó, salimos de la camioneta y entramos a la casa, nada más entrar la vi a Sahar de pie en medio de la estancia.
-¿Estás bien?-fue lo primero que preguntó.
-Sí.-Ella lo sabía, que Velkam nos encontró, lo sabía-. ¿Cómo...?
-Nina le escribió un texto desde uno de esos aparatos de comunicación móviles. Te lo repondré-le dijo a su hija tras responder a mi inacabada pregunta. Me hizo suponer que había roto el celular de Nina-. Envió un mensaje de respuesta adjuntando una fotografía tuya-agregó. Y endureciendo su mirada y su tono de voz se dirigió a Drako-. ¿Cómo se te pudo ocurrir llevártela sabiendo que él estaba aquí? No vuelve a salir sin mi permiso.
-No eres mi madre-interrumpí-. No tengo que pedir tu maldito permiso para salir, Sahar.-Ella ladeó la cabeza, se acercó a mí y acarició tiernamente mi rostro.
-Mientras exista alguien ahí afuera que quiera hacerte daño para llegar a mí, sí-dijo sin levantarme la voz-. No lo he dicho porque seas un objeto o algo de mi posesión, no quiero ese tipo de poder sobre ti, no es mi intención hacerte sentir así.-El dolor acampó en su mirada, no era muy común que se mostrara vulnerable delante de otros; estaba cerca, su nariz rozó la mía-. ¿Sabes lo asustada que estoy?-preguntó en un susurro-. ¿Sabes el miedo que sentí cuando vi el mensaje y la fotografía? Te tenía a tiro, Faye.
Pasé mi mano por su negro cabello y besé sus labios, olvidando que habían más personas en esa habitación.
Velkam era un malparido, muchas familias no verían llegar a sus seres queridos a casa ese día, Drako hizo una llamada anónima a la policía, cuando llegaran a la escena del crimen serían ellos los que avisarían a los familiares de las víctimas de Velkam Alyosha. Quería que Sahar le hiciera lo mismo que hizo con Tristán, no me opondría si era la acción que tomaría pero Nina estaba en medio. Fui yo quien le dijo a Sahar que Velkam no dejaba de ser su padre, que Nina lo seguiría queriendo hiciera lo que hiciera sólo por el buen recuerdo del hombre que fue, éste hombre en el que se convirtió debía tener una razón.
¿Y si fue mi culpa? ¿Y si las malas decisiones que lo transformaron en ese monstruo que vi son debido a que yo rompí su familia? Nina dijo que no debía sentirme culpable, pero no he podido evitarlo. Me culpo por la muerte de mi familia, me culpo por lo mucho que debe sufrir Sahar en ocasiones cuando tantas emociones, desconocidas en un tiempo para ella, la abordaban, me culpo por algo que pasó hace siglos.
Drako se estacionó, salimos de la camioneta y entramos a la casa, nada más entrar la vi a Sahar de pie en medio de la estancia.
-¿Estás bien?-fue lo primero que preguntó.
-Sí.-Ella lo sabía, que Velkam nos encontró, lo sabía-. ¿Cómo...?
-Nina le escribió un texto desde uno de esos aparatos de comunicación móviles. Te lo repondré-le dijo a su hija tras responder a mi inacabada pregunta. Me hizo suponer que había roto el celular de Nina-. Envió un mensaje de respuesta adjuntando una fotografía tuya-agregó. Y endureciendo su mirada y su tono de voz se dirigió a Drako-. ¿Cómo se te pudo ocurrir llevártela sabiendo que él estaba aquí? No vuelve a salir sin mi permiso.
-No eres mi madre-interrumpí-. No tengo que pedir tu maldito permiso para salir, Sahar.-Ella ladeó la cabeza, se acercó a mí y acarició tiernamente mi rostro.
-Mientras exista alguien ahí afuera que quiera hacerte daño para llegar a mí, sí-dijo sin levantarme la voz-. No lo he dicho porque seas un objeto o algo de mi posesión, no quiero ese tipo de poder sobre ti, no es mi intención hacerte sentir así.-El dolor acampó en su mirada, no era muy común que se mostrara vulnerable delante de otros; estaba cerca, su nariz rozó la mía-. ¿Sabes lo asustada que estoy?-preguntó en un susurro-. ¿Sabes el miedo que sentí cuando vi el mensaje y la fotografía? Te tenía a tiro, Faye.
Pasé mi mano por su negro cabello y besé sus labios, olvidando que habían más personas en esa habitación.
Verla sana y salva me alivió, sentir sus labios rozar los míos me devolvió la vida que había perdido nada más ver el mensaje de Velkam. Poco más y me la vuelve a arrebatar, ni un año, ni dos, ni tres como en el pasado, se empeñaría en querer quitármela antes.
-¿Se acercó a ti?-le pregunté, besé la comisura de sus labios.
-Sí, pero no llegó a tocarme, dijo que nos encontró porque tiene a su propia maga. En ti o cerca de ti no hay hechizo que funcione mencionó, al parecer nada más alejarnos de aquí Drako y yo, nos localizó; sabe que estamos al tanto de sus movimientos, y de lo que ha hecho con los Blood Drynka's, no lo ocultó-explicó, ya incluyendo a todos los demás en nuestra conversación.
-No lo ocultó porque el mensaje que Nina le envió era preguntándole por qué estaba matando gente inocente-le expliqué. Nina bajó la mirada-. No te estoy echando la culpa, pero debiste aguantarte porque ahora se andará con más cuidado respecto a nosotros. Él habría actuado como el bueno, como una víctima más, me culparía de la muerte de su adorado amigo, esa sería la excusa que presentaría del por qué vino a este continente. Y el resto de la culpa recaería en Arath y Regina, saliendo él airoso, ¿te das cuenta que ahora la comitiva con la que vino puede rodearnos en cualquier momento?
-De hecho quiere que lo busques-dijo Drako.
-Asesinó a una mujer delante de mí, y sugestionó a las personas dentro del supermercado al que fuimos-habló Faye-. Obligándolos a suicidarse-murmuró, cruzando los brazos y con lágrimas contenidas en sus ojos.
La abracé lanzándole una dura mirada a Drako, éste aseguró que Velkam seguiría dejando un sendero de cadáveres si no accedía a verlo. Claro que accedería, después de escuchar que se atrevió a amenazar a Faye no tenía ganas de hacer otra cosa.
Tomé una larga ducha intentando no pensar en lo ocurrido ese día. O días.
Sahar misma lo dijo, no quería esto para mí y si en algún momento me cansaba ella y yo podíamos abandonarlo todo e irnos juntas. Pero muy dentro sentía que no podía quitarle a la gente de Providencia e incluso a los Blood Drynka del exterior a una líder que hacía bien dicho trabajo, ella había crecido, y había sido educada para la grandeza, instruida para proteger a su pueblo. Y yo accedí, de hecho pedí pertenecer al Clan Assassin para acompañarla y salvar vidas, como también para quitarla: Viktor y Amanda seguían en mi punto de mira; si me echaba para atrás sin brindarle apoyo a Sahar en la protección de los Blood Drynka justo ahora, no sería capaz de hacerle frente a Viktor Strauss y a Amanda Carlysle llegado el momento. Y no sería digna de la misma Sahar, sabía que a ella algo así la tendría sin cuidado, que me amaba luchara o no a su lado, para ella era mejor si no lo hacía, sin embargo no me sentiría conforme si la dejaba sola, ya eramos un equipo y como tal debíamos trabajar juntas. En las buenas y en las malas.
Bajé a la estancia, no había nadie allí. Debían estar reunidos en el estudio, quise ir pero necesitaba despejarme, si ya antes tenía pesadillas con los recuerdos de haber encontrado a mi familia asesinada de una forma tan brutal, ese día se habían sumado nuevos recuerdos sangrientos.
El sol brillaba haciendo esa tarde hermosa, era un lugar muy pacífico el que eligió Drako para Sahar, imaginé que esa era la idea. Ella necesitaba lugares que no le provocaran el estrés que despertaba su macabro instinto, este lado de Assiah no era el mejor, no era como Providencia, pero habían lugares como en el que nos encontrábamos, llenos de belleza y paz.
Escuché cómo alguien se aclaraba la garganta, giré la cara y la vi allí de pie.
-¿Está todo bien?-le pregunté.
-Había decidido ir a verlo a Velkam hoy mismo, pero como siempre, me han limitado, no me dejan hacer lo que quiero-respondió, recargándose en la baranda y con la mirada perdida en el verde del otro lado del lago-. Circe me aconsejó que esperara un poco y que en lugar de visitarlo a él viniera contigo, tal vez me estarías necesitando.-Sus ojos abandonaron al precioso paisaje, centrándose en mí-. Los meses que has tenido han sido de lo más caótico con todo lo que viviste, y hoy sufriste una especie de recordatorio.
Tomé aire y fui soltándolo en una lenta exhalación.
-Habría apoyado tu decisión de plantarle cara y acabar con él ya-me sinceré-. Circe tiene razón, sin embargo. Ha corrido mucha sangre a mi alrededor, por mi causa.-No dudó en acercarse para rodearme con sus brazos-. Puedo con esto-dije, ella limpiaba con ternura mis lágrimas.
-Lo sé, estoy segura.-Besó mi frente, luego apoyó la suya en la mía haciendo del instante algo más íntimo con ese mínimo contacto-. Derrumbarte de vez en cuando no te hace débil, es muy reciente todo, Faye, derrúmbate las veces que sientas que no puedes más. Aquí estaré.
Nos quedamos así un rato más, Sahar susurraba de vez en cuando que yo no era la causante de nada, que agradecía que no me hubiesen asesinado junto con mi familia y que hallaríamos la manera de ajusticiar a los culpables, de todas formas eran un objetivo del Clan. Menos Amanda claro está, ella seguía pensando que su hermana estaba en el lugar y momento equivocado. El tema de Amanda no me sabía bien tocarlo, con ella no porque sería terminar discutiendo y no era lo que quería. Como tampoco quería decirle a Amanda que fui la única sobreviviente de la familia Vesper, esa que su mano despachó de este mundo.
Recuperé la calma. Sahar besó mi mano la cual tenía enlazada a la suya.
-Me gusta este lugar, me recuerda al palacio sobre el agua que tienes en Providencia. La vista es hermosa y relajante.
-¿Quieres que nos quedemos con éstas vistas?-preguntó-. ¿Quieres esta casa para pasar algunos días en el exterior? Claro, si llegamos a viajar aquí de nuevo.
-Yo sólo quiero que tú estés bien y pasar tanto tiempo fuera de Providencia no es bueno para ti, te afecta de formas muy evidentes. Lo he notado, así que en cuanto acabe todo el asunto con Velkam volvemos a tu hogar donde puedas tener la paz que tanto necesitas, sé que tocará hacer viajes fuera por algunas misiones, pero mientras más cortos para ti, mejor. Como lo has venido haciendo.-Observé el paisaje-. Me gustaría tener un escape aquí solas tú y yo alguna vez sin que estemos huyendo o escondiéndonos de un psicópata, me gustaría, sí-dije, pensativa-. Pero para mí tu paz espiritual y mental es primero, hay mucha negatividad aquí afuera.
La miré, Sahar sonrió apenas. La desgana le podía.
-Es la primera vez que no me enorgullezco de ser esta rara criatura, no quiero privarte....
-No me estás privando de nada, al conocerte recibí mucho más de lo que puedo desear-le dije, tenía su rostro entre mis manos y me desvivía en sus ojos.
-Volveremos aquí-sentenció muy seria-. Me servirá para controlarme y volver todo el mal que siento a mi alrededor a mi favor. Además-sonrió-, yo también recibí mucho más al conocerte, eres mi paz, Faye.
Rocé sus labios buscando más de su parte pero se apartó un poco y miró hacia la casa.
-¿Pasa algo?-le pregunté, siguiendo su mirada.
-Creo que tenemos visitas indeseadas-respondió.
Nos encaminamos hacia la casa la cual encontramos sola, no había nadie en la sala de estancia y estaban llamando a la puerta. Fui yo quien abrí ganándole a Sahar para que no descabezara a la indeseada visita, lo hice bajo mi propio riesgo pero riéndome en el camino porque la oí refunfuñar. Si fuese Velkam no llamaría a la puerta, estaba segura que entraría a la fuerza.
En su lugar se encontraba un Arath Griffin bien abrigado, de pie en el umbral; di un paso atrás, el guapo hombre enarcó una ceja y miró por encima de mi hombro.
-¿Puedo pasar?-preguntó.
-Adelante-dijo Sahar. Me hice a un lado, y me paré detrás de él cuando lo dejé entrar y se detuvo en el primer escalón de la escalinata de madera del vestíbulo-. ¿Cómo dicen por aquí, Faye? ¿He aquí el diablo con la cola entre las piernas?
Sahar sonrió y yo le devolví la misma sonrisa maliciosa que sus labios dibujaron.
-¿Qué se le ofrece, señor Griffin? ¿Cómo supo dónde encontrarnos?-le preguntó.
-Mi esposa y yo llegamos anoche, Euzma Caín me envió aquí para esperar por él y así poder hablar como pautamos.
-¿Y dónde está su esposa?
-Afuera, en el coche-respondió Arath.
-Hágala pasar-ordenó Sahar.
Arath asintió y salió, lo encontré diferente al hombre altivo que conocí el fin de semana en la fiesta que él y su mujer organizaron en honor a Sahar.
-Anda muy manso-comenté, acercándome a Sahar. Ésta se encogió de hombros-. Por cierto, ¿dónde están los demás?
-Erza está teniendo problemas con la transición, Circe y Nina están ayudando a Drako con ella-explicó, adquiriendo la postura y el tono de voz de la implacable Princesa.
No pude evitar sentirme triste por lo que la pobre Erza estaba pasando.
-¿Es muy dolorosa la transición? ¿Sufrirá mucho?-inquirí casi susurrando, y con la mirada gacha.
-Creo que es similar a lo que sufro yo cuando intento controlar mi instinto, ya no puedo saberlo porque el vínculo que la unía a mí se rompió en cuanto murió-dijo.
-Entonces sufre mucho.
Me dirigí al sofá de la estancia, me senté y pronto la sentí a mi vera.
-No sé si es correcto que lo diga-dudó antes de levantarme el rostro con su dedo índice en mi mentón-, pero no sería apropiado que Erza te viera con el semblante que tienes ahora, fue una decisión que tomó conociendo las consecuencias, debemos respetarla, ¿tú qué crees?
A veces me descubría sorprendida por la madurez que tenía Sahar.
-Tienes razón-sonreí, imaginando a la loca de Erza riñéndome por andar cabizbaja a causa de ella.
Escuchamos la puerta cerrarse. Regina y Arath aparecieron en la estancia, Sahar los invitó a sentarse en los sillones que hacían juego con el sofá donde nos encontrábamos nosotras; Regina no parecía muy dada a colaborar, su esposo le susurró algo al oído y ella resopló sentándose en uno de los sillones, su marido se quedó de pie.
Unos pasos provenientes de las escaleras que daban al piso superior llamaron mi atención, Sahar no apartaba la mirada de la pareja. Circe y Nina entraron a la estancia, la segunda paró en seco.
-Nina Alyosha, creí que estarías con tu hermano ahora mismo, ¿le has traicionado?-habló Regina, sarcástica.
-Sólo quería abrirle los ojos pero quien terminó descubriendo una cruda y dolorosa verdad fui yo, no estoy traicionando a nadie, en cambio ustedes han traicionado a la sangre Blood Drynka. El Consejo se los cobrará porque es lo que Velkam quiere, cabezas de turco.
Circe se sentó al otro lado de Sahar, Nina se paró detrás del sofá con los brazos cruzados en plan chica mala.
-Rage, compórtate-le dijo Arath a Regina con cariño-. Es precisamente lo que nos ha traído aquí-Sahar con su impasible expresión prestó atención al hombre-, por lo que pedimos reunirnos con usted y su padre, Euzma Sahar. A los oídos del Consejo llegó la información que nos involucra a mi mujer y a mí en las desapariciones y experimentaciones con Blood Drynka's, debió ser obra de Velkam Alyosha.
-Debió dar aviso cuando venía en camino-dijo Nina-. Tenía todo planeado.
-¿Qué es lo que piden?-inquirió Circe.
-Queríamos esperar a que Caín estuviera presente-respondió Arath.
-Piden la protección de mi padre-terció Sahar-. Que los defienda ante el Consejo Blood Drynka que juzgará sus acciones, creen que con la intervención del Padre estarán salvos.
-Quiero marcharme, Arath, nada hacemos aquí-le dijo Regina a su marido, consciente de que Sahar se acababa de burlar de sus intenciones. Pudo sonar a burla pero no fue adrede, vi que Sahar quedó un poco desconcertada, ella sólo había aclarado la duda de Circe.
-No voy a permitir que por culpa de Velkam te pase algo, Rage-replicó Arath, y pillé cómo Sahar apretaba la mandíbula viendo la escena, escuchando las palabras del hombre-. Velkam pidió mi ayuda para iniciar una investigación centrada en la posibilidad de contrarrestar los efectos de la luz del día sobre nosotros-¡Bingo! pensé, era justo lo que creíamos-, remover la maldición y no tener que depender del lapislázuli que nuestra Señora aquí presente, Circe, hechizó para nuestra protección. Dijo que la gema en las joyas era como una especie de grillete que nos hacía parecer presidiarios esclavizados a la voluntad de Euzma Caín.
-Más libertad no pueden tener-comentó Circe.
-Eso le dije a mi marido cuando me contó sobre la idea visionaria de Velkam-apoyó Regina-. Hay Blood Drynka's que no son tan buenos, entendemos por qué deben existir formas de debilitarnos, de matarnos.-La morena se entristeció de repente, su marido le puso una mano en el hombro y la miró con amor.
-Pero no la escuché y decidí prestar mis servicios a Velkam Alyosha, al principio no hubo incidentes, ¿era ilegal? Sí, pero todo sea por el bien de nuestra raza, por mantenerla; las cosas fueron a peor porque descubrí que no todos eran voluntarios o transgresores de nuestras leyes, algunos fueron llevados a nuestros laboratorios bajo amenazas ya que no podemos sugestionarnos entre nosotros. Velkam, al no ver resultados favorables se desesperó y me ordenó comenzar las pruebas directamente en los Blood Drynka que se "prestaban" para ello. Fue cuando las desapariciones se hicieron más evidentes que quise renunciar, no era hacerle bien a nuestro pueblo, los estábamos masacrando, actuando como eso que tanto repudiamos, jugar con la vida de nuestros hermanos cosa que hace la raza humana.-Arath parecía bastante afectado y arrepentido por lo que había hecho.
-Pero no dejaste de hacerlo-dijo Sahar, impasible.
Arath miró a Regina.
-Me amenazó con quitarme lo que más amo en este mundo y dejarme vivir encadenado para que sufriera eternamente la pérdida-dijo-. Sin Rage no hay vida para mí.
Sahar no se inmutó ni un ápice, pero sabía que había notado la semejanza entre ellos y nosotras.
-Habría sido mejor morir que entregar la vida de nuestros hermanos inocentes de todo-lo encaró Regina al borde de las lágrimas.
-Sufriste mucho en el pasado, si te di un nuevo comienzo fue para mejor, Rage-replicó Arath.
Me levanté porque no podía dejar de vernos reflejadas en ellos. No soportaba el parecido del deber por encima del amor que implementaba Caín con su hija. Arath había elegido el amor abandonando a su pueblo a la muerte.
-Esto no es precisamente mejor-dijo Regina.
-Rage no tiene culpa en esto, fui yo quien accedí ayudar a Velkam-Arath se dirigió a Sahar al hablar-. Denle protección a ella, asumo toda culpabilidad.
-Ni loca dejaré que hagas eso-objetó Regina.
Aquella discusión me estaba consumiendo.
-No meteré mis manos en el fuego por ninguno-habló Sahar-. Ambos son culpables, pudieron acudir al Consejo desde el inicio.
-Velkam me tenía bajo amenaza.
-Euzma Sahar tiene razón, yo no estaba de acuerdo y aún así no fui ante el Consejo para quitárnoslo de encima, soy más culpable, si cabe, por pensar en hacer lo correcto y no hacerlo.
-De nada habría servido-intervino Nina-. Todo apuntaba a ustedes, él se hubiese librado igual que lo está haciendo ahora, es miembro del Consejo pero como fue quien hizo la denuncia no intervendrá, aún así tiene influencia dentro del susodicho. En el pasado habría hecho que mataran a tu mujer mientras que tu castigo sería vivir con la pena, tal y como te amenazó, hará lo mismo ahora.
Arath desvió la mirada hacia Sahar.
-Dice que ambos somos culpables, que no meterá las manos al fuego por nosotros pero sé que entiende mi posición-dijo, mirándome pero hablándole a Sahar-. ¿Qué habría hecho usted?-le preguntó directamente.
-Ahí quería que llegaras.-La voz de Caín nos sobresaltó a todos menos a Circe y a Sahar, ésta seguía imperturbable. Su padre salió de no sé dónde con las manos en los bolsillos-. Respóndele, Sahar, ¿qué habrías hecho?
Caín se estaba aprovechando de la situación, Arath debió contarle la misma historia antes de que los enviara aquí. En vista de que su hija tenía sentimientos hacia mí quiso usar a los Griffin-dos figuras de poder como ella-para darle una lección: Amor o deber, nunca ambos.
<<Lazos II
Nos encaminamos hacia la casa la cual encontramos sola, no había nadie en la sala de estancia y estaban llamando a la puerta. Fui yo quien abrí ganándole a Sahar para que no descabezara a la indeseada visita, lo hice bajo mi propio riesgo pero riéndome en el camino porque la oí refunfuñar. Si fuese Velkam no llamaría a la puerta, estaba segura que entraría a la fuerza.
En su lugar se encontraba un Arath Griffin bien abrigado, de pie en el umbral; di un paso atrás, el guapo hombre enarcó una ceja y miró por encima de mi hombro.
-¿Puedo pasar?-preguntó.
-Adelante-dijo Sahar. Me hice a un lado, y me paré detrás de él cuando lo dejé entrar y se detuvo en el primer escalón de la escalinata de madera del vestíbulo-. ¿Cómo dicen por aquí, Faye? ¿He aquí el diablo con la cola entre las piernas?
Sahar sonrió y yo le devolví la misma sonrisa maliciosa que sus labios dibujaron.
-Mi esposa y yo llegamos anoche, Euzma Caín me envió aquí para esperar por él y así poder hablar como pautamos.
-¿Y dónde está su esposa?
-Afuera, en el coche-respondió Arath.
-Hágala pasar-ordenó Sahar.
Arath asintió y salió, lo encontré diferente al hombre altivo que conocí el fin de semana en la fiesta que él y su mujer organizaron en honor a Sahar.
-Anda muy manso-comenté, acercándome a Sahar. Ésta se encogió de hombros-. Por cierto, ¿dónde están los demás?
-Erza está teniendo problemas con la transición, Circe y Nina están ayudando a Drako con ella-explicó, adquiriendo la postura y el tono de voz de la implacable Princesa.
No pude evitar sentirme triste por lo que la pobre Erza estaba pasando.
-¿Es muy dolorosa la transición? ¿Sufrirá mucho?-inquirí casi susurrando, y con la mirada gacha.
-Creo que es similar a lo que sufro yo cuando intento controlar mi instinto, ya no puedo saberlo porque el vínculo que la unía a mí se rompió en cuanto murió-dijo.
-Entonces sufre mucho.
Me dirigí al sofá de la estancia, me senté y pronto la sentí a mi vera.
-No sé si es correcto que lo diga-dudó antes de levantarme el rostro con su dedo índice en mi mentón-, pero no sería apropiado que Erza te viera con el semblante que tienes ahora, fue una decisión que tomó conociendo las consecuencias, debemos respetarla, ¿tú qué crees?
A veces me descubría sorprendida por la madurez que tenía Sahar.
-Tienes razón-sonreí, imaginando a la loca de Erza riñéndome por andar cabizbaja a causa de ella.
Escuchamos la puerta cerrarse. Regina y Arath aparecieron en la estancia, Sahar los invitó a sentarse en los sillones que hacían juego con el sofá donde nos encontrábamos nosotras; Regina no parecía muy dada a colaborar, su esposo le susurró algo al oído y ella resopló sentándose en uno de los sillones, su marido se quedó de pie.
Unos pasos provenientes de las escaleras que daban al piso superior llamaron mi atención, Sahar no apartaba la mirada de la pareja. Circe y Nina entraron a la estancia, la segunda paró en seco.
-Nina Alyosha, creí que estarías con tu hermano ahora mismo, ¿le has traicionado?-habló Regina, sarcástica.
-Sólo quería abrirle los ojos pero quien terminó descubriendo una cruda y dolorosa verdad fui yo, no estoy traicionando a nadie, en cambio ustedes han traicionado a la sangre Blood Drynka. El Consejo se los cobrará porque es lo que Velkam quiere, cabezas de turco.
Circe se sentó al otro lado de Sahar, Nina se paró detrás del sofá con los brazos cruzados en plan chica mala.
-Rage, compórtate-le dijo Arath a Regina con cariño-. Es precisamente lo que nos ha traído aquí-Sahar con su impasible expresión prestó atención al hombre-, por lo que pedimos reunirnos con usted y su padre, Euzma Sahar. A los oídos del Consejo llegó la información que nos involucra a mi mujer y a mí en las desapariciones y experimentaciones con Blood Drynka's, debió ser obra de Velkam Alyosha.
-Debió dar aviso cuando venía en camino-dijo Nina-. Tenía todo planeado.
-¿Qué es lo que piden?-inquirió Circe.
-Queríamos esperar a que Caín estuviera presente-respondió Arath.
-Piden la protección de mi padre-terció Sahar-. Que los defienda ante el Consejo Blood Drynka que juzgará sus acciones, creen que con la intervención del Padre estarán salvos.
-Quiero marcharme, Arath, nada hacemos aquí-le dijo Regina a su marido, consciente de que Sahar se acababa de burlar de sus intenciones. Pudo sonar a burla pero no fue adrede, vi que Sahar quedó un poco desconcertada, ella sólo había aclarado la duda de Circe.
-No voy a permitir que por culpa de Velkam te pase algo, Rage-replicó Arath, y pillé cómo Sahar apretaba la mandíbula viendo la escena, escuchando las palabras del hombre-. Velkam pidió mi ayuda para iniciar una investigación centrada en la posibilidad de contrarrestar los efectos de la luz del día sobre nosotros-¡Bingo! pensé, era justo lo que creíamos-, remover la maldición y no tener que depender del lapislázuli que nuestra Señora aquí presente, Circe, hechizó para nuestra protección. Dijo que la gema en las joyas era como una especie de grillete que nos hacía parecer presidiarios esclavizados a la voluntad de Euzma Caín.
-Más libertad no pueden tener-comentó Circe.
-Eso le dije a mi marido cuando me contó sobre la idea visionaria de Velkam-apoyó Regina-. Hay Blood Drynka's que no son tan buenos, entendemos por qué deben existir formas de debilitarnos, de matarnos.-La morena se entristeció de repente, su marido le puso una mano en el hombro y la miró con amor.
-Pero no la escuché y decidí prestar mis servicios a Velkam Alyosha, al principio no hubo incidentes, ¿era ilegal? Sí, pero todo sea por el bien de nuestra raza, por mantenerla; las cosas fueron a peor porque descubrí que no todos eran voluntarios o transgresores de nuestras leyes, algunos fueron llevados a nuestros laboratorios bajo amenazas ya que no podemos sugestionarnos entre nosotros. Velkam, al no ver resultados favorables se desesperó y me ordenó comenzar las pruebas directamente en los Blood Drynka que se "prestaban" para ello. Fue cuando las desapariciones se hicieron más evidentes que quise renunciar, no era hacerle bien a nuestro pueblo, los estábamos masacrando, actuando como eso que tanto repudiamos, jugar con la vida de nuestros hermanos cosa que hace la raza humana.-Arath parecía bastante afectado y arrepentido por lo que había hecho.
-Pero no dejaste de hacerlo-dijo Sahar, impasible.
Arath miró a Regina.
-Me amenazó con quitarme lo que más amo en este mundo y dejarme vivir encadenado para que sufriera eternamente la pérdida-dijo-. Sin Rage no hay vida para mí.
Sahar no se inmutó ni un ápice, pero sabía que había notado la semejanza entre ellos y nosotras.
-Habría sido mejor morir que entregar la vida de nuestros hermanos inocentes de todo-lo encaró Regina al borde de las lágrimas.
-Sufriste mucho en el pasado, si te di un nuevo comienzo fue para mejor, Rage-replicó Arath.
Me levanté porque no podía dejar de vernos reflejadas en ellos. No soportaba el parecido del deber por encima del amor que implementaba Caín con su hija. Arath había elegido el amor abandonando a su pueblo a la muerte.
-Esto no es precisamente mejor-dijo Regina.
-Rage no tiene culpa en esto, fui yo quien accedí ayudar a Velkam-Arath se dirigió a Sahar al hablar-. Denle protección a ella, asumo toda culpabilidad.
-Ni loca dejaré que hagas eso-objetó Regina.
Aquella discusión me estaba consumiendo.
-No meteré mis manos en el fuego por ninguno-habló Sahar-. Ambos son culpables, pudieron acudir al Consejo desde el inicio.
-Velkam me tenía bajo amenaza.
-Euzma Sahar tiene razón, yo no estaba de acuerdo y aún así no fui ante el Consejo para quitárnoslo de encima, soy más culpable, si cabe, por pensar en hacer lo correcto y no hacerlo.
-De nada habría servido-intervino Nina-. Todo apuntaba a ustedes, él se hubiese librado igual que lo está haciendo ahora, es miembro del Consejo pero como fue quien hizo la denuncia no intervendrá, aún así tiene influencia dentro del susodicho. En el pasado habría hecho que mataran a tu mujer mientras que tu castigo sería vivir con la pena, tal y como te amenazó, hará lo mismo ahora.
Arath desvió la mirada hacia Sahar.
-Dice que ambos somos culpables, que no meterá las manos al fuego por nosotros pero sé que entiende mi posición-dijo, mirándome pero hablándole a Sahar-. ¿Qué habría hecho usted?-le preguntó directamente.
-Ahí quería que llegaras.-La voz de Caín nos sobresaltó a todos menos a Circe y a Sahar, ésta seguía imperturbable. Su padre salió de no sé dónde con las manos en los bolsillos-. Respóndele, Sahar, ¿qué habrías hecho?
Caín se estaba aprovechando de la situación, Arath debió contarle la misma historia antes de que los enviara aquí. En vista de que su hija tenía sentimientos hacia mí quiso usar a los Griffin-dos figuras de poder como ella-para darle una lección: Amor o deber, nunca ambos.
<<Lazos II
Una difícil tesitura decidir si actuar en aras del amor, o del deber…más aún, cuando la salvación del mundo depende de esa resolución…
ResponderEliminarY qué puedo decirte, mi querida Ivel… Que disfruto de esta fantástica historia, que como te he dicho muchas veces, bien podría ser espejo de la realidad… Que me encantan esas miradas y sonrisas cómplices, y que aprovecho mis noches en calma, para adentrarme en tu maravilloso mundo…
Me perdí algunas puestas en escena, pero caigo rendida enseguida a ellas…
Bsoss con cariño, y muy feliz noche!! ♥
Es difícil... Dejas la pregunta como si buscaras la solución entre nosotros... Amor o deber...
ResponderEliminarUna vez más te felicito Ivel, por tan maravilloso carruaje de palabras donde subo y disfruto.
Mil besitos mi niña.
Velkam es un odioso personaje, de los que tiene esta historia y la historia original. Cuando no le alcanza con convencer, recurre a una amenaza como esa. Y todo por no conformarse con el lapilazuli creado por Circe.
ResponderEliminarCaín vuelve a lo de siempre, hacerles esos planteos a Sahar.
Por suerte, está Circe, quien conoce a su hija adoptiva más que lo que ella se conoce. Circe es al gran personaje, es para amarla.
Besos.
Está claro que Faye es lo que Sahar necesita para cumplir su deber, para ser plenamente ella misma. Y está claro que Circe lo nota.
ResponderEliminarPor cierto… Lo prometido es deuda…y, como te dije…ya tengo mis tattos! ;-) He abierto un nuevo blog con un formato y género que me apetecía hacía ya tiempo…y es ahí donde he colgado algunas fotos de mis “criaturas”…uno de ellos está por acabar, le faltan unos retoquitos, pero bueno, se ven bien…
ResponderEliminarEste es el enlace: http://genevasoul.blogspot.com
De todas formas lo he puesto en mis blogs, para todos los compis blogueros que quieran acompañarme en esa nueva aventura…
Muackssss!!! ♥
De pronto Sahar se ve rodeada de afectos que vuelven a su vida, su gran amor Faye, su hija Nina, su hermana Amanda. Amor o deber? creo que el deber es cuidar los afectos.
ResponderEliminarBesos dulces y dulce fin de semana Ivel.