Spin-off

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lunes, 6 de febrero de 2017

Huellas XXXI


   Poco faltó para que Tristán consiguiera su cometido, era conocida la fama de poderosa líder y guerrera que tenía Sahar, pero demostrar que no era humana como se supone que todos en esa habitación pensaban, requería algo más. Tristán jugaba con fuego al intentar invocar la ira de la joven Princesa. 

-Disculpe mi osadía, majestad-dijo el hombre, cogiendo la mano de Sahar, depositó un beso en ella. Sahar la retiró y con disimulo se limpió, la expresión de asco, al menos a mí no me pasó desapercibida-. Nunca fue mi intención faltar el respeto a la señorita Vesper, si mis comentarios fueron mal interpretados....
-Tuvieron la interpretación que usted quería transmitir con toda intención, señor Bogdánov-dijo Sahar. 

   Tristán metió su mano en el bolsillo sosteniendo su copa con la otra, y mirando directo a los ojos de la Princesa; Sahar no rompió el contacto visual, él debía saber lo perspicaz que era la chica y que algo debía sospechar sobre él, por eso osó venir con todo a la primera oportunidad que vio. La estaba retando a ir contra él, y Sahar lo aceptaba. 
    De pronto todo alrededor se sumió en un extraño silencio, Tristán se dio la vuelta y Sahar levantó la mirada hacia las escaleras por donde apareció una elegante pareja en apariencia joven como casi todos los que habían asistido a aquella fiesta. 
    En las fotografías lucían atractivos, pero no les hacían justicia. Regina Griffin era una hermosa morena de ojos oscuros que, de un momento a otro, aclararon al sonreír después de descubrir a Sahar entre los invitados. Se adelantó a su marido y se acercó a la Princesa.
   Llevaba un vestido azul eléctrico ceñido a su cintura, escote en V. Su mirada recorrió con descaro a Sahar, me incomodó y más cuando su apuesto y alto marido se situó a su lado.

-Nuestra invitada especial-habló él, su voz era suave, profunda e hipnotizante, pero nada como la voz de Sahar a quien miré con cariño cuando volvió la cara hacia mí haciendo un gesto para que me acercara-. Es un placer tenerla aquí, Euzma Sahar.

-No esperaba un evento de esta magnitud, mi interés en venir aquí era un asunto menos frívolo, pero agradezco que hayan accedido a recibirme.-Sahar no era amante de las fiestas, bien que le huía a las que Circe celebraba en Providencia, dicho por la misma Sahar-. Él es mi Caballero, Drako Višnjić-presentó al rubio que se había acercado. Drako estrechó la mano de Arath, y besó la mano de Regina-. Y ella es la mía nóvulo, mi novicia, Faye Vesper.-Los labios de Sahar hicieron un amago de sonrisa, y su mirada rayaba en la adoración, no podía disimular. Yo tampoco pude, sonreí y saludé con la mano a los esposos.

    Arath y Regina me miraron con interés.

-Una humana-susurró Regina, asombrada-. No tenía idea que Euzma Caín dejara a su hija a los cuidados de una humana sin experiencia, es peligroso en....

-Yo soy peligrosa-interrumpió Sahar, haciendo que Regina volviera a mirarla, se le estaban yendo los ojos conmigo a la vampiresa-. Exijo respeto para con mi novicia, señora Griffin, es humana y está bajo mi protección.

    Drako se aclaró la garganta de puro nerviosismo porque Sahar estaba siendo muy territorial, y no creo que haya sido por celos, era más por lo que dijo: protección. Estaba siendo precavida, quitando la atención de mí, y que se centraran sólo en ella.

-No planeaba comérmela, Euzma, tenemos nuestras reglas. Es sólo que la señorita Vesper es interesante y hermosa-alegó Regina.

-Mi mujer tiene toda la razón, muy hermosa-apoyó Arath. Volviéndose hacia su esposa-. Pero no opaca tu belleza, amor mío-susurró.    
    Me preguntaba si así nos veíamos Sahar y yo desde afuera, me recordaban a Circe y a Caín, se veían muy enamorados. O tal vez era pura actuación, apariencia.

-Mi esposa y yo queríamos celebrar la llegada de Euzma Sahar, hija de nuestro Patro Konvertiĝo....

    Sahar me susurró el significado mientras Arath continuaba con su discurso. Patro Konvertiĝo: Padre de Conversión. Toda la gente que allí había eran como hermanos de Sahar, tres de los cuales iban a traicionar a la familia. Regina, Arath y Tristán eran de las personas que odiabas al segundo de conocerlas, hacían sencillo que desconfiaras y no porque ya sospechábamos de ellos.
   La música empezó a sonar cuando Arath terminó su brindis con un: Vivas! ¡Salud! 

-¿Podemos hablar en un lugar privado?-preguntó Sahar, quien no parecía nada impresionada por la suntuosidad de la fiesta y sus anfitriones.

-Sabemos que es importante para usted como lo es para nosotros, pero nos encantaría que nuestra charla fuese después de la cena y que por ahora disfrute del evento en su honor, nos hace ilusión que esté aquí en nuestra morada, Euzma Sahar-dijo Arath.

-Por favor acompáñenos, le daremos un tour y le presentaremos al resto de los invitados.

   Tristán se había alejado, me aliviaba que al menos no se quedara después de que Sahar se obligó a acompañar a los Griffin. Casi les dice que no, Drako vio su intención y aceptó en su lugar susurrándole, luego, algo rápido al oído.

-¿En serio iba a negarse?-le pregunté a Drako.

-Sahar nunca miente, si algo no le agrada te lo va a decir-rió, llevándose la copa a sus labios-. Debe seguir la corriente.-Sahar estrechaba manos, y presenciaba reverencias por donde pasaba, casi que se quitaban los sacos y los ponían a sus pies para que no pisara el suelo, o casi que besaban el suelo por donde caminaba.

-La adoran.

-Es hija de Caín, la mayoría de los que están en esta fiesta respetan y veneran a mi Señor, sin importar el desapego de éste para con ellos. Habrá algunos que la veneren por hipocresía, pero otros lo hacen con sinceridad.-Drako miró alrededor-. Las vi hablando con Tristán hace rato, ¿pasó algo que deba saber?

-Empezó fuerte, hizo comentarios respecto a nosotras nada respetuosos.

-Es que él es consciente que han entablado una relación, señorita Vesper, estuvo noches atrás en el apartamento, notó lo íntimas que son. A nadie le pasa inadvertido, ustedes lo hacen fácil, la forma en que se miran-añadió, sonriendo-. El tipo no sabe con quién se metió-siguió hablando, pero más serio-. Quiere provocar a Sahar, demostrar que no es humana y que Caín ha estado escondiendo algo muy importante sobre ella, lo mismo que intentaba la quimera en esa fiesta en Providencia. Punto en común, le doy la razón a Sahar en desconfiar del hombre.

-Al fin-dije por lo bajo. Él rió.

-Te aconsejo que tengas cuidado si se te vuelve a acercar esta noche.-Lo miré, él señaló con la cabeza, de forma disimulada, a Nina quien estaba saludando a una pareja cerca de la chimenea-. Nina va a darme mi propio tour privado, quiero ver si encuentro alguna pista aquí. Así que al momento que quedes sola, procura tener cuidado, Sahar puede cortarle la cabeza al tipo como vuelva a faltarte al respeto, y no queremos que la fiesta se convierta en un baño de sangre.

    No, no queríamos eso.
   Nina se acercó a nosotros y tras saludarme se llevó a Drako a "bailar"; empecé a caminar por el salón con las miradas de los predadores siguiéndome. Dejé la copa en una mesa, al girarme me vi de frente con mi acosador, sonrió de ese modo detestable.
 -¿Qué se le ofrece ahora?-pregunté. Caminé en dirección contraria.

-Una amena charla con una camarada-dijo. Me detuve-. Viva Rusia-susurró sin dejar de sonreír-. Soy originario de Moscú.

-Me alegra.

   Noté que Sahar nos observaba.

-Tienes buen gusto, pero ¿crees que ella no ha tenido otras como tú? Incluso mejores-comentó Tristán, siguiendo mi mirada-. Es posible que cuando se aburra de ti irá a por su siguiente presa....

-No la conoces, ninguno de los que está aquí la conoce, tus palabras están fuera de lugar; Sahar no te ha hecho nada, ¿por qué insistes en enfadarla? Estás como provocándola.

-Mis intenciones son buenas, señorita Vesper.

-Venir y hacer comentarios mal sanos sobre ella no es de buenas intenciones. No quieras verme la cara de imbécil, camarada.

    Tristán soltó una carcajada, bebió de su copa y asintió varias veces.

-Euzma Sahar tiene buen ojo, tu carácter es perfecto para acompañar el duro carácter de la Espada de Caín; hacen buena pareja.

-No somos pareja.-Me dolía negarlo.

-No quieras verme la cara de imbécil, camarada-soltó, tomando mis palabras-. Es bueno saber que mi Señora puede amar. Tiene a quien amar; yo tuve a alguien así, hoy estamos mal y es que pasaron muchas cosas en el camino.

-¿En serio cree que me interesa su historia?-Sahar apartaba su mirada y luego volvía a fijarla en nosotros, cuidando de mí-. Fuiste con respeto a pedir la ayuda de Caín, ¿por qué eres grosero con Sahar y conmigo? Ella no lo merece, yo menos pues no te conozco para decir que te he ofendido de algún modo.

-No en ésta vida-sonrió, levantando su copa-. La idea de pedir ayuda vino de Velkam Alyosha, los Griffin estuvieron de acuerdo y ahora hacen esta fiesta en honor a la hija de Euzma Caín quien es demasiado importante como para prestarnos atención, nos dejó solos....

-Los dejó vivir bajo sus propias reglas-intervino Sahar. Una sonrisa se dibujó en sus labios-. Padre no quiere a mal portados dentro de la familia, ya pasó por esa situación en el pasado y con el dolor de su alma tuvo que dejar que murieran porque se salieron de control; a la nueva generación les dio la libertad de crear vuestro propio gobierno desligado de él, tienen sus propias reglas. Los ayudó a que pudieran vivir, incluso, bajo la luz del día. Hasta eso compartió con ustedes, ¿y dices que no les presta atención? Que los haya dejado seguir solos e impedirles la entrada a Providencia es porque muchos de ustedes aún no aprenden a convivir con humanos, o entre ustedes mismos. Un claro ejemplo es el cisma actual que existe entre los círculos-dejó ir Sahar, acercándose peligrosamente a Tristán-. Mi padre quiere paz, quien rompa la calma en los Círculos será presa de su ira, y de la mía. Si descubro que hay Blood Drynka's matando Blood Drynka's por el motivo que sea, los traidores a la sangre pagarán con sangre, ¿me he hecho entender?

    Tristán me miró de reojo.

-Te hice una pregunta-dijo Sahar, llamando su atención.

-Pedimos ayuda para dar con los culpables, nosotros nos encargamos de juzgar, ustedes perdieron el derecho. Lo ha dicho, Euzma, es nuestro gobierno, tenemos nuestras reglas y ustedes no tienen voz ni voto....

-Lo tenemos desde el momento en que acudieron a padre.

    Vi cómo, de manera sospechosa, Arath miraba en nuestra dirección. Él y su esposa estaban separados, cuando se dio cuenta que lo pillé mirándonos giró la cara hacia su esposa y fue con ella.
-¿Querían nuestra atención?-preguntó Sahar-. Ya la tienen-dijo en un susurro, haciéndole saber a Tristán que sospechaba de los motivos que los llevaron a desaparecer y matar Blood Drynka's. Sahar confesó con sutileza que ella ya sabía quiénes estaban detrás de las monstruosidades cometidas contra sus hermanos.

    El vampiro se marchó, y Sahar, importándole un bledo que la vieran ser cariñosa conmigo, acarició mi mejilla.

-¿Fue grosero contigo?-preguntó, cambiando su expresión amenazadora y su frío tono de voz a unos más cálidos.

-Más de lo que fue al principio, pero no pierdas la calma-le pedí, tocando su mano en mi rostro.

-Tristán me está colmando la paciencia.

-Es lo que quiere, y ya no tienes el factor sorpresa, le dijiste en toda la cara que sabes que es parte del complot, amor mío.

-Nunca fue mi intención usar el factor sorpresa-aseguró, insolente.

    Anunciaron que la cena estaba servida, Drako y Nina se unieron a nosotras rumbo al comedor; oí a Sahar decir que no le apetecía seguir allí, se estaba hartando en serio. Nos sentamos una al lado de la otra; Regina y Arath, como anfitriones que eran, se situaron a la cabecera de la mesa, Tristán estaba frente a mí, a mi lado derecho se sentó Drako, y al lado de él estaba Nina.
    Sahar quedaba justo a la vera de Arath Griffin, éste buscaba la forma de sacarle conversación. Sahar contestaba con monosílabos, él no perdió la oportunidad de coquetear un poco, noté que Sahar no se incomodaba pero tampoco le seguía el juego; sonreí al ver cómo ella ponía distancia entre ambos, me miró cambiando de inmediato la lejanía que implementaba con Arath, y su mirada fría se volvió cálida, llena de cariño. Y de pronto su rostro se endurecía al continuar su conversación con el hombre, que seguro se dio cuenta del drástico cambio.
   Me tenía embobada, estaba rodeada de personas atractivas y ella parecía ignorar ese hecho, sus ojos sólo eran para mí.
    Al finalizar la cena le oí pedirle a Arath reunirse en privado.
   Él le tendió la mano, Sahar la cogió. Con Regina, Tristán, Drako y Nina, nos encaminamos hasta el estudio del matrimonio, lejos de las conversaciones y música del exterior; Arath abrió las puertas, permitiendo la entrada a todos antes de entrar él y cerrar.
  Del techo colgaba un precioso candelabro de cristal, más grande que los que iluminaban el resto de la casa. A mi izquierda una escalera de caracol llevaba a un segundo piso donde habían estanterías, un minibar situado a la derecha fue el destino de Arath, sirvió bebidas mientras su mujer nos invitaba a tomar asiento en los sillones de piel dispuestos en forma oval frente al sofá con el que hacían juego. La chimenea estaba encendida.

-Conocemos el motivo de su petición, Euzma Sahar-dijo Arath, repartiendo las copas, Sahar rechazó la bebida. Drako, Nina y yo la imitamos-. Intentaré no tomármelo como algo personal-sonrió Arath, quitándole importancia a nuestro gesto grupal; devolvió las copas a la barra del minibar, Tristán y su mujer sí aceptaron las bebidas-. Hemos sido exhaustivos en la búsqueda de quienes se empeñan en hacer daño a nuestros hermanos, y sin embargo nuestros esfuerzos no han sido suficientes. Me sienta fatal, pues es mi deber brindarles protección a los Blood Drynka, como Majoro en Estro que soy.

-Nos ceñiremos a vuestras órdenes, majestad-añadió Regina-. Estamos dispuestos a prestar nuestro apoyo para dar por finalizada esta pesadilla que nos ha tocado vivir a todos.

-Sé lo que ha significado para ustedes y los demás Komandantoj-dijo Sahar, tomando la faceta de Princesa implacable a la hora de hablar con personas que no eran yo. Y era algo espontáneo, no fingía ser, ella era así: cálida conmigo, gélida con el resto-. Esta pesadilla, como la llaman, ha logrado crear tensión entre ustedes mismos y no debería ser así porque son familia, han perdido el mismo número de hermanos. Porque sin importar de cual o tal Casa sean, siguen siendo las mismas pérdidas para todos.

    Nina asintió. Y en las palabras de Sahar, en sus gestos, su mirada, me recordó a cuando la misma Nina se dirigió a ella en el apartamento el día que la conocimos. Fue muy extraño.

-Alguien está experimentando con Blood Drynka's-continuó Sahar-, con humanos, y todos en esta sala lo sabemos. Yo personalmente vi a las quimeras que están saliendo como resultado de éstos experimentos, y una en particular que tenía vestigios de ángel. Alas, para ser exacta.

-¿Un bebedor de sangre con alas de ángel?-preguntó Regina, dubitativa.

-Las quimeras son obra de humanos, tenemos información....

-La misma que tenemos los Assassins-terció Drako. Tristán se cabreó por ser interrumpido-. Hemos saboteado su trabajo en más de una ocasión, sus quimeras no han llegado a desarrollarse, las que entraron a Providencia eran experimentos fallidos, prueba y error. Hay un plan específico detrás de todo esto.

   Regina y Arath se tomaban con mucha seriedad la conversación, reflexionaban sobre la información recibida; sino es porque se sospecha que están dentro del complot, les compraría la actuación.

-Estaría de acuerdo con Velkam Alyosha quien piensa que hay humanos detrás de esto, pero en los últimos dos días he leído y releído la información que todos los Komandantoj han recolectado, que aunque poca, es buena.-Tristán observó a Sahar mientras ésta tomaba la palabra-. La Élite humana no está involucrada, esto es algo interno.-Drako levantó la vista con rapidez, sorprendido por las palabras de Sahar-. ¿Venganza? ¿Revolución? ¿Levantamiento en contra de Caín?-aventuraba Sahar-. No, no, porque entonces, ¿qué hacen que no lo desenmascaran? La Élite humana sigue ignorando que el hombre llamado Vládimir Bélikov es el Immortal que han estado cazando. ¿Por qué no les dicen?-formuló la pregunta para sí misma-. Porque hay un guión-respondió-, están siguiendo un guión. Están ocultando la identidad de mi padre porque no les conviene que se descubra ahora, alguien nos está usando como piezas de ajedrez.

    Sahar se levantó, los demás hicimos lo mismo.

-¿Quiere decir que todo es parte de un plan? ¿Que las muertes y experimentos....?

-Los detendremos, Nina-le aseguró Sahar-. Pero esto es mucho más grande, y si los culpables, que son simples peones, no logran cumplir esta pequeña parte del plan que es mayor, seguro su titiritero se encargará de castigarlos y no tendré que mancharme las manos.-Un mensaje claro y conciso a los anfitriones y a Tristán-. Tenemos una prioridad-dijo antes de verse interrumpida. Y sonó a una irrevocable orden-. Esa prioridad es mantener la unión entre los Círculos, que el cisma no termine de llevarse a cabo; justicia y paz, por sobre todo. Somos familia.

   Si con ese mensaje Regina y Arath no entraban en razón, nada lo haría. A Tristán lo daba por perdido, el hombre estaba más que vendido al titiritero.
   Nos quedamos un poco más en la fiesta, Regina y Arath no paraban de llevar a Sahar de aquí para allá entre los invitados; no me gustaba que la tocaran, sus intenciones con la hija de Caín no eran nada puras. Cogí una copa y me bebí el rojo contenido de un trago, sentí que me quemaba la garganta y a los pocos minutos mis manos empezaron a sudar. Le pregunté a uno de los camareros dónde quedaban los servicios, me dirigí hasta allí; me sentí muy caliente de pronto, lavé mi rostro y lo sequé, no estaba funcionando. Era como la bebida que Sahar tenía en su dormitorio en Palacio, sólo que con un efecto diferente.

-¿Estás bien, Faye?-preguntó Nina, entrando y mirándome con preocupación.

-Creo-respondí, dudando-, es que bebí un vino y me sentó mal.

    Nina rió fuerte después de estudiar mi rostro.

-Te he visto observando a Euzma Sahar, es obvio que no te ha caído bien que Regina y su marido intenten seducirla. Ambos son conocidos por su libertina relación.

-No me ayudas, Sahar puede ser muy libertina-dije entre dientes. Mi temperatura había subido más de la cuenta, sentía mi corazón latir deprisa, y mi sexo caliente, estaba húmeda.

-Te mira con adoración, nadie más existe cuando estás cerca, y apostaría que en tu ausencia es igual. Cuando sientes algo muy fuerte, disimular se vuelve misión imposible-explicó cuando me sorprendí por sus primeras palabras-. No era vino lo que bebiste, bueno, era vino adulterado en realidad.

-¡¿Qué no hay un puto vino normal en vuestro mundo?!-exclamé.

-Los Griffin son unos libertinos, deben haber varios aquí con los que quieren acostarse-dijo Nina, me volví objeto de su diversión.

-¿Y no pueden hacerlo de la manera normal? ¿O es que sus tácticas de seducción no les funcionan?

-Claro que les funcionan, ese vino no es para todos, es para los que ya han aceptado previamente y lo único que hace en la gente como yo es ponernos a tono, no es muy fuerte. Para ti en cambio, es el equivalente al MDMA: Extásis, pero más rápido-rió.

-Maldita sea-solté.

-Te sugiero que vayas por Euzma, te volverás una predadora y no quiero que mi cabeza termine en una pica si te me lanzas encima y Euzma se entera.

-No es celosa-reí, sólo podía ser efecto de la droga.

    Salí de los servicios para buscar a Sahar e irnos de esa maldita fiesta, las ganas de besarla y tener su cuerpo desnudo encima o debajo del mío eran inmensas. Pensaba en todas las formas en que quería follármela esa noche, sin descanso de por medio.     
  Fue ella quien me encontró a mí.
-¿Dónde te habías metido, Vesper?-preguntó-. Creí que el idiota de Tris...

    Le estampé un beso en la boca frente a todos, no me importaba que nos vieran porque igual ya sabían que yo era de ella y ella era toda mía.
   Que lo supieran los putos libertinos que estaban tras ella para luego poder jactarse de que se acostaron con la hija de Caín.
  Lo reafirmaría delante de quien sea: Sahar era mía, nadie más que yo tenía derecho a su boca, a sus besos que me enloquecían, y no era producto de una droga, no, Sahar me correspondía con hambre, despertando aquello que una droga no.
    Me aparté de ella, sonreí al encontrarme su cara llena de deseo, sus ojos felinos me hicieron sentir satisfecha de ponerla así, de provocar su deseo. E ignorando al resto, la tomé de las manos y la atraje hacia mí.
    Le di un fugaz beso antes de huir de allí sin despedirnos de nadie.
   Encontramos a Drako en el camino, Sahar le ordenó que fuera a por el chofer. 
   Me abracé a ella mientras esperábamos la limusina entre besos húmedos y caricias que incendiaban las pieles; esta necesidad de mi Princesa Assassin no tenía previsto apagarse en mucho tiempo. 
   Drako fue quien nos abrió la puerta del coche, subí la primera, Sahar se sentó a mi lado buscando mi boca al tiempo que cerraba la puerta. Su mano se paseó por el interior de mi muslo, adentrándose en mi vestido, sin llegar más allá porque Drako se aclaró la garganta.

-¿Qué?-dije, Sahar besaba mi cuello.

-Dejen de comer delante de los pobres, a menos que quieran que me una-insinuó.

-Ni loca dejaré que la toques-dijo Sahar, adelantándose a mí. Drako tocó el vidrio de la mampara que separaba el asiento delantero del nuestro, la limusina se detuvo, él bajó y cerró la puerta-. A ti te pasa algo-susurró con voz ronca cuando el coche retomó el camino.

-Estoy muy cachonda, ¿qué puede ser sino?-Besé su cuello, ella se sentó a horcajadas encima de mí e hizo que la mirara a la cara.

-¿Qué bebiste, Vesper?-inquirió, paseando su dedo pulgar por mi labio inferior-. Tu boca tiene un sabor diferente, el licor que bebiste tiene algo diferente.

    Chasqué la lengua, y devoré su boca. Gimió al saborear mi lengua que ya la exploraba.

-Soy un imán de licores adulterados-reí. Sahar asintió, permanecía sentada sobre mí, besó la comisura de mis labios-. Tengo muchas ganas, Sahar, fóllame.

-Intento portarme bien contigo, Vesper, pero me lo estás poniendo difícil-suspiró, dándome acceso a su cuello el cual mordía y lamía, mientras mis dedos rozaban su sexo por encima de sus braguitas, dejé escapar un gemido al sentirla húmeda.

-Pórtate bien besándome, haciéndome tuya.

-No eres tú, estás drogada-sonrió, apartando un mechón de cabello de mi rostro-. Estoy excitada, y quiero hacértelo, no sé de dónde saco fuerzas para resistir la pulsión.

    Saqué mi mano de debajo de su vestido, me abrazó, la apreté a mí.

-Sigo estando en mis cinco sentidos, ¿sabes?-susurré, presionó sus labios en un punto de mi cuello-. La droga sólo me puso, y verte me puso más todavía.

-Tu corazón late muy rápido, no quiero que te dé un ataque, lo que sea que tuviera el licor aceleró tus pulsaciones y el acto sexual las aumentará mucho más, puede ser peligroso.

   Deposité un beso en su hombro.

-Me gusta que me cuides.

-Disfruto cuidándote.

    La oí gruñir.

-Sahar debes estar sufriendo-dije en un murmullo-. Te estás aguantando y debe dolerte el cuerpo entero.

-Pasará-me aseguró.

-Debe ser mutuo, tú me cuidas y yo a ti.

-Después que pase el efecto te lo comeré-sonrió, besando mi boca.

-Eso no ayuda, cariño-dije, correspondiendo con fiereza. Mordí su labio inferior-. La pulsión controlando, ¿no?-Se alejó, pero seguía sobre mí-. Odié la forma en la que Regina y Arath intentaban seducirte, querían llevarte a la cama, te tocaban y ¿no sentías nada?

-Ganas, sí, pero ya te tengo y me pones más intensa, no necesito a nadie más.-Qué bien se oía eso en su ronca voz, la excitación no se le pasaría hasta que se saciara conmigo y para que pasara quería esperar a que el efecto del licor bajara-. Me gustan tus ojos, tienes una preciosa mirada, ¿te lo había dicho?-Negué.

-¿Qué más?-le pregunté, lamí su labio superior.

-Me gusta cómo me desnudas cuando me miras, creo que piensas que no me doy cuenta cuando lo haces, cuando me observas creyendo que estoy distraída.-La mezcla de la lujuria y la adoración, tanto amor concentrado en sus felinos ojos-. Me gusta tu cuello, besarlo y morderlo, dejando mi marca en él.-Sentí un escalofrío cuando su dedo índice bajó por mi cuello-. Me gusta tu boca, que me hables, tu forma de besarme, vehemente, posesiva, cómo me comes, cómo haces que me corra en ella, cómo tu lengua entra en mí, cómo invade mi boca y mi sexo.

-No me ayudas.-Sonrió al escucharme-. ¿Te divierto?

-Soy tu esclava, y tu ama, me encantas.

-Mi domina-susurré, acercándome a su boca.

    La puerta se abrió, reí apoyando mi frente en la de ella.
   Entramos al ascensor con las manos entrelazadas, me mordí el labio en un silencioso coqueteo, Drako fingió que no pasaba nada. Nos despedimos de él en la sala de estancia, y llegadas al dormitorio Sahar me quitó el abrigo despacio, sin palabras de por medio. Bajó la cremallera de mi vestido, sus labios besaron mi cuello, dejando caer la prenda. Acudió a mi boca caminando en medio del beso hasta llegar a la cama, nos acostamos sin dejar que nuestros labios rompieran el contacto, le di entrada a su lengua.

-Mi volas forte fuck-susurró contra mi boca-. Duro, Faye. Pero la droga....

-Tú eres mi droga, eres la única droga que he consumido en toda mi vida, eres la única droga que he consumido esta noche, y que consumiré cada noche, cada día.

    Su dedo acarició mi sexo al verse dentro de mis bragas, tentó mi entrada.

-Sdelayte eto, Printsessa. Prikhodite i yebat' menya trudno-le susurré al oído que me tomara y no se hizo esperar.

     Entró, y no se movió hasta que rogué que lo hiciera de una vez. Comencé a ver borroso sintiendo las pulsaciones cada vez más rápidas, efecto de la excitación por la droga sumada a la que ella provocaba. Bajó el ritmo al darse cuenta, respirábamos en la boca de la otra, sintiendo nuestros alientos, aguardando a que me estabilizara para intentarlo de nuevo. Se movía despacio, dentro, fuera.
    Giré, quedando encima de ella, Sahar se sentó dejando besos en mi cicatriz y observando fascinada cómo me movía sobre sus dedos. La tenue luz que nos llegaba desde la lámpara al lado de la cama era suficiente para ver su rostro, sus ojos, y ese gesto jodidamente lascivo en su rostro. Con su otra mano en mi cintura me ayudaba a moverme, cogí su rostro entre mis manos y besé su boca.

-Déjame desnudarte....-musité contra sus labios, ella seguía llevando puesto su vestido.

-No, todavía no, quiero que te corras en mi mano, Faye, hazlo cariño, muévete.
  
     El rostro de Faye en medio del orgasmo era hermoso, sus gemidos me hacían querer más; di la vuelta dejándola en la cama, besé su frente, sus labios, intentando sosegarla, tenía que conseguir que sus latidos volvieran a su ritmo normal. Ella rió.

-Mi amor....-dijo con la respiración agitada-...me debes un encuentro así en una limusina.

-Date la vuelta-sonreí.

-Sahar.-Entrecerró los ojos, dudando, pero se giró. Le quité las bragas, y el bra; besé su espalda, paseé mi mano por ella, acariciándola-. Desnúdate-volvió a pedir.

-Desnúdame.

    Dio la vuelta mordiéndose el labio inferior, escondiendo una sonrisa. Me cogió de la nuca y besó mis labios profundamente. Su otra mano bajó la cremallera, besándome me quitó el vestido, y besándome la pegué del cabecero de la cama, me rodeó las caderas con sus piernas.

-¿Crees que Drako nos está escuchando?-preguntó, recordando que no estábamos solas en la casa.

-Muy probable, eres muy expresiva en la cama.-Me dio un golpe en el brazo, riendo.

    Su mirada volvía a ser la misma lujuriosa mirada que me encantaba, y no esa contaminada por un licor adulterado. ¿En qué pensaban los Griffin sirviendo ese tipo de bebidas? Tendrían esa costumbre, pero que cayera en manos de Faye me preocupó, era peligroso. 
     Sahar acariciaba mi rostro con el dorso de su mano, y no era su mano la única que me regalaba caricias, sus ojos con esa tierna mirada felina, sus labios en los míos.

-No volveré a beber nada extraño-susurré, adivinando a qué se debía su cambio de cazadora, a posible presa. Rodeé su cuello con mis brazos-. Te lo prometo.

    No dijo nada, se dedicó a besarme la boca, su lengua rozó la mía al mismo tiempo que apretaba mi culo.

-¿Te gusta?-pregunté, besándola de nuevo.

-Mucho-sonrió, sobre mis labios.

-¿Te estás resistiendo a follarme por detrás? ¿Te mueres por hacerlo?-Los ojos se le iluminaron, fue a por mi boca de nuevo-. Mmmmm.... Sahar.... Aaahhh...-Cuando vine a darme cuenta tenía las manos contra el cabecero, y de espaldas a ella, su mano acarició mi sexo. Suspiré.

-Ya habrá tiempo para todo, amada mía-me susurró al oído-, dormi bone.

   Faye cayó inconsciente en mis brazos, la acosté y cubrí su cuerpo desnudo con la manta. Quería seguir por mucho tiempo más pero ella no estaba en condiciones, la droga seguía en su sistema y si bien sudó al principio, no sirvió para eliminarla del todo. Si íbamos a por más corría el riesgo de sufrir un ataque, sus pulsaciones no eran normales.
    Cogí una bata y la dejé dormir, el descanso le vendría bien. 
   Fui al estudio, Drako estaba sentado al escritorio con un libro en las manos.

-Faye está drogada, ¿tienes alguna idea de qué tipo de drogas usan los Blood Drynka's amantes del sexo alocado?-le pregunté.

-¿Cómo terminó así?

-Una bebida en la fiesta de los Griffin.

-Debiste hacerla vomitar, si le afectó de ese modo debe ser un licor bastante fuerte como afrodisíaco, al menos en los humanos sería así. Para nosotros actuaría como un estimulante de bajo nivel, sólo lo suficiente para calentarnos un poco si queremos ir a la acción sin tanto precalentamiento, los Griffin deben ser adictos a ello para sus orgías.

-Vaya matrimonio, yo no compartiría a Faye-dije. 

    Sólo pensar en que alguien más la tocara me enfadaba.

-Claro que no lo harías-sonrió él.

-¿Qué lees?

-Uno de los diarios donde está recolectada la información.-Lo cerró y me dedicó una mirada que no supe cómo interpretar-. Esta noche les hiciste saber que conoces la verdad, tomarán medidas, Sahar.

-¿Crees que no lo sé? Ellos mismos serán sus peores enemigos.

-Sí, per......

   Alcanzamos a oír un grito.

-Faye-musité.

     Salí del estudio y llegué a la habitación en menos de lo que dura un suspiro. La ventana estaba abierta, y Faye se encontraba arrinconada en la cama con la manta cubriendo su cuerpo, me acerqué, cautelosa.

-¿Faye? Soy yo-le susurré, me saltó encima, abrazándome. Temblaba en mis brazos-. Fue una pesadilla, tranquila, ya estoy aquí.

-Es que no fue una pesadilla, Sahar.-Busqué en su rostro indicios de los efectos de la droga-. Tristán estuvo aquí.

-¿Estás segura?-preguntó Drako-. Pudo ser una alucinación, la droga....

-¡Sé lo que vi y era muy real!-exclamó.

    Me levanté y fui hasta la ventana, no había nadie en la calle sólo autos pasando en ese momento; entonces me concentré en identificar algún aroma familiar, y al reconocerlo una densa niebla formando su cuerpo cerca de la cama, tocando el rostro de Faye, se presentó y desvaneció frente a mí.

-No fue una alucinación-dije, enfadándome-. Lo quiero muerto.-A mi alrededor todo empezó a temblar.

-Sahar, cálmate-habló Drako, intentando acercarse.

-¿Qué demonios está pasando?-le oí preguntar a Faye-. Ella lo está provocando, ¿ella lo está provocando?

-Quiero que lo busquen y lo traigan ante mí, ¡quiero su cabeza!-grité, y a mis espaldas el cristal de las ventanas se rompió.

   Sentí los brazos de Faye rodeándome, susurraba que me tranquilizara.

-No me hizo nada, no llegó a hacerme nada, mírame.-Su rostro estaba contrariado-. No lo busques, es lo que quiere, no se lo des; sigamos con la idea de ir a Seattle, busquemos lo que necesitamos para desenmascararlo ante el resto de Blood Drynka's, a él y a los Griffin. Tienes que impedir un cisma dentro de tu gente.

     Asentí, abrazándola.
     Miré a Drako, quien seguía de pie cerca de la puerta, susurró un Gracias cuando logré darle a Sahar la calma que necesitaba; me dejó anonadada que fuese ella quien hiciera que todo temblara, y me acordé de ese pequeño temblor en Providencia. 
    A esto le temen, a esta faceta. La Sahar alterada e inestable, quedó demostrado que si algo me pasaba ella perdería la aparente tranquilidad con la que siempre la veía; su estabilidad la conseguía estando dentro de los Assassins, luchando, ajusticiando....asesinando. Pero siempre cuidaban que las víctimas de la Princesa fuesen merecedores de un atroz castigo que sólo un ser sin conciencia, sin humanidad podía infligir. Un ser como ella.

-Apuesto a que ahora te gusto menos-susurró después de ordenarle a Drako que llamara a Nina y le pidiera que nos acompañara, nos iríamos a Seattle a primera hora de la mañana y quería que la chica viniera con nosotros. Además de ordenar poner vigilancia a los Griffin y al mismo Tristán.

-Me sigues gustando lo mismo que ayer, y el día antes de ayer, y me seguirás gustando mañana, y el día después de mañana. Nada va a cambiar lo mucho que te quiero, Sahar, no hay nada que puedas hacer que cambie mi amor por ti.

   La oí sonreír.
    Me tenía sentada entre sus piernas en la cama.

-Tienes mucha fe en que soy humana y me importa la gente.

-La tengo, sí, te importo yo. Y si te importo yo puede importarte alguien más, tu hermana la bruja maldita por ejemplo.

-Bruja maldita-rió-. No vayas por ahí, lo de Amanda es deuda de sangre. Genética. A ti me une otra cosa.

-Te portas bien sólo conmigo, eso es un avance-insistí-. Vamos por pasos.

-Como digas.

-Por cierto, ¿volviste a hipnotizarme?-le pregunté, recordando que me quedé dormida luego de que ella me susurrara al oído.

-No, Circe me ha enseñado que poseo habilidades muy interesantes, y usé una contigo. Como un hechizo de bella durmiente que no es muy potente.

-Voy a tener que hablar con tu madre para que deje de enseñarte cosas que luego usas conmigo.

-Me enseña a controlar mis habilidades-se quejó-. Y al mismo tiempo toma notas-identifiqué el tono de su voz como muy reflexivo-. Sí, habla con ella y dile que me deje en paz.

   Solté una carcajada, Sahar resopló y supuse que era por eso de tomarla como mi payaso personal. Pero era tan graciosa cuando salía con cosas así de chistosas y las decía con total seriedad porque para ella era algo muuuuuy serio.

-¿Tristán te dijo algo?-preguntó, volviendo al tema que le era de importancia esa noche.

-No le dio tiempo a hablarme, pero su rostro se había transformado, vi sus colmillos.-Sahar golpeó la mesita de noche, rompiéndola en el acto. Di la vuelta y me arrodillé en la cama, mis manos tomaron su rostro, rocé sus labios en un casto beso-. Hey, no lo hizo, no me mordió. Estoy bien.

-Con que haya tenido la oportunidad basta.

    Besó una de mis manos con cariño.

-Sí me dijo algo muy extraño en la fiesta-admití, estudiando su reacción. Se interesó, así que proseguí-. Le dije que yo no le conocía y por consiguiente no había tenido tiempo para ofenderlo como para que él estuviese en pleno derecho de hablarme mal de ti, o decir cosas que no le correspondían sobre nosotras. Y sus palabras ante eso, fueron: No en ésta vida. Es decir que no lo ofendí en esta vida, Sahar.-Frunció el ceño, y me atrajo a su cuerpo-. Los recuerdos que has tenido últimamente, de otras vidas, ¿no lo muestran a él? ¿No has llegado a verlo?

-No-respondió-. Tampoco me he forzado a recordar porque no hay nada en esos recuerdos que me importen si ya te tengo de nuevo en mi presente. Eres lo único que merece mi atención, no las vidas que ya vivimos.

    Cuando me hablaba así me hacía sonreír de felicidad, plena, pura felicidad.

-Pero su obsesión conmigo....

-Me encargaré de darle cura a su obsesión.

-No hagas nada drástico, Sahar.

-No haré nada drástico. Ahora a dormir que salimos temprano.

    Podía confiar en su palabra, Sahar no acostumbraba a mentir.
  Me levanté en cuanto me hube asegurado de que estaba dormida, caminé hacia el baño, dejé correr el agua del grifo. Me lavé la cara, luego de secarme salí y me vestí; fui en busca de Drako, estaba en la estancia.

-¿Drako?-susurré.

-Dime.

-Quiero que traigas a Tristán ante mí, ahora.

-Creí que le habías dicho a la señorita Vesper que no harías nada drástico.

-Deja de escuchar conversaciones ajenas, mi leal Caballero.-No dudó en echarse a reír-. Has lo que te he ordenado, lo quiero para ayer; nada drástico haré, drástico sería ir en persona y arrancarle la garganta.

-Tergiversando palabras, debes estar muy hambrienta, hace días que no matas a nadie y estabas esperando un pequeño desliz de Bogdánov. ¿Llevaste a Faye porque viste potencial en ello? Tristán no estaba provocándote-rió-. Fue a la inversa.

-No era un plan, no pondría a Faye en riesgo-repliqué.

     Drako negó con la cabeza, aún riendo.

-Conozco esa mirada, esa sonrisa insolente, estás ansiosa por ver correr  sangre; tal vez la tú que la ama no puso en peligro a la señorita Vesper, pero la tú que está hambrienta y necesitada de sangre lo hizo. No fue intencional y es lo más peligroso, miedo me da por la inocente chica, porque es inocente, Sahar.

-Puedo controlarme-dije.

-Esto es lo opuesto de control, si Tristán hubiese llegado a morderla habría sido peor. ¿Y si tu naturaleza la vuelve a poner en riesgo logrando matarla?

-Traelo ante mí, ¡ahora!-ordené, apretando los dientes.

    Drako desistió de intentar convencerme, y orbitó.
   De mi naturaleza me encargaba yo luego. No sería capaz de hacer peligrar a Faye, primera y última vez que lo hago; aunque no haya sido intencional me preocupaba, Drako me lo hizo ver y aún así insistí en que me lo trajera.
  "¿Y si tu naturaleza la vuelve a poner en riesgo logrando matarla?"
     
-No volverá a ocurrir-susurré.

   No podía permitir que pasara de nuevo.

    
   



<<Huellas XXX

6 comentarios:

  1. Un capítulo muy intenso desde la fiesta hasta el incidente de Faye con Tristán, sin obviar por cierto la fogosa escena entre ambas. Por eso yo no bebo ;)

    Besos dulces Señorita escritora y dulce semana.

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    1. Jjajajaja Ahora Faye, antes de beber cualquier cosa, preguntará de qué está compuesta dicha bebida xDDD

      Besazos, Poeta. Bonita semana ;)

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  2. Sahar no sabe con quien se está metiendo.

    Y la pareja vampirica tenía intenciones con Sahar, pero se tendrán conformar con fantasías.

    Se viene una...

    Que intenso de Sahar y Faye,

    Un abrazo.

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    1. Yo creo que sí lo sabe, su enemigo es ella misma. Puso en peligro a Faye, no de forma intencionada pero lo hizo. Su lado más oscuro buscaba una poderosa excusa para arremeter contra Tristán, y usó la obsesión que vio en éste por Faye, como dicha excusa.
      Ahora está atormentada porque si hizo algo así, cualquier cosa puede pasar en el futuro. Aunque bueno, ya conocemos cómo están ellas dos en el presente ;)

      Los Griffin se quedaron con las ganas en ese aspecto jajajja Mientras Faye exista, Sahar no tiene ojos ni tiempo para nadie más ;)
      ¡¡La que se viene!!

      Un fuerte abrazo para ti, Demiurgo :****

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  3. Te felcito por este capítulo, Ivel. Realmente has adquirido un nivel muy intenso a la hora de desarrollar.

    Mil besitos, bonita.

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    1. Gracias, mi Aurora, hago lo que puedo, siempre narrando desde el corazón, para ustedes. Yo sólo espero que disfruten cada lectura, eso es lo mejor, que se entretengan y vivan el capítulo!!! ;)

      Mil besos y tres más :*****

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