Convoqué a una reunión en horas de la mañana para ver los avances de Circe sobre el atacante de la noche anterior, invité a la familia que se vio afectada con la pérdida de un hijo porque su voz también merecía ser escuchada.
Yo tenía claro que el hombre debía morir, no parecía humano, su actitud era la de un poseso. Y uno de los que no saldrían de eso tan fácilmente.
Me preparé para salir, estaba centrada en la reunión, pero una parte de mí no dejaba de divagar sobre la insistencia de Declan. Dejar ir a Faye por su seguridad aún cuando yo sabía que su seguridad estaba aquí. No lo hacía por mí o por lo que sintiera por ella, lo hacía por ella. Si Faye salía de Providencia, quien le quitó a su familia la encontraría y la asesinaría; no podía dejarla ir, y ella había tomado la decisión de quedarse.
Quería verla, asegurarme que había amanecido bien y que el dolor en la herida física había disminuido porque la herida espiritual tardaría más en sanar, quería saber si había logrado dormir. Yo no regresé a mi dormitorio por seguir el consejo que Declan me dio anoche antes de unirse a la guardia del exterior: "Toma distancia, si vas a permitir que se quede, entonces toma distancia por respeto a nuestro compromiso, y por respeto a tu padre quien nos reunió a ti y a mí".
Aunque nuestro compromiso no sea por amor le debía respeto.
Salí de la habitación, y como si la hubiese llamado con el pensamiento, la encontré en la antesala.
-Buenos días-dijo.
-Buenos días-respondí. El silencio se instaló, pero nunca era incómodo-. ¿Te molestó mucho la herida anoche?-pregunté, manteniendo un tono neutro que no demostrara mucho la preocupación que me invadía.
-No, me quedé dormida muy pronto, sólo que al despertar no estabas y al preguntarle al mastodonte que dejaste custodiando la puerta, me dijo que te encontraría aquí. ¿Por qué no regresaste?
-Estuve con Declan-respondí, y de inmediato me arrepentí de haberlo dicho. No sé qué fue lo que me hizo querer retroceder el tiempo y decir otra cosa-. Sólo hablamos-añadí, como si le debiera esa explicación.
-Entiendo que estuvieras ocupada, yo no tenía por qué preguntar tonterías.
-No creo que haya sido una tontería, Faye.
Declan entró sin tocar la puerta, se quedó de piedra al ver a Faye allí, ésta lo saludó y él respondió con cautela.
-Vine a decirte que todos te esperan, euzma-me informó. Asentí, él miró a Faye-. ¿Nos dejaría a solas, señorita Vesper?
-Quiero que esté en la reunión, Declan-dije, y Faye se volvió antes de llegar a la puerta-. Dile a Khal que te guíe al atrio donde se celebrará, necesito que estés presente.
Faye salió, no le quité la mirada de encima hasta que cerró la puerta tras ella.
Declan se sentó en el sofá y cruzó las piernas.
-Hay representantes de las diferentes ciudades dentro de Providencia-comenzó-. Una forastera del exterior no puede estar presente en una reunión que nos concierne a nosotros, y sólo a nosotros, Sahar. Juzgaremos las acciones de un hombre del exterior, es una grosería para....
-Ya tomé la decisión, Declan, no hay nada malo en que ella asista. Si va a quedarse debe conocer nuestro modo de actuar, nuestras normas, a nuestra gente; Faye casi es atacada por ese hombre.
-Y eso es lo que te preocupa.-Declan golpeó el reposa brazos con el puño-. No logras disimular, Sahar, estás perdida por ella.
-¿Qué quieres que haga?-le pregunté-. Explícame cómo lo paro, cómo hago para evitar sentir porque desde que apareció no lo he conseguido. Y me temo que a estas alturas no podré aunque lo intente; que mantendré la distancia, es probable, pero acabo de darme cuenta de lo difícil que resulta.
Declan se levantó, se llevó una mano a la frente, estaba tenso.
-Centrémonos en el asunto del atacante de anoche, resolvamos eso primero. Luego lidiamos con tus sentimientos, ¡joder, nunca creí que diría eso! ¿Tú y "sentimientos" en la misma oración? Eso sí que es raro.
Se dirigió a la puerta, la abrió y me permitió salir la primera.
-No me hables de rarezas a mí, Alquimista-le dije.
Khal me llevó de camino a la reunión. Al entrar, las miradas de los demás invitados cayeron en mí; me sentí rara, yo era la forastera, yo venía del mismo lugar del que provenía el atacante de la noche anterior. Aunque no tuviese nada qué ver con ese hombre debían estar en guardia ante un extraño en su hogar, yo los entendía, y entendería que le pidieran a Sahar sacarme del atrio; Circe llamó la atención de las personas, estaba segura de que había notado la tensión provocada por mi presencia. A esa mujer no se le escapaba nada, me guiñó un ojo en cuanto me pilló mirándola hablar con un hombre y una mujer que reconocí de la noche anterior, la mujer era la madre del chico que murió intentando proteger a Sahar; pobre familia, pobre mujer, se le veía afectada, era muy notorio que no había descansado. Pasar la noche sin dormir, conocía de eso. Comprendía tan bien su situación, no perdí a un hijo, pero sí a mi familia y el dolor iba in crescendo; me acerqué a Circe y le extendí mis condolencias a la señora, y al que Circe me presentó como el esposo. En ese momento anunciaron la llegada de Sahar, fui a sentarme junto al resto.
Sahar entró con su descarado andar, dueña de sí, dueña del lugar al que entraba, dueña de todo y de todos.
Declan la escoltaba junto a otra chica a la que no había visto antes. Morena, con el pelo castaño corto por los hombros, y una presencia que, me atrevería a decir, era igual de imponente que la de Sahar.
Circe se paró ante su correspondiente trono, Sahar hizo lo mismo en el que le pertenecía a su padre. Declan y la otra chica permanecían cerca de ella.
Habían como veinte sillas, a un lado y al otro de los tronos, yo estaba sentada al frente cerca de Circe; el pasillo que quedaba en medio tenía una alfombra negra, y habían dos soldados vestidos con uniformes del mismo color y medio rostro cubierto, cubriendo la entrada, y otros dos a ambos lados del espacio donde se alzaban los tronos.
La chica que entró junto a Declan pasó al frente.
-Anoche un hombre se infiltró a nuestro reino con la ayuda de alguien del interior-dijo, logrando que se levantara una ola de murmullos en el recinto-. Por favor, silencio.
-Euzma, ¿cómo es posible?-preguntó una mujer que, como el resto, iba vestida de forma elegante pero sin llegar al extremo. No llevaba joyas, más que un anillo en la mano izquierda, y una cadena con un colgante en forma de rosa. Me pregunté por qué llamó "Euzma" a Sahar, porque era obvio que se dirigía a ella-. ¿Cómo es que uno de los nuestros ha dado paso a esta persona que atentó en vuestra contra?
-Euzma Sahar ha tomado las medidas necesarias para dar con quien dio entrada a este hombre, Señora de East-dijo la chica, Sahar se mantenía seria, callada-. Así como presenta sus condolencias a la familia Radley-Scott por la terrible pérdida de su hijo.
Miró en dirección a los padres del chico quiénes estaban sentados a mi izquierda, Sahar también los miró e inclinó un poco la cabeza en señal de respeto.
-Dekstra Erza Kayzleer.-La joven volvió el rostro en dirección a la Señora de East.
-¿Dekstra? ¿Euzma?-susurré.
-Euzma quiere decir Su Majestad-dijo en un murmullo el padre del chico fallecido-. Dekstra se refiere a la mano derecha de Euzma, Erza es la mano derecha de la Princesa Sahar, así como Declan lo es de Cassul, el padre de Sahar.
Agradecí su explicación con un asentimiento, y presté atención a la conversación que había iniciado entre Dekstra Erza, y la Señora de East que no dejaba de darme mala espina.
-....la forastera que está sentada allí, por ejemplo.-Todas las miradas volvieron a mí cuando la mujer me señaló. Circe y Sahar se habían sentado-. Es una falta de respeto para los padres del joven Radley-Scott que una mujer del exterior esté aquí, en primera fila, ¿qué nos impide pensar que ella no está con el atacante? ¿Qué nos impide pensar que ella no atacará a Euzma en cualquier momento? Después de todo fue tras su llegada que ese hombre entró.
-Señora de East....
-Erza-llamó Sahar, interrumpiendo la réplica de la Dekstra. Erza volvió a su lugar al lado de Declan-. Cuide sus palabras para con la Forastera, Señora de East, porque está bajo mi protección.
Aquél anuncio revolucionó de tal forma, como si hubiese dicho algo realmente importante, el nombre del traidor a Providencia por ejemplo.
Circe sonrió abiertamente, Declan bajó la mirada, Erza mostró un atisbo de sonrisa, y el resto de los presentes estaban sorprendidos por las palabras de Sahar. No entendí la razón de dicho asombro, ¿acaso no era común que ella le brindara su protección a alguien?
-Faye Vesper está fuera del tema a discutir hoy. Puedo asegurarles, hermanos, que no hay ningún vínculo que una a la señorita Vesper y al atacante de anoche-continuó Sahar. Si su andar era descarado, si su presencia imponía, nada comparado con verla sentada en su trono con esa mirada gélida puesta en la Señora de East, y su profunda voz regañando con sutileza a la rubia mujer-. Circe, por favor puedes decirnos qué encontraste en el hombre. ¿Qué lo hizo actuar de ese modo?
Circe se puso de pie.
Pude sentir la mirada de la Señora de East sobre mí.
Le sostuve la mirada, ella relajó la expresión y asintió. Lo interpreté como una disculpa, pero no me gustaba, esa mujer no me gustaba.
-Para ninguno de nosotros es un secreto que al hombre del exterior le gusta jugar a ser Dios. Toman a sus propios hermanos, los torturan, todo en busca de la perfección-decía Circe. Sahar la miraba, y en una de esas nos encontramos en los ojos de la otra, la conexión duró poco porque enseguida desvió la mirada posándola de nuevo sobre su madre-. Éste hombre fue una víctima de esos juegos, Euzma.-Circe se volvió para dirigirse a Sahar-. Jugaron con el ADN de éste hombre, lo mezclaron con ADN animal. Es el Proyecto Quimera del que vuestro padre habló antes, y que hemos estado investigando para tratar de detenerlos.....
Proyecto Quimera. Me sonaba de algo... había visto ese nombre antes..... entre algunos documentos de mi padre....
-Tráiganlo-ordenó Circe, y dos soldados entraron junto al hombre al que habían encadenado de manos y pies. Lo hicieron arrodillarse ante Sahar, se le veía bastante tranquilo en comparación a la noche pasada-. Tiene cicatrices, Euzma. Y una marca en la nuca....
-Quiero verla-dije, y me di cuenta de que había hablado porque todos me miraron de nuevo. Creo que nunca dejaré de llamar la atención de ésta gente.
Circe buscó con la mirada el consentimiento de Sahar. Ésta asintió.
Me levanté, y en cuanto estuve cerca del atacante vi a Sahar levantarse también, y tanto Declan como Erza se unieron a ella, ésta última estuvo muy cerca de mí cuando me incliné para ver la marca que el hombre tenía en la nuca.
Era una serpiente que parecía comerse su propia cola, y recordé una conversación que tuve con mi padre cuando era niña. Él tenía carpetas, archivos con el mismo emblema, recuerdo haberle preguntado qué era.
-Uróboros-susurré.
-Lo he visto antes-dijo Declan.
-Yo también-volví a susurrar, mirando a Sahar-. Lo he visto antes, por mi padre.
Sahar me dio la espalda y volvió a sentarse en su trono.
-La reunión se pospone para mañana a primera hora y discutiremos el destino de este hombre-anunció.
Las personas empezaron a salir, vi a Sahar acompañada por Erza, dirigirse a los padres de la víctima de anoche.
-¿Estás segura de que lo has visto, Faye?-me preguntó Circe, mientras sacaban al prisionero.
-El símbolo, el uróboros iba como una especie de sello en algunos documentos de mi padre. Mi padre era científico, Illian Vesper.
-Entonces conoces a Viktor Strauss-intervino Sahar.
Oír ese nombre me dejó petrificada.
-Él se hizo socio de mi padre cuando éste levantó su propia compañía-expliqué-. Viktor Strauss fue quien me quitó a mi familia, Sahar, y me quería muerta porque conmigo fuera del camino todo quedaría a su nombre.
-¿Quién lo diría?-dijo Erza-. La Forastera, después de todo, sí tiene vínculos que la unen al monstruo. Su padre ayudó a crearlo, eso lo complica todo, Euzma, pedirán justicia.
Sahar no la contradijo así como no me miró directamente a mí.
Tenía sus pensamientos en otra parte, le acababa de joder el día.
<<Huellas V
Sahar entró con su descarado andar, dueña de sí, dueña del lugar al que entraba, dueña de todo y de todos.
Declan la escoltaba junto a otra chica a la que no había visto antes. Morena, con el pelo castaño corto por los hombros, y una presencia que, me atrevería a decir, era igual de imponente que la de Sahar.
Circe se paró ante su correspondiente trono, Sahar hizo lo mismo en el que le pertenecía a su padre. Declan y la otra chica permanecían cerca de ella.
Habían como veinte sillas, a un lado y al otro de los tronos, yo estaba sentada al frente cerca de Circe; el pasillo que quedaba en medio tenía una alfombra negra, y habían dos soldados vestidos con uniformes del mismo color y medio rostro cubierto, cubriendo la entrada, y otros dos a ambos lados del espacio donde se alzaban los tronos.
La chica que entró junto a Declan pasó al frente.
-Anoche un hombre se infiltró a nuestro reino con la ayuda de alguien del interior-dijo, logrando que se levantara una ola de murmullos en el recinto-. Por favor, silencio.
-Euzma, ¿cómo es posible?-preguntó una mujer que, como el resto, iba vestida de forma elegante pero sin llegar al extremo. No llevaba joyas, más que un anillo en la mano izquierda, y una cadena con un colgante en forma de rosa. Me pregunté por qué llamó "Euzma" a Sahar, porque era obvio que se dirigía a ella-. ¿Cómo es que uno de los nuestros ha dado paso a esta persona que atentó en vuestra contra?
-Euzma Sahar ha tomado las medidas necesarias para dar con quien dio entrada a este hombre, Señora de East-dijo la chica, Sahar se mantenía seria, callada-. Así como presenta sus condolencias a la familia Radley-Scott por la terrible pérdida de su hijo.
Miró en dirección a los padres del chico quiénes estaban sentados a mi izquierda, Sahar también los miró e inclinó un poco la cabeza en señal de respeto.
-Dekstra Erza Kayzleer.-La joven volvió el rostro en dirección a la Señora de East.
-¿Dekstra? ¿Euzma?-susurré.
-Euzma quiere decir Su Majestad-dijo en un murmullo el padre del chico fallecido-. Dekstra se refiere a la mano derecha de Euzma, Erza es la mano derecha de la Princesa Sahar, así como Declan lo es de Cassul, el padre de Sahar.
Agradecí su explicación con un asentimiento, y presté atención a la conversación que había iniciado entre Dekstra Erza, y la Señora de East que no dejaba de darme mala espina.
-....la forastera que está sentada allí, por ejemplo.-Todas las miradas volvieron a mí cuando la mujer me señaló. Circe y Sahar se habían sentado-. Es una falta de respeto para los padres del joven Radley-Scott que una mujer del exterior esté aquí, en primera fila, ¿qué nos impide pensar que ella no está con el atacante? ¿Qué nos impide pensar que ella no atacará a Euzma en cualquier momento? Después de todo fue tras su llegada que ese hombre entró.
-Señora de East....
-Erza-llamó Sahar, interrumpiendo la réplica de la Dekstra. Erza volvió a su lugar al lado de Declan-. Cuide sus palabras para con la Forastera, Señora de East, porque está bajo mi protección.
Aquél anuncio revolucionó de tal forma, como si hubiese dicho algo realmente importante, el nombre del traidor a Providencia por ejemplo.
Circe sonrió abiertamente, Declan bajó la mirada, Erza mostró un atisbo de sonrisa, y el resto de los presentes estaban sorprendidos por las palabras de Sahar. No entendí la razón de dicho asombro, ¿acaso no era común que ella le brindara su protección a alguien?
-Faye Vesper está fuera del tema a discutir hoy. Puedo asegurarles, hermanos, que no hay ningún vínculo que una a la señorita Vesper y al atacante de anoche-continuó Sahar. Si su andar era descarado, si su presencia imponía, nada comparado con verla sentada en su trono con esa mirada gélida puesta en la Señora de East, y su profunda voz regañando con sutileza a la rubia mujer-. Circe, por favor puedes decirnos qué encontraste en el hombre. ¿Qué lo hizo actuar de ese modo?
Circe se puso de pie.
Pude sentir la mirada de la Señora de East sobre mí.
Le sostuve la mirada, ella relajó la expresión y asintió. Lo interpreté como una disculpa, pero no me gustaba, esa mujer no me gustaba.
-Para ninguno de nosotros es un secreto que al hombre del exterior le gusta jugar a ser Dios. Toman a sus propios hermanos, los torturan, todo en busca de la perfección-decía Circe. Sahar la miraba, y en una de esas nos encontramos en los ojos de la otra, la conexión duró poco porque enseguida desvió la mirada posándola de nuevo sobre su madre-. Éste hombre fue una víctima de esos juegos, Euzma.-Circe se volvió para dirigirse a Sahar-. Jugaron con el ADN de éste hombre, lo mezclaron con ADN animal. Es el Proyecto Quimera del que vuestro padre habló antes, y que hemos estado investigando para tratar de detenerlos.....
Proyecto Quimera. Me sonaba de algo... había visto ese nombre antes..... entre algunos documentos de mi padre....
-Tráiganlo-ordenó Circe, y dos soldados entraron junto al hombre al que habían encadenado de manos y pies. Lo hicieron arrodillarse ante Sahar, se le veía bastante tranquilo en comparación a la noche pasada-. Tiene cicatrices, Euzma. Y una marca en la nuca....
-Quiero verla-dije, y me di cuenta de que había hablado porque todos me miraron de nuevo. Creo que nunca dejaré de llamar la atención de ésta gente.
Circe buscó con la mirada el consentimiento de Sahar. Ésta asintió.
Me levanté, y en cuanto estuve cerca del atacante vi a Sahar levantarse también, y tanto Declan como Erza se unieron a ella, ésta última estuvo muy cerca de mí cuando me incliné para ver la marca que el hombre tenía en la nuca.
Era una serpiente que parecía comerse su propia cola, y recordé una conversación que tuve con mi padre cuando era niña. Él tenía carpetas, archivos con el mismo emblema, recuerdo haberle preguntado qué era.
-Uróboros-susurré.
-Lo he visto antes-dijo Declan.
-Yo también-volví a susurrar, mirando a Sahar-. Lo he visto antes, por mi padre.
Sahar me dio la espalda y volvió a sentarse en su trono.
-La reunión se pospone para mañana a primera hora y discutiremos el destino de este hombre-anunció.
Las personas empezaron a salir, vi a Sahar acompañada por Erza, dirigirse a los padres de la víctima de anoche.
-¿Estás segura de que lo has visto, Faye?-me preguntó Circe, mientras sacaban al prisionero.
-El símbolo, el uróboros iba como una especie de sello en algunos documentos de mi padre. Mi padre era científico, Illian Vesper.
-Entonces conoces a Viktor Strauss-intervino Sahar.
Oír ese nombre me dejó petrificada.
-Él se hizo socio de mi padre cuando éste levantó su propia compañía-expliqué-. Viktor Strauss fue quien me quitó a mi familia, Sahar, y me quería muerta porque conmigo fuera del camino todo quedaría a su nombre.
-¿Quién lo diría?-dijo Erza-. La Forastera, después de todo, sí tiene vínculos que la unen al monstruo. Su padre ayudó a crearlo, eso lo complica todo, Euzma, pedirán justicia.
Sahar no la contradijo así como no me miró directamente a mí.
Tenía sus pensamientos en otra parte, le acababa de joder el día.
<<Huellas V
Me desagrada Declan, que pretende imponer su ´punto de vista sobre Sahar. Cuando está claro que es algo arreglado. Y ya debería conocer a Sahar, como para pretender imponerle algo.
ResponderEliminarCirce es fascinante, capaz de no odiar, tan atenta a los detalles. Es para amarla.
Faye tiene alguna clase de conexión pero es obvio que es inocente.
Bien contada esta precuela.
Un especial beso.
Declan puede llegar a ser desesperante, pero siente mucho cariño por Sahar y sólo quiere protegerla, y proteger la relación de ésta con su padre. Y además proteger a la misma Faye, aunque en el presente de la historia cometió errores que pusieron en riesgo la relación de ambas, es una de las tres personas a la que Sahar le confiaría la seguridad de su amada. Las otras dos personas son Erza y Khal.
EliminarYa verás como poco a poco ayuda a las chicas ;)
Sí, Circe está pendiente de todo, es una buena mujer, una buena madre que sólo busca la felicidad de su hija. Y la armonía en el entorno de la gente a la que tanto quiere, y Faye se ganó su cariño.
Faye es inocente, sí, ya veremos cómo se desarrolla todo... ;)
Gracias, Demiurgo, contada con todo el corazón para ustedes...
Un especialísimo beso, querido amigo :*
Contener los sentimientos... Todos tenemos... Sahar y su parte humana. Muy bien montada esta propuesta, mi querida Ivel.
ResponderEliminarTe felicito, preciosa.
Mil besitos y buen finde.
Me gusta mucho tocar esa parte humana de Sahar, sobre todo en sus comienzos. La llegada de Faye hizo aflorar esa humanidad...
EliminarGracias, bonica ;)
Besos muchos, que pases un Domingo precioso :****
La revelaciones nunca terminan, aunque sea un hecho pasado, aquello habla a todo lo que se sobrepone un sentimiento mayor.
ResponderEliminarBesos dulces y dulce fin de semana para ti.
Todo queda dicho, tus palabras me han gustado...
EliminarBesos, Poeta... :****