Spin-off

Spin-off

viernes, 13 de mayo de 2016

Tormenta (Desatada)





   Nueva York, Estados Unidos

    Luna


   >>Sahar se empeñó en no llevar a Faye a un hospital, Drako llegó pasados unos 5 minutos después de la explosión y entre los dos la desnudaron. Cogí la ropa y la puse en un sillón, la herida que tenía en el costado izquierdo era profunda, y había perdido mucha sangre; Faye estaba muy pálida y percibí, casi que sentí en mi propio cuerpo la desesperación y agonía de Sahar por ver a su amada caminando al filo de un precipicio. Sí, podía percibirlo, podía sentirla, sólo eso porque Sahar no dio más muestras de preocupación, después de la llegada de Drako se mantuvo serena, fría. 
    Escuché cómo Drako le sugería que la sanara, Sahar le respondió que no había terminado de practicar la sanación, sólo en heridas pequeñas poco profundas.

-Tú la ayudaste cuando tu padre la atravesó con su espada, ¿cómo lo hiciste entonces, Sahar?

-¡Casi la mato!-exclamó. Sus ojos cambiaron a un color rojo que me hizo retroceder. Sahar lo notó, y volvió a serenarse para no asustarme de nuevo-. Casi la mato, y no he vuelto a intentar sanar a alguien.

-Mientras hablan ella muere-intervine, viendo a Drako presionar la herida-. Estamos perdiendo el tiempo, debemos llevarla....

-No la llevaré a un hospital.

-Dale de tu sangre-sugirió Drako. 

-Ella no ha tomado una decisión.

-Y no la tomará si sigues dudando, Sahar-dije, desviando la mirada de la moribunda Faye a ella. Caminé en su dirección, estaba cerca de la puerta; la cogí de las manos, deposité un beso en ellas, fue la cosa más extraña por ser idéntica a mí. Sonreí-. Si no puedes hacerla inmortal sin su consentimiento, entonces intenta salvarla con tus manos. Tráela de vuelta. Si yo hubiese tenido esta habilidad de sanar no habría dudado ni un segundo y lo hubiese arriesgado todo por salvar a Sebastian.-Sahar miró a Faye-. Tráela de vuelta y convencela de vivir eternamente a tu lado-agregué, empujándola hacia la cama donde la rubia se debatía entre la vida y la muerte.

  Drako le dio espacio, se cruzó de brazos y asintió en mi dirección. Hice lo mismo.
    Sahar descubrió la herida y puso sus manos encima sin llegar a tocarla. Llegué a ver la cicatriz que iba desde la parte superior de su ombligo, cruzando su torso, terminando poco antes de llegar al canalillo de sus pechos. Si Sahar la salvó de eso, va a poder con esto.
      En ese instante pasaban muchas cosas por mi cabeza: el haber visto y hablado con Bastian, la explosión en el Waldorf Astoria, lo malherida que estaba Faye, y entonces las manos de Sahar brillaron de una forma tenue, sobre la herida. Por unos minutos todo se concentró en esa escena, la herida se iba cerrando despacio, hasta quedar una cicatriz. Sahar quitó sus manos y me miró con tristeza. Faye no despertó<<.

   Ahora se mantiene pegada a aparatos médicos, el dormitorio parecía una habitación de hospital, y Sahar no se apartaba de su lado. Ni siquiera para ver el acontecimiento que tuvo lugar hace unos minutos. Una cruz negra apareció en el cielo y se mantuvo allí por un minuto entero hasta que empezó a desvanecerse del mismo modo en que apareció, con lentitud. Ya no quedaban rastros en el cielo.
   Drako no supo explicar qué era, estaba tan sorprendido como yo. Tras eso volví con Sahar, no terminaba de asimilar todo lo que había pasado en este corto período de tiempo; entré a la habitación y encontré a Sahar sentada cerca de la cama de Faye, ignoró mi presencia y siguió hablando con la inconsciente rubia.  
   Le di privacidad, salí al balcón pero no por eso no escuché lo que decía.

-Toda mi vida fui educada para reprimir lo que sentía, y sé que si estuvieras despierta sonreirías, me verías con esa luz en tus ojos y dirías que soy adorable solo por estar llorando como una idiota.-Sentí una punzada en el pecho, abajo la conmoción provocada por la explosión y el símbolo que apareció en el cielo, continuaba. Y aquí arriba el dolor y la tristeza en las palabras de Sahar partían el alma-. Esto que estoy experimentando ahora no lo sé explicar, es todo junto. Emociones dispersas, es como si algo dentro de mí hubiese estallado. Tú me entenderías, y dirías algo así como: Es porque me amas, Sahar.-La voz y acento le salieron iguales a los de la rubia, sonreí-. Pero no es sólo por algo tan mundano....-Sahar calló, entré de nuevo a la habitación-. ¿Ves? Sólo desvarío. Me estás haciendo sufrir, dijiste que no me harías llorar, lo prometiste. Prometiste que no me harías pasar por eso que llaman tristeza, dolor, que no me ibas a herir. Mira donde estoy, mira cómo estoy, por tu culpa, porque no tuviste cuidado, Vesper..... No tuviste cuidado....

    En cuanto se echó sobre Faye acudí a ella, puse mi mano en su hombro. Sahar me miró y no dudó en abrazarme. 
   Había perdido toda serenidad, Faye Vesper era la única que podía quebrarla de ésta manera; la rubia entró en coma, y eran horas críticas las que estábamos pasando. Si Faye no mostraba señales de mejoría esta noche, es posible que no despertara a menos que Sahar le diera de su sangre. 

-Habla de ti con adoración-dije, Sahar se apartó. Se secó las lágrimas, y volvió la mirada hacia Faye-. Me contó cómo cuidaste de ella cuando Cassul le causó esa herida que casi la mata también, la salvaste aquella vez y ahora lo has vuelto a hacer.

-Aquella vez casi la pierdo cuando intenté sanarla....

-Ésta vez sigue viva, y despertará en cualquier momento. Y se perderán y encontrarán la una en la otra, en la eternidad. Tu alma sufre porque ella está sufriendo allí donde está, es lo que pasa cuando hay un hilo justo aquí-dije, sosteniendo un hilo invisible entre Sahar y Faye.

    Mi hermana gemela sonrió.

-Sé de eso-susurró.

-Sólo te lo recuerdo. Así como tú sufres, en esa cama hay una chica sufriendo igual, porque te escucha, porque te siente.

   Sahar cogió una de las manos de Faye. Lo que pasó a continuación era lo que necesitábamos en ese momento, lo que Sahar necesitaba para tranquilizarse. La rubia apretó su mano. Los ojos de Sahar se inundaron de lágrimas, me miró y luego depositó un beso en la frente de Faye; el peligro había pasado, despertaría, lo sé y ahora Sahar también terminó de convencerse.
    
-¿Cómo se encuentra?-Declan entró, me desconcertó su visita. Miré a Sahar, ésta ni siquiera le prestó atención al hombre.

-Estará bien, Declan-respondí al ver que Sahar no tenía intenciones de hablar con él-. ¿Qué haces aquí?

-¿No lo sabes?-dijo, quitando los ojos de Faye y mirándome en su lugar-. Amanda está en camino, no debe tardar en llegar.

    Sí sabía que Amanda no lo pensaría dos veces antes de venir, después de lo que pasó seguro querría estar con nosotras. No por eso dejó de sorprenderme que fuese así de rápido.

-Lo que ocurrió hace un momento, esa cruz....

-Créeme Luna, no tengo la más remota idea de lo que está pasando. Eso no fue natural.-Creo que mientes, pensé.

-Nada de lo que me rodea en este momento es natural, Declan. Acabo de ver a Sahar sanando a Faye, y una cruz negra apareciendo de la nada en el cielo.

-Me da la impresión de que está conectado con la explosión-dijo Sahar. Declan asintió, parece que el barajaba la misma teoría-. Sacrificios de sangre, control de las masas a través del caos y el miedo, y ahora símbolos religiosos en el cielo. Todo es fabricado por la misma gente....-Sahar se interrumpió, la puerta se abrió, seguí su mirada-. Amanda-susurró.

  Nuestra hermana mayor se detuvo a la entrada, pasó su mirada de Declan a nosotras. Contuvo las lágrimas que empezaban a humedecer sus ojos, creo que vernos a Sahar y a mí al mismo tiempo le ablandó el duro corazón que se había esforzado en endurecer. Sus dos hermanas menores estaban juntas frente a ella, cuando creía que me había perdido porque yo intenté odiarla por lo ocurrido con Sebastian, intenté culparla y alejarla de mí. La herí con mis palabras y acciones, Amanda no debería llorar por reencontrarse conmigo, no soy una buena hermana.
   Caminó hacia nosotras y nos abrazó al mismo tiempo. Nos mantuvimos un rato así, en los brazos de la hermana mayor, cosa que tal vez Amanda nunca imaginó que ocurriría.
    
-¿Están bien?-susurró. 

   Nos separamos, para entonces Declan se había marchado.

-Yo estoy confundida, Sahar está preocupada por Faye. Pero ahora estamos seguras de que no tardará en despertarse, creímos que...-No quise decir la palabra, no después de ver a Sahar tan mal hace un rato-. Se vio muy mal, Ame.

   Amanda se acercó a la cama. Era bien sabido por mí y por Sahar que Amanda y Faye se llevaban del asco, no se soportaban la una a la otra; Faye creyó durante mucho tiempo que Amanda había asesinado a su familia, y Amanda simplemente no veía con buenos ojos a nadie que estuviera cerca de sus hermanas. No confiaba en nadie.

-A ésta imbécil le gusta pelearse con la muerte,debo admitir que me impresiona.-Acarició la mejilla de Faye-. Cuando despierte, ni se les ocurra decirle que dije eso.

-Es tentador-dijo Sahar, conociendo de primera mano la relación de odio entre ambas rubias.

-A ti te gusta ver el mundo arder, Sahar.-Amanda le guiñó un ojo, luego se volvió a mí-. Estás muy callada-dijo, una melancólica mirada apareció en sus ojos.

-¿Qué quieres que te diga? Hubo una explosión a unas calles de aquí, y se supone que estando en Nueva York me mantendría alejada de esto. Ese era el plan, ¿no? Distraerme, vaya forma de hacerlo en la ciudad que nunca duerme. Donde además la atracción principal, después de los auto atentados, es que aparezcan cruces negras en el cielo. ¿Es suficiente palabrería para ti, Ame?  

 

   Se me salió la bruja que llevo dentro, es que no podía controlar muy bien el tratarla así de mal. Yo seguía dolida, y tengo la mala costumbre de tratar mal a quien más quiero; salí de la habitación, Sahar no había prestado atención a mi mala actitud para con Amanda, estaba muy concentrada en Faye.

-Luna espera-le escuché decir detrás de mí. Me volví, Amanda ladeó la cabeza-. Tenemos que hablar, lo que hiciste con Viktor y Piotr, el dispararles...

-No me digas que estuvo mal.

-No pensaba hacerlo, pero era lo que quería evitar. Cuando disparas un arma, cuando matas a alguien, no hay vuelta atrás-dijo. Sé que por su cabeza pasaba a cámara lenta todo lo que ella hizo desde que éramos unas niñas. La primera vez que mató a alguien, yo estuve allí, lo vi-. Siempre he querido alejarte de toda esta aberración de mundo, protegerte de caer en las sombras.

-En todos hay un poco de luz y oscuridad, Ame. Lo uno no existe sin lo otro, y aunque en un principio no recordaba nada, siempre sentí ira sin saber la razón. Ese lado oscuro en el que querías evitar que yo cayera, siempre estuvo allí, y parecía crecer más por el hecho de ignorar lo que nos había pasado. Si hubieses estado cerca, si no me hubieses alejado de ti, tal vez todo sería diferente.

    Amanda frunció el ceño, bajó la mirada.

-He comenzado a creer eso mismo-dijo-. Pero no dejo de imaginar que hubiese sido diferente para peor. Pasaríamos la vida huyendo de ellos, no quería eso para ti, necesitaba que tuvieras una vida diferente, necesitaba que fueses criada en un ambiente distinto al que nos esperaba.-Su voz era serena, y su mirada una súplica-. Sin embargo, todo nos traería a este instante, tú odiándome.

-Que no te odio, como tú no me odias por el trato que te he dado todo este tiempo. Y sí, tal vez hubiese sido diferente para peor, pero estaríamos juntas desde el inicio. Y hasta el final.

   Era lo que yo hubiese querido, estar a su lado. 
  Entonces entendí que ese mal trato que le daba no era porque reflejara mi propia culpa por la muerte de Sebastian en ella, sino porque le estaba recriminando el que me dejara al cuidado de otras personas cuando prometió que estaríamos juntas. Aprovechó mi pérdida de memoria para alejarme de su lado, y de forma inconsciente se lo estaba echando en cara.
   
-Nunca nada volverá a separarnos, Luna. No lo permitiré, ya no.

    Besó mi frente y me abrazó. Yo tenía un mal presentimiento, y después de lo que pasó hoy, sólo se acentuó.

-Sobre Drako....-comenzó.

-Ame, no hay nada de lo que hablar respecto a eso. Sólo fue un insignificante beso, la prensa se agarra de lo que sea para tapar cosas importantes. 

-Si tú dices que no hay nada, te creo, sólo ten cuidado. No me fío de Drako.

-No te fías de nadie, Amanda.-Me dio un empujoncito, y sonrió.

   Me cogió de la mano diciendo que tenía una sorpresa para mí. Antes de emprender el camino decidí preguntar si sabía algo sobre la cruz negra que había aparecido en el cielo.

-Es cosa de la Tríada-respondió-. Vengo de ver a Matty, en realidad no lo vi, hablé con su hijo Dorian. Él me dijo que había sido cosa de ellos, intentan jugar con la mente de los creyentes. Pero ven, necesito que veas a alguien.

   Fuimos a la sala de estar, una niña gritó apenas entré. Me sobresalté, ¡era Vit! Vit estaba allí, y saltó encima de mí; la cargué, y abracé muy fuerte. Creo que no me di cuenta que la echaba de menos hasta que la sentí así de cerca. 
    Vit era la inocencia de mi hermana mayor; sentí los ojos de Amanda sobre mí.  



















*



 Amanda

    Ver a Luna y a Vit juntas me recordaba a mí misma y a mi pequeñina cuando éramos unas niñas. Antes de que la tormenta se desatara sobre nosotras.
    Me gustó la escena que se desarrollaba frente a mí, me conmovió, he de admitirlo.
    Entonces desvié la mirada hacia Azana y Gaspard, Luna aún no había reparado en ellos. La mujer estaba sentada en uno de los sillones de centro, mientras que su marido se encontraba de pie detrás de ella con los brazos cruzados, ambos observaban a mi hermana con interés. 
   
-Gracias por traerla, Ame-dijo Luna. Me acerqué a ella-. ¿Cómo lograste que Viktor te permitiera sacarla del país?

-Con todo lo que ha pasado no he podido comentarte que Nick me dejó como su tutora legal.

-¡Vaya!-exclamó, dejando a Vit en el suelo-. Él...

-No confiaba en dejarla cerca de su padre-susurré para que Vit no escuchara.

   Luna asintió. 
   Vi que Declan encendió la tele de la sala atrayendo la atención de Azana, quien mirando lo que ponían en la noticia, comentó:

-Tienes una hermana pequeña muy bonita, Amelia.-Odiaba que dijera mi verdadero nombre, pero lo dejé pasar. 

    Luna al fin los miró a ambos.

-Y estos, ¿quiénes son, Ame?

-Azana LeMarchal-dijo Azana, quitándome las palabras de la boca-. Él es mi marido, Gaspard LeMarchal. Es un placer conocerte, Luna Giraldo.-Se levantó y le tendió la mano a mi hermana, Luna la estrechó. Gaspard hizo lo mismo.



-Es una suerte que no dijera su nombre con todo y títulos-comentó el hombre.

-¿Qué? Sigo en las mismas-sonrió Luna, cayendo en la cuenta del atractivo del hombre-. ¿Cómo que títulos?

-Azana y Gaspard son ángeles, Luna-intervine. Luna me miró y de inmediato volvió a ver a los esposos-. Ángeles, ángeles-dije, haciendo énfasis en la palabra-. Drako me informó que ya habías visto rondar a algunos.

-Sí pero, ¿por qué están aquí? ¿Por qué te conocen?

   Azana sonrió con ironía.

-Conocí a tu hermana poco después de que te dejara en manos de aquella familia-respondió-. Es bonito verlas juntas al fin, aunque dadas las circunstancias es posible que sea un reencuentro muy corto.

   Un escalofrío me recorrió entera al oír sus palabras.

-Espero que solo lo digas porque tendré que irme a DC pronto, y no por alguna otra cosa que sepas y yo no-dije, fríamente. La decepción se dejó ver en el rostro de mi hermana-. Será por poco tiempo.-Le guiñé un ojo.

-Es un duro y peligroso camino el que están por recorrer, jugarán con vuestra mente, intentarán romper vuestra confianza, vuestros lazos. Créanme, hemos pasado por eso-dijo Azana, mirando a su marido-. Luzbel ya lo ha intentado, atrajo a muchos elohim a la tierra en tiempos ancestrales: los Caídos. Y si logró una rebelión en nuestro reino, lograr que los humanos vuelvan su espalda a Eloha y lo veneren a él no le está resultando difícil.

   Miró la pantalla de la televisión, las noticias sobre los atentados en París y en Nueva York estaban a la orden del día. Imágenes de las guerras en medio oriente, intercaladas con imágenes del reciente atentado en ésta ciudad.
   Azana dirigió su mirada a Vit, la nena también estaba al pendiente de las noticias. 

-Deberían apagar ese aparato y no permitir que ésta criaturita vea tal monstruosidad-sugirió.

-Necesitamos saber qué pasa afuera-dijo Declan.

-Apaga el aparato.-La orden nos hizo volver la mirada a todos. Sahar había salido de la habitación donde descansaba Faye, no le sorprendió ver a Azana y a su marido en el salón-. Alquimista, apaga el maldito aparato-repitió la orden-. Los sacrificios rituales necesitan espectadores, ¿para qué crees que fueron creados esos objetos de mierda además de para entretener y freírles el cerebro a los borregos?

    Se sentó en el sofá y subió los pies en la mesa que tenía en frente. Declan apagó el televisor, pero a Sahar eso no le fue suficiente, el aparato estalló frente a nuestros ojos. 

-Gemelas-le oí susurrar a Azana. Intercambió una mirada con su esposo.

     ¿Será que nunca había visto a Sahar? ¿Pero por qué ésta no se sorprendió al verles?

-¿Qué demonios ocurre aquí?-preguntó Luna-. Y no hablo de Luzbel, porque ya me hice una idea. Me refiero a ellos-dijo, señalando a Azana y a Gaspard-. ¿Van a ayudarnos? 

-No podemos meter nuestras narices en vuestros asuntos, a menos que se nos ordene lo contrario, las decisiones que ha tomado la humanidad a través de la historia del mundo los trajeron hasta este punto.-Yo no le quitaba razón a Gaspard, apoyaba la idea de dejar que la humanidad se defendiera como pudiera de los errores que han cometido-. Si mi mujer y yo estamos aquí es para atrapar a una fugitiva que nos ha causado bajas en nuestro mundo, y en éste ha asesinado a nuestros compañeros, esos que han venido a vigilar y cuidar a las almas puras que quedan. 

-Hay muertes que se le han ocultado al público, muertes causadas por ella-le expliqué a Luna. De camino al apartamento de Drako, Azana y Gaspard me hablaron un poco más del asunto-. La policía no puede explicar lo que está ocurriendo, y los que están arriba les pagan un poco más para que dejen las cosas así. Nada más el año pasado encontraron en varios edificios en Boston, cuerpos desmembrados. Y ellos han venido a apresar a la asesina.

  Declan había llevado a Vit a otra habitación, cuando volvió se sumó a la conversación.



-Es la hermana de Cassul, ¿no es así?-dijo, Sahar se volvió en su asiento-. La hija menor de Luzbel.

-¿Era eso lo que querías que Faye averiguara?-inquirió Sahar. Saltó por encima del sofá y de una patada hizo volar a Declan por los aires, éste se dio contra la pared. 

   De los que estábamos presentes sólo yo me moví para ayudar a Declan. Luna intentaba reprimir algo, la vi apretar los puños e intentar serenarse.

-Sabías que Luzbel estaba detrás de todo esto, vale-continuó Sahar-, pero sólo querías confirmar si esa supuesta hija suya de la que yo no sabía nada, era una de las armas que él usará en contra de Eloha.-Azana había dicho que creían que Amara había sido asesinada por Luzbel al él arrebatársela a su hermana Ivel siglos atrás. Nadie sabía que seguía con vida hasta hace muy poco. ¿Mi padre estuvo investigando por su cuenta?-. ¿Estabas siguiendo ordenes de mi padre al enviarla?-preguntó Sahar-. ¡¿Sabes que la enviaste a la boca del lobo?!-gritó mi hermana, y todo alrededor empezó a temblar. Los cristales de las ventanas se rompieron, los vasos, las botellas que se exhibían en las estanterías del bar...-¡¡¡¿TE ORDENÓ ÉL QUE LA ENVIARAS PRECISAMENTE A FAYE?!!!!
 
    No la vi venir, cogió a Declan de la chaqueta y lo lanzó por uno de los ventanales.

 

7 comentarios:

  1. Mezcla de violencia y amor... Pasional en ambos estados, Ivel. Las reuniones de los personajes suscitan mucho interés por todo cuanto revelan.

    Mil besitos preciosa y buen finde.

    ResponderEliminar
  2. No se metan con Faye porque Sahar reacciona con furia. Y tiene razón.
    Estuvo muy bien Luna, alentando a Sahar.
    Muy buena historia.

    ResponderEliminar
  3. Intensidad en tus palabras, mi bonita Ivel, me encanta que sigas escribiendo, porque tienes mucho que contar.

    Un beso enorme, mi niña. TQ.

    ResponderEliminar
  4. Todo empieza a encajar como piezas de un puzzle… Me encanta, Ivel… Aumenta la tensión entre los personajes, se esclarecen dudas…

    Y salta la chispa!

    Mil Bsoss, amiga.. Y muy feliz finde!! ♥

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola de nuevo, Ivel! Decirte que te he dejado una cosita en mi blog, en la entrada “Amig@s De Letras” Más Bsosss!! ;-)

      Eliminar
  5. Mejor no estar cerca de Sahar cuando se enfada :) muchas emociones en este capítulo y Faye en ese estado. Se siente la tensión.

    Besos dulces señorita escritora.

    ResponderEliminar
  6. Tensión sin resolver, a ver por dónde sale el sol...
    Besos.

    ResponderEliminar