Spin-off

Spin-off

domingo, 10 de abril de 2016

Espectro




Hay amores que sobreviven más allá de la muerte
La superan...
Son Eternos



Nueva York, Estados Unidos

Luna


     Drako se marchó dejándome sola y sin ánimos de nada. No toqué el desayuno, me quedé pensando en la atrocidad que llevaron a cabo Viktor y su hijo por mandato de los de arriba; asesinar a tanta gente sólo por buscar más sangre, porque esto provocará más derramamientos. Y no es la primera vez que recurren a estos actos, el mismo Drako lo dijo antes, vienen haciéndolo desde hace mucho.
   No puede dejar de dolerme, no conozco a las víctimas o a sus familiares, pero duele igual. Lo peor es que esto va a continuar, y no sé si podremos detenerlo, aunque lo intentemos, pero vale la pena darles pelea, proteger a cuantos podamos proteger, salvar a cuantos podamos salvar.
  Amanda y yo salimos perjudicadas cuando éramos niñas, sin embargo todo esto viene de antes de nuestro nacimiento. De muy atrás.
   Vivimos en un mundo que no ha visto la luz, nunca. Todo vestigio de paz no es más que una ilusión, y que triste que sea así.
   
    Paseé por el apartamento de Drako, me había dicho que podía salir a comprar lo que necesitara para decorar a mi gusto la habitación que me fue asignada. No me apetecía, lo único que sí quería era hablar con Amanda, mala idea si consideraba que yo era tema de cotilleo en ese momento, y no por algo que ella aprobaría.
    Me decidí por salir del apartamento casi mansión de mi escolta, no me iría de compras, tan sólo disfrutaría de las vistas de la ciudad.
   Al llegar a recepción caminé hacia la salida y pronto me vi rodeada de fotógrafos.

-Por favor déjenme en paz-pedí, mientras me abría paso entre ellos, o hacía el intento-. Vayan a por alguna maldita celebridad, déjenme tranquila.

    Sentí que me cogían del brazo, levanté la mirada y me encontré con un moreno alto y con gafas de aviador, que hacía las veces de escudo entre la multitud y yo. Logró sacarme del alboroto, abrió la puerta de una limusina e hizo un ademán para que subiera; no miré atrás, subí sin hacer preguntas porque recordé que Drako había dicho que tenía una limusina y un escolta a mi disposición.
    
-¿Adónde quiere ir, señorita Giraldo?-preguntó el hombre en cuanto se puso al volante y girándose en su asiento para mirarme. Se quitó las gafas mostrándome unos bonitos ojos claros.

-Por ahí, cómo te llames. Sólo quiero dar una vuelta.

   Se volvió y arrancó.

-Jay-dijo.

-¿Sí?

-Mi nombre es Jay, señorita Giraldo.



   Sonreí, y asentí.

-Luna, puedes llamarme Luna, no me gusta que sean tan formal conmigo.-Él devolvió el asentimiento-. Eres uno del grupo de raritos que están con Declan, ¿no?

-¿Grupo de raritos?-rió.

-Ningún humano se transporta del modo en que ustedes lo hacen, estás aquí y en un parpadeo, ya no. ¿Cassul les enseñó eso?

-Su padre es un hombre muy sabio-respondió, y vi que no tenía intención de continuar.

    Me recosté en el asiento, viendo por la ventana. Una de las razones por la que no me gustan las ciudades es el modo tan rápido en que se mueve, la gente caminaba como si le hubiesen metido un cohete por la retaguardia, y los coches andaban con una lentitud insoportable. 

-¿Pasa algo allí adelante?-le pregunté a Jay.

-El Senador Carlysle está dando una rueda de prensa en el Waldorf Astoria, la gente que apoya su candidatura a la presidencia está en las inmediaciones del hotel.

    Matthew Carlysle va a seguir adelante con este circo, es obvio que el hombre va a ganar. Ni falta que le hacen los votos, la Casa Blanca ya es suya.
     Cerré los ojos, el auto se puso en movimiento de nuevo.
     Luna..
     Escuché su voz, abrí los ojos.

-¿Jay?

-Dígame.

    Él hombre no había oído lo que yo, habría dicho algo al respecto.

-Nada.

    Un susurro, su susurro.... 

-Bastian-dije en una voz apenas audible.

    Luna, mírame...
    Otra vez, no puedo estar imaginando esto. 
   Vi por la ventanilla como si de algún modo él siguiera allí afuera y lo fuese a encontrar entre tantos rostros. Tengo que recordarme que él está muerto, él está muerto.
   
    Luna....
    Y como una sombra entre los coches, lo vi....

-Detén el auto.

-¿Señorita?

-¡Qué detengas el auto, Jay!-exclamé, y él frenó de golpe.

   Salí y caminé, buscando con la mirada aquél espectro. No me importaba parecer una loca, dando vueltas, buscándolo... De repente noté que todo a mi alrededor iba más lento, la gente, los coches. El tiempo se detuvo, y una densa niebla cubrió la ciudad.

-Luna...-susurró.

    Y lo tuve frente a mí. Cara a cara, con su triste mirada aunada a la mía, no podía ser otra cosa que un sueño. Él está muerto, está muerto... Me repetí mentalmente.
   Su mano acarició mi mejilla, de forma automática incliné mi rostro, sonreí.

-Bastian, ¿cómo...?

-Shhhh, se supone que no debo estar aquí, pero quería verte, necesitaba verte.

-No debiste enfrentar a tu padre por mí, seguirías vivo...

-No por mucho, sabíamos el riesgo que corríamos, los dos. Ahora no quiero hablar de mí, basta con que sepas que estoy bien, y quiero que tú lo estés.

-Sin ti yo....

-Vas a estar bien, no harás nada que te perjudique, promételo.

    Negué con la cabeza y di un paso atrás.

-Buscaré una manera de traerte, tiene que haberla, a Cassul lo rodea el misticismo.... Él... Tal vez él pueda...

-No hagas nada de lo que puedas arrepentirte, Luna. No busques ayuda en él, aférrate a la vida, y a Amanda.-Dijo esto último sin podérselo creer-. Jamás pensé que eso saldría de mi boca-rió-. Pero debes estar muy cerca de tu hermana.

    Me abrazó, no pude contener las lágrimas al estar entre sus brazos una vez más.

-Te amo, Luna. Te amo...

    El sonido de las bocinas de los coches me trajo de vuelta a la realidad; vi un auto negro venir en mi dirección al mismo tiempo que alguien saltaba sobre mí, quitándome del camino.
     
-¿Ahora sí te volviste loca, Luna Giraldo?

-¿Faye? ¿Qué haces aquí?-Me incorporé, sentándome en la acera y viendo pasar el auto que me habría liberado de esta vida.

-Al parecer, salvándote-sonrió la blonda.

-¿Sahar vino contigo?

-No, pero ella está bien. Ahora muévete, no pueden verme contigo.

   Faye me llevó hasta la limusina, le montó un númerito a Jay mientras se subía ella también. Y hasta que llegamos al edificio donde Drako tiene su ático.
  
-Fuiste muy dura con él-le dije, entrando al elevador-. Yo le pedí que detuviera el auto y bajé.

-Jay no debió seguir esa orden, o al menos debió bajar contigo. Tu seguridad debe ser su prioridad.

    Vino detrás de mí cuando el elevador llegó a nuestro destino, y las puertas se abrieron.
    Fui directo a sentarme en el sofá del salón. La hermosa rubia seguía parloteando, su negra vestimenta hacía que su piel luciera más pálida, y el rojo carmín en sus labios le quedaba muy bonito, sensual era una palabra más acorde a lo que mis ojos veían. Por primera vez veía a Faye con esas fachas elegantes, por lo general siempre iba más ruda, con un vestuario más agresivo.

-Olvida a Jay, debe ser muy bueno en su trabajo, por algo Drako dejó que se encargara de mí. Quiero decirte algo, y necesito que quede entre nosotras dos.

-Eso será un tanto imposible, Luna, no le guardo secretos a Sahar.

   Claro, leal a su pareja hasta la muerte.

-Puedes comentarlo con ella si gustas, pero necesito hablar de esto con alguien y no quiero decirle a Amanda para no preocuparla más.

-¿Tiene que ver con tu instante suicida en medio de la calle hace un momento?-Me levanté, no sabía cómo lanzarle la bomba. Y no podía adivinar su reacción ante lo que pienso decirle-. A ver, niña, escúpelo. Sea lo que sea intentaré ayudarte.

    Que sea rápido, Luna. Pensé.

-He estado escuchando la voz de Bastian, y hoy lo vi.

    Faye bajó la mirada, la noté nerviosa.

-¿Estás segura de lo que dices?-inquirió.

-A ver, ¿en serio crees que estaba en medio de la calle por gusto?


-Perdiste a tu marido, andas grave por ello, besaste a Drako, de ti se puede esperar cualquier cosa. Por ahora, mantén tu distancia-dijo, caminando como si desfilara en uno de esos eventos de Victoria's Secret.


-Estoy hablando en serio, Faye, se apareció ante mí. El mundo se puso loco, el tiempo se detuvo, te juro que lo vi y hablé con él.-La rubia se cruzó de brazos, me escaneó con la mirada y me dio la espalda-. Dime que me estoy volviendo loca.

-Eso sería muy fácil-dijo, mirándome de reojo-. Si su espíritu sigue rondandote es porque tú no lo has soltado, no lo dejas ir. O porque....

-¿Faye?-Me giré al oír la voz de Drako, ¿ha estado en casa todo este tiempo?-Creí escuchar tu dulce voz.

    Me senté, y crucé las piernas, esperaba que no hubiese oído nada de lo que dije.
    Faye se mantuvo serena aunque por un instante la vi tensarse ante la sorpresiva presencia de Drako; miré a uno y a otro, él seguía serio. 
  Había algo en aquel hombre que no terminaba de convencerme, por eso no quería compartir con él lo que me estaba ocurriendo. Gracias al cielo que Faye apareció, ella era de fiar, se le tomaba confianza al instante, pese a su agresiva forma de ser. Pero Drako era distinto a ella, e incluso difería de Declan en muchos aspectos. Su presencia era tenebrosa, lo rodeaba un aura oscura; su mirada triste dolía en el alma. Y Bastian acudió a mi mente, ¿por qué lo veía en él? ¿Por qué veía a Bastian reflejado en este hombre si no se parecían en nada?
   
-¿Te encuentras bien, Luna?-me preguntó Drako.

-Claro que está bien, deberías llevarla a pasear esta noche, pueda que les saquen una nueva foto besuqueándose.

-Eso fue un error, Faye-dije, sin apartar la mirada de Drako.

    Cuando rompí el contacto visual con él, encontré los grises ojos de la rubia sobre mí, luego miró al hombre esperando su versión.


-¿Para ti también fue un error, Drako?-le preguntó, interesada en su respuesta.

-Acompáñame, rubia-le ordenó, perdiéndose por el pasillo que iba hacia su estudio.

-Nos queda pendiente una conversación, aunque yo que tú no le daría más vueltas-susurró Faye-. Es mejor soltarlo, Luna.

-Si se tratara de Sahar, ¿lo dejarías así? ¿La soltarías?

    Faye evitó contestar y caminó sobre los pasos de Drako.
    ¿Cómo me pide algo así? 

-Bastian, ¿qué está pasando?-murmuré, mirando a la nada.



    

   
 
    


8 comentarios:

  1. Has hecho que me erice, Ivel... Sentí el susurro y la presencia. Muy bien llevado hasta el punto de palparse.

    Mil besitos y buen comienzo de semana.

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    1. Que bien saber que te metiste en la escena, mi Aurora...
      Me anima mucho leer vuestros comentarios, y volver a regalarles nuevos capítulos de esta historia :)

      Mil besicos pa'ti, y que tengas una bonita semana...

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  2. Vine hace un momento y escribí un comentario, pero al publicarlo no salió, sólo te decía que mañana prometo leerte, estoy terminando algo urgente para esta noche, sólo dejarte mis buenos deseos para esta semana por ahora. Volveré ;)

    Besos dulces.

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    1. A veces blogger se pone exquisito, delicado, FASTIDIOSO, no deja hacer nada jajaja

      Esta también es tu casa, Dulce, vuelve cuando quieras...
      Termina lo que estás haciendo, amigo mío..
      Gracias por tus buenos deseos, sabes que es recíproco ;)

      Besos y cariños muchos, para ti y Slave... :****

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    2. Las promesas se cumplen, leído, con este nuevo giro sobrenatural. Por cierto, me gusta como se ve Faye, parece una vampiresa ;)

      Gracias por los cariños, se los daré en tu nombre.

      Más besos dulces hasta tu universo Ivelístico ;)

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    3. Creo que di con la Faye perfecta, Amber Heard es muy guapa y su porte muestra seguridad, agresividad sin dejar de lado la elegancia...
      Sí que parece una vampiresa, shhh jajajaja

      Besos, amigo mío... Desde mi Universo Ivelístico jajaja ;)

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  3. LUna tiene razón en quejarse. ¿Cómo pueden sugerirle que suelte a Bastián?
    Además de pretender que quede vigilada y sola.

    Es una buena historia.
    Besos

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    1. Eso mismo pienso yo, hace tan sólo un mes que Bastian murió, es difícil dejar ir y más cuando puede existir la posibilidad de traerlo de vuelta.. Pero también debe tener cuidado, estas cosas nunca traen nada bueno, Faye le ha dicho que es mejor dejarlo ir porque imaginó lo que cruzaba por la cabeza de Luna...

      Gracias por seguir allí, por seguir cada paso de estos personajes... ;)
      Besos..

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