Spin-off

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martes, 31 de enero de 2017

Huellas XXIX

   Esperaba que Drako fuese severo con ella el primer día, sí me preocupaba que la hiriera demás, pero Faye podía llegar a sorprender y entre los recuerdos de otras vidas llegué a ver sus talentos como guerrera. No eran del todo claros ni ordenados, lo suficiente para confiar en su capacidad de defenderse llegado el momento; en esta vida esa rubia escondía a una luchadora.
   Detuve mi lectura y dejé el libro cerrado en el escritorio, miré la computadora, no era buena manejando los aparatos tecnológicos, se me había ocurrido una idea después de escuchar a Faye hablar de su familia y la forma en que se conocieron sus padres. No me arrepentía de haber conseguido que hablara sobre ellos, le haría bien mantener bonitos recuerdos, oí a Circe decir que los bonitos recuerdos de su pasado eran los que le daban fuerza y le hacían abrazar la vida con ganas, antes no lo entendía porque mis recuerdos sólo iban de entrenamiento en entrenamiento para llegar a ser quien soy, ¿se podía considerar recuerdos bonitos el patear a Declan o a Drako, incluso a Erza y Riza? Reí por lo bajo.
  Al ser tocada por una persona, por la persona a la que debía conocer, a la que estaba destinada, entendí a qué se refería Circe. Y mis memorias de otros tiempos iban regresando, sin embargo sólo quería crear nuevas memorias, las vidas que pasaron no me importaban cuando había recuperado y rescatado lo único que sí: Faye.
   Y si para Circe funcionó recordar las mejores cosas de su pasado, también funcionaría para Faye, yo quería que funcionara para Faye. 
   ¿Quién habría imaginado que aquella chica moribunda se convertiría en la persona más importante de mi vida? En la única persona que me importaba. A Amanda la veía como una deuda de sangre, nos unía la genética, eramos hermanas y debía cuidarla por tal razón; me llamarán ser horrendo por preferir a Faye sobre mi hermana, pero siempre será así, siempre elegiré a Faye por encima de cualquiera y no temía equivocarme al pensar y decir que Faye haría lo mismo, me escogería a mí. Llámese egoísmo, entiendan los demás o no, bastaba con que ella comprendiera por qué lo haría, por qué ella era lo primero y único en mi lista de prioridades.
-Buenos días, Euzma Sahar-saludó Jay, cerrando la puerta al entrar-. ¿Quería verme?
   
  El moreno de ojos claros sonrió y resopló en cuanto respondí a su saludo.

-¿Por qué ha hecho eso?-pregunté porque no entendí el que actuara así. No era la primera vez que pasaba, sólo que en otras ocasiones no le había prestado la suficiente atención-. ¿No saludé con propiedad?

-No, no, de ninguna forma, fue muy apropiado. Es que, pues me puso algo nervioso.

-¿Por qué? ¿Antes también te has puesto nervioso? Ayer quiero decir.

-Sí, sólo que ayer no estaba a solas con usted, y no me lo tome a mal pero es usted muy seria, muy fría. Da un poco de miedo-añadió en un susurro.

-Me alegra-le dije. Jay se debatió entre sonreír o no, al final apretó los labios y se sentó siguiendo la invitación que le hice con la mano-. Deberías estar acostumbrado, mi padre es muy estricto.

-Yo sólo llevo un año en vuestras filas aquí en el exterior, entiéndame.-Asentí-. Había oído hablar de usted pero verla es otra cosa. Ahora bien, ¿en qué puedo ayudarla? ¿Necesita que la lleve a algún sitio?

-No, lo que necesito es que busque algo por mí.-Me levanté de la silla de detrás del escritorio-. Va a necesitar el ordenador, por favor acérquese.

    Jay no esperó a que lo pidiera dos veces, si había escuchado hablar de mí entonces sabía que no me gustaba repetir las cosas. Me paré a su lado cuando se hubo sentado.

-Aprender a usar estos aparatos es algo que todavía no me ha interesado, así que si pudieras....

-Usted dirá.

-Illian Vesper.-Jay tecleó el nombre-. Necesito su dirección exacta, sé que es de Moscú pero....

-Vaya-musitó al ver las noticias que aparecieron en la pantalla, varias en las cuales salía la fotografía de Faye-. Es su padre-dijo refiriéndose a ella.

-Asesinaron a su familia hace cinco meses, no conforme con eso la inculparon.-Es una suerte que no enloqueciera en el desierto para al final terminar creyéndose la asesina de su familia de tanto que lo oyó antes de huir. Todos la señalaban, hasta sus supuestos amigos-. ¿Dónde está su antigua casa?

     Jay leyó un artículo donde aparecía el que fue su hogar, Faye había crecido en una preciosa urbanización, en una casa grande y hermosa que ahora era rodeada por una cinta amarilla prohibiendo el paso.
    
-Quiero que vayas allí, busca fotografías, vídeos, revisa hasta debajo de las piedras si gustas, pero no te atrevas a aparecer aquí con las manos vacías.-Fue una clara amenaza que Jay captó dándome su palabra de que traería lo que pedí.

    Me encaminé hacia el gimnasio, escuché vítores dentro cuando llegué a las puertas. Sólo pasaron dos horas desde que Drako y Faye habían entrado, ¿por qué tanto alboroto? 
    Abrí las puertas, quedándome de pie en el umbral al dar con el motivo de la celebración; Faye peleaba contra siete Assassins al mismo tiempo, mientras algunos más observaban la lucha desde las gradas. Busqué a Drako con la mirada, estaba de pie y con los brazos cruzados fuera del "ring".
    Volví a mirar a Faye mientras me acercaba a él, no lo hacía nada mal, se defendía con un báculo plateado, vestía de negro y sus manos iban cubiertas por guantes del mismo color. 
    Estaba muy guapa, aunque ella siempre lo estaba; giró, golpeando en el acto a tres de los siete atacantes y no perdió de vista a los otros cuatro quiénes se le fueron encima de uno en uno con sus espadas, la rubia esquivó y bloqueó con gracia cada ataque.

-Tu chica aprende rápido-comentó Drako. Enarqué una ceja, ¿mi chica?-. No te hagas-sonrió, guiñándome un ojo-. Traje a algunos hermanos del Clan para ayudarla, es aguerrida, nada fácil de doblegar.

-No esperaba menos.

   Faye todavía no se percataba de mi presencia, su concentración era exclusiva para sus contrincantes, o eso creía yo hasta que giró un poco la cara y me lanzó un beso, reí porque ni esa distracción logró sacarla del todo de lo que hacía. Uno de los Assassins con los que entrenaba quiso aprovecharse del momento, pero Faye lo golpeó en el estomágo y luego en la cara, y fue a por el siguiente.

-Es natural en ella-susurré.

-¿Sahar Cassul orgullosa de alguien?-dijo Drako, burlándose-. Si pudieras ver cómo se ilumina tu cara con su sola presencia, verla en esta faceta sólo te hace más feliz de lo que ya eres con ella. Sin duda alguna se complementan.-Agradecía que Drako respetara la íntima e innegable relación que ya se había establecido entre Faye y yo. Se aclaró la garganta, su rostro adquirió seriedad-. Es muy pronto para Faye.

-Claro que es muy pronto, su familia murió hace cinco meses y los asesinos siguen sueltos. Súmale el hecho de que tuvo a la supuesta autora material enfrente; sé que sanar, para ella, será difícil. Un largo camino, y lo hemos hablado, le he dicho que debe canalizar su odio, confío en que lo logrará, Drako.

-A largo plazo-susurró. No quitaba la mirada de la pista donde se desarrollaba la pelea-. Tuvo una pequeña práctica en el gimnasio de Palacio en Providencia, Erza y Riza le estaban enseñando unos movimientos con la espada, se salió de control, casi hiere a Erza de gravedad.-No me sorprendió la acción en sí, sino que Faye no llegó a comentarme el incidente-. Por la expresión de tu rostro debo suponer que no te ha dicho nada, seguro no quiere ser motivo de preocupación para ti.

-Vio los fantasmas de quienes despiertan su odio y arremetió contra quien estaba más cerca, es normal-argumenté. Todos los que han entrado en el Clan tenían un duro pasado y han tenido que recorrer el mismo camino que le tocaría recorrer a ella-. Asegúrate de que combata esos fantasmas, llévala al límite.

-Cómo ordenes, Euzma Sahar-susurró.

     Faye se aproximó a nosotros con una sonrisa que no entraba en su cara de lo enorme que era, me gustó verla así, pero ¿en serio le había gustado la experiencia?

-¡¿Me has visto?!-preguntó, emocionada. Tenía el labio inferior partido y sangraba, el ojo derecho empezaba a hincharse.

-Sí, y me sorprende, es la primera vez que un aspirante está feliz de que lo golpeen-respondí. Faye soltó una carcajada-. Me encanta ser tu bufón personal, Vesper.-No me enfadé, pero no entendía qué era lo que le había causado gracia, si el comentario que hice fue en serio.

-Es que no es el que me golpeen lo que me hace feliz, sino descargar un poco la tensión, pateé algunos culos y entre ellos el de Drako, ¿no te lo dijo?-dijo, mirando altanera a Drako.

   El hombre se aclaró la garganta cuando seguí la mirada de Faye.

-¿Ah, sí? No hizo ninguna mención al respecto.

     Drako resopló.

-Tengo que ir a prepararme para marchar a la empresa, pasen un buen día-se despidió, caminando de espaldas y luego giró sobre sus talones y salió.

   Fue divertido ver a Drako huyendo con todo su disciplinado, desagradable y severo orgullo herido, porque es que el hombre era muy estricto de los cojones; una vez tuve un profesor así de serio e inaguantable. Al menos a Drako pude golpearlo, su primer ataque lo bloqueé al instante y ambos nos sorprendimos, si bien me dio una paliza me contentaba con que al final logré cogerle el ritmo y pude defenderme; se puso difícil cuando fue a Providencia y volvió con esos ninjas experimentados, difícil pero lo disfruté. Liberé tensión entrenando, aprendiendo a defenderme, y en el proceso descubrí que me gustaba, después del sexo con Sahar, el desestresarme de esta manera tan poco usual y violenta. 
    Sahar y yo nos separamos en la sala de estancia, le dije que iría a tomar una ducha, vi su intención de acompañarme, lo insinuó pero en lugar de llevar a cabo la acción se dirigió al comedor informando que me esperaría allí. 
     Sentía la necesidad de meterme a la ducha con ella y acabar lo que empezamos en el estudio antes de la interrupción de Drako, me pudo el miedo a tentar a la suerte que habíamos tenido al no sufrir la misma situación que en Providencia. No se me borraba de la cabeza la imagen de Faye cayendo en la inconsciencia por mi culpa, había sido un alivio que en lo que iba del día se le viera muy activa. Aunque la pasada vez no se notó hasta que ocurrió, sólo esperaba que no se repitiera, que siguiera así de bien.
     Le pedí al ama de casa a la que mi padre le pagaba para hacer las labores de limpieza y la comida, que nos sirviera el desayuno. Drako me la había presentado esa mañana, una amable mujer de nombre Gwyneth; dejó algunos diarios a mi alcance junto a mi desayuno, Drako sólo se bebió el zumo.

-¿Hiciste lo que te pedí?-le pregunté. Faye entraba al comedor y se sentó a mi diestra-. Déjame curarte.

    Le fui a poner la mano en el moratón pero ella evitó que lo hiciera, esquivándome.

-Sí, los Griffin estarán encantados de recibirte el Sábado en la noche-respondió Drako, yendo hacia la salida-. Hablamos a mi regreso.

    No le había quitado los ojos de encima a Faye mientras lo escuchaba hablar, ¿por qué había rechazado mi ayuda?
     La chica dio un sorbo a su zumo antes de hablar.

-Quiero llevar las marcas conmigo-dijo.

-¿Es como la cicatriz? Qué obsesión la tuya con las marcas.

     El comentario no era para tomárselo a mal, sonreí y me incliné para darle un beso rápido en los labios.

-¿Qué de gracia tendría que entrenara y no tuviera prueba de ello en mi cuerpo?

    Sahar cogió una taza de té entre sus manos, observándome mientras se la llevaba a los labios para dar un sorbo. Ella conocía mis razones, no importaba cuánto quisiera engañarme a mí misma diciendo en voz alta ese montón de palabrería barata, ella veía dentro de mí. 
-Quieres llenarte de cicatrices no cómo prueba de tus entrenamientos-aseguró-, lo haces porque es un constante recordatorio de lo que pasó con tu familia, tu camino hacia tu vendetta y tu forma de pagar tu supuesta deuda por no haber estado allí e irte con ellos. O en todo caso, el que no avisaras de tu llegada a Moscú por querer sorprenderlos.-Paseó su dedo pulgar por mi labio inferior hasta llegar a la herida que allí tenía-. Crees que lo mereces porque debiste estar en casa ese día, crees que lo mereces porque vives en la culpa, una culpa que no tienes. Entiéndelo, Vesper, nada ganarás viviendo bajo la culpa, es un sinsentido.

    Comí en silencio, ella apartó los periódicos que tenía sobre la mesa poniéndolos en la silla que estaba a su izquierda.

-Malas noticias en demasía-susurró. Y el susurro fue seguido del regalo más bonito y malicioso del mundo: su media sonrisa.

   No sé si lo hizo a propósito o no, pero me hizo sonreír también. Creo que fue el modo en que hizo el comentario sobre las noticias, enarcando las cejas y acompañarlo con la sonrisa, como si le divirtiera y no le asombrara. 
  En resumen: no eran una novedad las malas noticias en el mundo fuera de Providencia.
   Se dedicó a observarme sin probar bocado de su desayuno, me veía comer a mí y con eso sólo consiguió ponerme nerviosa. Casi se me cae el vaso de zumo, reí, ella me siguió y era una risa preciosa que pocas veces oía porque la Princesa Assassin era imperturbable, dueña de sus actos y medía cada uno de ellos, como calculaba todo lo que decía.

-¿No piensas comer?-inquirí.

-Mi hambre no es del tipo que se calme con este tipo de alimentos, como esto por costumbre-respondió, probando, al fin, un bocado-. Circe creía que era necesario mantener algunas costumbres humanas que me hicieran "normal", estos alimentos no me hacen ni mal ni bien a decir verdad-prosiguió después de beber de su vaso de zumo-. No me llenan, no el tiempo suficiente.

-¿De qué es tu hambre, entonces?-Fui cautelosa al hacer la pregunta.

    Sahar ladeó la cabeza, presencié un escalofriante amago de sonrisa que llegó acompañado de un rápido brillo carmesí en sus ojos. Apareció y desapareció cual relámpago.

-Sangre, muerte y sexo-respondió. Desvió la mirada hacia su comida-. Las dos primeras se pusieron peor cuando llegó mi madurez sexual, a saber qué clase de monstruo soy, pero no me importa.-Su rostro no mostraba ninguna emoción, a Sahar le gustaba ser así, no le molestaba o preocupaba, en lo absoluto le jodía ser así, lo aceptaba-. Sabes que ser Assassin me ayuda a saciar las dos primeras-dijo, levantando la mirada-. Drako me ayudaba con el sexo y por lo mismo aplacaba el resto, quiero repetírtelo para que entiendas y confíes en mí. Te soy leal, Faye.

    Que sintiera la necesidad de recordármelo me hacía sentirme una mierda porque he sido injusta experimentando celos que no deberían ni existir.
     Entrelacé mi mano con la de ella.

-Perdóname-Sahar quiso interrumpirme, me apresuré a continuar-, nunca había tenido algo así de perfecto y siento que va muy rápido, creo que es lo que me hace buscar cosas donde no las hay, y el que tú y Drako hallan intimado, el que fueran tan cercanos, el que él fuese el primero, el que haya estado antes que yo, todo eso me hace querer dudar de que esto es real. Prefiero sabotearlo, de manera inconsciente busco que acabe ahora que llevamos escaso tiempo, a que....-Besó mi mejilla de imprevisto, y se quedó así cerca mío-...termine enamorada en demasía-dije, usando su elegante palabra.

    Besó muy quedo mis labios, un ligero roce apenas perceptible, no lo hacía para calentarme y sin quererlo lo lograba.

-Creí que ya lo estabas-sonrió.

-Entonces yo soy tu alimento-dije, pensativa. Sahar rió muy fuerte-. ¿No lo soy?

-No es cómo te veo, y sobre todo no es nada romántico-argumentó, llevándose una tostada con mermelada a la boca, le dio un mordisco y guiñó un ojo.

-Loca perdida, Sahar-susurré, levantándome para recoger los platos.

-¿Qué?-Me imitó.

-Estoy enamorada en demasía-sonreí.


    

          


    
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8 comentarios:

  1. ¡Cuánto era que no te dejaba mi huella! ...imperdonable mi niña. Aunque sabes que te leo. Pero ¿para cuando el libro? ...quiero ya saber que tengo la historia entera!!! ...y no prometo ir corriendo a leer el final!!!

    QuieroTe mi niña... mucho mucho.

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    1. MUUUUUUUUUUUUUUUUUCHOOOOOO tiempo jajjaja
      Tengo miedo de hacerlo libro, creo que puede ser bueno y trabajo en ello, pero uff..
      Necesito una bonita portada xDDDD

      quieroTe, Almita...!!!!

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  2. Me gusta como sabes combinar los momentos en cada capítulo, incluso los de humor entre los personajes. Esos matices hacen muy grata la lectura.

    Besos dulces Señorita escritora.

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    1. Me alegra que te guste, Dulce, escribo cada escena con todo el corazón para ustedes :)

      Besazos, Poeta :*****

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  3. Te felicito una vez más, Ivel. Haces que escena y personaje entre en nosotros.
    Y has descrito a la perfección cuando pese a los golpes recibidos... también acertar a quien golpeas con ganas.

    Mil besitos, preciosa.

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    1. Gracias, mi Aurora. Transmitirles cada escena y lo que los personajes sienten es siempre mi objetivo, que vivan el capítulo, que ustedes sean los personajes, que vivan en ellos y ellos en ustedes... Si lo he logrado hasta ahora, es un premio :)

      Besos, bonica!!!!

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  4. Me gusta la mención a Circe. Fascinante personaje. Extraño sus participaciones.

    Espero que la Internet que usa Sahar funciona bien. De lo contrario, los tecnicos corren peligro.
    Un abrazo.

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    1. Circe volverá a aparecer, ya verás ;)

      Jjajaja Sí, ¿verdad? Que funcione bien o sino que corran porque los perseguirá hasta el fin del mundo xD
      Un fuerte abrazo, Demiurgo :****

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