Nueva York, Estados Unidos
Amanda
Antes de la entrevista
Miré con firmeza a Matthew, y luego a mi hermana en la silla de ruedas. ¿Cómo logró quitársela a Drako? ¿Les haría daño a Maura y a Enrique?
-Déjame unos minutos a solas con ella-dije, Matty comenzó a reír-. Hablaremos después de que termine, tienes este lugar asegurado, ¿adónde podría irme con mi hermana?
-De acuerdo, pero Dorian se quedará con ustedes.-Procuré disimular el alivio que esa orden me provocaba-. Helena, cariño, arregla todo para que la entrevista que teníamos planeada se lleve a cabo ahora.
Helena salió marcando un número en su teléfono móvil, y Matty se dirigió a su estudio tras decirme que me esperaba allí.
Me acerqué a Luna y me agaché ante ella. Dorian le ordenó, al hombre que estaba de pie detrás de la silla de ruedas, que se marchara pues su presencia no era necesaria.
La mirada de Luna, perdida, sin brillo. Acaricié su rostro con mano temblorosa.
-Luna, soy yo, Ame. Tu hermana, cariño.-Sus ojos miraron en los míos, una lágrima corrió por su mejilla, la limpié el dedo pulgar, dibujando una sonrisa en el acto, me había entendido.
-Amanda, lo siento-le escuché decir a Dorian. Él contribuyó al estado actual de Luna-. Sé que no arregla las cosas, sé que no arregla esto-señaló a mi hermana, vi que la frustración y la culpa lo carcomían.
-Debes calmarte, Dorian-susurré-. No eras tú, intenta entender eso. Ahora que si quieres redimir lo que te obligaron a hacer tienes que....-me interrumpí al escuchar el sonido de mi teléfono móvil, fui a mi habitación y lo cogí de la cama-. ¿Drako?
>>-Estuvieron aquí, se la han llevado-informó.
-Lo sé-dije, bajando las escaleras-. Estoy con ella, la han traído a Nueva York. ¿Cómo es posible que te la arrebataran? Creí que eras un guerrero entrenado por mi padre.
>>-Di pelea, pero no dejo de ser un Blood Drynka y los que vinieron a buscarla eran demonios que me superaban, con suerte logré proteger a tu hermano y tu cuñada a quienes ya he puesto a salvo. Me reuniré contigo ahora mismo y llevaré a Luna a otro lugar lejos de todo, la protegeré con mi vida, Amanda.
Drako sonaba bastante decidido, daba la impresión de tener sentimientos por Luna. Miré a mi hermana y luego a Dorian.
-Ningún lugar es seguro ahora, Drako, el mundo está convulsionado.-Yo le había dado la vuelta a todo con mis palabras, no me arrepentía de haber hecho esa vídeo confesión-. Pero de venir, ven. Si vemos una oportunidad de salvar a Luna de todo lo que está pasando lo haremos, es la única persona que me importa proteger.-Colgué la llamada, Dorian asintió mostrando su aprobación a mis palabras-. Quédate con ella, ya regreso-le pedí.
Me acerqué a Luna y le di un beso en la frente. ¿Qué más podía hacer por ella? pensé mientras me dirigía al estudio para ver a Matty. He pasado toda mi vida cuidando sus pasos, cuidando que nadie la dañara y sin embargo terminó....
¡Mierda! ¡Es qué he hecho todo mal!
-Tienes que arreglar lo que has provocado, Amanda-dijo Matthew en cuanto entré. Cerré de un portazo-. Calma tu mal genio, querida.
-¿Lo que yo he provocado? Sólo disipé una duda que millones de personas tenían, claro que la gran mayoría sigue creyendo que las verdades que dije son delirios de una loca conspiranoica, todo por vuestro adoctrinamiento; debo darles crédito.
Lo tuve frente a mí en un parpadeo, me cogió del cuello.
-Esta guerra no tenía que dispararse ahora, no necesitamos un caos ahora, has echado nuestra agenda a la mierda y hemos tenido que recurrir a medidas desesperadas para meterle miedo a la gente y se distraiga un poco, así dejan de pensar en tus palabras. Hemos logrado que se mantenga la calma en varios estados de Norte América, pero Centro y Sur son un maldito campo de batalla; eso sin mencionar Europa.-Me soltó, cogió el escritorio y lo lanzó a un lado. Llevé mi mano derecha a mi cuello, respiré agitada porque estaba recuperando el aliento que había empezado a perder tras su agarre-. Pídele a tu padre que convenza a Mikhael de abandonar ésta guerra absurda, y entregue Assiah-repitió lo que dijo en la estancia cuando llegó.
-No sé dónde está mi padre, y es imposible que paren la guerra ahora, Mikhael está luchando en los Cielos y en cuanto termine de patearle el culo a tus compis vendrá a castigar a los humanos que traicionaron a sus hermanos por un poco de poder. ¿Dónde se esconde Luzbel ahora? No se esperaba este drástico cambio, ¿a que no?
Matty no estaba para nada en estado zen, lo divertido que resultaba ver al hombre así de nervioso y desesperado era algo para recordar.
-El cuerpo de tu abuelo está escondido en algún lugar-dijo, intentando recuperar la compostura-, mientras no sea encontrado debe mantenerse en otros cuerpos así mismo como debe protegerse después de todo lo que se ha armado.
-Cierto, necesita poseer a otros porque su cuerpo sigue encadenado en algún lugar. La prisión que conocemos como nuestro Cielo sería demasiado obvia para el Dragón, con tantas Guerras Ritual liberaron sólo una parte intangible de él que ni alma llega a ser.-Matty me miró con un evidente interés-. Removieron el cuerpo pero no tengo ni idea de dónde pueda estar encadenado ahora.
-Al menos te tenemos para que actúes de vasija de nuestra Diosa-dijo con voz serena.
-No he aceptad....
Me cogió del cuello de nuevo.
-Cuida lo que vas a decir, una orden mía y tu amada Luna se muere finalizando el importante sacrificio que interrumpieron.-Cuando me vi libre lo escupí en la cara, se limpió con una sonrisa en los labios-. Hablarás frente a las cámaras desmintiendo todo lo que has dicho antes.
-No funcionará, nadie hará caso ya a mis palabras. Pudieron calmar a sus borregos aquí en sus preciosos Estados Unidos, pero en el resto del mundo hay levantamientos, ¿no? Lo acabas de decir....
-¡Vas a parar esto ahora!-exclamó.
-Te dije que no voy a poder, no me harán caso. Es muy tarde, y en cualquier momento tendrán que lidiar con lo mismo aquí de nuevo, y esta vez no podrán pararlo-sonreí-. La historia que les contaron para meter miedo ha cambiado, no habrá rapto, no tendrán tiempo de fabricar otra mentira, podré actuar de vasija para quien desees pero será tarde, el apocalipsis es ahora, Matty, para cuando inicies un ritual de transferencia a mi cuerpo, todo habrá acabado.
Me abofeteó con tal fuerza que fui a parar contra una esquina, pero no me desmayé, no me dejé perder la conciencia porque mi hermana estaba allí afuera esperando por mí.
Ahora
Apenas finalizó la entrevista me acerqué a Luna, Matty había ordenado que la pusieran justo delante de mí mientras hablaba. Lloré porque verla de ese modo no podría provocar otra reacción en mí; al menos logré enviar un mensaje en medio de la maldita entrevista, sólo esperaba que Sahar, donde quiera que estuviera en ese momento, hubiese entendido.
Matty se paró detrás de la silla de ruedas, me obligué a levantar la vista sólo para encontrarlo con el ceño fruncido. Seguí al pendiente de mi hermana pese a que sabía que él no era estúpido y había captado mi código para alguien que no era mi padre; lo vi inclinarse y rodear el cuello de Luna con sus manos, me quedé quieta, un movimiento sospechoso y podía rompérselo.
-¿Qué fue todo eso, Princesa?-preguntó, pero más dirigiéndose a mi hermana que a mí-. Creo que la Big Sista no te quiere lo suficiente, ponerte en riesgo de ese modo no es de hermanas mayores, ¿o sí?-Me miró y sonrió, quitando, para mi alivio, las manos de donde se habían situado de forma peligrosa.
-Hiciste que cortaran la transmisión-dije. Deposité un beso en la frente de Luna al levantarme.
-No le hablabas a tu padre-replicó él sin levantar la voz.
-No, le hablaba a alguien que está en una posición más privilegiada, mi padre está ocupado con otros asuntos, a saber cuáles.
-Otro movimiento en falso y te....
-Deberías saber ya que yo no hago movimientos en falso-susurré, apretando los dientes.
Mi valentía variaba por instantes, podía enfrentarlo sí, pero también debía saber cuando bajar la cabeza para que Luna siguiera a salvo.
Su mano derecha se posó en el hombro derecho de mi hermana.
-Tu Luna es muy especial-sonrió-, su sangre me ha dado la inmortalidad. La herencia de la magia de la sangre sólo corre por las venas de algunos de los allegados a Caín, y sólo algunos humanos sobreviven a la transición a vampiro. Soy afortunado, en el pasado muchos murieron cuando experimentamos con vuestra sangre siendo ustedes unas niñas, imagino que hay un truco en todo esto y por tal motivo no funcionó antes, ¿madurez quizás? Al menos en ella, tú no lo heredaste, debes tener otra cosa.
-Soy común y corriente-le aseguré.
-No, te he estudiado y a veces haces cosas, o haces que otros hagan cosas por ti. Puedes convencer a la gente muy rápido.
-¿Y cómo es que no te he convencido de entregarme a mi hermana?-Yo sabía que había algo más en mí. Fui yo quien conseguí que Piotr Strauss se matara.
-Todo tiene su truco. Como los vampiros y su hipnotismo, el que aún no sé usar.
-Eres un neófito, es sorprendente que estés bajo control.
Matty rió entre dientes.
-Creo que tu hermana me servirá de bolsa de sangre para otros, ya sabes, convertir a....
Me acerqué a él cogiéndolo de las solapas de su saco.
-He hecho lo que me has pedido e incluso he aceptado ser la maldita vasija de tu Reina del Cielo, pero a cambio a mi hermana no la tocas de nuevo, ¿en eso estamos?
Matty rió.
-No entiendo tu obsesión por Luna, ese instinto de protección es tan enfermizo-dijo con tono de burla-. Estás enferma, Amanda, enferma.
Dorian me obligó a soltarlo y me cogió de la cintura en cuanto hice amago de saltarle encima a Matty quien sonreía orgulloso de sus palabras. Le grité que dejara a mi hermana en paz, podía meterse conmigo todo lo que quisiera pero con Luna nunca más.
-Cálmate-me susurró Dorian en cuanto Matty se fue a reunir con Helena y la conductora del teatrito que armaron para toda la nación-. Espera aquí, ya regreso.
Volví a ponerme de cuclillas delante de la silla de ruedas donde Luna se encontraba, pero sin dejar de mirar a la maldita familia Carlysle. Dorian le dijo algo a su padre, éste asintió y se marchó de la estancia donde se había llevado a cabo la entrevista, la presentadora se despidió de Dorian y su madre dejándolos a ambos en una pequeña conversación. Hubo un momento en el que Dorian me miró mientras Helena le decía algo.
Tal vez ella no lo veía, no se daba cuenta de que su hijo ya no estaba bajo ningún control mental en el que ella estuvo de acuerdo que lo sumieran. Una buena noticia para mí que Dorian hubiese roto dicho control, necesitaba un aliado dentro y él estaba dispuesto a hacer lo que sea por mí.
Regresó a mi lado, me puse a su altura sin soltar la mano de Luna, sentí cómo apretó un poco y sonreí mirándola.
-Al menos me reconoce-susurré.
-Tendrás tiempo suficiente con ella-dijo el muchacho.
-¿Qué quieres decir?-inquirí al no entender el contexto de sus palabras.
-Le sugerí a mi padre que era mejor llevar las cosas en paz contigo si te quería de su lado, que eras de importancia y muy peligrosa. Es mejor tenerte como aliada que como enemiga, así que jugué la carta de hacerle creer que fue su idea el dejarte todo el tiempo que quieras con Luna hasta el momento de tu Ascensión, nos marchamos a Portland ahora mismo.
-¿Nos?-repetí, dubitativa.
-Sí, Amanda-dijo, levantando un poco la voz. Helena, que hablaba por teléfono, desvió la mirada en nuestra dirección -. Joder, acepta de una vez por todas, es lo mejor para ti y tu única opción.
Teníamos que fingir que seguíamos llevándonos del asco para que no despertar sospechas.
Dorian haría de vigilante y le "informaría" a su padre todo lo que pasara durante los días que estuviésemos en Portland; marcharnos al otro lado del país no era tan mala idea, además estaríamos cerca de Maura, Enrique y Drako a quien llamé después de subir a la limusina que nos llevaría al aeropuerto. Él ya estaba de este lado así que nos esperaría en el aeropuerto.
Me había tomado por sorpresa que la ciudad estuviera desolada en plena tarde, llovía, y no se veía ni un alma por las calles. Los negocios estaban cerrados, miré por la ventanilla la anomalía que era Nueva York en ese momento. Sí habían soldados recorriendo las avenidas, y helicópteros sobrevolando en medio de un día gris.
-La lluvia de sangre de hace rato ha asustado a la gente-comentó Dorian-. Desde la Casa Blanca se ha dado la orden de permanecer en sus hogares hasta que se tenga una respuesta concreta de lo que ocurrió no termine en un peligro para la salud de los habitantes del país. No saben que fue algo que pasó en todo el mundo, los estadounidenses, quiero decir; lo mantendrán así, como también callarán las protestas que se están llevando a cabo en Europa.
-¿Silenciaron esas noticias en las cadenas de televisión?
-E internet, se cayeron las redes, así que retrocedimos unos cuantos años-bromeó Dorian.
Calmaron los levantamientos aquí, si se llegara a saber que Europa es un caos, que la gente se está yendo contra sus gobernantes por mentirosos y asesinos, Estados Unidos no vería la paz que está viendo ahorita. Pero bien sé que esta calma no iba a durar y que todo terminaba por saberse.
-¿Estás seguro de que tus padres ignoran tu despertar?-le pregunté a Dorian, estaba sentado frente a mí y mantuvo abajo la mámpara que podía separarnos del chófer y el escolta que nos acompañaba.
-Creo que puedo mantener mi actuación muy convincente, pude haber sido actor, ¿sabes?-sonrió. Miré preocupada a los dos hombres del asiento delantero-. Son discretos, Amy, tranquila.
-Perdóname si no puedo estarlo, pero trabajan para tu padre-repliqué.
-No dirán nada, no a todos les hacen lavado de cerebro. Yo mismo me encargué de elegirlos, tengo mis razones, confía en mí.
Desvié la mirada hacia Luna quien iba a mi lado, ¿cuánto tiempo pasaría para que se recuperara del todo?
-¿Por qué lo haces?-preguntó Dorian, imaginé que era el mismo cuestionamiento que me hizo antes su padre-. ¿Por qué arriesgarlo todo por ella? Pareces olvidarte de ti misma cuando se trata de Luna Giraldo, no temes morir si es por defenderla.
-No tengo miedo a morir, punto-le dije. Pasé mi brazo por los hombros de Luna, abrazándola a mí-. Vio los peores horrores siendo una niña-comencé-, nuestra madre y el hombre con el que ella se casó fueron asesinados frente a ambas, no pude impedir que Luna viera toda esa monstruosidad. Ultrajaron a nuestra madre antes de matarla, eran soldados alemanes a las órdenes de la élite que tu familia preside.-Vi cómo Dorian apretaba los puños, sonreí un poco-. Ese día odié todo y a todos, vi de lo que era capaz el ser humano, y odié llevar el mismo título: ser humano, humanidad. Me prometí que no dejaría que ella se convirtiera en un monstruo, velé por que eso que vio no la transformara, jamás la dejaría portar un arma, jamás la dejaría matar, jamás. Preferí ser yo quien cargara con todo antes que dejar a las sombras tocarla.
-Te convertiste en algo mucho peor que los soldados que fueron por ustedes aquél día-susurró Dorian, asintiendo, entendiendo.
-Soy humana-afirmé-. ¿Hay algo peor, en los días que corren, que ser humano? ¿Hay algo más aberrante? Porque entre aberración y "humanidad" no encuentro la diferencia.
Llegamos al vacío aeropuerto, Dorian me ayudó a poner a Luna en la silla de ruedas, Drako se reunió con nosotros en la pista de aterrizaje donde nos esperaba un jet privado.
-¿Estás segura de que podemos fiarnos de él?
-No fue a mí a quien le arrebataron a Luna-dejó caer Dorian, subiendo las escaleras hacia el interior del avión.
-No es mi familia quien asesina gente por placer-replicó Drako, quien llevaba a Luna en los brazos.
-Conseguirán que, por primera vez, un viaje en jet de Nueva York a Portland sea largo-comenté.
Drako se sentó conmigo y Luna, Dorian se quedó a una distancia prudente después de hablar con el chófer de la limusina quien haría las veces de piloto y el otro escolta de copiloto.
-Dorian Carlysle bajo los efectos del MK Ultra, no sé por qué no me convence su despertar-dijo Drako cuando terminé de contarle cómo y cuando rompió el control.
-Seamos cautelosos entonces-susurré-. ¿Enrique y Maura están bien?
-Sí, por suerte Declan estaba con nosotros, pero eran muchos y cuando vinimos a darnos cuenta se habían llevado a Luna justo en el mismo instante en que cerraron los caminos para orbitar. No pudimos hacer nada, Dec estaba desesperado porque te había fallado y yo....-Sus ojos se situaron en Luna, la dulzura y el cariño mezclados con un poco de culpa poseyeron aquellos ojos.
-Drako, ¿te gusta mi hermana?-pregunté con descaro, el Blood Drynka evadió mi mirada-. En el pasado tuviste un rollo con Sahar, e incluso llegaste a besarme, si esto es una especie de juego para ti....
-En primera, lo de Sahar era necesario, segundo, tú me besaste y desde entonces decidimos actuar como que no nos conocíamos, y tercero, Luna me importa más de lo que crees. No entenderías.
-Si es algo místico prefiero que no me lo digas, por algo preferí desligarme de vuestro mundo hace años.
-¿Cómo te ha ido con eso?-preguntó el muy sarcástico-. Antes no quisiste involucrarte porque tenías tu vendetta y rehusaste a aceptar la ayuda de tu padre, pero no tienes alternativa, Amanda. Ya no, estamos en el mismo terreno, y con las mismas posibilidades de vencer o morir en el intento.
Londres, Reino Unido
Sahar
Habían pasado dos horas desde que hablé con mi hermano, lo último que supe, por parte de Erza quien había salido tras eso, era que nuestros Assassins ya estaban desplegados por toda Europa. La Dekstra había regresado hacía unos minutos; yo me encontraba observando por la ventana las protestas, habían volcado a todos sus efectivos policiales a las calles. Aún no se había tornado del todo violenta, pero se palpaba la tensión y sólo haría falta una acción por parte de un grupo y otro para estallar.
-No hay acceso a internet, cortaron las líneas y ya no se pueden hacer llamadas, ¡joder!-se quejó Erza. La miré de soslayo y decidí acercarme al escritorio-. Seremos ignorantes de lo que ocurra en otras ciudades, Euzma.
-En el pasado no habían teléfonos ni internet, Erza. Se sabía que retrocederíamos un poco, tomaremos Europa a la vieja usanza.
Logré que se le dibujara una sonrisa en los labios al tiempo que llamaban a la puerta.
-Ya está aquí-dijo, levantándose.
-¿Quién?-La vi dirigirse hacia la puerta.
-Alguien que me encontré en mi reciente salida-respondió y, sonriendo, abrió para darle paso a una joven mujer de ojos verdes que al verme soltó aire que tal vez había retenido del nerviosismo.
Llevaba las manos en los bolsillos, bajo la luz la piel pálida de sus mejillas se sonrojó un poco.
-Nina-susurré.
-Vaya modo de reencontrarnos, madre.
Me sobrecogía que me llamara así, y Nina era consciente de ello. Erza se encogió de hombros cuando la miré, debió avisarme con antelación que Nina Alyosha andaba cerca.
-No vuelvas a llamarm....
-Lo sé, pero no me obligues a disculparme y déjame abrazarte.-Dio un paso al frente y yo dos atrás-. ¡Por Dios, Sahar! Somos familia.
-En otra vida, no en esta-repliqué.
-Sigo llevando tu sangre, tus gestos, tu mirada, tu....
-¡A callar!-Me senté y crucé las piernas-. ¿Qué haces en Inglaterra?
-Hay Blood Drynka revoltosos que se están aprovechando de la situación, estoy recorriendo algunas ciudades con la intención de restablecer el orden entre nuestra gente.-Nina se agachó frente a mí, tomó mis manos entre las suyas pese a que intenté que no me tocara-. Erza me explicó lo que intentas hacer, si podemos servirte de ayuda tú sólo ordena y haré los preparativos para acompañarte en esta batalla.
Reconocía la determinación en sus verdes ojos, la seguridad en su voz, y sentí el mismo orgullo que me invadió cuando la oí hablar hace años cuando la conocí, antes de saber que nuestras vidas estaban unidas de una manera muy especial y a la que aún no me acostumbraba.
-Recuperemos Europa-dije.
Nina asintió y sonrió.
Nos dirigimos a la puerta, fue Erza quien abrió y casi nos damos de frente con Ivel y la pelirroja que siempre le acompañaba.
-¿A qué has venido?-solté, girándome al verla pasar por mi lado.
-No me hables así, Sahar, agradece que soy yo y no tu hermano quien casi se pone en riesgo de no ser porque Dante lo pilló queriendo escapar del escondite-dijo la morena, con aparente serenidad-. Todos están a salvo-añadió-, para que Vadhir estuviera tranquilo le prometí que Dante y yo prestaríamos nuestra ayuda. Estamos para eso después de todo, mi familia ya se está jugando el pellejo en los Cielos por qué no hacerlo yo en la tierra.-Su aversión a la idea fue muy marcada-. Los Hassassins están desplegados por toda la ciudad, y antes de que se cortaran las líneas telefónicas Khal logró dar las respectivas órdenes a los que se encuentran en países cercanos, la voz debió pasarse: defender a los humanos a toda costa, dar vuestro apoyo en contra de la monarquía y demás Gobiernos terrenales-informó-. Hay helicópteros allí afuera, y no tardarán en abrir fuego contra la multitud, ya lo han hecho en otras ciudades.
-Ella tiene razón, en Moscú, y en Viena lo hicieron-intervino Nina.
Ivel miró a Nina con interés y luego a mí, parecía estudiarnos pero no hizo ningún comentario.
-Euzma, hay un enfrentamiento allí afuera-comunicó Erza, se había acercado a la ventana.
Apenas notó que me dirigía a la puerta se unió a mí y a Nina quien me siguió sin dudarlo. Ivel y la pelirroja tardaron un poco más pero nos alcanzaron en la planta baja. Afuera todo se había vuelto violento, policías y civiles se habían ido a los golpes, incluso se oyeron disparos.
Extendí mi mano hacia Erza, llevaba mi espada en sus manos y me la entregó, Nina buscó mi mirada, en silencio pidió permiso para intervenir.
Era hora de hacer lo necesario.
Continuará...
Amanda
Antes de la entrevista
Miré con firmeza a Matthew, y luego a mi hermana en la silla de ruedas. ¿Cómo logró quitársela a Drako? ¿Les haría daño a Maura y a Enrique?
-Déjame unos minutos a solas con ella-dije, Matty comenzó a reír-. Hablaremos después de que termine, tienes este lugar asegurado, ¿adónde podría irme con mi hermana?
-De acuerdo, pero Dorian se quedará con ustedes.-Procuré disimular el alivio que esa orden me provocaba-. Helena, cariño, arregla todo para que la entrevista que teníamos planeada se lleve a cabo ahora.
Helena salió marcando un número en su teléfono móvil, y Matty se dirigió a su estudio tras decirme que me esperaba allí.
Me acerqué a Luna y me agaché ante ella. Dorian le ordenó, al hombre que estaba de pie detrás de la silla de ruedas, que se marchara pues su presencia no era necesaria.
La mirada de Luna, perdida, sin brillo. Acaricié su rostro con mano temblorosa.
-Luna, soy yo, Ame. Tu hermana, cariño.-Sus ojos miraron en los míos, una lágrima corrió por su mejilla, la limpié el dedo pulgar, dibujando una sonrisa en el acto, me había entendido.
-Amanda, lo siento-le escuché decir a Dorian. Él contribuyó al estado actual de Luna-. Sé que no arregla las cosas, sé que no arregla esto-señaló a mi hermana, vi que la frustración y la culpa lo carcomían.
-Debes calmarte, Dorian-susurré-. No eras tú, intenta entender eso. Ahora que si quieres redimir lo que te obligaron a hacer tienes que....-me interrumpí al escuchar el sonido de mi teléfono móvil, fui a mi habitación y lo cogí de la cama-. ¿Drako?
>>-Estuvieron aquí, se la han llevado-informó.
-Lo sé-dije, bajando las escaleras-. Estoy con ella, la han traído a Nueva York. ¿Cómo es posible que te la arrebataran? Creí que eras un guerrero entrenado por mi padre.
>>-Di pelea, pero no dejo de ser un Blood Drynka y los que vinieron a buscarla eran demonios que me superaban, con suerte logré proteger a tu hermano y tu cuñada a quienes ya he puesto a salvo. Me reuniré contigo ahora mismo y llevaré a Luna a otro lugar lejos de todo, la protegeré con mi vida, Amanda.
Drako sonaba bastante decidido, daba la impresión de tener sentimientos por Luna. Miré a mi hermana y luego a Dorian.
-Ningún lugar es seguro ahora, Drako, el mundo está convulsionado.-Yo le había dado la vuelta a todo con mis palabras, no me arrepentía de haber hecho esa vídeo confesión-. Pero de venir, ven. Si vemos una oportunidad de salvar a Luna de todo lo que está pasando lo haremos, es la única persona que me importa proteger.-Colgué la llamada, Dorian asintió mostrando su aprobación a mis palabras-. Quédate con ella, ya regreso-le pedí.
Me acerqué a Luna y le di un beso en la frente. ¿Qué más podía hacer por ella? pensé mientras me dirigía al estudio para ver a Matty. He pasado toda mi vida cuidando sus pasos, cuidando que nadie la dañara y sin embargo terminó....
¡Mierda! ¡Es qué he hecho todo mal!
-Tienes que arreglar lo que has provocado, Amanda-dijo Matthew en cuanto entré. Cerré de un portazo-. Calma tu mal genio, querida.
-¿Lo que yo he provocado? Sólo disipé una duda que millones de personas tenían, claro que la gran mayoría sigue creyendo que las verdades que dije son delirios de una loca conspiranoica, todo por vuestro adoctrinamiento; debo darles crédito.
Lo tuve frente a mí en un parpadeo, me cogió del cuello.
-Esta guerra no tenía que dispararse ahora, no necesitamos un caos ahora, has echado nuestra agenda a la mierda y hemos tenido que recurrir a medidas desesperadas para meterle miedo a la gente y se distraiga un poco, así dejan de pensar en tus palabras. Hemos logrado que se mantenga la calma en varios estados de Norte América, pero Centro y Sur son un maldito campo de batalla; eso sin mencionar Europa.-Me soltó, cogió el escritorio y lo lanzó a un lado. Llevé mi mano derecha a mi cuello, respiré agitada porque estaba recuperando el aliento que había empezado a perder tras su agarre-. Pídele a tu padre que convenza a Mikhael de abandonar ésta guerra absurda, y entregue Assiah-repitió lo que dijo en la estancia cuando llegó.
-No sé dónde está mi padre, y es imposible que paren la guerra ahora, Mikhael está luchando en los Cielos y en cuanto termine de patearle el culo a tus compis vendrá a castigar a los humanos que traicionaron a sus hermanos por un poco de poder. ¿Dónde se esconde Luzbel ahora? No se esperaba este drástico cambio, ¿a que no?
Matty no estaba para nada en estado zen, lo divertido que resultaba ver al hombre así de nervioso y desesperado era algo para recordar.
-El cuerpo de tu abuelo está escondido en algún lugar-dijo, intentando recuperar la compostura-, mientras no sea encontrado debe mantenerse en otros cuerpos así mismo como debe protegerse después de todo lo que se ha armado.
-Cierto, necesita poseer a otros porque su cuerpo sigue encadenado en algún lugar. La prisión que conocemos como nuestro Cielo sería demasiado obvia para el Dragón, con tantas Guerras Ritual liberaron sólo una parte intangible de él que ni alma llega a ser.-Matty me miró con un evidente interés-. Removieron el cuerpo pero no tengo ni idea de dónde pueda estar encadenado ahora.
-Al menos te tenemos para que actúes de vasija de nuestra Diosa-dijo con voz serena.
-No he aceptad....
Me cogió del cuello de nuevo.
-Cuida lo que vas a decir, una orden mía y tu amada Luna se muere finalizando el importante sacrificio que interrumpieron.-Cuando me vi libre lo escupí en la cara, se limpió con una sonrisa en los labios-. Hablarás frente a las cámaras desmintiendo todo lo que has dicho antes.
-No funcionará, nadie hará caso ya a mis palabras. Pudieron calmar a sus borregos aquí en sus preciosos Estados Unidos, pero en el resto del mundo hay levantamientos, ¿no? Lo acabas de decir....
-¡Vas a parar esto ahora!-exclamó.
-Te dije que no voy a poder, no me harán caso. Es muy tarde, y en cualquier momento tendrán que lidiar con lo mismo aquí de nuevo, y esta vez no podrán pararlo-sonreí-. La historia que les contaron para meter miedo ha cambiado, no habrá rapto, no tendrán tiempo de fabricar otra mentira, podré actuar de vasija para quien desees pero será tarde, el apocalipsis es ahora, Matty, para cuando inicies un ritual de transferencia a mi cuerpo, todo habrá acabado.
Me abofeteó con tal fuerza que fui a parar contra una esquina, pero no me desmayé, no me dejé perder la conciencia porque mi hermana estaba allí afuera esperando por mí.
Ahora
Apenas finalizó la entrevista me acerqué a Luna, Matty había ordenado que la pusieran justo delante de mí mientras hablaba. Lloré porque verla de ese modo no podría provocar otra reacción en mí; al menos logré enviar un mensaje en medio de la maldita entrevista, sólo esperaba que Sahar, donde quiera que estuviera en ese momento, hubiese entendido.
Matty se paró detrás de la silla de ruedas, me obligué a levantar la vista sólo para encontrarlo con el ceño fruncido. Seguí al pendiente de mi hermana pese a que sabía que él no era estúpido y había captado mi código para alguien que no era mi padre; lo vi inclinarse y rodear el cuello de Luna con sus manos, me quedé quieta, un movimiento sospechoso y podía rompérselo.
-¿Qué fue todo eso, Princesa?-preguntó, pero más dirigiéndose a mi hermana que a mí-. Creo que la Big Sista no te quiere lo suficiente, ponerte en riesgo de ese modo no es de hermanas mayores, ¿o sí?-Me miró y sonrió, quitando, para mi alivio, las manos de donde se habían situado de forma peligrosa.
-Hiciste que cortaran la transmisión-dije. Deposité un beso en la frente de Luna al levantarme.
-No le hablabas a tu padre-replicó él sin levantar la voz.
-No, le hablaba a alguien que está en una posición más privilegiada, mi padre está ocupado con otros asuntos, a saber cuáles.
-Otro movimiento en falso y te....
-Deberías saber ya que yo no hago movimientos en falso-susurré, apretando los dientes.
Mi valentía variaba por instantes, podía enfrentarlo sí, pero también debía saber cuando bajar la cabeza para que Luna siguiera a salvo.
Su mano derecha se posó en el hombro derecho de mi hermana.
-Tu Luna es muy especial-sonrió-, su sangre me ha dado la inmortalidad. La herencia de la magia de la sangre sólo corre por las venas de algunos de los allegados a Caín, y sólo algunos humanos sobreviven a la transición a vampiro. Soy afortunado, en el pasado muchos murieron cuando experimentamos con vuestra sangre siendo ustedes unas niñas, imagino que hay un truco en todo esto y por tal motivo no funcionó antes, ¿madurez quizás? Al menos en ella, tú no lo heredaste, debes tener otra cosa.
-Soy común y corriente-le aseguré.
-No, te he estudiado y a veces haces cosas, o haces que otros hagan cosas por ti. Puedes convencer a la gente muy rápido.
-¿Y cómo es que no te he convencido de entregarme a mi hermana?-Yo sabía que había algo más en mí. Fui yo quien conseguí que Piotr Strauss se matara.
-Todo tiene su truco. Como los vampiros y su hipnotismo, el que aún no sé usar.
-Eres un neófito, es sorprendente que estés bajo control.
Matty rió entre dientes.
-Creo que tu hermana me servirá de bolsa de sangre para otros, ya sabes, convertir a....
Me acerqué a él cogiéndolo de las solapas de su saco.
-He hecho lo que me has pedido e incluso he aceptado ser la maldita vasija de tu Reina del Cielo, pero a cambio a mi hermana no la tocas de nuevo, ¿en eso estamos?
Matty rió.
-No entiendo tu obsesión por Luna, ese instinto de protección es tan enfermizo-dijo con tono de burla-. Estás enferma, Amanda, enferma.
Dorian me obligó a soltarlo y me cogió de la cintura en cuanto hice amago de saltarle encima a Matty quien sonreía orgulloso de sus palabras. Le grité que dejara a mi hermana en paz, podía meterse conmigo todo lo que quisiera pero con Luna nunca más.
-Cálmate-me susurró Dorian en cuanto Matty se fue a reunir con Helena y la conductora del teatrito que armaron para toda la nación-. Espera aquí, ya regreso.
Volví a ponerme de cuclillas delante de la silla de ruedas donde Luna se encontraba, pero sin dejar de mirar a la maldita familia Carlysle. Dorian le dijo algo a su padre, éste asintió y se marchó de la estancia donde se había llevado a cabo la entrevista, la presentadora se despidió de Dorian y su madre dejándolos a ambos en una pequeña conversación. Hubo un momento en el que Dorian me miró mientras Helena le decía algo.
Tal vez ella no lo veía, no se daba cuenta de que su hijo ya no estaba bajo ningún control mental en el que ella estuvo de acuerdo que lo sumieran. Una buena noticia para mí que Dorian hubiese roto dicho control, necesitaba un aliado dentro y él estaba dispuesto a hacer lo que sea por mí.
Regresó a mi lado, me puse a su altura sin soltar la mano de Luna, sentí cómo apretó un poco y sonreí mirándola.
-Al menos me reconoce-susurré.
-Tendrás tiempo suficiente con ella-dijo el muchacho.
-¿Qué quieres decir?-inquirí al no entender el contexto de sus palabras.
-Le sugerí a mi padre que era mejor llevar las cosas en paz contigo si te quería de su lado, que eras de importancia y muy peligrosa. Es mejor tenerte como aliada que como enemiga, así que jugué la carta de hacerle creer que fue su idea el dejarte todo el tiempo que quieras con Luna hasta el momento de tu Ascensión, nos marchamos a Portland ahora mismo.
-¿Nos?-repetí, dubitativa.
-Sí, Amanda-dijo, levantando un poco la voz. Helena, que hablaba por teléfono, desvió la mirada en nuestra dirección -. Joder, acepta de una vez por todas, es lo mejor para ti y tu única opción.
Teníamos que fingir que seguíamos llevándonos del asco para que no despertar sospechas.
Dorian haría de vigilante y le "informaría" a su padre todo lo que pasara durante los días que estuviésemos en Portland; marcharnos al otro lado del país no era tan mala idea, además estaríamos cerca de Maura, Enrique y Drako a quien llamé después de subir a la limusina que nos llevaría al aeropuerto. Él ya estaba de este lado así que nos esperaría en el aeropuerto.
Me había tomado por sorpresa que la ciudad estuviera desolada en plena tarde, llovía, y no se veía ni un alma por las calles. Los negocios estaban cerrados, miré por la ventanilla la anomalía que era Nueva York en ese momento. Sí habían soldados recorriendo las avenidas, y helicópteros sobrevolando en medio de un día gris.
-La lluvia de sangre de hace rato ha asustado a la gente-comentó Dorian-. Desde la Casa Blanca se ha dado la orden de permanecer en sus hogares hasta que se tenga una respuesta concreta de lo que ocurrió no termine en un peligro para la salud de los habitantes del país. No saben que fue algo que pasó en todo el mundo, los estadounidenses, quiero decir; lo mantendrán así, como también callarán las protestas que se están llevando a cabo en Europa.
-¿Silenciaron esas noticias en las cadenas de televisión?
-E internet, se cayeron las redes, así que retrocedimos unos cuantos años-bromeó Dorian.
Calmaron los levantamientos aquí, si se llegara a saber que Europa es un caos, que la gente se está yendo contra sus gobernantes por mentirosos y asesinos, Estados Unidos no vería la paz que está viendo ahorita. Pero bien sé que esta calma no iba a durar y que todo terminaba por saberse.
-¿Estás seguro de que tus padres ignoran tu despertar?-le pregunté a Dorian, estaba sentado frente a mí y mantuvo abajo la mámpara que podía separarnos del chófer y el escolta que nos acompañaba.
-Creo que puedo mantener mi actuación muy convincente, pude haber sido actor, ¿sabes?-sonrió. Miré preocupada a los dos hombres del asiento delantero-. Son discretos, Amy, tranquila.
-Perdóname si no puedo estarlo, pero trabajan para tu padre-repliqué.
-No dirán nada, no a todos les hacen lavado de cerebro. Yo mismo me encargué de elegirlos, tengo mis razones, confía en mí.
Desvié la mirada hacia Luna quien iba a mi lado, ¿cuánto tiempo pasaría para que se recuperara del todo?
-¿Por qué lo haces?-preguntó Dorian, imaginé que era el mismo cuestionamiento que me hizo antes su padre-. ¿Por qué arriesgarlo todo por ella? Pareces olvidarte de ti misma cuando se trata de Luna Giraldo, no temes morir si es por defenderla.
-No tengo miedo a morir, punto-le dije. Pasé mi brazo por los hombros de Luna, abrazándola a mí-. Vio los peores horrores siendo una niña-comencé-, nuestra madre y el hombre con el que ella se casó fueron asesinados frente a ambas, no pude impedir que Luna viera toda esa monstruosidad. Ultrajaron a nuestra madre antes de matarla, eran soldados alemanes a las órdenes de la élite que tu familia preside.-Vi cómo Dorian apretaba los puños, sonreí un poco-. Ese día odié todo y a todos, vi de lo que era capaz el ser humano, y odié llevar el mismo título: ser humano, humanidad. Me prometí que no dejaría que ella se convirtiera en un monstruo, velé por que eso que vio no la transformara, jamás la dejaría portar un arma, jamás la dejaría matar, jamás. Preferí ser yo quien cargara con todo antes que dejar a las sombras tocarla.
-Te convertiste en algo mucho peor que los soldados que fueron por ustedes aquél día-susurró Dorian, asintiendo, entendiendo.
-Soy humana-afirmé-. ¿Hay algo peor, en los días que corren, que ser humano? ¿Hay algo más aberrante? Porque entre aberración y "humanidad" no encuentro la diferencia.
Llegamos al vacío aeropuerto, Dorian me ayudó a poner a Luna en la silla de ruedas, Drako se reunió con nosotros en la pista de aterrizaje donde nos esperaba un jet privado.
-¿Estás segura de que podemos fiarnos de él?
-No fue a mí a quien le arrebataron a Luna-dejó caer Dorian, subiendo las escaleras hacia el interior del avión.
-No es mi familia quien asesina gente por placer-replicó Drako, quien llevaba a Luna en los brazos.
-Conseguirán que, por primera vez, un viaje en jet de Nueva York a Portland sea largo-comenté.
Drako se sentó conmigo y Luna, Dorian se quedó a una distancia prudente después de hablar con el chófer de la limusina quien haría las veces de piloto y el otro escolta de copiloto.
-Dorian Carlysle bajo los efectos del MK Ultra, no sé por qué no me convence su despertar-dijo Drako cuando terminé de contarle cómo y cuando rompió el control.
-Seamos cautelosos entonces-susurré-. ¿Enrique y Maura están bien?
-Sí, por suerte Declan estaba con nosotros, pero eran muchos y cuando vinimos a darnos cuenta se habían llevado a Luna justo en el mismo instante en que cerraron los caminos para orbitar. No pudimos hacer nada, Dec estaba desesperado porque te había fallado y yo....-Sus ojos se situaron en Luna, la dulzura y el cariño mezclados con un poco de culpa poseyeron aquellos ojos.
-Drako, ¿te gusta mi hermana?-pregunté con descaro, el Blood Drynka evadió mi mirada-. En el pasado tuviste un rollo con Sahar, e incluso llegaste a besarme, si esto es una especie de juego para ti....
-En primera, lo de Sahar era necesario, segundo, tú me besaste y desde entonces decidimos actuar como que no nos conocíamos, y tercero, Luna me importa más de lo que crees. No entenderías.
-Si es algo místico prefiero que no me lo digas, por algo preferí desligarme de vuestro mundo hace años.
-¿Cómo te ha ido con eso?-preguntó el muy sarcástico-. Antes no quisiste involucrarte porque tenías tu vendetta y rehusaste a aceptar la ayuda de tu padre, pero no tienes alternativa, Amanda. Ya no, estamos en el mismo terreno, y con las mismas posibilidades de vencer o morir en el intento.
*
Londres, Reino Unido
Sahar
Habían pasado dos horas desde que hablé con mi hermano, lo último que supe, por parte de Erza quien había salido tras eso, era que nuestros Assassins ya estaban desplegados por toda Europa. La Dekstra había regresado hacía unos minutos; yo me encontraba observando por la ventana las protestas, habían volcado a todos sus efectivos policiales a las calles. Aún no se había tornado del todo violenta, pero se palpaba la tensión y sólo haría falta una acción por parte de un grupo y otro para estallar.
-No hay acceso a internet, cortaron las líneas y ya no se pueden hacer llamadas, ¡joder!-se quejó Erza. La miré de soslayo y decidí acercarme al escritorio-. Seremos ignorantes de lo que ocurra en otras ciudades, Euzma.
-En el pasado no habían teléfonos ni internet, Erza. Se sabía que retrocederíamos un poco, tomaremos Europa a la vieja usanza.
Logré que se le dibujara una sonrisa en los labios al tiempo que llamaban a la puerta.
-Ya está aquí-dijo, levantándose.
-¿Quién?-La vi dirigirse hacia la puerta.
-Alguien que me encontré en mi reciente salida-respondió y, sonriendo, abrió para darle paso a una joven mujer de ojos verdes que al verme soltó aire que tal vez había retenido del nerviosismo.
Llevaba las manos en los bolsillos, bajo la luz la piel pálida de sus mejillas se sonrojó un poco.
-Nina-susurré.
-Vaya modo de reencontrarnos, madre.
Me sobrecogía que me llamara así, y Nina era consciente de ello. Erza se encogió de hombros cuando la miré, debió avisarme con antelación que Nina Alyosha andaba cerca.
-No vuelvas a llamarm....
-Lo sé, pero no me obligues a disculparme y déjame abrazarte.-Dio un paso al frente y yo dos atrás-. ¡Por Dios, Sahar! Somos familia.
-En otra vida, no en esta-repliqué.
-Sigo llevando tu sangre, tus gestos, tu mirada, tu....
-¡A callar!-Me senté y crucé las piernas-. ¿Qué haces en Inglaterra?
-Hay Blood Drynka revoltosos que se están aprovechando de la situación, estoy recorriendo algunas ciudades con la intención de restablecer el orden entre nuestra gente.-Nina se agachó frente a mí, tomó mis manos entre las suyas pese a que intenté que no me tocara-. Erza me explicó lo que intentas hacer, si podemos servirte de ayuda tú sólo ordena y haré los preparativos para acompañarte en esta batalla.
Reconocía la determinación en sus verdes ojos, la seguridad en su voz, y sentí el mismo orgullo que me invadió cuando la oí hablar hace años cuando la conocí, antes de saber que nuestras vidas estaban unidas de una manera muy especial y a la que aún no me acostumbraba.
-Recuperemos Europa-dije.
Nina asintió y sonrió.
Nos dirigimos a la puerta, fue Erza quien abrió y casi nos damos de frente con Ivel y la pelirroja que siempre le acompañaba.
-¿A qué has venido?-solté, girándome al verla pasar por mi lado.
-No me hables así, Sahar, agradece que soy yo y no tu hermano quien casi se pone en riesgo de no ser porque Dante lo pilló queriendo escapar del escondite-dijo la morena, con aparente serenidad-. Todos están a salvo-añadió-, para que Vadhir estuviera tranquilo le prometí que Dante y yo prestaríamos nuestra ayuda. Estamos para eso después de todo, mi familia ya se está jugando el pellejo en los Cielos por qué no hacerlo yo en la tierra.-Su aversión a la idea fue muy marcada-. Los Hassassins están desplegados por toda la ciudad, y antes de que se cortaran las líneas telefónicas Khal logró dar las respectivas órdenes a los que se encuentran en países cercanos, la voz debió pasarse: defender a los humanos a toda costa, dar vuestro apoyo en contra de la monarquía y demás Gobiernos terrenales-informó-. Hay helicópteros allí afuera, y no tardarán en abrir fuego contra la multitud, ya lo han hecho en otras ciudades.
-Ella tiene razón, en Moscú, y en Viena lo hicieron-intervino Nina.
Ivel miró a Nina con interés y luego a mí, parecía estudiarnos pero no hizo ningún comentario.
-Euzma, hay un enfrentamiento allí afuera-comunicó Erza, se había acercado a la ventana.
Apenas notó que me dirigía a la puerta se unió a mí y a Nina quien me siguió sin dudarlo. Ivel y la pelirroja tardaron un poco más pero nos alcanzaron en la planta baja. Afuera todo se había vuelto violento, policías y civiles se habían ido a los golpes, incluso se oyeron disparos.
Extendí mi mano hacia Erza, llevaba mi espada en sus manos y me la entregó, Nina buscó mi mirada, en silencio pidió permiso para intervenir.
Era hora de hacer lo necesario.
Continuará...
Extrañaba esta historia. Un gusto volver a leerla. Como sera un gusto leer la precuela.
ResponderEliminarNo se convencen de lo peligroso que es amenazar a Amanda, más con Luna.
Y Sahar es de temer y es toda una líder.
Que buena historia.
Un abrazo.
Primero decirte, que me alegra enormemente volver a sentirte por aquí, y leerte de nuevo, mi querida Ivel!!
ResponderEliminarY bueno… Me sumerjo en tu historia, y no puedo evitar pensar en una realidad paralela, que bien podría ser cierta, aun desde nuestro desconocimiento… Has dicho algo que me ha impactado, y que no le falta razón… “¿Hay algo peor, en los días que corren, que ser humano?”… “Aberración y humanidad, no encuentro diferencia”… Sin duda, una terrible y ardua faena poder ejercer de la tal llamada humanidad… Y como te digo, me encanta adentrarme en esa guerra por salvarla, que tan maravillosamente narras… Y qué decir de ese final!!!... (Le entregó su espada)… Me transmite tanto esa frase… “tú ya me entiendes”…
PD: Por cierto, ya tengo parte del tattoo que te comenté… (referente a la espada)… Y la semana que viene, acabo con la otra parte… En cuanto esté, me encantará enseñártelo!! ;-)
Muchos Bsoss y cariños, mi preciosa Ivel, y muy feliz finde!!! ♥
¡Qué bueno! Me gustaría decirte que me encanta las partes de diálogo intenso, creo que ahí se muestra la auténtica historia y los entresijos (sentimientos, emociones, intereses) de tus personajes.
ResponderEliminarBesos.
Otro salto temporal, hay que estar atento para no perderse en el espacio-tiempo, y no quedarse atrás tampoco que vas a prisa. Vuelvo a orbitar y regresaré para el siguiente capítulo :)
ResponderEliminarBesos dulces y dulce noche Señorita escritora.