En Tierra de Ciegos

      Nueva York, Estados Unidos

     Luna


    Miré alrededor en cuanto sentí que mis pies tocaron tierra firme, o en este caso un lustroso piso. 
    Una imponente oficina se abría ante mí. Mi boca quedó un poquito abierta de la impresión que me provocó estar en un lugar así; el espacio era pulcro con unos enormes ventanales dando una espléndida vista a la ciudad, fuera se alzaban edificios que sólo había visto en fotografías. 
   Drako chascó la lengua sacándome de mi asombro, y noté la razón de su malestar. Fuera de la oficina, en el pasillo, había gente que nos observaba a través de la pared de cristal que daba al resto del recinto. Vi a Drako presionar un botón en su escritorio, y la pared de cristal fue cambiada despacio por láminas de color blanco. Le brindaba un aspecto pacífico al lugar, se respiraba paz; las miradas curiosas de la gente de fuera desaparecieron tras esas paredes.

-¿Dónde estamos?-pregunté, para asegurarme que no estaba equivocada, aquello tenía que ser Nueva York.

-En la oficina de su padre, SaharGlobal....

-Nueva York-finalicé-. ¿Por qué no me llevaste a Seattle?

-Porque necesita un respiro, el daño que ha intentado inflingirse, lo que acaba de hacer, no creo que sea propio de usted. Yo veo a una mujer fuerte.

    Me dejé caer en el sofá negro que quedaba frente al escritorio y detrás de mí, anonadada por sus últimas palabras.
    Escuché la puerta abrirse, una esbelta morena entró y se detuvo en seco al verme. Segundos después, al terminar de procesar que sí estaba allí y no era producto de su imaginación, me saludó con una sonrisa, y la oí llamarme "Señorita Sahar". Debe estar acostumbrada a ver a mi hermana por aquí de vez en cuando. 

-CNN insiste en una exclusiva con usted, señor Višnjić-informó la mujer, extendiéndole una carpeta.

   Drako Višnjić, sí va con él. 
   
-No daré exclusivas a nadie-dijo, revisando la carpeta. Hubo un cambio drástico en su tono de voz, su personalidad se volvió más dominante, muy dueño de sí, y de todo a su alrededor, oscura y fría. Más de lo que me tiene acostumbrada-. La gente es libre de creer lo que quiera sobre SaharGlobal, ir a un canal de televisión sería entrar en dimes y diretes, nosotros somos gente profesional que se dedica a trabajar para mejorar ésta jodida sociedad. No caemos en juegos mediáticos, nos abstenemos de entrar en provocaciones absurdas.-Me miró y guiñó un ojo, mostrando una media sonrisa. Otra vez sonriendo, ha sido un día muy extraño sólo por eso. Volvió al papeleo, se dirigió al escritorio, firmó algo y luego se lo regresó a la mujer-. Mucho menos iría a un medio de comunicación cuyos dueños están detrás de ésta injuria en nuestra contra-agregó-. Ya es hora de almorzar, Olivia, ve.

-Qué pase una buena tarde, señor, y usted señorita.

-Buen provecho-dijimos Drako y yo al unísono, para sorpresa de ambos.

   La mujer salió, Drako se recargó en el escritorio.

-Has pasado toda la mañana conmigo, ¿cómo es que no se sorprendió de verte aquí? Entró como si....

-Estando con usted vengo aquí cada veinte minutos, estoy a cargo y debo estar al pendiente de todo. No puedo dejar abandonado mi trabajo-explicó. Se soltó el saco y se lo quitó doblándolo en su brazo y acudiendo a mi lado-. ¿Por qué disparó? Creí que lo correcto sería encontrar indicios y marcharnos sin necesidad de encontrarnos con Viktor, y su hijo.

    Sus ojos se encontraron con los míos y allí quedaron, así quedamos. Y por un instante vi en su mirada a Bastian, literalmente, en sus plateados ojos se reflejó el rostro de Sebas; miré hacia otro lado consciente de la locura que eso significaba.

-No lo entiendes, fui presa de la ira-susurré, mirando mis manos. El arma se me había caído cuando Drako me sacó de allí-. El mundo estará mejor sin ellos, pero no me hago ilusiones, no creo que haya logrado matar a alguno.

-Y me alegraré si no lo logró, señorita Giraldo-dijo. Tomé valor y volví a mirarlo, dubitativa-. Tiene un alma hermosa, entiendo que su hermana haya querido protegerla de toda esta oscuridad, y el hombre al que amó no habría aceptado que usted cayera tan bajo, no la habría dejado. No permita que la conviertan en lo que no es, no caiga en ese juego.

   Me cubrí la cara con las manos, era fácil decirlo cuando el odio no te carcome por dentro. Sentí sus manos removiendo las mías, y luego me cogió del mentón e hizo que le mirara.

-Sé lo que es perder a quien más amas-dijo, y volví a ver a Bastian en sus ojos. ¿Por qué?-Permítame ser su posibilidad de redención.

   Su tacto en mi mejilla, acariciándome, fue familiar yo no podía olvidarlo, no podía dejar de pensar en Bastian, y ahora lo sentía en  este hombre. Era una locura, y me puse de pie de un salto para romper la cercanía.
   Su móvil sonó, yo caminé hacia los ventanales. Me quedé allí parada observando la hermosa metrópolis, no presté atención a su conversación, fue un poco larga y su voz quedó en segundo plano; me sumergí en la vista que tenía de Nueva York. ¿Qué acababa de pasar? ¿Por qué vi a Bastian reflejado en sus ojos? ¿Por qué permití que se acercara tanto, y que me tocara? ¿Por qué su tacto resultó parecido al de él? 
   Es definitivo, Luna, te volviste loca.

-Era su hermana-dijo, me volví-. Le aseguré que usted estaba bien, que le diera un tiempo fuera de este círculo de conspiraciones, yo me aseguraré de mantenerla a salvo. 

-¿Y Amanda estuvo de acuerdo?-pregunté, sorprendida. ¿Adónde fue su sobre protección?-Es una especie de intervención, ¿no? 

-No, sólo quiere que bajes un poco el ritmo, Luna....

-¿Me perdí de algo? ¿En qué momento te di permiso de tutearme?

-Haga el favor de sentarse-dijo, y sonó a orden. Me quedé de pie-. Tengo que revisar algunos asuntos de la empresa, y lidiar con el circo mediático que armó Viktor Strauss. Quien por cierto, la libró por poco.-Chasqué la lengua, sabía que con eso no iba a matarlo ni a él ni a Piotr-. Dicen por aquí: hierba mala nunca muere, ¿o me equivoco?

-No te equivocas, Drako.-Fingí una sonrisa y fui a sentarme en el sofá.-¿Qué más te dijo Amanda? 

-Que Piotr Strauss se salvó también, lo heriste en el hombro, que no ha dicho nada de ti, y eso significa que será otra acusación para mi Señor. Y que se comportara, señorita Giraldo.

  Me acosté en el sofá, Drako tomó asiento en la silla tras el escritorio. Lo escuché hablar por teléfono, teclear, discutir. Lo observé desde donde estaba y había tal poderío en la forma en que se sentaba, en la forma en que se manejaba con sus socios, en la forma en que llevaba los negocios de Cassul.
   Había dicho que sabía lo que era perder a quien más se ama, ¿se refería a Sahar? Ella está con la agresiva de Faye ahora, pero no, seguro hablaba de alguien más.

-El canal E! dice que las Kardashian son la primera familia de América, ¿tú qué piensas, Drako?-pregunté por fastidiar.

-Qué deberían dejar de tomar sustancias psicotrópicas-respondió. No lo vi, pero oí su sonrisa-. Y que sepa, señorita Giraldo, que la televisión forma parte de esas sustancias.-Ésta vez sonreí yo.-¿Alguna otra duda?

-Sí, ¿nunca te has preguntado lo extraña que es la palabra psicoanalista?-Drako rió, proseguí-: Psico-ANAL-ista, debería ser para las putas culos locos ¿verdad?

    Drako soltó una carcajada, yo también reí con muchas ganas. La verdad es que hacía rato que no me reía así, y es posible que él tampoco porque su seriedad, ese ceño fruncido, su frialdad parecía de años.

-Vamos a almorzar, Luna-dijo, levantándose y quitándose la corbata negra. Se puso el saco, salí del sofá-. Te pones fastidiosa cuando tienes hambre.

    Caminé delante de él, abrí la puerta y salí.
    Los empleados me miraban sorprendidos, claro que creían que Drako pasó la mañana en su oficina, pero no que estuviera con alguien. Por eso su sorpresa cuando me vieron dentro nada más llegamos, y ahora.

-Fuera de éste edificio nadie sabe que Vládimir Bélikov tiene una hija de nombre Sahar, todos los empleados firmaron un contrato de confidencialidad e incluso los socios que vienen a reuniones, Sahar ha sido parte de algunas así que hemos tenido que decir quién era ella-explicó de camino al elevador-. Es para la protección de su hermana, cuando salía de aquí procurábamos cuidar su privacidad, nunca llegaron a tomarle una fotografía.

-Y ahora me sacas por la puerta de enfrente, ¿si sabes que hay periodistas y fotógrafos acampando afuera, no? Esperando una exclusiva con el hombre a cargo: Drako Višnjić.

-No pasará nada, yo la cuido.-El elevador llegó, las puertas se abrieron y entramos, él mantuvo su distancia en todo momento-. Además, es necesario que tengan alguna foto mía, no quiero ser un fantasma como lo ha sido su padre, Luna.

-¿Acaso no te agrada tu Señor?

-No es eso, es solo que como empresario me dejo ver un poco más en eventos, y negociaciones. Yo he vivido en este mundo de apariencias por mucho tiempo.

    Salimos cuando llegamos al vestíbulo, y nada más poner un pie afuera nos saltaron los periodistas. Él se quitó su saco y lo puso sobre mí, los guardias de seguridad se ocuparon de apartar a la gente, yo me dejaba guiar por Drako; abrió una puerta, me hizo subir y después subió él. 

    Desde fuera el SaharGlobal parecía un alto palacio, una fortaleza en la Gran Manzana. Mi padre biológico estuvo aquí todo este tiempo, y no se atrevió a buscarnos a Amanda o a mí; entiendo el resentimiento de mi hermana mayor hacia él.
   La limusina avanzó.

-¿Por qué Cassul querría esto?-pregunté de pronto. Solo la solté-. Vivir en el mundo terrenal, como humano, hacer lo que los humanos, tener un próspero negocio como éste.

-Porque no soportaba ver a los humanos ser esclavizados y maltratados por humanos-respondió. Me giré para mirarlo-. Hay gente inocente que nunca ha hecho nada malo, Luna, gente inocente que es tratada como nada por gente que tiene mucho. Existe mucha injusticia, Cassul vio el odio, el egoísmo, y se asqueó de todo esto; está decidido a cambiarlo. Perdió la fe en estos seres.

     Volví a mirar por la ventanilla.

-Faye dijo que Cassul era Dios y Lucifer-dije, recordando esa conversación.

-No exactamente, pero sí.-Fruncí el ceño, lo miré de nuevo-. Supongo que conoce la historia de Caín y Abel.-Asentí, él también-. Pues sobre su padre cae una maldición milenaria, fue marcado y su castigo ha sido vagar por el mundo, ver morir a sus seres amados, en algún momento Eloah, Dios, se apiadó de él y le dio potestad sobre este mundo. 

-¿O sea que la verdadera identidad de Cassul es Caín?

-Sí, y tiene el derecho, otorgado por Eloah, para juzgar a los seres de este mundo. Por eso es Dios y Lucifer, Caín es las dos caras, está en terreno neutral; la historia que se conoce no es la correcta, Eloah les pidió a los dos hermanos que sacrificaran aquello que más amaban en el mundo, ya sabes lo que dio Abel. ¿Y lo que dio Caín?

      Me eché hacia atrás, sorprendida por lo que me decía sobre mi padre biológico.

-Sacrificó a Abel, a su hermano. Aquello que más amaba-susurré.

-Sí, a pesar de eso fue juzgado y exiliado, todo por complacer a Eloah.

-Es una historia muy rara, Drako, como si detrás de ese exilio hubiese algo más.

     Drako sonrió.

-Es increíble como trabaja su mente, señorita Giraldo-comentó. Lo interrogué con la mirada-. Cassul piensa exactamente lo mismo, pero hace mucho que dejó de buscar la verdad y decidió dedicarse a los humanos, protegerlos de ellos mismos, así tenga que empezarlo todo de nuevo.

-¿No es un modo equivocado el que intenta?

-Guerras por territorios a través de los siglos, por la supremacía, robos de dueños de bancos al pueblo, mentiras de los políticos para ganar votos, desapariciones de inmigrantes, desapariciones en pro de la ciencia para mejorar la raza, para hacer soldados mejorados, guerras bacteriológicas, guerras comunicacionales, guerras, guerras... Y el favorito de muchos: atentados de falsa bandera.-Drako miraba al frente mientras hablaba-. Tu padre sólo juega en el mismo tablero que ellos, ¿acaso en este juego que es la vida, los humanos no hacen cosas malas que parecen buenas? En tierra de ciegos, el tuerto es el rey, y la gente tiene una venda en los ojos, apuesto lo que quieras a que la mayoría preferirá defender este sistema antes que atacarlo.

    Miré al frente, sé que lo dice por las últimas palabras que le lancé a Viktor antes de dispararle a él y a Piotr.

-Esto es un hervidero-susurró-. Eres testigo de lo que estamos viviendo, y una víctima, por lo que les hicieron a Amanda y a ti de pequeñas. Para ustedes fue cosa de un par de años, para ésta gente el juego psicológico es el pan de cada día y no lo notan, se burlan en sus caras y no lo notan. 

-Muchos lo notan pero no les creen, Drako-le corregí-. Se ríen, se burlan....

-Esa es la idea, mi niña.-La limusina se detuvo, el chófer bajó para abrir la puerta de mi lado. Drako salió y esperó por mí-. Mire bien, Luna, hasta los ángeles están atentos a la tensión que se respira en el mundo.

    Drako miró hacia el cielo, seguí su mirada y pude ver algo que jamás creí, en mi vida, vería. Habían unos seres alados que se desvanecieron segundos después.

-No puede ser....-musité.

-Falta poco.