Su cuerpo se retuerce, las manos apretadas en fuertes puños y no consigue gritar, pedir ayuda....
Logra verse a sí misma pasando por el martirio de las pesadillas...
Despierta, vamos despierta... Se dice a sí misma, parada al pie de la cama...
¡Te estás haciendo daño, despierta, despierta!... Se desespera... ¡Abre los ojos, maldición, o tus manos... lo que sea! ¡qué te estás haciendo daño!
Ve con desesperación cómo su cuerpo empieza a convulsionar...
¡No...no, despierta, es sólo un mal sueño, tienes que despertar!
¡Alguien! ¡Por favor ayúdenme! ¡Por favor que alguien me escuche!
¡Despierta...! ¡Tenemos que despertar!
Y el corazón se detiene por un minuto entero... Y la respiración cesa...
¡Despierta... Despierta!
Y el eco de su propia voz es lejana...
Entreabre los ojos, y está en la línea entre el sueño y la realidad...
Cuando logra darse cuenta de lo que pasa, abre las manos y nota las ligeras marcas de sus propias uñas en las palmas...
Gira en la cama, y empieza a respirar con dificultad...
Y el llanto acude empapando su rostro...
No otra vez...
No otra vez...
Hay malos sueños pero cuando despiertas te das cuenta de que la vida es bella.
ResponderEliminarUn placer volver a leerte, preciosa.
Un beso muy grande. TQ.
Las pesadillas que se queden en el dormir, no hay que llevarlas a la realidad.
ResponderEliminarBesos dulces y dulce finde Ivel.
Inquietante, Ivel. Se siente la angustia... traspasa.
ResponderEliminarMil besitos, bonita.