Principado de Asturias....
A medida que nos acercábamos a la sala de estar, intentaba entender por qué hacía esto. ¿Por qué salvar a una niña que me recuerda lo frágil que fui? ¿Por qué salvar a quien me recuerda que no pude hacer nada por mi madre ni por Gaspard? E incluso, en ese entonces, por mi hermana.
Porque eso era Vit para mí, un constante recordatorio de la débil Amelia Argent.
De improviso pensé en lo que hice días atrás, le disparé a la niña delante de Luna. Pensé en lo cercana que ésta y Vit se habían hecho, no podía quitarle eso a Luna, es como obligarla a separarnos de nuevo, como cuando no le di opción y dejé que se la llevaran lejos de mí, por su seguridad. Me aproveché de su pérdida de memoria para alejarla de la única familia que tenía; si no hubiese sufrido de amnesia por culpa de ese acci...por mi culpa, no lo habría aceptado y hubiese hecho lo posible por quedarse conmigo. Por que estuviésemos juntas sin importar los riesgos.
Vit es su oportunidad de verme crecer a su lado. Y mi oportunidad de redimirme con ella por tantos años distanciadas.
Tengo que sacarla de aquí.
-¡Amanda, bienvenida!-dijo Lucrecia en cuanto entré a la estancia.
La chimenea estaba encendida, y allí se encontraba él, de pie cerca de la misma. No le perturbó mi presencia.
Piotr.
-Lamento no haber avisado que vendría, ha sido una grosería y más aún a éstas horas.-dije, situando la mirada en el cuadro que colgaba de la pared encima de la chimenea. Lucrecia y sus padres como una hermosa familia feliz, Enrique brillaba por su ausencia. El pobre fue despreciado por su familia por renunciar a ser parte de su Sociedad.
-¿Cuál es el motivo de tu visita?-preguntó Lucrecia.
La miré a ella, se había sentado en el sofá.
Bien, intentaré con la honestidad.
-Llamé a Soren para preguntar por el estado de Sebastian, y me dijo que no lo había acompañado, y que en su lugar fue un hombre llamado Declan. Le pregunté cuál era la razón de su proceder-mentí, nunca le pregunté tal cosa. Miré a Piotr.-¿Dónde está Vit? Sé que la trajiste, Soren dijo que los escoltó aquí.
-Aún está convaleciente, Amy. No creí apropiado subirla a un avión en su estado actual, bastante ha sido ya su traslado desde Madrid por el funeral de mi hermano.-respondió, con aires de suficiencia.
-¿Por qué traerla aquí entonces? Su lugar es en casa de sus abuelos, no en la de una desconocida. Sin ánimos de ofender, Lucrecia.-Con todo el ánimo, maldita perra.
-No te preocupes.
-Lucrecia quería verla, y no pude negarme.
Claro que quería verla, hablamos del primer y único clon humano. Eso sin contar que soy yo; Vit es el clon de una de las hijas del Immortal... Lucrecia debe encontrarla fascinante.
-Niklaus no lo habría permitido, siempre mantuvo a Vit fuera de este mundo, si me entienden ¿verdad?-Piotr y Lucrecia se miraron, la última se mostró incómoda.-Por favor, ordena que la traigan, me la llevaré a casa donde debe estar. Y más en estos duros momentos.
-Por lo mismo creo que debería quedarse, así descansará de...
-Ordena-subí la voz sin proponermelo, al darme cuenta me tranquilicé y añadí:-que la traigan, por favor.
Lucrecia inclinó la cabeza en dirección al guardia que me escoltó hasta allí. Se había quedado parado a mi espalda.
En cuanto se marchó, Piotr caminó hacia mí.
-¿Quién te dio autoridad sobre Vit?-inquirió.-Yo soy su tío, soy su sangre y mientras no haya nadie más de la familia, cerca, la niña está a mi cargo.
Enarqué una ceja, Piotr siempre me pareció una serpiente,
se deslizaba, silencioso, y se enroscaba a tu alrededor. Si no te estabas atento caías en su hechizo, y haría de ti lo que él quisiera; lo descubrí cuando, ya casada con Sebastian, empecé a tratarlo con la intención de acostarme con él, y crear un cisma entre hermanos.
Como el señor quiere imponerse, sacaré mi as bajo la manga, y si aún así se rehúsa a darme a la niña. Lo mato.
-Olvidé que tú y tu familia ignoran un pequeñísimo detalle, cielo: Niklaus me nombró tutora legal de Vit un día después de enterarse que lo nombrarían CEO de LexCorp., creo que se olía que algo malo le pasaría y tomó previsiones.
Era una delicia ver la expresión perpleja en el hermoso rostro de mi excuñado. De soslayo miré a Lucrecia, se mantuvo serena, pero por dentro sé que debe estar mal diciéndome.
-Estás mintiendo....
-Sabía que dirías eso, mira...-Cogí mi móvil de mi bolso.-Aquí tengo el número de teléfono de su abogado, llámale y que él te confirme todo. Tiene los papeles firmados.-Piotr cogió mi móvil y registró el número de teléfono en el suyo.-Desde ahora quien toma decisiones sobre el futuro de Vit, soy yo. Y estoy segura de que Viktor estará de acuerdo conmigo.
-Tía Amanda.
Me giré al oír la vocecita de Vit. Nada más verla en la silla de ruedas me acerqué y me agaché ante ella; sus dulces ojos azules me miraron, y entonces arrancó a llorar.
La abracé.
-Vamos a casa, cariño.
El hombre me cedió la silla de ruedas, la conduje fuera de la estancia, mientras lo hacía escuché cuando Piotr le decía a Lucrecia que su padre volvería al país el día siguiente, y que "este inconveniente se arreglaría". No tiene la menor idea de con quién está jugando, tengo a Viktor en la palma de la mano, no se opondrá a que me haga cargo de la niña, pero intentará convencerme de que permita a Lucrecia verla. Sólo en eso quedará, en intentos, porque ésta es la última vez que esa mujer se acerca tanto a Vit.
Subí a la niña al coche, y metí la silla de ruedas en el porta equipajes.
La miré antes de encender el motor. Sentí algo de culpa por cómo se veía, estaba pálida, y respiraba con un poco de dificultad. Apenas se notaba.
-Vamos a casa, tía.-dijo la nena.
-¿No me odias por....
-Vamos a casa, tía.-repitió, interrumpiendo mi pregunta.
Puse en marcha el motor y salimos de los terrenos de Lucrecia. Vit estaba conmigo, ahora sólo faltaba encontrar a Luna; si Sahar se fue con Viktor, Luna debía estar con....
-¿Faye?-Frené al ver a la rubia parada en medio de la carretera. Me volví en el asiento para asegurarme de que Vit no se había lastimado, más.-¿Estás bien, cariño?
-Muy bien-dijo entre risas.
-Vale, espera aquí.-Bajé y fui al encuentro de la mujer quien se recargó en la parte delantera del coche.-¿Te explicas?-le pedí, fue cuando escuché a Luna gritar mi nombre.
-¡Amanda!
Me vi envuelta en los brazos de mi hermana, la estreché en los míos y me relajé. Estaba a salvo, gracias al Cielo.
-¿Qué hacen aquí?-les pregunté.
-Lucrecia estuvo en casa de Sahar, y amenazó con que tenía a la "pequeña Amelia" y a Amara consigo. Según ella, si tu padre no accede a reunirse con ella les hará lo inconcebible, habíamos venido a buscar a Vit.
-La niña está conmigo, ahora es Sahar quien me preocupa. ¿Cómo se les pudo ocurrir cambiar de lugar? No me explico cómo Declan pudo acceder a tal cosa.
-Hablemos en otro lugar, les recuerdo que no estamos muy lejos de la casa de Lucrecia, y Luna no puede ser vista por ninguno de ellos.
Faye tenía razón.
Luna vino conmigo y Vit en el coche, Faye nos siguió de cerca. Nos dirigimos a la casa de los Strauss, fue un viaje largo y silencioso; a Luna le pasaba algo, rara vez me quitaba los ojos de encima.
-¿Qué te pareció Sahar ahora que la conociste?-le pregunté, miré por el espejo retrovisor a Vit, se había quedado dormida.
-Te quiere mucho, Ame, se prestó para cambiar de lugares y ser ella quien se encontrara con Viktor en mi lugar.-respondió, también miró a Vit.-Y matarlo en el tuyo-susurró.
Apreté el volante, no podía estar más en desacuerdo con esa idea.
-¿Fue Declan quien planeó algo tan absurdo? Por eso te buscó, ¿no? Éste era el plan que tenían, maldita sea, no lo vi venir porque no creí que él y Sahar se conocieran. Ahora no sólo me debe una explicación por el vínculo entre él y papá, la cual espero que sea muy buena; sino que también les da a la única hija inmortal en bandeja de plata.-Golpeé el volante con la palma de la mano.-¿Crees que patearle las bolas será suficiente castigo?
-Queremos que estés bien, ya hiciste mucho, no te pierdas más.-Cogió mi mano y la entrelazó con la suya.-Creí que al verme con Faye, pensarías que yo era Sahar.
Sonreí.
-Estuve en el hospital al que llevaron a Sebastian, vi cuando Declan y ella salieron, me despedí de ella.-Y me dijo algo tan cierto en ese instante, pensé.-Les seguí el juego, pero todo el tiempo supe que no se trataba de ti. Pueden ser iguales físicamente pero yo sé quién es mi Qamar.
Le guiñé un ojo, al fin sonrió.
-Ha pasado una eternidad desde la última vez que te oí decirme así.
Estaba segura de que Luna no sabía lo que se decía en las noticias en ese momento sobre el avión que trasladaba a Sebastian. Y no se lo diría todavía; al llegar a la mansión entré con Vit primero, se la entregué a Enrique para que la llevara a una de las habitaciones, y de paso me aseguré de que sólo se encontraran él y Maura allí. Los trabajadores de la casa se habían marchado.
Hice que Luna y Faye entraran.
Maura se le lanzó encima, abrazándola con fuerza.
-¡Tía, qué me sacas el aire!-exclamó mi hermana.-Estoy bien, te dejé un mensaje de voz.
-Mi móvil no enciende, a bonita hora se vino a dañar.-se quejó Maura, sonó como niña pequeña.
Todos subimos a reunirnos con Vit, y allí hablamos sobre lo ocurrido en el funeral, las amenazas de Lucrecia.....
-Luna no puede quedarse aquí si Viktor vuelve mañana, al verla se dará cuenta que hay dos en lugar de una y eso no es bueno.-dijo Enrique.
-Él debe seguir creyendo que me tiene, y que está cerca de obtener lo que desea.
-No me gusta el rumbo que está tomando esto, no quiero a Sahar con él.-terció Faye.
-¡Al fin lo dices en voz alta! Estás preocupada, me alegra que al fin lo aceptes.-le soltó Luna en exclamaciones susurradas.
Faye hizo una mueca, y se dio media vuelta caminando hacia el balcón.
Después de un rato Enrique y Maura se acostaron uno a cada lado de Vit. Luna me invitó a seguirla, y nos sentamos en el sofá que estaba delante de la chimenea que se hallaba en la habitación; la abracé a mí.
-Algo te está molestando y estás debatiendo entre decirme o no.
-Es Él, Cassul.-Miré hacia el balcón, ella debió decirle algo.-Faye dijo que Él era....
-Y sí lo es cómo es que no sabía de tu existencia, y sí lo es por qué no nos buscó sí en algún momento supo de nuestro paradero....y sí lo es...-suspiré.-Todas esas preguntas me las hice a lo largo de toda mi vida, Luna, y en su momento él me respondió. Pero te daré un consejo: Deshechalas, no vale la pena pensar en nuestro padre, sea lo que sea. Al fin y al cabo nunca nos hizo falta, siempre nos tuvimos la una a la otra; eres mi familia, Sahar es mi familia, Él no. Te amo, pequeña mía...
Le di un beso en la cabeza, y la apreté más a mí.
Mi pequeña hermana.
-Amanda....
Podía sentir los pensamientos de ella, podía escucharla llamándome....
Cerrar los ojos y sentirla.
-¿Cómo te sientes?-pregunté, me costaba mantener la proyección astral.-¿Qué te ha hecho?
-Shhhhh, estoy bien, tenme un poco de fe.-me susurró al oído.-Veo que Luna y Amanda están bien, diles que tengo todo bajo control.
-¿Dónde te tiene?
-No sé exactamente qué lugar es este, parece una ciudad en medio del mar o algo así.
Su fantasmagórico cuerpo se situó detrás de mí, pude sentir sus labios en mi cuello.
-Sahar...-musité.
-Debo irme, él está aquí. Seguro viene a despedirse, escuché que se marchará mañana.-Volvió a besar mi cuello, y luego me rodeó para estar frente a mí.-Dile a mis hermanas que estoy bien, que puedo sentirlas aquí, muy fuerte.-Se llevó la mano al pecho.-Tú y yo volveremos a estar juntas pronto.-Besó mis labios, y se desvaneció en el acto.-Te amo...
Abrí los ojos de golpe, esa última frase quedó flotando en el aire, su voz aún resonaba.
Me sentí un poco mareada. Es difícil acostumbrarse a estas cosas; entré a la habitación y vi a Amanda abrazando a Luna, tarareaba alguna nana, mirando el fuego de la chimenea.
El mundo se había detenido, y por un instante el mar estaba en calma. Aunque se avistaban nubes de una fuerte tormenta a punto de descargar.
-Faye.....
Porque eso era Vit para mí, un constante recordatorio de la débil Amelia Argent.
De improviso pensé en lo que hice días atrás, le disparé a la niña delante de Luna. Pensé en lo cercana que ésta y Vit se habían hecho, no podía quitarle eso a Luna, es como obligarla a separarnos de nuevo, como cuando no le di opción y dejé que se la llevaran lejos de mí, por su seguridad. Me aproveché de su pérdida de memoria para alejarla de la única familia que tenía; si no hubiese sufrido de amnesia por culpa de ese acci...por mi culpa, no lo habría aceptado y hubiese hecho lo posible por quedarse conmigo. Por que estuviésemos juntas sin importar los riesgos.
Vit es su oportunidad de verme crecer a su lado. Y mi oportunidad de redimirme con ella por tantos años distanciadas.
Tengo que sacarla de aquí.
-¡Amanda, bienvenida!-dijo Lucrecia en cuanto entré a la estancia.
La chimenea estaba encendida, y allí se encontraba él, de pie cerca de la misma. No le perturbó mi presencia.
Piotr.
-Lamento no haber avisado que vendría, ha sido una grosería y más aún a éstas horas.-dije, situando la mirada en el cuadro que colgaba de la pared encima de la chimenea. Lucrecia y sus padres como una hermosa familia feliz, Enrique brillaba por su ausencia. El pobre fue despreciado por su familia por renunciar a ser parte de su Sociedad.
-¿Cuál es el motivo de tu visita?-preguntó Lucrecia.
La miré a ella, se había sentado en el sofá.
Bien, intentaré con la honestidad.
-Llamé a Soren para preguntar por el estado de Sebastian, y me dijo que no lo había acompañado, y que en su lugar fue un hombre llamado Declan. Le pregunté cuál era la razón de su proceder-mentí, nunca le pregunté tal cosa. Miré a Piotr.-¿Dónde está Vit? Sé que la trajiste, Soren dijo que los escoltó aquí.
-Aún está convaleciente, Amy. No creí apropiado subirla a un avión en su estado actual, bastante ha sido ya su traslado desde Madrid por el funeral de mi hermano.-respondió, con aires de suficiencia.
-¿Por qué traerla aquí entonces? Su lugar es en casa de sus abuelos, no en la de una desconocida. Sin ánimos de ofender, Lucrecia.-Con todo el ánimo, maldita perra.
-No te preocupes.
-Lucrecia quería verla, y no pude negarme.
Claro que quería verla, hablamos del primer y único clon humano. Eso sin contar que soy yo; Vit es el clon de una de las hijas del Immortal... Lucrecia debe encontrarla fascinante.
-Niklaus no lo habría permitido, siempre mantuvo a Vit fuera de este mundo, si me entienden ¿verdad?-Piotr y Lucrecia se miraron, la última se mostró incómoda.-Por favor, ordena que la traigan, me la llevaré a casa donde debe estar. Y más en estos duros momentos.
-Por lo mismo creo que debería quedarse, así descansará de...
-Ordena-subí la voz sin proponermelo, al darme cuenta me tranquilicé y añadí:-que la traigan, por favor.
Lucrecia inclinó la cabeza en dirección al guardia que me escoltó hasta allí. Se había quedado parado a mi espalda.
En cuanto se marchó, Piotr caminó hacia mí.
-¿Quién te dio autoridad sobre Vit?-inquirió.-Yo soy su tío, soy su sangre y mientras no haya nadie más de la familia, cerca, la niña está a mi cargo.
Enarqué una ceja, Piotr siempre me pareció una serpiente,
se deslizaba, silencioso, y se enroscaba a tu alrededor. Si no te estabas atento caías en su hechizo, y haría de ti lo que él quisiera; lo descubrí cuando, ya casada con Sebastian, empecé a tratarlo con la intención de acostarme con él, y crear un cisma entre hermanos.
Como el señor quiere imponerse, sacaré mi as bajo la manga, y si aún así se rehúsa a darme a la niña. Lo mato.
-Olvidé que tú y tu familia ignoran un pequeñísimo detalle, cielo: Niklaus me nombró tutora legal de Vit un día después de enterarse que lo nombrarían CEO de LexCorp., creo que se olía que algo malo le pasaría y tomó previsiones.
Era una delicia ver la expresión perpleja en el hermoso rostro de mi excuñado. De soslayo miré a Lucrecia, se mantuvo serena, pero por dentro sé que debe estar mal diciéndome.
-Estás mintiendo....
-Sabía que dirías eso, mira...-Cogí mi móvil de mi bolso.-Aquí tengo el número de teléfono de su abogado, llámale y que él te confirme todo. Tiene los papeles firmados.-Piotr cogió mi móvil y registró el número de teléfono en el suyo.-Desde ahora quien toma decisiones sobre el futuro de Vit, soy yo. Y estoy segura de que Viktor estará de acuerdo conmigo.
-Tía Amanda.
Me giré al oír la vocecita de Vit. Nada más verla en la silla de ruedas me acerqué y me agaché ante ella; sus dulces ojos azules me miraron, y entonces arrancó a llorar.
La abracé.
-Vamos a casa, cariño.
El hombre me cedió la silla de ruedas, la conduje fuera de la estancia, mientras lo hacía escuché cuando Piotr le decía a Lucrecia que su padre volvería al país el día siguiente, y que "este inconveniente se arreglaría". No tiene la menor idea de con quién está jugando, tengo a Viktor en la palma de la mano, no se opondrá a que me haga cargo de la niña, pero intentará convencerme de que permita a Lucrecia verla. Sólo en eso quedará, en intentos, porque ésta es la última vez que esa mujer se acerca tanto a Vit.
Subí a la niña al coche, y metí la silla de ruedas en el porta equipajes.
La miré antes de encender el motor. Sentí algo de culpa por cómo se veía, estaba pálida, y respiraba con un poco de dificultad. Apenas se notaba.
-Vamos a casa, tía.-dijo la nena.
-¿No me odias por....
-Vamos a casa, tía.-repitió, interrumpiendo mi pregunta.
Puse en marcha el motor y salimos de los terrenos de Lucrecia. Vit estaba conmigo, ahora sólo faltaba encontrar a Luna; si Sahar se fue con Viktor, Luna debía estar con....
-¿Faye?-Frené al ver a la rubia parada en medio de la carretera. Me volví en el asiento para asegurarme de que Vit no se había lastimado, más.-¿Estás bien, cariño?
-Muy bien-dijo entre risas.
-Vale, espera aquí.-Bajé y fui al encuentro de la mujer quien se recargó en la parte delantera del coche.-¿Te explicas?-le pedí, fue cuando escuché a Luna gritar mi nombre.
-¡Amanda!
Me vi envuelta en los brazos de mi hermana, la estreché en los míos y me relajé. Estaba a salvo, gracias al Cielo.
-¿Qué hacen aquí?-les pregunté.
-Lucrecia estuvo en casa de Sahar, y amenazó con que tenía a la "pequeña Amelia" y a Amara consigo. Según ella, si tu padre no accede a reunirse con ella les hará lo inconcebible, habíamos venido a buscar a Vit.
-La niña está conmigo, ahora es Sahar quien me preocupa. ¿Cómo se les pudo ocurrir cambiar de lugar? No me explico cómo Declan pudo acceder a tal cosa.
-Hablemos en otro lugar, les recuerdo que no estamos muy lejos de la casa de Lucrecia, y Luna no puede ser vista por ninguno de ellos.
Faye tenía razón.
Luna vino conmigo y Vit en el coche, Faye nos siguió de cerca. Nos dirigimos a la casa de los Strauss, fue un viaje largo y silencioso; a Luna le pasaba algo, rara vez me quitaba los ojos de encima.
-¿Qué te pareció Sahar ahora que la conociste?-le pregunté, miré por el espejo retrovisor a Vit, se había quedado dormida.
-Te quiere mucho, Ame, se prestó para cambiar de lugares y ser ella quien se encontrara con Viktor en mi lugar.-respondió, también miró a Vit.-Y matarlo en el tuyo-susurró.
Apreté el volante, no podía estar más en desacuerdo con esa idea.
-¿Fue Declan quien planeó algo tan absurdo? Por eso te buscó, ¿no? Éste era el plan que tenían, maldita sea, no lo vi venir porque no creí que él y Sahar se conocieran. Ahora no sólo me debe una explicación por el vínculo entre él y papá, la cual espero que sea muy buena; sino que también les da a la única hija inmortal en bandeja de plata.-Golpeé el volante con la palma de la mano.-¿Crees que patearle las bolas será suficiente castigo?
-Queremos que estés bien, ya hiciste mucho, no te pierdas más.-Cogió mi mano y la entrelazó con la suya.-Creí que al verme con Faye, pensarías que yo era Sahar.
Sonreí.
-Estuve en el hospital al que llevaron a Sebastian, vi cuando Declan y ella salieron, me despedí de ella.-Y me dijo algo tan cierto en ese instante, pensé.-Les seguí el juego, pero todo el tiempo supe que no se trataba de ti. Pueden ser iguales físicamente pero yo sé quién es mi Qamar.
Le guiñé un ojo, al fin sonrió.
-Ha pasado una eternidad desde la última vez que te oí decirme así.
Estaba segura de que Luna no sabía lo que se decía en las noticias en ese momento sobre el avión que trasladaba a Sebastian. Y no se lo diría todavía; al llegar a la mansión entré con Vit primero, se la entregué a Enrique para que la llevara a una de las habitaciones, y de paso me aseguré de que sólo se encontraran él y Maura allí. Los trabajadores de la casa se habían marchado.
Hice que Luna y Faye entraran.
Maura se le lanzó encima, abrazándola con fuerza.
-¡Tía, qué me sacas el aire!-exclamó mi hermana.-Estoy bien, te dejé un mensaje de voz.
-Mi móvil no enciende, a bonita hora se vino a dañar.-se quejó Maura, sonó como niña pequeña.
Todos subimos a reunirnos con Vit, y allí hablamos sobre lo ocurrido en el funeral, las amenazas de Lucrecia.....
-Luna no puede quedarse aquí si Viktor vuelve mañana, al verla se dará cuenta que hay dos en lugar de una y eso no es bueno.-dijo Enrique.
-Él debe seguir creyendo que me tiene, y que está cerca de obtener lo que desea.
-No me gusta el rumbo que está tomando esto, no quiero a Sahar con él.-terció Faye.
-¡Al fin lo dices en voz alta! Estás preocupada, me alegra que al fin lo aceptes.-le soltó Luna en exclamaciones susurradas.
Faye hizo una mueca, y se dio media vuelta caminando hacia el balcón.
Después de un rato Enrique y Maura se acostaron uno a cada lado de Vit. Luna me invitó a seguirla, y nos sentamos en el sofá que estaba delante de la chimenea que se hallaba en la habitación; la abracé a mí.
-Algo te está molestando y estás debatiendo entre decirme o no.
-Es Él, Cassul.-Miré hacia el balcón, ella debió decirle algo.-Faye dijo que Él era....
-Y sí lo es cómo es que no sabía de tu existencia, y sí lo es por qué no nos buscó sí en algún momento supo de nuestro paradero....y sí lo es...-suspiré.-Todas esas preguntas me las hice a lo largo de toda mi vida, Luna, y en su momento él me respondió. Pero te daré un consejo: Deshechalas, no vale la pena pensar en nuestro padre, sea lo que sea. Al fin y al cabo nunca nos hizo falta, siempre nos tuvimos la una a la otra; eres mi familia, Sahar es mi familia, Él no. Te amo, pequeña mía...
Le di un beso en la cabeza, y la apreté más a mí.
Mi pequeña hermana.
-Amanda....
*
Podía sentir los pensamientos de ella, podía escucharla llamándome....
Cerrar los ojos y sentirla.
-¿Cómo te sientes?-pregunté, me costaba mantener la proyección astral.-¿Qué te ha hecho?
-Shhhhh, estoy bien, tenme un poco de fe.-me susurró al oído.-Veo que Luna y Amanda están bien, diles que tengo todo bajo control.
-¿Dónde te tiene?
-No sé exactamente qué lugar es este, parece una ciudad en medio del mar o algo así.
Su fantasmagórico cuerpo se situó detrás de mí, pude sentir sus labios en mi cuello.
-Sahar...-musité.
-Debo irme, él está aquí. Seguro viene a despedirse, escuché que se marchará mañana.-Volvió a besar mi cuello, y luego me rodeó para estar frente a mí.-Dile a mis hermanas que estoy bien, que puedo sentirlas aquí, muy fuerte.-Se llevó la mano al pecho.-Tú y yo volveremos a estar juntas pronto.-Besó mis labios, y se desvaneció en el acto.-Te amo...
Abrí los ojos de golpe, esa última frase quedó flotando en el aire, su voz aún resonaba.
Me sentí un poco mareada. Es difícil acostumbrarse a estas cosas; entré a la habitación y vi a Amanda abrazando a Luna, tarareaba alguna nana, mirando el fuego de la chimenea.
El mundo se había detenido, y por un instante el mar estaba en calma. Aunque se avistaban nubes de una fuerte tormenta a punto de descargar.
-Faye.....
Cuando el mar está en calma pero se avecina tormenta... No sé... No entiendo de mares pero sí de tormentas...
ResponderEliminarUn beso enorme.
Se avecina algo muy malo... :O
EliminarBesos, Mi Azul... :****
Se reúne la familia cerca del final? Aunque esa escena misteriosa entre Sahar y Faye puede dar paso a más.
ResponderEliminarBesos dulces.
Hay algunos ciclos que deben cerrarse aún, pero sí, Faye y Sahar pueden desatar algo grande... Sobre todo Sahar, está por descubrir algo sobre sí misma...
EliminarEsta historia está dividida en varias partes, la primera terminó hace algún tiempo, ésta es la segunda etapa.... Es como tipo serie, por temporadas jajaja
Besos dulces, amigo querido...
Tienes un hermoso don para narrar historias Ivel. Hermoso es leerte. besito
ResponderEliminarTe vas a volver a reír y me llamarás sonrojona pero: Me son-ro-jo... jajaja ;)
EliminarGracias Demian....
Otro más para ti....
Cómo enganchas, Ivel!!! Fantástica cada escena y cada personaje.
ResponderEliminarMil besitos.
Aaaahhh!!! Gracias, bonica...!!!
EliminarEs una historia muy especial para mí, me place compartirla con ustedes, y saber que la disfrutan... :)
Besos!!!