Spin-off

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sábado, 5 de septiembre de 2015

La Vida (Sin ti)....





No es Vida....



   Abrí los ojos, cogí el móvil de la mesita de noche para ver la hora: 7:30am. Lo regresé a su sitio y me senté en la cama; escuché las gotas de agua que caían. Llovía a cántaros afuera, los truenos se oían tan cercanos como que hacía vibrar la habitación.
    Este clima es una delicia, pensé.
    Y allí estaba yo, escuchando tan bella sinfonía. Y recordando que el día antes lo había vuelto a ver después de dos años y medio sin saber de él.
    Como son las cosas: huí de él influenciada por su madre, y porque creí que merecía seguir adelante con sus planes. Y porque....temí que me hiciera lo mismo que mi ex prometido.
   Rompí mi compromiso, él terminó la relación con su pareja y tras eso vivimos momentos idílicos. Cuando creí que todo iría para mejor mis miedos me pudieron.... Huí de él para acabar encontrándolo en éste ahora: en el mismo país, a la misma hora y en el mismo lugar nuestras miradas tropezaron. Y bastó encontrarme en sus ojos para rememorar todas esas veces a su lado, entre sus brazos, saciándome de él. 
   Y él volcándose en cuerpo y alma, en mí....

   Sentado al borde de la cama, consumiéndome en
las ganas de llamar a su mejor amiga y pedirle su dirección. Preguntarle qué hacía aquí, cuánto tiempo lleva en el país, por cuánto tiempo se quedaría, pero sobre todo preguntarle dónde se estaba quedando porque la tentación de ir a por ella y aferrarme a sus caderas me estaba matando desde que vi en su mirada ayer.
   Desde que nos separamos no he podido encontrar paz, ella me lo daba todo. Y aunque sus razones no las entendí del todo, sabía que debía darle tiempo, que debía respetar el espacio que me pedía.
   Siempre estuve, en la distancia, siempre estuve.
   Y en mi alma y corazón sólo había espacio para ella.
   

  Me metí a la ducha tras recordar su piel aunada a la mía. Alianza eterna de vidas pasadas... Alianza eterna de un amor destinado a ser.
   Necesitaba que el agua fría bajara un poco la calentura que empezaba a correr por mi sangre. Y por mi cuerpo; no pude calmar la erección, sólo pensaba en ella. Me acaricié un poco, sacudí la cabeza para aclarar mis ideas; apoyé mis manos en el cristal de la ducha. 
   ¿Qué pasaría por su cabeza al verme? ¿Pensó en nosotros
   Cogí una toalla, y me preparé para marchar al trabajo. Me puse una corbata plateada que hacía tiempo no usaba, obsequio de ella; no recuerdo cuántas veces le até las muñecas con dicha prenda. Miré el anillo que usaba como dije de la cadena que no desamparaba, prueba innegable que fui el primer hombre en su cuerpo. 
  Fui su primero, y sé lo difícil que es de creer, pero era virgen. Llevaba en el pensamiento llegar pura al altar, y se culpó, diciendo que había sido un error de su parte, una idiotez. Y que por eso su prometido había decidido acostarse con otra. Pues ella no le dio lo que aquél maldito imbécil "necesitaba".
   ¿Lo que ella no entendía y yo comprendí a instantes de conocerla? Que era mucha mujer para ese don nadie. 
   Y conmigo aprendió la entrega, no hizo falta mucha lección pues cuando te sabes del otro todo resulta espontáneo e inmensamente intenso.
    La alumna se convirtió en maestra, me había superado. Y al mismo tiempo nos nivelamos. 
   Por ella.
   ¡Oh, joder! Por ella, ¿qué no haría?

   Mi secretaria me leyó la agenda que tenía para hoy mientras entraba a mi oficina. Al terminar salió, sólo para volver minutos después.

-Señor, hay una mujer afuera que desea verlo-informó.

    ¿Será posible?

-Que entre-dije, nervioso por primera vez en dos años y medio.

    Fue a por ella. Levanté la mirada del documento que había estado leyendo, y la encontré de pie ante mi escritorio. 
    Aquella mujer de pelo negro y ondulado, de oscura, triste y al mismo tiempo apasionada mirada me observaba, estudiando mi rostro. Tal vez procesando, al igual que yo, el (re)encuentro.
    Vestía una gabardina negra sobre un vestido corto un poco más arriba de las rodillas, del mismo color. Iba muy elegante, y el maquillaje apenas se notaba en aquél hermoso rostro que no tenía necesidad de ello.
   Su roja boca...mmmm... Esos finos labios de rojo carmín que provocan. Y encienden con facilidad.
   Me puse de pie.

-¿Qué haces aquí?-inquirí, y al momento noté que había metido la pata. Bien hecho, Benja.

-Yo....-susurró.-Realmente no sé, debería marcharme.

    Giró y la detuve justo antes de que diera un paso hacia la puerta.

-Ésta vez no, Lena. Ésta vez no te dejaré marchar.

   Cuando creí que había ido vacunada contra el efecto que provoca en mí, me vi acorralada en su oficina. Su mano sujetando mi muñeca, y sus ojos invocando a la lujuria; al entrar me desnudó con la mirada, quitó prenda por prenda como hacía en nuestros mejores momentos. Y el tacto de su mano en mi delgada muñeca era fuego.
   Yo era más baja, la fragilidad de pie ante un imponente cuerpo.
    Sus palabras se deslizaron por mi piel: "Ésta vez no te dejaré marchar".

-¿Cuando llegaste?-preguntó sin soltarme.

-Hoy hace dos semanas-respondí, sosteniéndole la mirada.-No sabía que vivías y trabajabas aquí, Karen no lo mencionó hasta hoy que le pregunté. Ahora sé por qué se ponía nerviosa cada vez que le decía que vendría.

-Seguro que cuando le pregunte por qué no me dijo que vendrías dirá que se le olvidó mencionarlo.

-Pues me avisas si lo hace, de ese modo le sugeriré que vaya al médico porque la pérdida de memoria no es buena señal-bromeé, haciendo referencia a su respuesta de ésta mañana. Dijo que se le había olvidado avisarme que él estaba aquí.-Siempre he creído que te ves bien de traje, con o sin corbata.-Estudié la corbata, y la reconocí.-Oh...-musité. Yo se la obsequié.

    Una sonrisa se deslizó por sus labios.

-¿No estás muy elegante?-dijo.

-Trabajo con Karen en su boutique, y no es para sorprenderse mi forma de vestir-sonreí, nerviosa.

-Te ves muy guapa, Lena-comentó, liberándome de su agarre.-¿Quieres algo de tomar?-preguntó, haciendo un ademán con la mano invitándome a tomar asiento en el sofá de blanco que estaba pegado a la pared.

-No, así estoy bien.-Me senté, y él fue a la puerta. Salió y volvió al minuto.-¿Todo bien?

-Le decía a Olivia que no me pasara llamadas, surgió algo importante-dijo, guiñándome un ojo. Se sentó a mi vera tras quitarse el saco, y por su mirada supe lo que preguntaría.-¿Qué nos pasó? No entiendo en qué pensabas cuando decidiste terminarlo.

    No quería decirle que su madre tuvo mucho qué ver en mi decisión. Pero ya había pasado mucho tiempo, y el encontrarnos ahora tiene su razón de ser.

-La noche en que terminamos, poco antes de que llegaras a mi apartamento, tu madre me hizo una visita y me enseñó los papeles de tu admisión a esa universidad en Madrid-confesé, mirándolo a los ojos.-Tu madre quería que hicieras esa maestría, y yo sabía que querías hacerla. Yo sólo sería una distracción, tu madre dijo que habías decidido no ir porque ya no te importaba; sin embargo te conocía, yo te conocía y serías infeliz si no ibas a por tu sueño.

    Benjamín se puso de pie, no enfadado, no. Procesaba la información.

-Debiste dejarme decidir, debiste decírmelo en ese momento.-Me levanté, y él se acercó a mí.-Te habría elegido a ti mil veces, y las que hicieran falta. Siempre te elegiría a ti, y al hacerlo sé que en mi vida no habría cabida para la infelicidad; porque le diste sentido en ese entonces, y ahora que has vuelto a aparecer le has devuelto el sentido.

    Sus dedos acariciaron mi mejilla con una preciosa delicadeza que me erizó la piel. Lo tenía todo en ese instante....

    Sabía que detrás de esa ruptura había una razón ajena a ella. Pero también había otra que ella omitió. Temía que yo le hiciera lo mismo que su ex pareja, temía que le fuera infiel, temía que la decepcionara.
   Acaricié su mejilla con apenas el roce de mis dedos, hasta llegar a la comisura de sus labios. Mi pulgar rozó su labio inferior desde el apenas perceptible lunar que me enloquecía, hasta el centro. Apoyé mi frente en la suya, nuestras respiraciones se volvían cada vez más irregulares; tanta cercanía no era saludable para el corazón, o era muy saludable, ya ni sé porque el instante me sabía a gloria.
   Un mínimo roce no le haría daño a nadie....
 Tomé su mentón, nuestros labios se (re)encontraron después de lo que parecieron siglos de separación. 
   Sentir ese contacto de su boca, cuna de un sabor a "te amo".....

.....de su experimentada lengua, invasora consentida que me hacía tocar el cielo tras cada encuentro con la mía. 

    Y la llevé hasta el sofá, preso de un beso que añoraba desde hace mucho. Preso de su saliva, menta fresca que me encantaba, del sabor en sus labios, de los mil hechizos que tenía en la mirada cada vez que paraba para encontrar en ellos esa mitad de alma que se me había perdido. Mi morena tenía mil hechizos en la mirada, y otros tantos escritos en su piel... Y yo los iba descubriendo cada uno.
    Paseé mis manos por sus piernas, haciéndome custodio de su boca. Nuestras lenguas danzaban, al tiempo que corroboraba algo allí en su parte baja; me aparté un poco de ella al encontrar el camino libre de tela. Su sonrisa lasciva me pudo.
   Lena no llevaba ropa interior.

-Tus intenciones al venir a verme no eran tan puras-susurré. Paseé mi dedo medio por su sexo, despacio, y cada vez entrando un poco más. Bañándolo en su humedad, en esa esencia que escurría de su coño.

    Gimió, moviéndose contra mi dedo, sintiéndolo, disfrutando de la caricia. Y de la posterior penetración.

-¿Alguna vez tuve intenciones puras contigoMe di la oportunidad de ser....-suspiró-...tan perversa como te gustaba que fuera, aún cuando no sabía cómo terminaría éste día-dijo.

-Eres mi debilidad, como sé que soy la tuya.....-Me interrumpí cuando oí el teléfono; empecé a mover el dedo en su interior más rápido, más rápido, consiguiendo que se retorciera cual serpiente, reptando bajo mi cuerpo.

   Saqué mi dedo poco antes de que se corriera, y me levanté. La oí maldecir, y reí feliz por lo que acababa de ocurrir; yo sí sabía cómo terminaría este día, y los siguientes.
    Era mi secretaria al teléfono, recordándome que tenía una junta. Vi a mi niña levantarse del sofá, toda acalorada, y con una sonrisa en los labios, seguro pensando en alguna maldad con la cual vengarse por lo que acabo de hacerle.

-....encárgate de tomar nota durante la reunión, estoy ocupado.-Colgué, y presioné mi polla por encima del pantalón. La tenía muy dura, producto de pensarla toda la noche, y la mañana. Hasta que apareció.-No estás casada-comenté, al no ver anillo en su dedo.

-No, hace mucho que no tengo una relación, me he ocupado en otras cosas-respondió. Al tenerla cerca la apreté a mí.-¿Es la cadena que te di?-preguntó.-Mi anillo, aún lo conservas.

    Lo observó, y sonrió.

-No te odié cuando cortamos, y conservarlo me hacía recordar que fui el primer hombre al que en verdad amaste tanto como para entregar aquello que tanto cuidaste; en el modo más simbólico seguías siendo mía allá donde fueras. Yo te amaba, y sabía, estaba seguro, que pese a todo tú también seguías amándome. No encontré paz con nadie más.

    Yo tampoco supe de paz con nadie más. Mantenía la esperanza de volver a su lado....
     
    Me cargó y automáticamente rodeé sus caderas con mis piernas; sentí la dureza de su polla haciendo estragos en mi piel. Aún no la sacaba, pero estaba a punto; me sentó en el escritorio mientras nos comíamos la boca, saboreando sus gemidos provocados por mis caricias sobre su sexo aún dentro de sus pantalones.
    Se desató la corbata, e intuí lo que haría a continuación. Me cogió de las manos e hizo que las pusiera hacia atrás, me ató las muñecas con la corbata. No hubo queja de mi parte, besé su cuello, y él mordió el mío arrancándome un grito; si se escuchó afuera o no me tenía sin cuidado.
   Desabrochó su cinturón, y siguió con su pantalón. Por el borde del slip negro que cargaba, se asomaba la punta de su sexo; mordí mi labio inferior al ver como se lo frotaba, como lo sacaba de su encierro. Me acercó más al borde del escritorio.... y en un beso.... y de una estocada.... me devolvió a la vida....

  Ya no era el zombie que me volví tras la separación. Su regreso a mi mundo significaba un nuevo comienzo para ella, para mí....
    Cada embestida era una re afirmación tras otra de que esto no acababa aquí entre las cuatro paredes de mi oficina. Recién empezaba(mos)....
   Mordí sus labios en medio del beso, y sentí la humedad de su coño en mi verga. Acaricié sus pezones por encima de la tela que los separaba del tacto de mis manos. Detuve las estocadas, y bajé una de mis manos a su sexo, rocé el clítoris y sonreí cuando me pidió que continuara dándole; desaté la corbata porque quería sentir sus manos en mi pecho, a mi espalda, sus uñas arañando, clavándose en mí en respuesta al placer que le estaba proporcionando.....

     Me enloqueces al punto de sentirme tu puta....

     Quiero que lo seas, quiero que te sientas mía.... Que me sientas como antes.... Que soy tu principio y tu fin....

    Vuélvete mi aliento.... 
    Bebe(me)... Soy elixir de lo eterno... 

    Empujé tanto como me lo indicaba, pidiendo entre gemidos que la hiciera mía.... Me ponía sentirla así, entregada (a mí)....
    Cubrí su boca mientras apuraba las embestidas tal y como le gustaba... Alguna vez me dijo: Te amo así... En lo tierno y en lo violento.... Te amo en lo pausado y lo agresivo.... Te amo...
    Recordar su voz diciendo aquello me pudo, y me vacié en ella al tiempo que sentía las contracciones de un bendecido orgasmo que anhelaba volver a regalarle....
    Y rió.... Y reí... Apretado a ella...

-No te vayas de mí-susurré.

-Hoy ya no, amor....-respondió, sonriendo contra mis labios.

-Hoy es: Ya nunca. Que la vida sin ti, no es vida....





    

14 comentarios:

  1. eres todo amor un beso andrea

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  2. "Te amo así... En lo tierno y en lo violento.... " Ese es el perfecto corolario para este relato.

    Besos dulces Ivel.

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    1. Una frase que engloba todo ese querer que se tienen....
      Sí, definitivamente el perfecto corolario... ;)

      Vengo de tu blog... Te dejo más besos, amigo mío...

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  3. Hola preciosa romanticas e intensas tus letras
    me quedo con Te amo así, en lo tierno y en lo violento
    una frase donde se centra todo

    Besos dulces y feliz Domingo

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    1. Hola mi linda Slave, me place siempre contar con tu presencia...
      Que bien que te gustara, es un premio... :)

      Besos, corazón... Precioso domingo...

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  4. "Me enloqueces al punto de sentirme tu puta" esa es la frase que en ella está todo dicho porque en ella esta el amor enloquecido, la pasión mas estremecida, dos amantes que se aman en su plenitud carnalmente, y desde el corazón.

    Me encanta leerte mi preciosa Ivel, no dejes nunca de seguir palpitando con tus letras porque así a me haces latir.

    Un beso muy grande. TQ.

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    1. Mientras lates con mis letras, yo muero de amor con las tuyas... Son hermosas, mi María Bonita...
      Hay frases muy bonitas, intensas en este relato, salidas del alma... Que bien que te gustara esa en particular, y que sintieras allí el centro de todo...

      Un beso enorme, TQ...

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  5. ¡Soberbio! Me quedo sin palabras. Me ha encantado.

    Besos Carnales.

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    1. Si te dejo sin palabras entonces duermo tranquila... ;)
      Me encanta que te encante...

      Besos...

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  6. Cuna de un sabor a "te amo". Te felicito por este relato Ivel, me has llevado de lo tierno a lo violento, paseado por el sentimiento de cada uno de ellos. Sublime!!

    Mil besitos, preciosa y feliz tarde de domingo.

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    1. Gracias, mi Auro...
      No sabes el gusto que me da saber que disfrutaron leyendo, tanto como yo escribiendo para ustedes...

      Mil besicos, bonita... Feliz tarde para ti... ;)

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  7. Hay personas que se nos graban tan dentro, marcan a fuego nuestra alma, y no importa ni la distancia ni el tiempo que se esté separados, dos días, dos meses, dos años o dos vidas... cuando se (re)encuentran, porque lo hacen, todo es como siempre fue ...y como siempre hubiera tenido que ser.

    Besotes enormes mi niña ...hoy más especial que nunca.

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    1. Has dicho una cosa tan bonita, y tan cierta, Almita. Y como dice una frase allí arriba: "Alianza eterna de vidas pasadas... Alianza eterna de un amor destinado a ser...."
      Cuando un amor está destinado a ser, no hay nada, ni nadie que pueda evitarlo....

      Besos, amiga mía... el más grande de los abrazos...

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