Hamburgo, Diciembre del 2006.....
Me sentía extraña tras ese beso, no recuerdo haberme sentido atraída por alguien alguna vez. He estado tan ocupada investigando sobre los movimientos de Viktor, y los que daban mis padres tanto el biológico como el adoptivo, que no me di cuenta de cuando me gustaba algún chico. Nunca tuve tiempo para eso.
Declan alteró mi mundo en sólo unos minutos.
Al día siguiente dejamos la posada en la que decidimos pasar la noche después de huir de los uniformados. Regresé a mi hotel sola porque le pedí que me esperara a unas cuadras de allí, no quería que los ya preocupados-por su trabajo-escoltas impuestos por mi padre, lo vieran. Así que cuando preguntaron dónde había estado toda la tarde/noche les mentí diciendo que me distraje en el teatro y luego no supe cómo regresar, el móvil se me descargó como para llamarlos para que fueran por mí. Y tomé una habitación en una posada.
Le debían dar todo un reporte a Matthew Carlysle. Agregué algunos detalles para hacer la historia más creíble, y ¡voilá! Deberían darme un Oscar por tan buena actuación.
Volví a salir, escaparme de los pobres gorilones siempre fue sencillo.
Subí al coche que Declan rentó horas antes, y fui indicándole el camino que debía seguir. Me tranquilizaba que, durante las dos horas y media que duraba el trayecto al punto de encuentro, no mencionara el beso de la noche anterior. Pensé en sus palabras, en lo dulce que fue conmigo, y que al mismo tiempo no temiera enfrentarme.
Que se lanzara a buscar las tumbas de mis padres, y que los visitara cada vez, decía mucho de él.
Pero no puedo dejar de ser distante, de sentirme sucia, basura, mierda, ante el contacto físico.... Viktor me destruyó por completo.
Habían tantos sentimientos encontrados, prácticamente Declan fue mi primer beso, y me gustó al mismo tiempo que lo odié. Intenté no darle más vueltas al asunto, y me enfoqué en lo que debía tener toda mi atención.
-¿Qué te traes, Amanda?-preguntó de repente.
Habíamos llegado a nuestro destino. Un lote abandonado donde un mercedes negro aguardaba.
-Espera aquí-dije, abriendo la puerta. Él se inclinó sobre mí y la cerró.-¡Oye!
En cuanto volvió a su sitio abrí la puerta de nuevo y salí. Él apagó el coche y me acompañó.
Entré al único edificio que se encontraba en aquel lugar, parecía una antigua fábrica, vi el apellido Strauss en un cartel que estaba en el suelo pintarajeado con la esvástica nazi; esto era de él.....de ellos.
Mi informante se hallaba de pie cerca de un viejo escritorio donde reposaba una carpeta. Iba muy bien abrigado, tenía una espesa barba gris, y su presencia me dio escalofrío.
-Seríamos sólo nosotros, así lo pediste-dijo, viendo con malos ojos la presencia de Declan.
-Supongamos que estamos solos, no hagas caso a éste.-Percibí la mirada de Declan sobre mí.
Noté que el edificio era como una gran casa, tenía una escalera central que llevaba a un segundo piso. Las paredes tenían la esvástica por todas partes, estaban grafiteadas; y un ligero olor a sangre llegó a mis fosas nasales.
Las cortinas negras estaban rotas, y se podía leer en alemán: "Malditos nazis"... "Asesinos de infantes".... "Monstruos"....
Los pocos dibujos que habían además del símbolo nazi, era de muñecos desmembrados.
-Mörder von Kindern-Leyó Declan.-¿Qué era este lugar?-inquirió, estudiando el recinto con la mirada.
-Un orfanato dedicado a realizar estudios en pos de crear seres perfectos, hombres de ciencia que sirvieron a Adolf-respondió el hombre.-Usaban a los niños para estudiar los efectos de ciertas enfermedades en los órganos, después de infectarlos esperaban a que la enfermedad avanzara, y luego se los ataban a una mesa, y sin ningún tipo de anestesia amputaban el órgano infectado. Una maldad disfrazada de experimento científico, que se extendió por varios laboratorios y orfanatos, usaron a muchas personas; Japón fue el precursor de esta abominación....-El rostro del hombre adquirió una expresión de odio y asco.
Miré alrededor, sentí nauseas nada más de imaginar tales horrores. Pensé en mi hermana, observé a Declan y supe que por su cabeza pasaba exactamente lo mismo que por la mía.
Nosotros la pasamos mal en el instituto RK, pero esto era otro nivel de maldad.
Y yo sabía que eso no había acabado, en algún lugar continuaban realizándose éste tipo de abominaciones.
Los dibujos de aquellas criaturitas, lo que tuvieron que sufrir..... Toda esa pesadilla... Sentí una impotencia que no experimentaba desde que era niña.
Un frío recorrió mi espalda y creí oír una risa infantil....
¿Cómo hacía para detener a gente tan monstruosa sin convertirme yo misma en un monstruo? Aunque, a fin de cuentas, ya lo era...
-Pobres criaturas-susurré.
-Sólo fue el principio-dijo mi informante, mirando de reojo la carpeta que estaba en la mesa.
Ya nada podía sorprenderme....
Habíamos llegado a nuestro destino. Un lote abandonado donde un mercedes negro aguardaba.
-Espera aquí-dije, abriendo la puerta. Él se inclinó sobre mí y la cerró.-¡Oye!
En cuanto volvió a su sitio abrí la puerta de nuevo y salí. Él apagó el coche y me acompañó.
Entré al único edificio que se encontraba en aquel lugar, parecía una antigua fábrica, vi el apellido Strauss en un cartel que estaba en el suelo pintarajeado con la esvástica nazi; esto era de él.....de ellos.
Mi informante se hallaba de pie cerca de un viejo escritorio donde reposaba una carpeta. Iba muy bien abrigado, tenía una espesa barba gris, y su presencia me dio escalofrío.
-Seríamos sólo nosotros, así lo pediste-dijo, viendo con malos ojos la presencia de Declan.
-Supongamos que estamos solos, no hagas caso a éste.-Percibí la mirada de Declan sobre mí.
Noté que el edificio era como una gran casa, tenía una escalera central que llevaba a un segundo piso. Las paredes tenían la esvástica por todas partes, estaban grafiteadas; y un ligero olor a sangre llegó a mis fosas nasales.
Las cortinas negras estaban rotas, y se podía leer en alemán: "Malditos nazis"... "Asesinos de infantes".... "Monstruos"....
Los pocos dibujos que habían además del símbolo nazi, era de muñecos desmembrados.
-Mörder von Kindern-Leyó Declan.-¿Qué era este lugar?-inquirió, estudiando el recinto con la mirada.
-Un orfanato dedicado a realizar estudios en pos de crear seres perfectos, hombres de ciencia que sirvieron a Adolf-respondió el hombre.-Usaban a los niños para estudiar los efectos de ciertas enfermedades en los órganos, después de infectarlos esperaban a que la enfermedad avanzara, y luego se los ataban a una mesa, y sin ningún tipo de anestesia amputaban el órgano infectado. Una maldad disfrazada de experimento científico, que se extendió por varios laboratorios y orfanatos, usaron a muchas personas; Japón fue el precursor de esta abominación....-El rostro del hombre adquirió una expresión de odio y asco.
Miré alrededor, sentí nauseas nada más de imaginar tales horrores. Pensé en mi hermana, observé a Declan y supe que por su cabeza pasaba exactamente lo mismo que por la mía.
Nosotros la pasamos mal en el instituto RK, pero esto era otro nivel de maldad.
Y yo sabía que eso no había acabado, en algún lugar continuaban realizándose éste tipo de abominaciones.
Los dibujos de aquellas criaturitas, lo que tuvieron que sufrir..... Toda esa pesadilla... Sentí una impotencia que no experimentaba desde que era niña.
Un frío recorrió mi espalda y creí oír una risa infantil....
¿Cómo hacía para detener a gente tan monstruosa sin convertirme yo misma en un monstruo? Aunque, a fin de cuentas, ya lo era...
-Pobres criaturas-susurré.
-Sólo fue el principio-dijo mi informante, mirando de reojo la carpeta que estaba en la mesa.
Ya nada podía sorprenderme....
Me encanta que sigas escribiendo parece que has cogido ya la marcha y no te detienes, eso está genial, mi preciosa ivel, siempre un placer leerte.
ResponderEliminarUn dulce beso de seda.
TQ.
Voy cogiendo el ritmo de nuevo, mi Maria Bonita... ;)
EliminarBesos muchos!!!
También Te quiero, preciosa....
Todo el pasado detrás que también es presente cuando se lleva como una carga. Un placer volver a leer de esta historia Ivel.
ResponderEliminarBesos dulces para ti y una feliz semana.
Y un placer para mí continuarla, y sobretodo compartirla con ustedes... :)
EliminarBesos dulces, mi buen amigo....
Te Deseo una bonita semana....
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarhola muy linda historia, me queda mucho por leer tu blog, y sobre todo tiene muy linda frase.
ResponderEliminarBesos no deje de escribir nunca si te apasiona.
Gracias por tus palabras y tu visita, Santadiabla... Tu casa blog es muy bueno... ;)
EliminarBesos, guapa...
aprecciate much your blog kisses andrea
ResponderEliminarEsperaba la continuidad de la historia, me alegro de que lo hayas retomado, Ivel.
ResponderEliminarCómo pesa... como duele!
Mil besitos, preciosa y felices sueños.