...y que el Mundo Ruede

Beso cada letra de tu historia, 

la llevas escrita en la espalda... 
Y voy vendiendo un pedacito de mí por cada sonrisa que ilumine tu rostro, por cada sonrisa que venga de tus labios y acampe en tu mirada... 
Si hay una herida abierta, acúrrucate a mi lado, la sanaremos juntas y por cada cicatriz y corazón roto una caricia que no pretende nada más que cauterizar... 
Maldice si hace falta aquí cerquita de mi oído, te sostengo mientras el Universo nos sostiene a ambas en sus manos.... 
Mientras el mundo grita.. 
No cuestiono, no, no pregunto, tan sólo ven y quédate en este espacio conmigo, que nadie escuche si lloro o si lloras... 
Abrimos nuestros corazones a destiempo y sin embargo era el tiempo perfecto, los abrimos a nuestro modo, uno que entendemos tú y yo, porque aprendimos a leernos..
Nuestros mundos colisionaron aquel día, y en un momento se te escapó en lugar de un "a la hora de follarte" un "a la hora de amarte" que se clavó en mi Alma, cariño, desde el segundo uno no te desvestiste de ropajes visibles, dejaste caer lo invisible a los ojos y te vi entera... 
Llegamos allí antes que al cuerpo, traspasamos la piel... 
No nos buscamos, no lo buscamos y aquí yace un sentimiento como ninguno, y por el que vale la pena luchar sin vestigios de presiones porque Somos este presente, el futuro aún está por verse, lo construyen tus manos y las mías, yo sólo te invito a bailar a cielo abierto, a un ritmo que marquemos las dos, llevamos el soundtrack de nuestra historia en los audífonos y que el mundo ruede....
Ven, acúrrucate conmigo si sientes frío, conozco tu invierno y tú eres el mío, mi Invierno favorito. 
Cuando nuestros mundos colisionaron conocimos un amor diferente y verdaderamente puro... 
Esto es querer bonito, sin prisas, sin fechas ni horarios, sin sentido de posesión pero queriendo pertenecerte y que me pertenezcas en la libertad de nuestro vuelo, porque es un lado a lado, no es obsesión ni deseo, es el deseo complemento de lo que sentimos...
Y me cuidas, y te cuido...
Ven, escapa conmigo, y que el mundo ruede mientras te escribo una estrofa en el bajo vientre al tiempo que mis dedos dejan versos en tus caderas... 
Seré lo que necesites y quieras, el verbo Adamar nació en el momento en que me encontraste extraviada, y el silencio se volvió ruido, y el ruido volvió a ser silencio sólo para que tu risa lo rompiera... 
Conocí la primavera de tu piel y tu mirada, la utopía de tus besos, mil veces pensé en lo irreal que parecías, y me escapé en tus brazos, recorrimos lo más alto del cielo y lo más bajo rozando el infierno... 
Ven, quédate conmigo en este espacio, que nadie escuche si lloro o si lloras, y que el mundo ruede...