Nueva York, Estados Unidos...
Tres días atrás....
Yo no estaba muy segura de que Sahar fuese bien recibida en la junta, nadie sabía de ella, siempre ha mantenido un perfil bajo y dado que sale poco de la fortaleza/paraíso donde vivimos, era de esperar que los socios de su padre se sintieran un poco sorprendidos e irritados de que no fuera el mismo jefe quien presidiera la reunión que se convocó de último minuto.
Sahar había recibido órdenes de su padre pues éste-gracias a sus informantes-supo que Viktor Strauss había nombrado a su hijo mayor CEO de su empresa con la intención de usarlo como una especie de Caballo de Troya dentro de SaharGlobal. Lo de "hacer negocios" con Vládimir Bélikov-identidad falsa de Cassul-era una treta.
Viktor Strauss trabajó para Cassul en un tiempo, y lo traicionó. Usó la empresa de Cassul para proyectos clandestinos, y ahora quiere hacer lo mismo, y de paso hacer que SaharGlobal caiga porque es un estorbo para la gente que le da órdenes a Viktor ahora: La Triada.
SaharGlobal lucha contra la pobreza, tiene una visión muy distinta del mundo. Cassul tiene una visión muy distinta del mundo, quiere salvarlo.... Aunque sus métodos sean un tanto severos.
Sahar entró al elevador con una gélida expresión en el rostro. Seguía enfadada conmigo, hice un comentario sobre la música del elevador pero ni eso le sacó una sonrisa; me sentía culpable, no me gusta esconderle nada.
Debí decirle en su momento y no irme sin avisarle, sabiendo que ella se preocuparía primero y se enfadaría después.
Cuando entramos a la sala de conferencias ella me sonrió un poco, parecía que su enfado había pasado. Pero algo me decía que se debía a la cara que todos pusieron al verla llegar; y es que una chica de veintitantos años, que no los aparentaba, obvio llamaría la atención de estos individuos.
Sahar pasó su mano derecha por su oscuro cabello, y se sentó en la silla que se supone, ocupa su padre.
Yo me senté a su lado.
-Buenos días.-saludó la morena.
Los presentes correspondieron al saludo.
-¿Disculpa? ¿Quién eres tú?-preguntó un hombre, el más viejo de todos.
-Haga el favor de cuidar la forma en que le habla a mi Señora.-dije, todos se volvieron a verme.-Ella es Sahar Bélikov, heredera de Vládimir. Y se encargará de presidir la reunión, así que por favor esperen a que ella se dirija a ustedes, y cuando vayan a responder a sus preguntas....
-Faye por favor.-intervino Sahar, amablemente. Eso da un poco de miedo.-Los caballeros deben estarse preguntando qué hace alguien como yo aquí, esperaban ver a mi padre ¿o no?
-De hecho ni siquiera sabíamos que Vládimir tenía una hija.-dijo una mujer rubia.
Por la confianza que se percibió en su voz dio la impresión de que se llevaba demasiado bien con Vládimir.
-Mi padre no habla mucho de mí, le he pedido que no me nombre ante su camada.-respondió Sahar, y fue un latigazo para todos. ¡Que la ha llamado "perra" con toda delicadeza!
El señor que habló primero se puso de pie diciendo que era una pérdida de tiempo estar en una junta que además de ser convocada de último minuto no sería liderada por el jefe.
Sahar también se puso de pie, y mientras el señor se encaminaba hacia la salida, ella dirigió sus pasos hacia el ventanal.
-Si usted sale de aquí estará automáticamente fuera de nómina.-dijo, calmadamente. El señor se detuvo ante la puerta, con la mano en el pomo.-¿Saben cuánto significa la lealtad para esta compañía, y para mi padre?-Llamaron a la puerta, el hombre abrió pero no salió, aunque tampoco volvió a su asiento.
-Señorita Bélikov, el señor Niklaus Strauss está aquí.-anunció la secretaria.
Sahar le ordenó dejarlo entrar.
Un trajeado rubio se sentó en la silla que estaba a la derecha del asiento que ocupaba Sahar.
-La lealtad es algo que mi padre aprecia, y hay personas aquí presentes que han traicionado ese voto.-continuó Sahar como si no hubiese sido interrumpida.-Comenzando por el señor que quería abandonar la reunión.-Todos miramos al hombre, éste se sorprendió por la acusación.-Está pasándole demasiada información a Matthew Carlysle, señor Simmons. Aunque es posible que no sea suficiente ya que tuvo que acudir a Viktor Strauss, y éste nombró a su hijo CEO de LexCorp. para enviarlo como "espía"; ¿qué quieren exactamente?
Sahar se volvió; el joven Strauss, al ver su rostro, musitó un: "Imposible... ¿Luna?". La morena ladeó la cabeza, y sonrió en su dirección.
-¿Disculpe?
-Es que.... Se parece tanto a alguien que conozco.
Joder...
-¿No escuchó la pregunta, señor Strauss?-inquirí para desviar la atención de Sahar a lo que en realidad importaba.-¿Qué quieren? ¿Qué quieren de Vládimir y de SaharGlobal? Nos han puesto ante el mundo como una empresa que financia el terrorismo cuando no hacemos más que ayudar a quienes se han visto abandonados por la gente de poder.
-Tienen una idea equivocada de lo que busca LexCorp. al asociarse con SaharGlobal.-replicó el joven.
-¿Entonces no conoce el historial de su padre con CassulTech. madre de esta empresa? Él trabajó para nosotros hace años y usó fondos de la susodicha para llevar a cabo investigaciones, experimentos clandestinos, apoyando la causa neonazi, reclutando niños, adiestrándolos, corrompiéndolos. Lo sé porque mi hermana mayor fue una víctima.-dijo Sahar, acercándose al señor Simmons quien parecía estar en shock.-Sabemos muy bien que su padre y la gente para la que trabaja no ha cesado en su intento de crear una Sociedad Perfecta que sólo obedezca.
-Está en un error.....
-¿No es cierto que hay farmacéuticas aliadas a su padre y su gente? ¿No es cierto que se han estado creando virus desde hace tanto tiempo con el fin de luego crear "curas" y así ganar más dinero? ¿No es cierto que han creado incluso virus incurables para reducir el número de humanos en la tierra y hacer más fácil el sometimiento de los que sobrevivan? ¿Quiénes son los verdaderos terroristas, señor Strauss? Porque recuerdo que usted mismo nos acusó hace dos años en una entrevista.
-Fue un error de mi parte....
-¿Un error?-ironizó Sahar.-Esta empresa lleva años luchando contra la pobreza y el abandono en el que ustedes los humanos de "poder" han sumido a la mayoría. Ustedes se matan entre sí, pisotean a sus iguales, reparten las riquezas entre quienes ustedes creen deberían tenerla.... Mi padre tiene razón, la tierra debe ser purgada.
-Sahar por favor.-susurré.
-Hasta la iglesia hace su parte en todo esto.....
-Vaya blasfemia.-la interrumpió el señor Simmons.-Se nota que no es católica, no tiene miedo al infierno ¿no?
Sahar suspiró.
-No creo en iglesias, ni en religiones. No creo en un infierno bajo nosotros o en un paraíso; el infierno está aquí a nuestro alrededor, y el paraíso también, sólo que los humanos, una raza tan destructiva, eligió convertir el paraíso en un infierno. Escogieron matarse, odiarse.... ¿Usted es católico, señor Simmons?
La pregunta fue hecha con tanta suavidad que entendí lo que haría en cuanto él respondiera.
-Sí.
Sahar sacó la daga que ocultaba en su cinto y la pasó por el cuello del hombre sin pensarlo dos veces.
Los gritos no se hicieron esperar, la gente se levantó.
-Salúdeme a su Dios, o al diablo.-susurró, luego miró al joven Strauss. Y me lanzó la daga, la cogí al vuelo y lo apuñalé con ella.-Mi padre es más demonio que el suyo, señor Strauss.
Observó a los pálidos asistentes a aquella terrorífica reunión. Su móvil sonó, lo cogió de la mesa y al ver el identificador se dirigió a los presentes.
-Es mi padre, se sentirá orgulloso de su niña.-Se miraron los unos a los otros, temerosos.-Por cierto, mucho cuidado con lo que salga de esta habitación. Quedan advertidos.-Se dirigió a mí antes de contestar.-Que alguien se ocupe del cuerpo de Niklaus, el viernes a la noche verán el mensaje a nivel mundial. Al otro, que lo quemen.
Rumbo al apartamento estuvo callada, no creo que haya estado muy contenta con lo que hizo. Lo sé, la conozco, pero su padre la ha usado como arma tantas veces que ya no sabe con exactitud cómo debería actuar ante esta situación; ya no sentía culpa.
Pasó el día encerrada en su habitación, no me dejó entrar. Al día siguiente salió al anochecer, yo estaba sentada en el sofá y ella se acercó sigilosa.
-Padre quiere que regresemos.-dijo sentándose a horcajadas sobre mí.
-¿Ya me perdonas por no haberte dicho nada sobre mi viaje a Europa?
-No.-Besó la comisura de mis labios.-¿Quién colgará el cuerpo de Niklaus?
-Ya le di la orden a uno de nuestros hombres, para mañana en la noche estará listo.
Mordió mi labio inferior, y pronto se enfocó sólo en besarme. Pero el instante me supo a poco cuando escuché esa risa fastidiosa; Sahar apoyó su frente en la mía, hastiada.
-Declan.-dijimos las dos al mismo tiempo.
-Que guapas, me encantan. Sigan por favor.
Sahar depositó un casto beso en mis labios y se apartó de mí.
-¿Qué quieres, Alquimista?-preguntó.
Declan se quitó la corbata, me alegró porque verlo de traje era muy raro.
-Necesito un favor tuyo, Sahar.-soltó.
-¿Te estás oyendo? Llevas tiempo lejos y ahora quieres que....
-Es Amanda.
Me puse nerviosa, sabía que Sahar no se negaría.
-¿Qué pasa con Amanda?-Sahar me miró de reojo.
-Está en peligro, y sé que tu padre no quiere que te relaciones con ella....
-Lo que mi padre opine me tiene sin cuidado, es mi hermana y la sangre es primero. Él me lo enseñó.
-Pero ella renunció al derecho de llamarte "hermana".-intervine.
-¿No le has hablado de Luna? Porque tú la has visto, ¿no?-me dijo Declan.-Tienes una hermana gemela, Sahar. Y tanto ella como Amanda te necesitan, tengo un plan para salvarlas a ambas, y para llevarlo a cabo necesito que te hagas pasar por Luna.
Sahar me observó, pero su expresión era vacía.
-Explícame todo desde el principio, Alquimista, y tal vez lo considere.-Hizo aparecer un arco y una flecha de la nada y me apuntó-Es obvio que no se puede confiar en todos, algunos estarían mejor muertos.
Y en ese momento me odió, y me odié....
Debí decirle en su momento y no irme sin avisarle, sabiendo que ella se preocuparía primero y se enfadaría después.
Cuando entramos a la sala de conferencias ella me sonrió un poco, parecía que su enfado había pasado. Pero algo me decía que se debía a la cara que todos pusieron al verla llegar; y es que una chica de veintitantos años, que no los aparentaba, obvio llamaría la atención de estos individuos.
Sahar pasó su mano derecha por su oscuro cabello, y se sentó en la silla que se supone, ocupa su padre.
Yo me senté a su lado.
-Buenos días.-saludó la morena.
Los presentes correspondieron al saludo.
-¿Disculpa? ¿Quién eres tú?-preguntó un hombre, el más viejo de todos.
-Haga el favor de cuidar la forma en que le habla a mi Señora.-dije, todos se volvieron a verme.-Ella es Sahar Bélikov, heredera de Vládimir. Y se encargará de presidir la reunión, así que por favor esperen a que ella se dirija a ustedes, y cuando vayan a responder a sus preguntas....
-Faye por favor.-intervino Sahar, amablemente. Eso da un poco de miedo.-Los caballeros deben estarse preguntando qué hace alguien como yo aquí, esperaban ver a mi padre ¿o no?
-De hecho ni siquiera sabíamos que Vládimir tenía una hija.-dijo una mujer rubia.
Por la confianza que se percibió en su voz dio la impresión de que se llevaba demasiado bien con Vládimir.
-Mi padre no habla mucho de mí, le he pedido que no me nombre ante su camada.-respondió Sahar, y fue un latigazo para todos. ¡Que la ha llamado "perra" con toda delicadeza!
El señor que habló primero se puso de pie diciendo que era una pérdida de tiempo estar en una junta que además de ser convocada de último minuto no sería liderada por el jefe.
Sahar también se puso de pie, y mientras el señor se encaminaba hacia la salida, ella dirigió sus pasos hacia el ventanal.
-Si usted sale de aquí estará automáticamente fuera de nómina.-dijo, calmadamente. El señor se detuvo ante la puerta, con la mano en el pomo.-¿Saben cuánto significa la lealtad para esta compañía, y para mi padre?-Llamaron a la puerta, el hombre abrió pero no salió, aunque tampoco volvió a su asiento.
-Señorita Bélikov, el señor Niklaus Strauss está aquí.-anunció la secretaria.
Sahar le ordenó dejarlo entrar.
Un trajeado rubio se sentó en la silla que estaba a la derecha del asiento que ocupaba Sahar.
-La lealtad es algo que mi padre aprecia, y hay personas aquí presentes que han traicionado ese voto.-continuó Sahar como si no hubiese sido interrumpida.-Comenzando por el señor que quería abandonar la reunión.-Todos miramos al hombre, éste se sorprendió por la acusación.-Está pasándole demasiada información a Matthew Carlysle, señor Simmons. Aunque es posible que no sea suficiente ya que tuvo que acudir a Viktor Strauss, y éste nombró a su hijo CEO de LexCorp. para enviarlo como "espía"; ¿qué quieren exactamente?
Sahar se volvió; el joven Strauss, al ver su rostro, musitó un: "Imposible... ¿Luna?". La morena ladeó la cabeza, y sonrió en su dirección.
-¿Disculpe?
-Es que.... Se parece tanto a alguien que conozco.
Joder...
-¿No escuchó la pregunta, señor Strauss?-inquirí para desviar la atención de Sahar a lo que en realidad importaba.-¿Qué quieren? ¿Qué quieren de Vládimir y de SaharGlobal? Nos han puesto ante el mundo como una empresa que financia el terrorismo cuando no hacemos más que ayudar a quienes se han visto abandonados por la gente de poder.
-Tienen una idea equivocada de lo que busca LexCorp. al asociarse con SaharGlobal.-replicó el joven.
-¿Entonces no conoce el historial de su padre con CassulTech. madre de esta empresa? Él trabajó para nosotros hace años y usó fondos de la susodicha para llevar a cabo investigaciones, experimentos clandestinos, apoyando la causa neonazi, reclutando niños, adiestrándolos, corrompiéndolos. Lo sé porque mi hermana mayor fue una víctima.-dijo Sahar, acercándose al señor Simmons quien parecía estar en shock.-Sabemos muy bien que su padre y la gente para la que trabaja no ha cesado en su intento de crear una Sociedad Perfecta que sólo obedezca.
-Está en un error.....
-¿No es cierto que hay farmacéuticas aliadas a su padre y su gente? ¿No es cierto que se han estado creando virus desde hace tanto tiempo con el fin de luego crear "curas" y así ganar más dinero? ¿No es cierto que han creado incluso virus incurables para reducir el número de humanos en la tierra y hacer más fácil el sometimiento de los que sobrevivan? ¿Quiénes son los verdaderos terroristas, señor Strauss? Porque recuerdo que usted mismo nos acusó hace dos años en una entrevista.
-Fue un error de mi parte....
-¿Un error?-ironizó Sahar.-Esta empresa lleva años luchando contra la pobreza y el abandono en el que ustedes los humanos de "poder" han sumido a la mayoría. Ustedes se matan entre sí, pisotean a sus iguales, reparten las riquezas entre quienes ustedes creen deberían tenerla.... Mi padre tiene razón, la tierra debe ser purgada.
-Sahar por favor.-susurré.
-Hasta la iglesia hace su parte en todo esto.....
-Vaya blasfemia.-la interrumpió el señor Simmons.-Se nota que no es católica, no tiene miedo al infierno ¿no?
Sahar suspiró.
-No creo en iglesias, ni en religiones. No creo en un infierno bajo nosotros o en un paraíso; el infierno está aquí a nuestro alrededor, y el paraíso también, sólo que los humanos, una raza tan destructiva, eligió convertir el paraíso en un infierno. Escogieron matarse, odiarse.... ¿Usted es católico, señor Simmons?
La pregunta fue hecha con tanta suavidad que entendí lo que haría en cuanto él respondiera.
-Sí.
Sahar sacó la daga que ocultaba en su cinto y la pasó por el cuello del hombre sin pensarlo dos veces.
Los gritos no se hicieron esperar, la gente se levantó.
-Salúdeme a su Dios, o al diablo.-susurró, luego miró al joven Strauss. Y me lanzó la daga, la cogí al vuelo y lo apuñalé con ella.-Mi padre es más demonio que el suyo, señor Strauss.
Observó a los pálidos asistentes a aquella terrorífica reunión. Su móvil sonó, lo cogió de la mesa y al ver el identificador se dirigió a los presentes.
-Es mi padre, se sentirá orgulloso de su niña.-Se miraron los unos a los otros, temerosos.-Por cierto, mucho cuidado con lo que salga de esta habitación. Quedan advertidos.-Se dirigió a mí antes de contestar.-Que alguien se ocupe del cuerpo de Niklaus, el viernes a la noche verán el mensaje a nivel mundial. Al otro, que lo quemen.
Rumbo al apartamento estuvo callada, no creo que haya estado muy contenta con lo que hizo. Lo sé, la conozco, pero su padre la ha usado como arma tantas veces que ya no sabe con exactitud cómo debería actuar ante esta situación; ya no sentía culpa.
Pasó el día encerrada en su habitación, no me dejó entrar. Al día siguiente salió al anochecer, yo estaba sentada en el sofá y ella se acercó sigilosa.
-Padre quiere que regresemos.-dijo sentándose a horcajadas sobre mí.
-¿Ya me perdonas por no haberte dicho nada sobre mi viaje a Europa?
-No.-Besó la comisura de mis labios.-¿Quién colgará el cuerpo de Niklaus?
-Ya le di la orden a uno de nuestros hombres, para mañana en la noche estará listo.
Mordió mi labio inferior, y pronto se enfocó sólo en besarme. Pero el instante me supo a poco cuando escuché esa risa fastidiosa; Sahar apoyó su frente en la mía, hastiada.
-Declan.-dijimos las dos al mismo tiempo.
-Que guapas, me encantan. Sigan por favor.
Sahar depositó un casto beso en mis labios y se apartó de mí.
-¿Qué quieres, Alquimista?-preguntó.
Declan se quitó la corbata, me alegró porque verlo de traje era muy raro.
-Necesito un favor tuyo, Sahar.-soltó.
-¿Te estás oyendo? Llevas tiempo lejos y ahora quieres que....
-Es Amanda.
Me puse nerviosa, sabía que Sahar no se negaría.
-¿Qué pasa con Amanda?-Sahar me miró de reojo.
-Está en peligro, y sé que tu padre no quiere que te relaciones con ella....
-Lo que mi padre opine me tiene sin cuidado, es mi hermana y la sangre es primero. Él me lo enseñó.
-Pero ella renunció al derecho de llamarte "hermana".-intervine.
-¿No le has hablado de Luna? Porque tú la has visto, ¿no?-me dijo Declan.-Tienes una hermana gemela, Sahar. Y tanto ella como Amanda te necesitan, tengo un plan para salvarlas a ambas, y para llevarlo a cabo necesito que te hagas pasar por Luna.
Sahar me observó, pero su expresión era vacía.
-Explícame todo desde el principio, Alquimista, y tal vez lo considere.-Hizo aparecer un arco y una flecha de la nada y me apuntó-Es obvio que no se puede confiar en todos, algunos estarían mejor muertos.
Y en ese momento me odió, y me odié....
Como siempre muy bien escrito y contada la historia, no te digo nada nuevo, pero es la verdad. Sigo atento al siguiente capitulo.
ResponderEliminarMás besos dulces y dulce fin de semana.
Uffff... esto está que arde... es como si Sahar fuese la gemela mala y Luna la buena... verdad? Lo que si es cierto es que Sahar siente un gran cariño por Amanda porque se ha puesto en alerta al escuchar su nombre...
ResponderEliminarA ver que pasa ahora, aceptara o no? Yo creo que sí, la sangre es la sangre y siempre llama... siempre...
Eres genial hermana, que gran historia, me encanta y cada día engancha más...
Besines y buen finde... muaaaaaaaaaá!!!!
mecaguendios!
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