Visitante(s)

Deshechos en sensaciones 

como escribas de la vida nocturna, 
hechizados poetas rendidos en un colchón....

    

    Mis tacones resonaron sobre el piso de madera haciendo eco en aquél edificio, resonancia que llegó a tu pecho acoplándose al latido de tu corazón que me llama enviando fuego a la sangre, calentando la piel, palpitando las ganas de tener a la extraña conocida que busca refugio en tus ojos, y se arropa en tu abrazo.

   Atribuyó mi llegada a la casualidad del destino: La pureza en la contradicción, lanzó en un susurro.

  Lo sentí aguardándome, cazando a la distancia a esta presa que etiquetó "difícil", oscuro misterio, felina ensoñación, sanadora de heridas que te supusieron un calvario en el transcurso de esta vida. 

   Somos el puzzle perfecto armados de imperfecciones.

  ¿Es esto real? Pregunté. Interrogaste.

  Crucé la puerta que abriste, entré al elevador con destino a la secreta habitación que nos oculta de miradas indiscretas y lenguas mal sanas...

   Esto es sólo nuestro no hay cabida para nadie más; algo me llevó a ti, el mismo algo que te trajo a mí.

Es tu voz reclamando mi piel entre líneas y Luz de Luna Llena...